MINISTERIO DE CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

SECRETARIA DE PLANEAMIENTO Y POLITICAS EN CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRODUCTIVA

Proyecto 2020: Tendencias y Escenarios de la Innovación en el Sector Agroalimentario

(segunda y ultima Parte)

La Secretaría de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva elaboró un informe titulado: "Proyecto 2020: Tendencias y Escenarios de la Innovación en el Sector Agroalimentario". Este documento establece un diagnóstico del comercio mundial, y describe las tendencias y oportunidades de la economía, el futuro de las tecnologías y de las cadenas agroindustriales, el rol de los biocombustibles, y cómo impactará este nuevo escenario en la producción agroindustrial en la República Argentina.

PALABRAS PRELIMINARES

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a través de la Secretaría de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva desarrolló el informe titulado: "Proyecto 2020: Tendencias y Escenarios en el Sector Agroalimentario".

Debido a la extensión de este estudio y a la importancia y necesidad de difundir la totalidad de sus contenidos, el mismo se publica en dos ediciones. En la primera versión (que se publicó en el Suplemento Actos de Gobierno N° 56 el 5 de octubre de 2009) se dedicó fundamentalmente a precisar todo lo concerniente a los principales resultados y conclusiones, la introducción, la metodología utilizada, el escenario económico internacional para la agricultura, las tendencias y escenarios del comercio internacional, las áreas de incertidumbre, los impactos esperados, y la situación de los mercados para la República Argentina.

En esta edición se desarrollará la segunda y última parte de este informe, que se referirá a los escenarios productivos y tecnológicos de algunos sectores productivos seleccionados, los escenarios y oportunidades de la ciencia y la tecnología, la innovación en los sectores proveedores de insumos tecnológicos (semillas y maquinaria agrícola), la expansión del cultivo de la soja en la Argentina: aportes para la sustentabilidad ambiental y social, y el marco de política de ciencia y tecnología en el sector agroalimentario. Además, se enunciarán los expertos consultados para la realización del trabajo.

Finalmente, es importante destacar que teniendo presente la organización del texto los distintos temas que se describirán en estas páginas continuarán con el sistema de enumeración romano iniciado en la primera parte de esta nota, difundida en el último número de esta publicación.

VIII. ESCENARIOS PRODUCTIVOS Y TECNOLOGICOS DE ALGUNOS SECTORES PRODUCTIVOS SELECCIONADOS

Después de analizar en los capítulos anteriores las oportunidades de la República Argentina en los escenarios del comercio internacional de alimentos entre 2015 y 2020, se analizaron los escenarios para el desarrollo de los principales sectores agroalimentarios en particular, haciendo eje en las posibles demandas y necesidades futuras del sistema productivo. Para ello, se seleccionaron 16 sectores agroalimentarios de gran importancia para la Argentina. A los efectos de la selección los sectores productivos se ordenaron de acuerdo a un ranking construido a partir de tres variables:

• La contribución al PBI.

• La contribución a las exportaciones.

• El porcentaje de producción que se realiza fuera de la región pampeana.

El cuadro 8.1 presenta el ranking. Puede verse la sorprendente importancia de la vid y la ganadería vacuna, explicada en cierta medida porque en ambos productos una parte importante de la producción se hace fuera de la región pampeana. Las demandas tecnológicas y necesidades de investigación identificadas en estos sectores productivos son extensas y variadas pero al mismo tiempo bastante consistentes con las propuestas en ejercicios de prospectiva realizados en otras partes del mundo (1).

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(1) Ver por ejemplo: L. Downey EU Agri-Food Industries and Rural Economies by 2025. Dec. 2006.

La metodología utilizada para la elaboración del análisis de las demandas se basó en la realización de un compilado de información de fuentes primarias, en algunos casos, y de secundarias en otros, a partir de publicaciones de instituciones ligadas al sector de cada cadena productiva (INTA, SAGPyA, Asociaciones, ASAGIR, MAIZAR, CIL, AACREA, Cámaras, etc.). También se realizaron entrevistas con profesionales especialistas de cada cadena.

Una vez elaborado el informe, se procedió a enviar el documento a los expertos consultados para su revisión y sugerencias.

El análisis de los sectores permitió descubrir algunas tendencias comunes a casi todos ellos.

La sustitución de la tradicional rotación agrícola-ganadera en la región pampeana por una agricultura más intensiva basada en la siembra directa. Esta agricultura intensiva utilizará más intensamente las reservas hídricas de la región sobre las cuales se conoce muy poco.

El corrimiento de la agricultura y de la producción ganadera de carne bovina hacia zonas marginales, especialmente el norte y oeste del país, proceso favorecido por el ciclo climático húmedo de la última década. Esta tendencia climática que sería una consecuencia del cambio climático podría no volver a producirse en el futuro inmediato. Estos hechos tendrían dos consecuencias inmediatas. Primero, la agriculturización de ambientes ecológicos más frágiles que requieren tecnologías nuevas y políticas de conservación de los recursos naturales más complejas y exigentes. Segundo, la posible disminución de la calidad de la carne ya que las condiciones ecológicas del norte argentino requieren, al menos por ahora, el uso de razas cebuinas. Tercero cambios productivos que afectarán la estructura social y del empleo.

La creciente intensificación de la producción lechera y de las actividades de engorde bovino y porcino en la región pampeana en grandes empresas altamente tecnificadas que podrían generar problemas ambientales.

La tendencia a la concentración de la empresa agropecuaria experimentada en la última década continuará y será el patrón productivo dominante.

La conformación de cadenas productivas con una creciente integración vertical en las cuales los contratos de abastecimiento reemplazan a los mercados de bienes intermedios (ver Capítulo IX).

Estas tendencias afectarán las demandas y necesidades tecnológicas de la producción agropecuaria en los distintos sectores y también tendrán impactos económicos y sociales que deberán ser tenidos en cuenta en la definición de la política de ciencia y tecnología.

Si estas demandas se analizan tomando en cuenta las alternativas de acceso internacional que pueden ser aprovechadas por la Argentina y se privilegia las tecnologías que son, por su naturaleza, bienes públicos, las necesidades tecnológicas para el próximo decenio parecerían concentrarse en las siguientes grandes áreas:

• El mejoramiento vegetal y animal dirigido a:

- Mejorar la resistencia a estreses bióticos y ecológicos.

- Crear resistencia selectiva a los herbicidas.

- Introducir atributos de calidad definidos en función de la utilización final del producto.

• Tecnologías aplicables en la industria de alimentos especialmente para la incorporación de atributos específicos de calidad, inocuidad, componentes nutricionales, etc.

• La prevención y control de enfermedades y plagas en el sector vegetal y de enfermedades en el sector pecuario. Manejo Integrado de Plagas (MIP).

• El desarrollo de tecnologías de procesos de la producción primaria y aplicaciones de la bio-tecnologías para mejorar la relación suelo planta y la eficiencia biológica de las plantas (tanto forrajes como granos) para disminuir el uso de fertilizantes y agroquímicos en general.

• El desarrollo de tecnologías de procesos en la producción pecuaria y en particular:

- El aprovechamiento de forrajes.

- La utilización de concentrados para mejorar la nutrición.

- Tecnologías vinculadas a la eficiencia reproductiva.

• Identificación y desarrollo de productos primarios con atributos adecuados para su utilización en la producción de bio-energía.

IX. ESCENARIOS Y OPORTUNIDADES DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA

9.1. Introducción: las principales familias de tecnologías

La metodología diseñada para construir escenarios y hacer prospectiva sobre las condiciones del contexto económico y científico que enmarcará la producción del sector agroalimentario argentino incluye la definición y caracterización de cinco familias de tecnologías. Estas son:

• Biotecnología en el mejoramiento de plantas y animales.

• Tecnologías de los procesos en la producción primaria.

• Tecnologías vinculadas a la utilización eficiente y sustentable de los recursos naturales.

• Tecnologías de los alimentos.

• Tecnologías vinculadas a la producción de bio-combustibles.

Estas familias de tecnologías representan las categorías analíticas sobre las cuales se construirá una proyección del posible estado de la ciencia y de las nuevas tecnologías que estarán disponibles para la producción.

Para cada una de las cinco familias se organizó una reunión de expertos con el objeto de analizar y construir, a partir del conocimiento y experiencia de cada uno de ellos, los elementos centrales de un escenario posible para el año 2020 referido a la familia en cuestión.

La discusión se organizó en todos los casos a partir de tres preguntas principales:

• Tecnologías que progresivamente estarán disponibles en el período de análisis (2007-2020).

• La identificación de las principales fuentes institucionales del conocimiento y de • tecnologías y las formas de acceso a ellas para la Argentina.

• Las políticas públicas necesarias para que la Argentina pueda utilizar plenamente las oportunidades brindadas por esta familia de tecnologías.

Se trató de constituir los grupos con expertos de instituciones académicas y científicas, del INTA, de empresarios del sector involucrado y de representantes de SAGPyA.

9.2. La biotecnología y el mejoramiento genético

9.2.1. Las tecnologías y los productos biotecnológicos potencialmente disponibles en la próxima década

• Las tecnologías. Las siguientes áreas del conocimiento y tecnologías aparecen como de especial importancia:

- Genómica y en general "tecnómicas" sumadas al desarrollo de la informática.

- Mejoramiento asistido por marcadores moleculares.

- Recombinación de genes in Vitro para acelerar la evolución de genes (gene shuffling).

- RNA de interferencia (silenciamiento específico de genes) de aplicación en el mejoramiento de especies y también en la industria farmacéutica.

- Diseño e ingeniería de proteínas.

- Nanotecnología.

- Tecnologías analíticas rápidas, sensibles y de uso sencillo (desarrollo de kits para exportadores y productores).

- Tecnologías clásicas de mejoramiento (mejoramiento tradicional, cultivo de tejidos) para la domesticación de especies nativas, rescate de germoplasma, etc.

• Los productos biotecnológicos. El grupo de expertos propuso el siguiente listado de los principales productos derivados de la biotecnología que, a su juicio, estarán disponibles en la próxima década. El mismo, excepto el último ítem, que fue añadido por el grupo, está tomado de la propuesta del Comité Asesor en Biotecnología del USDA (2).

- El diseño de productos para la alimentación de animales (que proporcionan un alimento mejor balanceado aumentando la concentración de los aminoácidos esenciales a menudo deficientes en algunos alimentos para animales, mayor densidad de nutrientes, o una utilización más eficiente de nutrientes como fosfatos que podría proporcionar ventajas ambientales.

- Resistencia a la sequía y a otros estreses ambientales tales como salinidad.

- Resistencia a parásitos y enfermedades (ejemplo: trigo resistente al fusarium, resistencia del pox del ciruelo, cultivos resistentes a varios insectos).

- Cultivos creados para obtener productos farmacéuticos, tales como vacunas y anticuerpos.

- Cultivos desarrollados para aplicaciones industriales particulares como por ejemplo:

Cultivos con mejores atributos industriales, tales como mayor concentración de almidón.

La capacidad de producir enzimas útiles para ciertos procesos industriales.

Con un mayor contenido de un material rico en energía, como por ejemplo aceite para ser utilizado como biocombustible.

- Animales genéticamente modificados para consumo o para la producción de productos farmacéuticos o usos industriales (ejemplo: salmones transgénicos de rápido crecimiento hasta la madurez, cabras transgénicas produciendo factores de suero humano en su leche, y cerdos produciendo en su saliva la enzima pitaza para mejorar la utilización de nutrientes y la producción de abono con contenido reducido de fósforo).

- Productos microbiológicos como fertilizantes, bio-pesticidas, promotores del crecimiento, etc.

El cuadro siguiente resume, en términos generales, la situación posible en el 2020 (3).

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(2) USDA. Opportunities and Challenges in Agricultural Biotechnology: The Decade Ahead. A report prepared by the Advisory Committee on Biotechnology and 21st Century Agriculture. July 2006.

(3) Trigo,E; D Chudnovsky, E Cap, y A Lopez (2202) Los transgénicos en la agricultura: Una historia con final abierto. Libros del Zorzal Bs.As. Argentina.

La disponibilidad de estas tecnologías y productos será paulatina en el tiempo y no necesariamente en forma simultánea para todos los cultivos de importancia para la Argentina. Es evidente que el trabajo de desarrollo y aplicación concreta estará concentrado, como lo ha estado en el pasado, en algunos pocos cultivos de gran importancia económica, en los países que lideran la investigación biotecnológica. En este sentido, es razonable suponer que la soja, el maíz, el trigo, el arroz y la caña de azúcar estarán entre los productos privilegiados.

9.2.2. Fuentes institucionales del conocimiento

El desarrollo de biotecnologías útiles para mejorar la producción agroalimentaria está basado en el conocimiento científico de alta complejidad, que ha sido desarrollado en gran parte y lo será en el futuro, por los grandes centros de investigación pública, incluyendo las universidades.

Por otra parte, la utilización de estas biotecnologías en la producción de nuevos y mejores productos está siendo desarrollada por grandes empresas del sector privado que pueden apropiar, a través de patentes u otras formas de protección del conocimiento, los beneficios económicos de dichas investigaciones. Esta complementación entre la investigación pública y la privada y los mecanismos explícitos de colaboración logrado en algunos países desarrollados ha creado enormes sinergias con resultados positivos.

El escenario futuro del contexto institucional probablemente no tenga cambios sustantivos, excepto la incorporación de otros países como China, India y Brasil al conjunto de países que tienen una incidencia importante en la creación de tecnologías.

La importancia de la colaboración de las instituciones públicas con el sector privado es especialmente significativa en esta familia de tecnologías, en un país de dimensión media como la Argentina; es necesaria entre las instituciones públicas y privadas que existen en el país y entre éstas y las instituciones del resto del mundo.

9.2.3. Algunas conclusiones sobre las políticas públicas necesarias

• La biotecnología se ha convertido en una de las principales fuentes de la innovación tecnológica en la producción de alimentos. Mantener la competitividad internacional tanto en costos como en la calidad de los alimentos requiere un enorme esfuerzo tanto por parte del sector público como del sector privado que participa en la generación de conocimiento y en el desarrollo de biotecnologías aplicables a la producción agroalimentaria.

• La Argentina es un productor importante, a nivel mundial, de alimentos y es uno • de los países que está en la vanguardia con respecto a la utilización de la biotecnología en la producción primaria y en menor medida en otras áreas como, por ejemplo, las vacunas y la producción de alimentos elaborados. Por lo tanto es un hecho natural y necesario desarrollar una sólida capacidad científica y tecnológica en esta área. Este objetivo, sin embargo, no es fácil de lograr. El desarrollo de la biotecnología requiere de investigaciones de alta complejidad, dado su carácter de ser una especialidad interdisciplinaria y con una alta densidad científica. Es decir requiere el auxilio de la ciencia básica en varias disciplinas. Por otra parte necesita de laboratorios y equipos de alta complejidad y considerable costo y recursos humanos altamente capacitados. La Argentina tiene en la actualidad una capacidad biotecnológica significativa pero insuficiente para afrontar el desafío que enfrenta. Es necesaria una masa crítica para hacer las preguntas relevantes, conocer las fuentes del conocimiento, establecer diálogos científicos útiles con la comunidad científica internacional y hacer la investigación necesaria para el país. Los expertos participantes en el estudio enfatizaron la importancia de dos instrumentos centrales de la política de ciencia y técnica para la construcción de la base científica:

- La necesidad de contar con amplios programas de capacitación.

- La importancia de impulsar el trabajo colaborativo en redes nacionales e internacionales que contribuyan a la creación de masas criticas de investigadores.

• La focalización del esfuerzo en áreas estratégicas. La investigación biotecnológica es compleja y costosa. En la investigación que se desarrolla en el resto del mundo, tanto en instituciones públicas como privadas, hay un permanente riesgo de llegar tarde al descubrimiento, la invención y más aún el logro de una patente. Por este motivo, hubo consenso entre los expertos participantes en el estudio en relación a que la eficacia y el impacto de la investigación serán mayores si se logra algún grado de especialización o focalización del esfuerzo. De la discusión surgió que los tres criterios principales que deberían ser utilizados para dicha focalización son:

- Productos de importancia económica o estratégica para la Argentina.

- Limitantes importantes en las condiciones ecológicas y los procesos productivos dominantes en la Argentina.

- Contar con las capacidades necesarias para tener éxito en tiempo y forma. Es decir, tener posibilidades de lograr los resultados esperados antes que éstos sean obsoletos como consecuencia de los descubrimientos hechos en otras partes del mundo. En este sentido las aplicaciones de la biotecnología en el área de la agricultura que podrían tener una mayor prioridad son los siguientes:

Desarrollo de resistencia a enfermedades fúngicas, virales y bacterianas.

Desarrollo de tolerancia a estreses ambientales (sequía, temperatura, etc.).

Desarrollo de mapas genéticos y de marcadores moleculares para su aplicación en el mejoramiento de los principales cultivos.

Desarrollo y mejoramiento de cultivos regionales.

Tecnologías vinculadas a la nutrición animal.

Desarrollo de vacunas.

• En adición a la expansión de la base científica es necesario desarrollar capacidades en diversas áreas del marco institucional y normativo necesario para la investigación, el desarrollo tecnológico y la utilización de la biotecnología. Sin este marco los actores del proceso innovativo no tienen la seguridad y los incentivos para guiar sus acciones en una forma consistente con las necesidades del país.

9.3. La utilización sustentable de los recursos naturales

9.3.1. El conocimiento y las tecnologías que estarán disponibles durante la próxima década

Hasta ahora la Argentina ha utilizado un patrón productivo relativamente poco contaminante. Sin embargo es razonable esperar que la contaminación ambiental y de los recursos naturales se acentúe con la modernización de la agricultura y más aún si la Argentina resulta exitosa en aumentar el nivel de agroindustrialización. Enfrentar este desafío es necesario para preservar los recursos naturales y también para acceder a los mercados internacionales.

Los expertos que participaron en el grupo focal organizado por el proyecto sobre este tema, consideraron que el desarrollo de los principales elementos conceptuales y teóricos en esta área del conocimiento es llevado a cabo en las instituciones públicas, incluyendo universidades de los países desarrollados y más recientemente de China y Australia.

Dado el carácter público de las instituciones y la naturaleza de bien público de estas tecnologías, las mismas están disponibles y son accesibles para la Argentina.

Esta disponibilidad se canaliza principalmente a través de las publicaciones académicas e Internet, y puede suponerse que su difusión está garantizada por el propio interés de los países desarrollados en que dichas tecnologías se conozcan y se apliquen en todo el mundo. Siguiendo la tendencia iniciada en los países desarrollados, se espera una creciente demanda de parte de la sociedad por tecnologías asociadas al cuidado de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. Los participantes no prevén la aparición de metodologías o tecnologías que cambien sustancialmente la situación actual, aunque existen algunas áreas en las cuales podría haber un desarrollo tecnológico sustantivo.

Algunas de estas áreas son:

• La existencia de información satelital de mayor calidad y accesibilidad.

• Métodos de laboratorio que con la utilización de ADN simplifiquen y faciliten el trabajo taxonómico.

• Mayor disponibilidad de equipamiento que permita monitorear variables abióticas y bióticas en ecosistemas, aún en los más remotos.

• El desarrollo de modelos matemáticos que faciliten la interpretación de la información y la identificación de relaciones causales entre la utilización de los recursos y su conservación.

• Desarrollo conceptual en la interfase entre las disciplinas ambientales y las económicas y sociales.

Estas metodologías y tecnologías, sin embargo, a medida que estén disponibles internacionalmente también lo estarán en la Argentina en la medida en que se hagan las inversiones necesarias para la expansión de la base científica, especialmente en términos del desarrollo de los recursos humanos, y se establezcan las relaciones internacionales de colaboración e intercambio de información con las principales instituciones académicas del mundo.

Por otra parte, el conocimiento empírico sobre las distintas situaciones agroecológicas, de los sistemas productivos y su utilización y/o degradación de los recursos naturales requiere de investigación local. Sin embargo, los participantes consideran que la información y el conocimiento disponible en la Argentina son bastante mejores que la capacidad del sistema público y privado de utilizarlos. Piensan que sin duda hace falta más investigación, pero que hay un déficit serio en el uso del conocimiento disponible.

9.3.2. Fuentes institucionales del conocimiento

Los expertos convocados al grupo focal sobre este tema coincidieron en afirmar que el conocimiento y las tecnologías vinculadas a la utilización y conservación de los recursos naturales se desenvolvieron principalmente en los países desarrollados, con una clara supremacía de las universidades en los Estados Unidos y en segundo lugar algunos países de la Unión Europea como Inglaterra, Francia y Holanda. Otros países como Australia, China y Sudáfrica son también actores con los cuales es importante que la Argentina se relacione y busque áreas de cooperación.

Consideraron también que la relación científica con dichos países es adecuada y no representa un problema serio y las posibilidades que cada uno de ellos tiene para relacionarse con sus pares en dichos países y de acceder a la información disponible, es buena. No obstante, se sugirieron las siguientes acciones específicas:

• Un esfuerzo adicional y especial para interactuar más efectivamente con Australia, Sudáfrica y China.

• Trabajar en consolidar actividades de cooperación regional con Brasil y Chile.

• La conveniencia de tener recursos disponibles para:

- Contratar por tiempo corto a científicos de alto nivel internacional que participen en la Argentina en el diseño de actividades, asesoramientos específicos, redes de investigación internacionales, etc.

- Realizar viajes al exterior para visitar centros de excelencia, realizar consultas y conocer las investigaciones en cursos en dichas instituciones.

9.3.3. Problemas y limitaciones de la investigación en el país

Los expertos convocados por el proyecto enfatizaron que hay importantes deficiencias y limitaciones en las siguientes áreas:

• La escasez recursos humanos altamente capacitados en la investigación y enseñanza.

• Deficiencias en la distribución regional de los escasos recursos humanos altamente calificados. Debilidad en las universidades provinciales en algunas áreas geográficas, problemas ambientales y de conservación de los recursos naturales, reticencia de muchas de estas instituciones a abrir sus puestos de trabajo a personal calificado proveniente de otras instituciones o regiones.

• Debilidades en la formación de los recursos humanos de nivel intermedio que integran los cuadros de los organismos públicos, nacional, provincial, y municipal, que intervienen en la aplicación de normativas, monitoreo, etc.

• Debilidad en las instituciones públicas encargadas de participar en la implementación de las políticas públicas y los programas y proyectos.

• Debilidad en la participación de la sociedad civil, en forma organizada, en la conservación y protección de los recursos naturales e insuficiente conocimiento y compromiso de los productores agropecuarios en la implementación de prácticas conservacionistas.

9.3.4. Las políticas públicas necesarias

Para enfrentar estas falencias, las cuatro áreas principales en las cuales sería necesaria un activa participación del Estado son: a) el desarrollo de la base científica, b) la focalización del esfuerzo en áreas estratégicas importantes para la Argentina, c) una política institucional que promueva las alianzas y el trabajo conjunto dentro de la comunidad científica y entre ésta y otras áreas del gobierno tanto nacional como provincial y municipal y, d) mecanismos institucionales e incentivos para la participación del sector privado en las acciones necesarias.

• El desarrollo de la base científica.

Las áreas de mayor importancia y necesidad son: la formación de recursos humanos en todos los niveles, el desarrollo y consolidación de las instituciones vinculadas al avance del conocimiento, la elaboración de normativas y el monitoreo de la utilización y estado de los recursos naturales son. Adicionalmente, es necesario consolidar el desarrollo de la infraestructura básica en términos de acceso a la información satelital y el desarrollo de instalaciones y laboratorios adecuados para su procesamiento y difusión.

• Focalización del esfuerzo en áreas estratégicas.

Las principales áreas de conocimiento e información que requieren un trabajo sistemático mirando al futuro son:

- Trabajos de investigación dirigidos a conceptuar las restricciones al uso de los recursos naturales en forma sustentable de manera que se pueda realizar un ordenamiento territorial de las actividades productivas. La relación de los recursos naturales con los sistemas productivos, la macroeconomía, el comportamiento empresario, y las organizaciones sociales y sus comportamientos públicos.

- La elaboración sistemática, permanente y actualizada de inventarios de los recursos naturales, su utilización y estado de degradación (esto incluye mapas de suelo, taxonomía de flora y fauna, clima, biodiversidad).

- Tecnologías para el monitoreo de sistemas ecológicos.

- Contaminación de nitritos en el suelo y en napas freáticas.

- La circulación de nutrientes y la fijación de nitrógeno en el suelo.

- El desarrollo, identificación y sistematización de buenas prácticas agrícolas en relación al uso de los recursos naturales.

- El desarrollo de escenarios y modelos alternativos de uso de los recursos naturales que permitan entender la oferta de servicios tecnológicos provistos por los ecosistemas en su situación original (o actual) en relación a los ecosistemas transformados por la intervención del hombre y los que resultarían de prácticas productivas que estén siendo consideradas como alternativas más rentables.

- Desarrollo de criterios para seleccionar las áreas y regiones más amenazadas por la posible expansión productiva y/o que ya estén significativamente degradadas.

La elaboración de criterios y principios y el análisis e interpretación de experiencias exitosas para el desarrollo institucional necesario para la implementación de políticas públicas que contribuyan al uso sustentable de los recursos naturales. Esta área de trabajo implica una asociación con economistas, sociólogos y especialistas en administración pública.

• Una política institucional de construcción de alianzas y redes.

El uso racional y sustentable de los recursos naturales requiere de un conjunto de procesos sociales que exceden a la actividad de investigación.

Los participantes enfatizaron que las principales deficiencias se encuentran en el área de formulación de normativas y políticas públicas, en los procesos de implementación de las acciones públicas y privadas que llevan a la correcta utilización de los recursos naturales y en el monitoreo del estado de los recursos naturales. Este conjunto de actividades requiere del trabajo compartido de muchos agentes públicos y privados trabajando en forma articulada. En este sentido se sugirió la importancia de promover la organización de los siguientes mecanismos institucionales:

- Constitución de redes con la participación de instituciones o unidades académicas que trabajen en forma conjunta los problemas más relevantes y estratégicos. Estas redes se podrían formar alrededor de grandes proyectos de investigación.

- La organización de Foros de reflexión sobre la problemática de los recursos naturales en la Argentina, que ayuden a identificar las áreas de trabajo prioritarias y a concientizar al conjunto de los actores sociales involucrados sobre los principales problemas ambientales y las posibles soluciones.

- La organización de redes de investigación que faciliten el trabajo interdisciplinario entre los especialistas en recursos naturales y especialistas en las ciencias sociales y de la organización. Estas redes serian plataformas de análisis y formulación de propuestas sobre aspectos vinculados al desarrollo institucional y a la formulación e implementación de políticas publicas.

- La promoción de redes de trabajo entre las unidades académicas y otros ámbitos del gobierno nacional y regional dirigidas al trabajo conjunto en el análisis de la problemática ambiental y la implementación de acciones correctivas cuando sean necesarias.

9.4. Tecnología de Alimentos: escenarios y políticas en ciencia y tecnología

9.4.1. Evolución y desarrollo del conocimiento y la tecnología

• Introducción: Tendencias de la demanda de alimentos a nivel mundial.

La Argentina es un importante exportador de productos agropecuarios y agroalimentarios. Sin embargo, su principal fortaleza exportadora ha sido hasta ahora la exportación de commodities con bajo valor agregado. Este hecho queda ilustrado por el bajo valor de una tonelada de exportaciones agropecuarias argentinas que es del orden de los 400 dólares contra la que muestran otros países como Australia y Nueva Zelanda que están arriba de los 1000 dólares.

Sin embargo, es importante enfatizar que, a pesar de estas cifras, la producción de la agroindustria es un componente muy importante de la producción y las exportaciones totales. La agroindustria representa el 30% de la producción industrial total, emplea el 30,7% de la mano de obra industrial y representa el 31% de las exportaciones totales. (Agencia, Informes Sectoriales, marzo 2006).

El país tiene en estos momentos una política explícita, expresada por el gobierno nacional, para generar valor agregado a su producción agroindustrial aumentando y diversificando sus exportaciones. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva tiene también a la agroindustria como una de sus siete áreas estratégicas. Esta política requiere construir activos procesos de diferenciación de productos, ampliación de mercados, desarrollo de nichos de mercado y una creciente industrialización de la producción primaria.

A partir de esta premisa, un primer punto a analizar son los posibles escenarios de la demanda nacional y más aún internacional, con respecto a los atributos de calidad que se demandarán en forma preferencial. Este ámbito de la discusión es complejo y está lleno de incertidumbres. Sin embargo los participantes tuvieron una considerable coincidencia con respecto a que los siguientes atributos y tipos de alimentos tendrán una creciente importancia en la demanda internacional (4):

- La alimentación se vinculará más estrechamente a un concepto de salud integral del consumidor (salud+calidad de vida). Los atributos de inocuidad, calidades y características especiales asociadas a la salud etc., tendrán una valoración especial.

- Las exigencias con respecto a la contaminación ambiental irán progresivamente en aumento. La producción primaria e industrial deberá adecuarse a las normativas correspondientes.

- La demanda de "snacks" y alimentos "indulgentes", es decir, que responden a deseos especiales.

- Los alimentos frescos, lo que supone la conservación de los atributos sensoriales y nutricionales asociados a esta condición del alimento.

- Los alimentos procesados que resultan de fácil consumo y/o preparación ("convenience").

- Los alimentos funcionales. Están siendo descubiertos los atributos funcionales de muchos alimentos tradicionales que contienen compuestos beneficiosos para la salud más allá de la nutrición básica, mientras nuevos productos se están desarrollando.

Un elemento central de la política de ciencia y técnica en esta área debe ser promover la innovación tecnológica del sector agroalimentario para adaptarse y aprovechar las nuevas oportunidades y exigencias de este nuevo mercado internacional, representado principalmente por la Unión Europea.

Sin perjuicio de ello es también innegable que la Argentina seguirá siendo por un tiempo mayoritariamente un exportador de productos primarios. Sin embargo, la producción y exportación de productos primarios puede incorporar elementos importantes que son pasos alternativos hacia un mayor valor agregado. Por ejemplo: a) la diferenciación de productos primarios de tal manera que puedan adaptarse tanto a distintos usos y necesidades de la demanda para el consumo directo, como para usos industriales con requerimientos específicos, como el caso de las harinas, b) la implementación de programas de trazabilidad que den seguridad con respecto al origen, la composición del producto y el cumplimiento de procesos productivos con ciertas cualidades especificadas, y c) productos con componentes biológicamente activos que pueden proporcionar un beneficio para la salud (i.e. ácidos grasos omega 3) o impartir efectos fisiológicos deseables; todos estos productos tendrán un mayor valor por sus propiedades particulares.

Asimismo, la Argentina debe prepararse para la exportación a mercados de productos procesados con un menor nivel de exigencias y especificidad como podría ser el mercado de Brasil.

• El conocimiento y las tecnologías que estarán disponibles en las próximas décadas.

El desarrollo tecnológico en la producción de alimentos está íntimamente asociado a la utilización de equipos de capital y de última generación. Estos equipos son fabricados por empresas privadas, principalmente en los países más desarrollados, y adquiridos en el mercado por parte de las empresas argentinas. Asimismo, la mayor parte de las tecnologías vinculadas a los procesos productivos están incorporadas a los manuales y recomendaciones de uso, que acompañan a los bienes de capital.

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(4) Estos atributos son similares a los explicitados en un documento preparado en la Unión Europea .ETP working groups: Stakeholders proposal for a research agenda 2006-2020. July 2005.

Por lo tanto, una parte muy importante de la innovación tecnológica está asociada y determinada por la capacidad de las empresas nacionales para acceder a los bienes de capital de última generación y de adoptar eficazmente las recomendaciones del fabricante. Esta capacidad de adaptación de los procesos productivos está asociada a la existencia de ingenieros con un buen entrenamiento y una adecuada experiencia de trabajo. Estas dos observaciones tienen implicancias precisas con respecto a la política de ciencia y tecnología.

Sin embargo, dentro de este marco general las empresas necesitan desarrollar y/o tener acceso a conocimientos y tecnologías vinculadas y necesarias a actividades innovativas que les permitan ganar competitividad y mercados. Estas actividades innovativas están vinculadas a diversos aspectos del proceso productivo, principalmente: a) el desarrollo de nuevos productos, b) diferenciación de productos, c) el mejoramiento de la calidad, d) el mejoramiento de los procesos por sobre las recomendaciones de los fabricantes, e) la adaptación de los procesos productivos a las calidades y atributos particulares de la materia prima, f) el mejoramiento de la conservación y transporte de productos precederos y g) el desarrollo de atributos específicos demandados por segmentos especiales de consumidores.

En relación al desarrollo de tecnologías de posible aplicación de estos aspectos de la producción de alimentos, los participantes mencionaron las siguientes áreas del conocimiento como especialmente importantes y en las cuales es previsible la emergencia de avances trascendentes:

• Interrelaciones fisiológicas y sus efectos entre diferentes productos, especialmente aditivos, y la salud humana (el consumidor).

• Tecnologías de conservación derivadas de la aplicación de altas presiones hidrostáticas (APH).

• Desarrollo de sensores y biosensores para la medición objetiva y el control automático de la calidad.

• Aplicaciones de la nanotecnología en el desarrollo de envases con atributos particulares en relación al producto contenido (envases activos/inteligentes).

• Relaciones entre la micro-estructura del producto primario y los atributos de, por ejemplo, calidad y nutrición del producto procesado.

• Aplicación de las herramientas de la biotecnología, genómica y post-genómica para el desarrollo de alimentos y mejora de la inocuidad, la eficacia de los procesos industriales y los atributos de calidad del producto (i.e. biochip, dispositivo miniaturizado, resultado de la combinación de microelectrónica y materiales biológicos que permite obtener información a gran velocidad, tanto del ADN como de las proteínas de un organismo).

• Aplicación de herramientas biotecnológicas, genómicas y postgenómicas, a programas de trazabilidad y certificación (por ej. La aplicación de estas técnicas posibilita evaluar los germoplasmas de diversos alimentos por características asociadas, principalmente al valor nutricional y, consecuentemente, establecer productos diferenciados con la posibilidad de orientar la selección hacia productos diseñados). Estas herramientas permiten, asimismo, abordar la certificación de alimentos y ganar competitividad en los mercados más exigentes).

• Tecnologías para el desarrollo de alimentos funcionales y nutraceúticos.

Es importante señalar que estas áreas de investigación son coincidentes con las áreas de investigación señaladas como prioritarias en la Agenda Estratégica de Investigaciones propuesta para la Unión Europea (5).

Adicionalmente, los participantes mencionaron la importancia potencial de desarrollos tecnológicos adicionales sobre tecnologías ya existentes y disponibles en el mercado:

• El desarrollo de alimentos pre o probióticos.

• Aplicación y diseño de microorganismos en la protección contra el deterioro de los productos.

• Diversas aplicaciones microondas y ultrasonido.

• Aplicaciones de rayos X.

• Tecnologías de desarrollo de sensores y biosensores.

• Tecnologías vinculadas al procesamiento de residuos.

9.4.2. Fuentes institucionales del conocimiento

Los participantes coincidieron en que el desarrollo del conocimiento en el área de la tecnología de alimentos es particularmente importante en algunos de los países de la Unión Europea, como ejemplo, Francia, Inglaterra, Alemania y Holanda. Por el contrario, el desarrollo de tecnologías concretas, actividad que es desarrollada principalmente en las grandes empresas alimentarías, es particularmente relevante en USA y Japón.

Con respecto al conocimiento pre-competitivo éste está disponible y accesible en publicaciones científicas. Las empresas, especialmente las grandes, tienen acceso directo a estas fuentes del conocimiento y en muchos casos contratan a investigadores externos a la empresa para ayudarlas a acceder a esta información en términos utilizables para sus fines particulares. Sin embargo, este acceso al conocimiento es insuficiente, desde el punto de vista empresario, ya que lo central en la innovación es la incorporación de tecnologías de productos y procesos dentro de la propia empresa. En muchos casos esto requerirá de un cierto grado de investigación y desarrollo tecnológico por parte de la empresa.

El acceso a las tecnologías, y en menor medida a los conocimientos básicos de carácter pre-competitivo es difícil para las empresas argentinas, especialmente las de menor tamaño relativo. La tecnología es un instrumento central de la competitividad empresaria y por lo tanto el conocimiento tecnológico no es compartido libremente entre las empresas como lo es en la producción primaria.

________

(5) ETP 2005.

Asimismo, en los casos en que hay acuerdos de colaboración entre empresas o entre éstas y los organismos del sector público, dichas actividades están resguardadas por acuerdos de confidencialidad que impiden la difusión del conocimiento fuera del ámbito institucional dentro del cual éstas han sido desarrolladas.

En este tema se plantearon como temas centrales de discusión el desarrollo de un mayor trabajo conjunto entre las instituciones de investigación, incluyendo a las universidades, y las empresas del sector alimentario. O, dicho de otra forma, la conveniencia y necesidad de lograr una mayor utilización de la capacidad instalada en el país en investigación y desarrollo tecnológico por parte de las empresas del sector agroalimentario. Los participantes sugirieron una serie de limitaciones culturales y debilidades normativas que deberían ser resueltas para lograr una mayor interrelación y colaboración que la que existe actualmente.

Por el lado de la cultura y comportamiento de los investigadores y las instituciones de investigación se mencionaron los siguientes elementos:

• El sistema de evaluación de los investigadores que se utiliza en la mayoría de las instituciones premia las publicaciones en journals científicos y no se consideran adecuadamente las patentes, el trabajo en equipo o en redes y el trabajo multidisciplinario.

• Poco interés de los investigadores en temas prácticos vinculados a la producción.

• Falta de costumbre y disciplina de los investigadores para cumplir con compromisos de tiempo, fechas de entrega y características del producto. Por el lado de las empresas se mencionaron las siguientes dificultades:

- Falta de confianza en las instituciones de investigación en relación a su competencia técnica, cumplimiento de los términos del contrato y el respeto a las cláusulas de confidencialidad.

- Dependencia de las grandes empresas de la investigación que se realiza en las casas matrices.

- Falta de tradición y convicción por parte de las empresas PyMEs sobre la importancia de la investigación y la tecnología como base de la competencia y el éxito en el mercado.

La resolución de estos problemas debería ser un elemento importante de la política de ciencia y tecnología para el sector.

9.4.3. La política de ciencia y tecnología

• Introducción.

La política científica en el área de la tecnología de alimentos debería incluir acciones que excedan en mucho al desarrollo de la base científica y el financiamiento de la investigación. Si bien esto es cierto en relación a todas las familias de tecnologías que se están analizando en el contexto de este ejercicio de prospectiva tecnológica, este problema particular tiene una especial importancia y urgencia en el caso de las tecnologías del sector agroalimentario. Algunas de estas acciones son de una considerable complejidad, tanto desde el punto de vista conceptual como en términos de su implementación práctica.

Algunas de las áreas particulares que requieren una atención especial son: a) la intensidad y características cualitativas de la innovación en las empresas, b) la articulación de las actividades innovativas en las empresas y las actividades de investigación y desarrollo tecnológico en las instituciones de investigación, c) la capacidad de innovación en las empresas PyMEs, d) la intensidad y características operativas de las actividades de innovación de las empresas trasnacionales y, e) la cultura institucional de los establecimientos de investigación, especialmente las de carácter público (tema desarrollado en una sección anterior).

• El desarrollo de la base científica.

El desarrollo actual de la base científica en tecnología de alimentos es, a juicio de los participantes, razonablemente bueno en relación a la demanda real de servicios y necesidades de la industria de alimentos. La capacidad instalada, sin embargo, no sería suficiente si la industria argentina demandara servicios con la intensidad y con un grado de complejidad comparable a lo que ocurre en otros países del mundo que son importantes actores en el mercado internacional de alimentos procesados. En este sentido, los participantes enfatizaron que una proporción importante de la investigación en tecnología de alimentos debe ser realizada en respuesta a pedidos concretos de la industria. Es decir, es una investigación que se realiza como un servicio a la industria. Consecuentemente, no puede ser predefinida de antemano en relación a los temas o áreas que serán demandadas. Por lo tanto, la base científica debe ser suficientemente amplia y flexible para dar respuesta a las necesidades y solicitudes de la industria a medida que estas necesidades se manifiestan.

Las deficiencias más importantes señaladas por los participantes en la base científica existente son las siguientes:

- Hay una deficiencia importante en cuanto a la existencia de equipos de alta sofisticación y de alto costo que son necesarios para ciertas investigaciones importantes para el país en el largo plazo. Un equipamiento adecuado requeriría inversiones adicionales significativas y del uso integrado de laboratorios e instalaciones por los distintos grupos científicos para justificar los recursos asignados al mismo.

- La distribución regional de los equipos de trabajo es razonablemente homogénea. Sin embargo no todos estos grupos de trabajo tienen la capacidad técnica, la experiencia profesional, la flexibilidad y ductilidad para trabajar en todos los temas de interés. En este sentido, hay regiones del país que no tendrían la capacidad para abordar temas de importancia particular para dichas regiones. Una mayor simetría podría lograrse a través del trabajo en equipos interdisciplinarios y redes de investigación que integraran a instituciones con distintas ubicaciones geográficas.

- Es necesario un esfuerzo importante de formación de recursos humanos en diversas áreas de la innovación tecnológica. Estos recursos humanos son necesarios especialmente en términos de las previsibles necesidades futuras de mediano plazo frente a la globalización y de la creciente complejidad de los mercados internacionales de productos alimentarios procesados.

• Focalización del esfuerzo y áreas estratégicas.

En la sección anterior se menciona que una proporción muy importante de la investigación en tecnología de alimentos es de carácter aplicado y está dirigida a dar respuesta a necesidades puntuales de la industria. Por lo tanto, la flexibilidad y ductilidad de los programas de trabajo debe tener prioridad sobre una estricta priorización de temas. No obstante ello, hay algunas líneas o temas generales que aparecen como de gran importancia para la situación argentina:

- Desarrollo de indicadores objetivos de la calidad de los productos primarios de mayor importancia para el país.

- Optimización de los procesos productivos de las principales cadenas productivas del país (carnes, molinera, aceites vegetales etc.).

- Aplicaciones de tecnologías emergentes (por ejemplo: altas presiones hidrostáticas, ultrasonido, microondas) para el procesamiento y conservación de productos perecederos.

- Relaciones entre las características cualitativas del producto primario y su procesamiento industrial.

Adicionalmente, tres temas de carácter interdisciplinario fueron mencionados como especialmente importantes:

• Identificación de la normativa internacional en los principales productos de exportación del país.

• Análisis de riesgo de seguridad.

• Manejo de residuos.

La construcción de mecanismos institucionales de colaboración de las instituciones de investigación y desarrollo tecnológico con las empresas de la industria agroalimentaria.

En secciones anteriores se mencionó que los participantes identificaron como una de las limitaciones más importantes a la innovación tecnológica en el sector, la débil y difícil relación de trabajo y colaboración entre la comunidad científica y las empresas del sector. Esta debilidad se apoya en dos fenómenos: a) pautas culturales y, normativas administrativas y gerenciales que predominan en las instituciones académicas y que inhiben el interés de los investigadores en la investigación aplicada y dificultan el otorgamiento de incentivos para dichas investigaciones y, b) la desconfianza y falta de reconocimiento que las empresas tienen sobre las capacidades y potencial de las instituciones académicas.

Estos problemas son de difícil solución y responden tanto a pautas culturales, como a las políticas económicas y condiciones históricas del desarrollo que han predominado en el país. Resolverlas requiere de un largo proceso de aprendizaje y de modificaciones tanto en el comportamiento empresario como en las instituciones de investigación y desarrollo.

• La promoción de la capacidad innovativa de la industria.

La industria agroalimentaria en la Argentina es, en cuanto a su comportamiento innovativo, bastante heterogénea. En el sector conviven, por ejemplo, grandes empresas con capital trasnacional altamente innovativas pero muy dependientes del desarrollo tecnológico desarrollado por sus casas matrices y un número grande de pequeñas empresas (PyMEs) que históricamente han sido poco innovativas y han tenido escasa relación con el sistema de Ciencia y Tecnología. Estas empresas PyMEs contribuyen actualmente con alrededor del 5% de las exportaciones agroalimentarias (ex SECyT, marzo 2006), es decir una proporción relativamente menor de las exportaciones agroalimentarias.

La información disponible sugiere que esta situación parecería haber comenzado a revertirse como consecuencia del proceso de modernización que el conjunto del sector ha experimentado en la ultima década, a lo cual seguramente también ha contribuido la promoción realizada por la Agencia.

Por un lado, durante el segundo semestre de 2005 las exportaciones agroalimentarias provenientes de empresas PyMEs aumentaron el 26%, casi el doble del aumento de las exportaciones totales que fue del 14%. Por otro lado, la Segunda Encuesta Nacional de Innovación y Conducta Tecnológica de las Empresas Argentinas 1998-2001 muestra que la industria de alimentos y bebidas presenta un alto porcentaje de empresas innovativas (79%) y también de innovadoras (57%) (ex SECyT, marzo, 2006).

La importancia económica del sector de alimentos en la Argentina sugiere la necesidad de profundizar y expandir este proceso de modernización. Dos aspectos surgen como de especial relevancia. Primero, lograr que las empresas PyMEs expandan su capacidad de innovación y se conviertan en un verdadero motor del crecimiento del sector agroalimentario. Segundo, que las empresas trasnacionales se articulen plenamente con el sistema de ciencia y técnica nacional, utilicen sus servicios y se conviertan en centros de excelencia e innovación destacados a nivel internacional. Ambos procesos requieren de una cuidadosa pero agresiva política de ciencia y tecnología que promueva e incentive esta transformación.

9.5. Tecnologías de procesos en la producción primaria: escenarios y políticas en ciencia y tecnología

9.5.1. El conocimiento y las tecnologías que serán importantes en los próximos diez años

La tecnología utilizada en los procesos productivos relacionados a los principales cultivos ha crecido rápidamente durante la última década. Estas transformaciones son parte y consecuencia de la utilización de semillas mejoradas de altos rendimientos y la creciente utilización de agroquímicos, herbicidas y plaguicidas y al desarrollo de maquinaria agrícola de mayor sofisticación y complejidad. La correcta combinación de estos factores productivos se ha hecho más compleja y al mismo tiempo más sensible a la precisión en el tiempo y forma en que son utilizados.

Esta argumentación sugiere, indirectamente, que el progreso de las tecnologías de procesos continuara siendo importante en los próximos años y requerirá conocimientos e investigaciones específicas de creciente complejidad. En particular será necesario conocer y combinar: a) los atributos de los ambientes, b) las interacciones entre estos atributo y los procesos productivos utilizados, c) las interacciones entre procesos productivos con la producción, la productividad y ciertos atributos de calidad de los productos, y d) maquinaria agrícola de alta precisión.

Una primera reflexión que surge de las discusiones mantenidas es que algunas características tradicionales de la estructura productiva agraria en la Argentina están cambiando rápidamente y estos cambios estarán íntimamente vinculados a nuevos procesos productivos, algunos de ellos da gran complejidad. De estos cambios proyectados es importante resaltar los siguientes:

• El corrimiento de la producción ganadera de carne hacia las zonas marginales especialmente del norte argentino, y consecuentemente la creciente especialización de la región pampeana en la producción agrícola (la lechería estaría excluida de esta generalización).

• La creciente separación de la producción agrícola de la ganadera. Es decir la producción agrícola es cada vez más especializada y la tradicional rotación agrícola ganadera que caracterizó la producción agropecuaria argentina dejará de tener importancia.

• La creciente intensificación de la producción lechera y de las actividades de engorde de la producción ganadera (vacuna y porcina), en base a grandes empresas altamente tecnificadas las cuales crean nuevos problemas de carácter ambiental.

• La tendencia a la concentración de la empresa agropecuaria experimentada en las últimas décadas continuará y será parte del patrón productivo imperante.

De los comentarios, propuestas y discusiones mantenidos en la reunión de expertos, los participantes mencionaron una larga lista de tecnologías que a su juicio serán crecientemente importantes en los procesos productivos de la agricultura argentina. Los mismos han sido condensados en siete categorías de tecnologías que se describen continuación en un orden que refleja una cierta priorización en términos de importancia y potencial impacto.

• Tecnologías dirigidas a lograr una mayor correspondencia o "sintonía" entre las características del proceso productivo, tanto en agricultura como en ganadería, con los atributos de cada uno de los ambientes (lo que usualmente se denomina erróneamente como agricultura de precisión). En este grupo de tecnologías están incluidas por ejemplo: a) el desarrollo de descripciones más precisas de los ambientes, b) la confección de mapas geo-referenciados, c) la medición de interacciones entre atributos del ambiente y las intervenciones (densidad de siembra, dosis de fertilizantes, etc.) y, d) el desarrollo del software necesario para estas aplicaciones.

• Gestión de la información tanto para la utilización técnica como para la gestión empresaria y la información sobre la situación de los mercados agrícolas, etc. El documento "Prospectiva para las TIC΄s hacia 2020", del proyecto "2020: Escenarios y Estrategias en CTI", señala las áreas en las cuales la informática podría tener un desarrollo especialmente importante en la agricultura.

• Domesticación y adaptación a ambientes nuevos o transformados. Entendiendo como nuevos tanto aquellos que entran por primera vez a la producción y por transformados a aquellos que lo son por la propia acción directa del hombre (agricultura) o por efectos del cambio climático. Esto requerirá la caracterización de estos ambientes y el diseño de nuevos procesos productivos.

• Robotización y automatización aplicables a la agricultura intensiva y a la producción de lácteos.

• La caracterización de interacciones entre los proceso productivos y a ciertos atributos de calidad. Diseño de procesos productivos de acuerdo a las necesidades especiales de calidad para nichos de mercados, nutraceúticos y usos especiales de los productos agropecuarios.

• Uso de sensores para el monitoreo de las condiciones fisiológicas de las plantas. Requiere: a) información sistemática sobre las relaciones entre las condiciones fisiológicas de las plantas y la producción, productividad y atributos especiales de calidad y, b) el desarrollo y perfeccionamiento de los sensores.

• Organización de la cadena productiva, incluyendo el desarrollo y perfeccionamiento de los procesos productivos, de la ganadería de carne y de leche en las condiciones ecológicas y económicas de la Argentina. En esta área surgen temas específicos como por ejemplo: a) suministro de forraje de calidad, homogeneidad a lo largo del año, b) impacto ambiental de la producción ganadera con alto grado de concentración espacial, c) desarrollo de procesos productivos compatibles con el bienestar animal, d) mejoramiento de forrajeras especialmente en ambientes subtropicales, e) utilización de subproductos de la producción de bio-combustibles y otros procesos agroindustriales, f) desarrollo de procesos productivos que garanticen la inocuidad de los alimentos, y g) sexado de semen en la producción láctea.

9.5.2. Las políticas públicas necesarias

• Introducción.

Las tecnologías vinculadas a los procesos productivos de la producción primaria han sido consideradas como bienes públicos generados principalmente a través de la investigación de instituciones públicas. La razón principal es que estas tecnologías no están incorporadas en un producto que tiene un precio en el mercado y por lo tanto pueden ser copiadas y adaptadas por todos los productores que lo deseen.

Sin embargo, los participantes de la reunión reafirmaron el hecho de que a medida que la producción agrícola se ha hecho más compleja y la mayoría de los productores han adquirido un mayor nivel de capacitación, una buena parte de las tecnologías de procesos se generan y sistematizan en conocimiento tangible por los propios productores y sus asesores técnicos. Es decir, la creación del conocimiento y las tecnologías de procesos no son producto exclusivo de la investigación formal desarrollada en instituciones de investigación sino que también se genera al interior de los propios procesos de producción (learning by doing).

Estas formas de creación del conocimiento son menos institucionalizadas que otras y son más dependientes de la formación de redes informales de personas que trabajan juntas en función de intereses comunes. Por otra parte una forma especial de estas redes se da al interior de las propias empresas agropecuarias cuando estas tienen una cierta dimensión económica. Las grandes empresas han adquirido una creciente importancia en la última década; son empresas que gestionan diez o veinte mil has y cuentan con un grupo de asesores y personal capacitado que conforman, de hecho, una red de personas que acumulan y analizan en forma sistemática información que les permite ir modificando y adaptando los procesos productivos que utilizan. Es por esto que si bien las instituciones públicas en general y el INTA en particular han jugado un papel importante en el desarrollo de las tecnologías de procesos, a medida que el sector se tecnificó y las redes sociales se hicieron más complejas, la importancia relativa de las empresas, en particular las de servicios, también aumentó.

Un ejemplo de este importante papel es la Asociación de Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), una red institucionalizada que agrupa a más de 1.500 productores, en general, altamente tecnificados que intercambian en forma sistemática y continua información y realizan experimentación agrícola en sus propios campos. Su papel en la creación de tecnología vinculada a los procesos productivos es ampliamente reconocido. Otros ejemplos son APRESID y más recientemente las organizaciones de las principales cadenas productivas como MAIZAR, ASAGIR, etc. El INTA, por el contrario, se especializó en la creación del conocimiento y la información científica necesaria para el desarrollo y puesta en práctica de las tecnologías de procesos.

• Desarrollo de la base científica.

A pesar de la importancia de la experimentación agrícola por parte de los propios productores en el desarrollo de tecnologías vinculadas a los procesos productivos es evidente que esta labor requiere y se nutre del conocimiento científico creado en laboratorios a través de la investigación tradicional. Este conocimiento es en general de carácter público y una parte importante de él puede ser obtenido de la investigación que se realiza en instituciones públicas en otras partes del mundo. En este sentido Estados Unidos y algunos países europeos son los principales referentes, aunque Australia y Brasil comienzan a ser importantes fuentes de conocimientos.

Por otra parte, es importante resaltar dos cuestiones. Primero tener la capacidad de utilizar y adaptar dicho conocimiento básico requiere de laboratorios y científicos capacitados. Segundo hay ciertas necesidades de conocimientos básicos que son específicas al país y que pueden no estar disponibles en el mundo. Consecuentemente es necesario disponer de una base científica de cierta dimensión que trabaje sobre los temas más importantes para el país y que nutra de una manera ordenada y completa la experimentación agrícola y el desarrollo de tecnologías de procesos.

Algunas de las áreas temáticas identificadas como de gran importancia para los próximos 10 años como, por ejemplo, los sensores remotos o la información satelital para la descripción de ambientes productivos, requieren de laboratorios y equipamiento importantes y costosos.

En la opinión de los participantes la base científica existente está razonablemente bien desarrollada para los temas más tradicionales y para los ambientes más estudiados de la región pampeana. Por el contrario hay deficiencias importantes en las siguientes áreas:

- Equipos de investigadores dedicados a desarrollar conocimientos sobre nuevos ambientes productivos en las regiones no pampeanas. Por lo tanto es necesario el fortalecimiento de las instituciones de investigación en dichas regiones.

- Equipos de investigación que estén desarrollando conocimientos sobre ambientes que son nuevos por transformación, ya sea por el impacto de su utilización en la producción o por el impacto del cambio climático.

- Los laboratorios e instrumental necesarios para el desarrollo y utilización de las imágenes satelitales.

- Los laboratorios e instrumental asociados al desarrollo y uso de tecnologías robóticas y de automatización de la producción.

En estas áreas la base científica tanto en términos de recursos humanos como de laboratorios y equipo debería ser fortalecida en la región pampeana y desarrollada en forma enérgica y decidida en las regiones no pampeanas. En la actualidad la región pampeana tiene una capacidad instalada importante que es necesario fortalecer en forma permanente. Pero en otras regiones del país que están adquiriendo una importancia creciente en la producción agropecuaria, la capacidad instalada es débil e insuficiente. En este sentido es urgente realizar un esfuerzo importante para desarrollar la suficiente capacidad tecnológica a nivel regional. Para esto, la creación de redes de instituciones y personas dedicadas a la investigación y experimentación agrícola, incluyendo el fortalecimiento de las ya existentes, es un área de especial interés.

• Focalización del esfuerzo en áreas estratégicas.

Las áreas de trabajo que están relacionadas o son insumos importantes para el desarrollo de las tecnologías vinculadas a los procesos productivos son sumamente amplias y diversas. Son también, por su propia naturaleza, de carácter interdisciplinario y se apoyan en la experimentación agrícola. En este sentido resulta difícil definir áreas estratégicas determinadas que ameriten una prioridad especial. Los participantes de la reunión no adelantaron opiniones firmes en este sentido más allá de los temas y áreas del conocimiento que fueron descriptos en la tercera sección de este informe y que representan las áreas que tendrán gran relevancia en los próximos 10 años. En este sentido estas áreas podrían tomarse también como áreas de interés principal o áreas de alta prioridad en las cuales podría concentrarse el esfuerzo de investigación.

• Una política institucional de construcción de alianzas y redes entre los actores de la producción, asesores técnicos e investigadores.

Ya se ha mencionado que la generación de tecnologías de procesos está estrechamente vinculada al sistema productivo. Una proporción importante de las principales tecnologías han sido desarrolladas y adaptadas al interior de las propias empresas con el concurso y apoyo de asesores técnicos e investigadores de organismos públicos. Es un tipo de investigación que, en general, se da al interior de redes de colaboración entre personas e instituciones con intereses convergentes de carácter económico o científico.

En la Argentina existen instituciones que han sido creadas para esta función y que han tenido un éxito considerable como AACREA, APRESID y otras. El apoyo a este tipo de instituciones y el apoyo más general a la formación de redes tanto interinstitucionales como de personas vinculadas a procesos productivos particulares parecerían tener un gran potencial.

El apoyo a la formación de estas redes podría necesitar un mecanismo especial de financiamiento que reconozca las particularidades de la investigación de procesos y los elevados costos de transacción implícitos en la formación de redes.

9.6. Tecnologías vinculadas a la producción de biocombustibles

9.6.1. La importancia de los biocombustibles en el mundo

Los pronósticos sobre el crecimiento de las distintas fuentes de energía que son los principales componentes de la matriz energética, indican un importante crecimiento de las fuentes de energía renovables previéndose su duplicación hacia el año 2030.

Cuadro 9.1

En este marco los biocombustibles están adquiriendo una creciente relevancia, impulsados por distintos factores: ambientales (reducción de emisiones de carbono, principalmente); económicos (nuevos usos de productos agropecuarios, generación de inversiones, valor agregado, etc.); sociales (generación de nuevos trabajos, desarrollo de regiones marginales, etc.) y estratégicos (fomentar energías renovables, etc.). Una estimación de la OPEP indica que el aumento del uso de bio-combustibles en los cuatro principales mercados, EEUU, UE, Japón y China aumentaría para el año 2020 en casi 5 veces.

Es importante resaltar que, a pesar de este rápido crecimiento las fuentes de energía renovable, son solamente un pequeño porcentaje del total de la energía utilizada y son incapaces de alterar de manera significativa la matriz energética actual. Sin embargo aún una sustitución relativamente pequeña como la prevista (y considerada en las normativas ya aprobadas) de biocombustibles por fuentes fósiles significa una demanda importante sobre las materias primas agrícolas como el maíz, la soja y otras oleaginosas y potencialmente sobre la biomasa de distintas fuentes incluyendo los bosques naturales. Por ejemplo la normativa de la UE significa la utilización del 17% del área cultivada actual para la producción de materias primas para biocombustibles.

Por otra parte el USDA ha estimado que el impacto de la fabricación de bio-diesel en EEUU impulsaría un aumento de los precios del aceite de soja del orden del 10% para el año 2012/13.

La competencia de los bio-combustibles por el uso de los recursos naturales agrícolas aumentará en los próximos años rápidamente pero es probable que tienda a estabilizarse en 15 o 20 años cuando las proyecciones indican que el hidrógeno se convertirá en una fuente importante de energía. Esta sustitución requiere, para ser viable, la solución de problemas tecnológicos que impiden, por ahora, el uso económico de esta fuente de energía.

9.6.2. Opciones y dilemas para la Argentina

El nuevo interés en los biocombustibles y la fortaleza del mercado de los combustibles fósiles representa para la Argentina un dilema importante en cuanto a su estrategia productiva de largo plazo y al papel que se le asigna a la producción de bio-combustibles.

Las opiniones de las personas consultadas varían considerablemente. Sin embargo la opinión mas generalizada parecería ser que la Argentina debe embarcarse en la producción de bio-combustibles para la producción local especialmente en regiones alejadas de los puertos en las cuales el costo de transporte daría una ventaja comparativa natural. Por otra parte, esta alternativa debe evaluarse en vinculación a la posibilidad de producir biocombustible en plantas de dimensión reducida accesibles a productores agropecuarios y otras empresas PyMEs. Una alternativa de este tipo generaría una actividad adicional a las empresas PyMEs y la posibilidad de generar actividad económica y empleo en el interior del país.

La producción para la exportación es una posibilidad interesante que podría complementar la producción de alimentos y agregar un producto nuevo con un considerable valor agregado. Sin embargo, la exportación de biocombustibles no debería convertirse en un objetivo central de la estrategia productiva de largo plazo de la Argentina. El país debe de hacer un gran esfuerzo para mantener y profundizar su capacidad y reputación como país exportador de alimentos de gran calidad y con atributos especiales de calidad e inocuidad que le den un alto valor agregado y la posibilidad de ocupar nichos de mercado con precios preferenciales.

Esta definición estratégica toma en cuenta la competitividad que podría existir entre la producción de alimentos y la producción de bio-combustibles en el uso de los dos recursos naturales necesarios para la producción: tierra y agua. Por otra parte esta opción estratégica debe evaluarse en forma permanente adaptándola a los cambios que pueda haber en el contexto internacional, en el desarrollo de energías alternativas y en las necesidades alimentarías del mercado interno.

Adicionalmente, en la medida en que se expanda la posibilidad de producción de etanol a partir de la celulosa, se crearán nuevas oportunidades pero también una presión sobre los recursos forestales que será necesario regular y controlar.

9.6.3. Prospectiva del desarrollo tecnológico para la fabricación de biocombustibles

La producción industrial y el uso masivo de biocombustibles han tenido un desarrollo importante en años recientes impulsado por el enorme interés mundial en el desarrollo de alternativas energéticas. Este desarrollo estuvo encabezado por Brasil en etanol y por países de la Unión Europea, especialmente en Alemania, en el bio-diesel. Sin embargo más recientemente otros países, en particular EEUU, han comenzado a invertir en el desarrollo y adaptación de tecnologías en este sector de la producción. No obstante estos esfuerzos todavía hay un importante número de problemas tecnológicos importantes que limitan la viabilidad económica del uso masivo de los biocombustibles. Estos problemas están siendo investigados en el mundo y el escenario mundial del desarrollo tecnológico avanza rápidamente.

Algunos de los problemas que los expertos consultados mencionaron como limitantes tecnológicas importantes que están siendo estudiadas a nivel mundial son:

• La eliminación y/o utilización del glicol.

• La transportabilidad del etanol.

• El desarrollo de materias primas más eficientes para la producción de energía.

• El manejo de residuos.

El desarrollo de nuevas tecnologías en estas áreas problema estará tanto en el ámbito de las instituciones públicas como de las empresas privadas. Las primeras estarán disponibles en forma general, pero otras estarán en el ámbito privado protegidas por patentes y por el secreto empresario y serán bienes transables en el mercado internacional. En esta última categoría estarán especialmente las tecnologías vinculadas a la ingeniería, tanto en lo que se refiere a bienes de capital como a los procesos productivos.

La Argentina tiene una considerable capacidad instalada en el sector de biocombustibles.

Diversas empresas están construyendo plantas con tecnología propia. Esta capacidad instalada es especialmente notable en la ingeniería como lo muestra el hecho de que diversas empresas están fabricando plantas para la exportación. No obstante ello la capacidad de investigación, especialmente en el sector público, es relativamente limitada en estas áreas y se debería desarrollar una estrategia de vinculación internacional para tener el mejor acceso posible a la investigación que se realiza a nivel mundial.

X. LA INNOVACION EN LOS SECTORES PROVEEDORES DE INSUMOS TECNOLOGICOS: SEMILLAS Y MAQUINARIA AGRICOLA

La innovación agropecuaria se apoya en la utilización de tecnología incorporada en insumos y bienes de capital. Por lo tanto la presencia y dinamismo de los sectores industriales que producen y distribuyen estos insumos tecnológicos son un determinante central de la intensidad y características cualitativas del proceso innovativo. En el sector agropecuario hay dos sectores de la industria de insumos tecnológicos que son de especial importancia: las semillas y la maquinaria agrícola. En estos sectores tanto la investigación local para el desarrollo de nuevos productos y la resolución de problemas locales como la investigación aplicada dirigida a adaptar tecnologías internacionales a las condiciones locales son actividades importantes e ineludibles. En este sentido el desarrollo de estos sectores industriales es un objetivo central de la política de ciencia y tecnología.

En este capítulo se presentan las principales conclusiones de los estudios encargados por el proyecto sobre ambos temas, en los que se recogen las publicaciones más recientes y las opiniones de expertos reconocidos.

10.1. La industria y el mercado de semillas en la Argentina: situación y perspectivas de un sector estratégico en la economía nacional

10.1.1. Introducción

Durante las últimas décadas, los descubrimientos científicos en la producción de agroquímicos, ingeniería y biología han tenido un papel central en el desarrollo de innovaciones tecnológicas para el sector agropecuario y el considerable aumento resultante en la productividad agrícola. En línea con este proceso y el incremento de la producción agropecuaria, también creció y adquirió mayor complejidad el papel de las semillas en las estrategias de producción, generándose una industria mundial de semillas en la que entran en juego componentes tales como las capacidades científicas para desarrollar innovaciones, la estructura institucional (marcos legales e instituciones públicas y privadas), y las estructuras y estrategias de mercado a escala mundial y local.

El mercado de semillas comienza a cobrar importancia en la Argentina en la década de 1950 con un fuerte apoyo del estado nacional y la existencia de unas pocas empresas privadas, dedicadas principalmente a la producción de materiales de trigo. Esta situación se fue consolidando en las décadas siguientes y hacia fines de los años 1990 el volumen de comercialización se ubicó en el segundo lugar en América Latina y en uno de los primeros puestos del mundo. Dado el carácter estratégico que tiene la industria de semillas en el aumento de la productividad agrícola —el cual lejos de reducirse con el advenimiento de la biotecnología, se vuelve aún mas central al proceso de innovación—, su análisis resulta un elemento central para la toma de decisiones en lo referido a las políticas tecnológicas en general y a la de I+D, en particular.

10.1.2. Algunas conclusiones del estudio realizado: cuestiones a considerar en la política tecnológica nacional

La concentración del mercado internacional de semillas y agroquímicos se encuentra presente en las características de la industria nacional e implica el desarrollo de marcos institucionales que regulen el comportamiento de éstas en la dinámica local. La ausencia de empresas locales con importancia en el mercado internacional (al menos a escala regional) es la resultante, entre otros factores, de la falta de estímulos al desarrollo de investigaciones en fitomejoramiento y adopción de herramientas biotecnológicas en el ámbito nacional. Sin duda para revertir este escenario es necesario, además de recursos específicos destinados para tal fin, el desarrollo de un ambiente institucional seguro para las inversiones de riesgo.

Más precisamente, la importancia del mercado ilegal de semillas en la Argentina es un claro indicador de la necesidad de una política efectiva para el control de los derechos de propiedad intelectual. Además de la ilegalidad que este escenario en sí muestra, debería considerarse que su existencia afecta más sensiblemente a las pequeñas y medianas empresas locales, o a las grandes locales, que a las empresas transnacionales que obtienen beneficios en otros mercados, con mayor seguridad institucional que el local. Por otra parte, la existencia de un mercado ilegal de tal magnitud desincentiva el desarrollo de inversiones en investigación de variedades autógamas en el ámbito nacional, consolidando así la primacía local de las empresas transnacionales.

El desarrollo del marco institucional adecuado para el desarrollo "saludable" de la industria de semillas local requiere de un profundo y urgente debate en torno a estas cuestiones pues su resolución, sin duda, tendrá fuertes impactos económicos y sociales En efecto, los derechos de propiedad intelectual ponen en juego intereses contrapuestos, pero que deben ser resueltos para alcanzar beneficios sociales acordes con la dimensión de la industria.

Respecto de la industria de semillas y el desarrollo de la biotecnología agropecuaria en la Argentina, esta representa un interesante cuadro de contrastes entre la presencia de relativamente bien desarrolladas capacidades de investigación, un lugar prominente a nivel mundial en cuanto a aprovechamiento, a nivel de sectores productivos específicos, de las tecnologías OGM existentes y un escaso nivel de participación de los investigadores y empresas locales en la generación de innovaciones. El país es un muy efectivo "utilizador" de innovaciones —estimándose que el uso de las tecnologías OGM desde su introducción hasta la fecha, han generado beneficios sociales por cerca de USD 20 mil millones— pero no ha logrado articular a nivel local el aprovechamiento de sus capacidades científico tecnológicas, para producir insumos y productos basados en procesos biotecnológicos. Puesto en otros términos, la fortaleza que exhibe en cuanto al gran avance logrado en cuanto a "aprovechamiento" por parte de los sectores productivos es totalmente dependiente de innovaciones provenientes del extranjero, las cuales, si bien hasta ahora han estado disponibles para su uso en el país, no necesariamente podría ocurrir lo mismo en el futuro, con lo cual se perderían muchos de los beneficios alcanzados hasta el momento.

Un punto importante a resaltar mirando al futuro es la naturaleza excepcional del caso de la soja RR; en efecto, el conjunto de factores que convergieron en el mismo, difícilmente se vuelvan a repetir; por lo cual las políticas y estrategias que se sigan de aquí en adelante no pueden ser una simple "proyección del pasado". Un análisis de lo que está en el pipeline sugiere que, en los próximos cinco a diez años, habrá un flujo de innovaciones incrementales más que de innovaciones radicales. El proceso va ir acompañado por un constante aumento del número de especies incorporadas y de una diversificación de las fuentes de oferta de las nuevas tecnologías, con países como China transformándose en un proveedor importante de nuevos eventos transgénicos.

Esto hace que, aún sin el impacto radical que introdujo la soja, el flujo innovativo futuro sea atractivo para la agricultura argentina.

Sin embargo, el proceso innovativo proveniente del exterior refleja las prioridades y sesgos propios de esas economías, las que, seguramente, son diferentes de las de la Argentina. Esto sugiere que el fortalecer la investigación biotecnológica en el país debe mantenerse como una prioridad, y es en este sentido que la situación en los años recientes debería ser analizada cuidadosamente, de manera de poder avanzar en la dirección de un proceso innovativo que refleje lo más adecuadamente posible las características idiosincrásicas de la agricultura argentina y tratar de introducirlas en las negociaciones vinculadas a la transferencia de tecnología y las inversiones en el sector.

Lograr estos objetivos plantea resolver dos aspectos que parecen estar en el centro de la actual situación de baja inversión y que hay que revertir. Por una parte, el deficiente funcionamiento del mercado de semillas, particularmente en lo referente a posibilitar que a través de las regalías por la venta de la nueva genética se puedan recuperar las inversiones en investigación y desarrollo, ha sido un factor de desincentivo para la actividad innovativa local, e incluso para el interés de las empresas multinacionales de hacer disponibles sus tecnologías en el mercado argentino, principalmente en lo que a las especies autogamas se refiere.

Por otra parte, el tema de financiamiento también parecería haber constituido un factor negativo para el desarrollo del sector. En efecto, los niveles de financiamiento están lejos de condecirse con la magnitud del sector en cuanto a aplicaciones a nivel productivo y aún cuando ciertas iniciativas pueden significar importantes avances en cuanto a innovaciones institucionales, su magnitud no se coincide con el potencial que tiene el mercado interno para este tipo de productos. Ambos aspectos están muy probablemente interrelacionados, pero su resolución pasa por diferentes ámbitos en cuanto a las políticas públicas requeridas.

Volviendo al tema del financiamiento para el desarrollo de innovaciones tecnológicas en general y vinculadas a la industria de semillas en particular, el ámbito de decisión se ubica a nivel del sistema de ciencia y tecnología y los mecanismos para la determinación de sus prioridades de trabajo y, particularmente, el mejoramiento de los mecanismos de interacción pública privada de manera de asegurar una movilización de los recursos disponibles al nivel de los organismos de ciencia y tecnología, en función de las necesidades de los sectores productivos. En este sentido, tres aspectos aparecen como de particular importancia a ser tomados en cuenta en lo que son las prioridades de trabajo en el área de ciencia y tecnología.

El primero se refiere a las prioridades en cuanto a productos sobre los cuales trabajar. En este campo es necesario equilibrar dos puntos de vista. Por una parte, la clara necesidad de dedicar recursos a los productos que reciben menos atención a nivel internacional, o bien donde la Argentina enfrenta temáticas propias que no se replican en otras latitudes, tal es el caso del girasol o bien el desarrollo de resistencia al virus del Mal de Río IV en maíz, y los cultivos regionales (frutas y hortalizas principalmente), que por cuestiones de tamaño de mercado es difícil que atraigan la atención internacional. Por otra parte, la aplicación de este criterio no debería realizarse de manera excluyente, ya que es necesario que el país mantenga un mínimo de inversiones también en los cultivos de punta, como pueden ser la soja y el maíz, donde el objetivo sería mas en función de mantener cierto "potencial tecnológico" a través de promover investigaciones de tipo pre-competitivo, que como una estrategia defensiva frente a la posibilidad de que se den cambios de orientación en las inversiones internacionales de las cuales se nutren hoy el grueso de las innovaciones en estos productos.

El segundo aspecto a tomar en consideración es el tipo de temas hacia donde orientar los recursos. En este sentido, los esfuerzos de la inversión pública deberían ir dirigidos hacia las áreas de punta en el campo de la genómica vegetal y la identificación de genes y marcadores de interés para la solución de los problemas de la producción en las especies mencionadas arriba. En este campo en particular, los esfuerzos de investigación deben ir estrechamente vinculados al desarrollo de los recursos humanos, ya que este es un aspecto donde existe un importante déficit.

Un tercer aspecto de la estrategia de ciencia y tecnología en este campo debe ir dirigido, como ya se ha mencionado, a la promoción de una mayor vinculación pública-privada en el desarrollo de las nuevas variedades. En este contexto, la consideración de una línea especial de trabajo dirigida a promover una mayor interacción entre las firmas semilleras nacionales y los centros públicos de investigación, debería ser una prioridad dentro de las acciones a desarrollar para promover una mayor competitividad de este segmento del mercado frente las empresas multinacionales que actúan en el país.

10.2. Estado de situación y perspectivas del sector de la maquinaria agrícola en la Argentina

10.2.1. Introducción: situación actual del sector

En esta sección se presenta un resumen del trabajo realizado por el proyecto sobre este tema, importante para la agricultura y también para el sector metalmecánico en general.

Dentro del paquete técnico-científico que emplean las actividades agropecuarias, la maquinaria es el insumo que permite realizar actividades tan diversas y necesarias como desmalezar, fumigar, fertilizar, sembrar, conservar, extraer, cosechar, almacenar y transportar, por solo nombrar las principales.

Esto involucra un cúmulo de relaciones: los desarrollos de los sistemas de labranza y su impacto en el perfil productivo de los suelos, las variables de densidad, profundidad y uniformidad en la siembra de las semillas, el combate mecánico y químico de plagas y malezas, la capacidad de reducir los tiempos de siembra y cosecha a las fechas específicas de emergencia y maduración óptima de los cultivos. Todos estos elementos y otros relacionados, están influenciados en gran parte por los adelantos de la maquinaria agrícola, y viceversa.

La rápida y generalizada introducción de novedosas prácticas agronómicas y organizativas en el campo argentino, con mayor énfasis desde mediados de la década de los ’90 y principalmente en la agricultura de cereales y oleaginosas, demandó una importante y creciente inversión en equipos especializados y, al mismo tiempo, la propia renovación de la maquinaria y de sus prestaciones para satisfacer las nuevas condiciones de la producción primaria. En este sentido, el cambio técnico producido en la industria de maquinaria agrícola en los últimos años fue, en gran medida, un resultado derivado del salto tecnológico en la agricultura y, a la vez, ha sido un factor relevante para alcanzar los mayores niveles de rendimiento y productividad que exhiben actualmente los principales cultivos.

En particular, los cambios producidos en los últimos años en el sistema agrícola argentino que han tenido mayor impacto sobre la conducta tecnológica del sector de maquinaria agrícola han sido la introducción de la siembra directa y la modificación en las tareas de laboreo, la difusión en el uso de agroquímicos y semillas híbridas, la expansión de la frontera agropecuaria y el incremento en las necesidades de potencia de los equipos utilizados.

Aunque hay distintas estimaciones, se podría señalar que actualmente unas 650 empresas producen maquinaria agrícola y agropartes en la Argentina, ocupando unas 45.000 personas, con un aporte muy importante de firmas PyMEs de capital nacional, distribuidas regionalmente en distintas zonas de la pampa húmeda.

Otros indicadores de la importancia de esta industria son:

• Total del mercado interno: $2.400 millones.

• Total de exportaciones: $180 millones.

• Relación exportaciones/producción: 7/8%.

• Abastecido el mercado interno por empresas locales: 46%.

• Porcentaje de PyMEs: 90%.

La composición de la producción local es:

• Equipos de manipulación, transporte y almacenamiento: 19%.

• Equipos para sembrar y plantar: 14%.

• Equipos de roturación: 11%.

• Equipos para cosecha y postcosecha: 10%.

• Equipos de pulverización y fertilización: 5%.

• Autopartistas: 41%.

En estos segmentos, la producción local concentra entre el 93% y el 97% de las ventas totales y se han afianzado en los últimos años. En cambio, en los sectores de cosechadoras y tractores, los más sofisticados y caros de la maquinaria agrícola (constituyeron entre 2002 y 2006 el 61% de las ventas totales en el país), los equipos están siendo casi totalmente importados: en 2006, en un 80% y 83% del total. Este proceso, que se ha ido profundizando en los últimos años (en 2002, la importación era de solamente el 70% en ambos sectores) se inició en los años 90, cuando se cerraron la mayoría de plantas existentes en el país, que se trasladaron a Brasil. Brasil concentra hoy día el 67% de las importaciones de maquinaria agrícola de la Argentina. De todas formas, también a nivel mundial ha habido un proceso de concentración en estos sectores sofisticados, que ha acompañado el gran avance tecnológico de los últimos años: cuatro firmas concentran el 50% de la producción mundial.

Un hecho importante que cabe señalar a propósito de la industria de maquinaria agrícola argentina es que sus principales empresas no están localizadas en el área metropolitana de Buenos Aires, sino en el interior de la región pampeana. 47% están en la provincia de Santa Fe, 24% en la de Córdoba, 20% en la de Buenos Aires, distribuyéndose el 9% en el resto del país. Esta distribución geográfica de las empresas es coherente con la distribución de los principales cultivos del país (más del 80% de la producción de trigo, maíz y soja se concentra en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba).

Esta fuerte concentración regional de las empresas tiene un importante impacto en términos de desarrollo regional y le ofrece además al sector una enorme posibilidad potencial para el desarrollo asociativo, tanto vertical como horizontal, ya que el mismo se ve facilitado por la cercanía, afinidad y conocimiento de los actores.

A su vez, se trata de una industria en la que las plantas fabriles son preponderantemente pequeñas y medianas, familiares, con un promedio de empleados ocupados por establecimiento menor a la mitad del promedio para el sector productor de equipos. Asimismo, considerando la participación relativa del sector de las maquinarias agrícolas en el PBI y en el empleo de la rama de las maquinarias y equipos, surge que la participación en el empleo es mayor que la participación en el PBI de la rama, indicando que se trata de un sector mano de obra intensiva en relación con el conjunto de los sectores que la componen (D. Hybel; INTI, 2007).

Cabe destacar que se trata de un sector que ofrece desde hace unos pocos años las primeras experiencias de asociación empresaria, surgidas de las necesidades de lograr economías de escala que les permitan recuperar la participación perdida en aquellos segmentos donde las importaciones han logrado una fuerte penetración y, a su vez, intentar una mayor inserción en el comercio mundial.

También resulta importante destacar que en los últimos dos años y a pesar de la leve contracción de la demanda interna de equipamiento agrícola, la producción local ha estado aumentando su participación en el mercado a expensas de la producción extranjera. En efecto, de la comparación del total de las ventas de maquinarias agrícolas en 2006 con relación a 2004 surge que mientras las ventas de maquinarias de fabricación nacional han crecido levemente, las de las importadas se redujeron, pasando de una relación del 35% de equipos nacionales y 65% importados en 2004 a una del 46% y 54%, respectivamente, en 2006, con variaciones notables al interior del sector.

10.2.2.Tendencias y perspectivas

Las perspectivas de la evolución económica del sector en la Argentina a raíz de la crisis financiera mundial actual no son claras. Las bajas en los precios internacionales de los commodities ocasionarán sin duda un descenso en las ganancias del sector agrícola y, probablemente, una baja en la inversión en equipos, sobre todo importados, que ya se venía dando. Mucho del futuro del sector de maquinaria agrícola dependerá de la posible recuperación del comercio internacional en los próximos semestres, pero también de las estrategias competitivas locales, en cuanto a la modernización de procesos y equipos, tanto en los sectores agrícolas como en la industria de maquinaria agrícola.

La tendencia que señalan los expertos para el sector a nivel mundial en los próximos años será ofrecer en los equipos un gran adelanto tecnológico relacionado con la electrónica aplicada, el automatismo de regulación, y la información de funcionamiento. También señala que se observará una mayor estandarización de componentes, una mejor integración industrial con los proveedores, donde se mejorará la asistencia técnica y de posventa, mayor normalización de aseguramiento de la calidad de producto y proceso (certificación de normas ISO), con un estricto respeto por las normas internacionales de seguridad.

• En el caso de los tractores.

Se tiende a equipos específicos, según su uso. Agiles, dado que en los actuales sistemas productivos basados en soja y siembra directa se emplea en un 40% para arrastrar tolvas autodesacargables de mayor capacidad durante la cosecha. También se destaca la introducción de sistemas automáticos de marcha para tractores (ídem en otros equipos).

• En sembradoras.

Las expectativas de crecimiento en el país son muy buenas, debido al potencial que aún tiene la siembra directa: las principales demandas se concentrarán en equipos que permitan dosificar semilla y fertilizante por vía satelital y que permitan aplicar insecticidas granulados. Asimismo se mantendría la tendencia actual de un mayor ancho de labor, una mayor adaptación del tren de siembra, mejoras en conducción de la semilla en granos finos, incorporación de monitores de siembra y navegadores para dosis variables.

• En cosechadoras.

La fuerza impulsora del desarrollo tecnológico es la reducción de las pérdidas durante la cosecha (estimaciones indicarían que actualmente se pierde en esta etapa alrededor de los 700 millones de dólares). En esta línea, la tendencia en diseño de cosechadoras a nivel internacional es la de lograr máquinas con mayor capacidad de trabajo, en cuanto a tamaño de cabezales y capacidades en sus sistemas de trilla, separación, limpieza y tratamiento de los residuos. Esto implica mayor capacidad de toda la máquina, más automatización de manejo y regulación, más confort, más información disponible y grabada.

En equipos de precisión, la electrónica, la electrohidráulica, la electroneumática, la robótica, sumada al GPS y a software específico, constituirán los mayores adelantos en materia de prestación, automatización y entrega de información de la maquinaria agrícola del presente y del futuro.

10.2.3. Algunas conclusiones

La dinámica de cambio constante en los métodos de producción agrícola genera en el sector una lógica de innovación basada en la copia y/o adaptación permanente de productos. Dadas las características de este escenario aparece frente a las firmas la oportunidad, pero a la vez la necesidad, de poner en práctica adaptaciones y mejoras sistemáticas en la oferta de sus equipos para no quedar rezagadas frente a sus competidores y frente a los requerimientos de sus clientes. Las firmas locales parecen contar, entonces, con un espacio para mantener esta trayectoria de adaptación constante, fortalecida por la intensidad de las relaciones que establecen con los usuarios de sus productos.

La Argentina se ha especializado en la fabricación de sembradoras y pulverizadoras, debido probablemente a barreras naturales determinadas por la adaptación de los equipos a las particularidades en materia de clima y suelos, aunque también debido a que productos más costosos y sofisticados como cosechadoras y tractores han requerido mayores escalas de producción.

Los factores que las empresas coinciden en señalar como aquellos que más obstaculizan la innovación son: la escasez de personal técnico y capacitado en el desarrollo de oficios que se perdieron en la década pasada; el riesgo de innovar asociado a la facilidad de imitación por terceros y la consiguiente incertidumbre en el retorno de las inversiones efectuadas, o las dificultades no resueltas para acceder a fuentes de financiamiento que se adecuen a sus necesidades.

Unos actores muy importantes para el desarrollo del sector como factor generador de cambios de diseño, son los contratistas, ya que son los que tienen un contacto intenso con la problemática de las operaciones agrícolas. La segunda etapa de crecimiento agrícola que experimentó el siglo pasado, convirtió a estos actores especializados en los vehiculizadores de los cambios tecnológicos y organizacionales que el campo fue incorporando y con ello contribuyeron a los altos niveles de eficiencia logrados.

Resumiendo, siendo esta industria proveedora de bienes de capital del sector agropecuario, cumple un rol estratégico actualmente para un país que ocupa un destacado lugar dentro del ranking de productores y exportadores mundiales de commodities agrícolas. El grado de desarrollo alcanzado por el sector agropecuario permitiría, con las políticas sectoriales adecuadas, impulsar el crecimiento de la industria nacional de la maquinaria agrícola (D. Hybel; INTI; 2006).

• Políticas específicas: hay consenso que no hay políticas activas dirigidas al sector.

Tradicionalmente en el sector la mayor parte de las empresas no cuentan con un área formal de Investigación y Desarrollo (I+D) o de Diseño e Ingeniería Industrial, sino que éstas son acciones que se llevan a cabo a través de ciertos equipos conformados mayormente por técnicos e idóneos de mayor experiencia de la línea de producción liderados, en general, por el propio dueño-fundador de la empresa.

En contraposición con lo expuesto precedentemente, un grupo muy reducido de firmas —la mayor parte de las empresas líderes—, cuenta con empleados que realizan actividades de innovación en departamentos "formales" de ingeniería, desarrollo, diseño y/o prototipo, específicamente dedicados a esas tareas. Los segmentos que localmente muestran un desempeño o conducta innovativa son los sub-sectores de sembradoras y pulverizadoras autopropulsadas. En estos se ha producido un cambio tecnológico importante en los últimos años, ya que algunas firmas han sido capaces de alcanzar la frontera tecnológica, conservando una porción importante del mercado en manos de la producción nacional.

Pero en general, el desarrollo de la actividad innovativa de las firmas del sector evidencian un escaso desarrollo de vínculos tanto con universidades, centros tecnológicos y laboratorios de pruebas y ensayos, como con consultores y/o servicios privados de I+D.

Por tanto se requiere políticas específicas para:

• Fomentar el asociativismo entre los distintos niveles de la red de aprovisionamiento.

• Considerar las diferencias tecnológicas involucradas y la diferente necesidad de desarrollo de los principales subsectores de equipamiento agrícola para sugerir líneas específicas de asistencia técnica al sector, evitando acciones genéricas que no atienden a las necesidades específicas.

• Crear mecanismos de apoyo para el registro de patentes de diseño, ya que su falta constituye una clara barrera a la exportación, sobre todo, en los sectores de mayor evolución tecnológica.

• Formar recursos humanos calificados, para lo cual se deberá contar con centros de formación especializada en las disciplinas que conforman la nueva tecnología del sector.

• Fomentar la creación de una cultura de mejoramiento continuo, para anticiparse o adoptar rápidamente los cambios tecnológicos para implementarlos de acuerdo a la realidad nacional.

• Propender a la satisfacción de las exigencias del mercado nacional e internacional en cuanto a las normativas y reglamentaciones vigentes, atendiendo a los requerimientos y necesidades de los usuarios.

• Difundir y fomentar la aplicación de las modernas herramientas de diseño, normalizando y racionalizando productos y procesos.

• Crear Laboratorios de Neumática, Hidráulica, Electrónica que permitirán el diseño y desarrollo de módulos para la automatización y donde el desarrollo de proveedores y la compra conjunta de los mismos será un factor fundamental de reducción de costos.

• Fomentar la calidad y seguridad de los equipos, en particular por medio del desarrollo de Normas técnicas de la maquinaria comercializada por medio del organismo del Estado habilitado a tal efecto.

• Asignar recursos para financiar el desarrollo de nuevos productos o componentes, a través de modalidades individuales o asociativas de acuerdo al subsector.

Se debe propiciar el establecimiento de relaciones fluidas entre el sector de la Maquinaria Agrícola y los organismos de ciencia, tecnología y educación, como Facultades de Ingeniería con orientación en Maquinaria Agrícola, Facultades de Agronomía (Cátedra de Maquinaria Agrícola), INTA, INTI, AACREA, AAPRESID, SAGPyA y escuelas técnicas. Esta relación debe basarse en formar capacidades técnicas en esos rubros, hoy llamados Agroinformática, Agricultura de Precisión, Agricultura del tercer milenio, etc. que no es mas que la informática, la electrónica, la electrohidraúlica y la robótica aplicada al agro, mediante maquinarias con alto grado de automatización.

XI. APORTES PARA LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL Y SOCIAL: EL CASO DE LA SOJA

En el proyecto de Escenarios Agroalimentarios se discutió ampliamente la importancia de los problemas ambientales y sociales. Entre los primeros, ocupa probablemente el primer lugar el tema de la sustentabilidad ambiental en el uso del recurso natural fundamental, el suelo, puesta hoy en el tapete ante la extensión del monocultivo de la soja; esta extensión se ve además agravada por la expansión de la frontera agrícola a zonas nuevas, semiáridas, frágiles y con posibles problemas futuros de provisión de agua, con impactos ambientales y sociales aún desconocidos.

También fue motivo de amplia discusión la problemática social y del empleo, agravada en los últimos 15 años por la introducción de las nuevas tecnologías intensivas en capital y las modalidades de explotación agrícola y uso de la tierra.

El segundo problema, el de la sostenibilidad social, aun reconociendo su importancia, no pudo ser tratado en profundidad en el proyecto por dos motivos: la falta de información y de estudios al respecto, y por el hecho de que el proyecto estuvo orientado de entrada a los aspectos tecnológicos de los Escenarios Agroalimentarios. Sin embargo, se recomendó enfáticamente al Ministerio la profundización de su estudio, buscando la colaboración de otros organismos y centros de estudio orientados a la problemática social y rural.

El primer problema, el de la sostenibilidad ambiental, fue tratado en diversos ámbitos del proyecto, en particular en el análisis de las tecnologías para la utilización sustentable de los recursos naturales (presentado en el capítulo 9.3.). Como caso especial, se hizo un estudio sobre la expansión del cultivo de la soja, en particular en el Chaco, Salta y Santa Fe, en base a los censos nacionales agropecuarios de 1998 y 2002.

XII. HACIA UN MARCO DE POLITICA DE CIENCIA Y TECNOLOGIA EN EL SECTOR AGROALIMENTARIO

12.1. Introducción: los elementos de contexto más importantes

Los once capítulos precedentes presentan los principales elementos que definen el contexto en el cual el sector agropecuario argentino deberá desarrollarse en la próxima década. De estos elementos los más importantes son los posibles escenarios del mercado internacional y la posible evolución de la ciencia y la tecnología tanto en el mundo como en la Argentina.

En cuanto al primero, la información recogida por el proyecto, a partir de informaciones de distintos organismos internacionales (FAO, OCDE, FAPRI, USDA) corresponde a proyecciones hechas con anterioridad a la crisis, por tanto, está sujeta a reevaluación. Sin embargo, como se ha señalado repetidas veces en nuestra presentación, se debe tener en cuenta que los precios de las commodities no habían iniciado la subida vertiginosa que se dio durante la burbuja de las mismas, a partir de diciembre de 2007. Por otra parte, es la opinión de muchos economistas que después de uno o dos años de recesión o no crecimiento, la economía mundial, retomaría algún tipo de ritmo de crecimiento. En ese escenario, la mayor demanda mundial debería darse en alimentos y energía, lo cual sugiere que los escenarios esbozados no carecen de realismo.

Según ellos, el escenario internacional para la producción agropecuaria argentina se presenta como favorable en términos de la demanda agregada y los precios. La Argentina debería por tanto seguir haciendo el máximo esfuerzo para insertarse en el comercio internacional y en los procesos de transferencia internacional de tecnología. Sin embargo, la demanda internacional estaría concentrada en unas pocas commodities y productos que tienen un limitado grado de agregación de valor. Este escenario de demanda resultaría en un mantenimiento y profundización de las debilidades y vulnerabilidades de la producción agroalimentaria argentina tales como la excesiva especialización productiva, la suboptimización de los efectos multiplicadores de la producción agropecuaria sobre el empleo y la actividad económica regional, etc.

Adicionalmente, la estructura productiva resultante tendrá profundos efectos sobre la estructura social en algunas regiones del país. La política de ciencia y tecnología debería tomar estos elementos en cuenta e intentar corregir los posibles impactos indeseables.

Al definir estas políticas correctivas es necesario tomar en cuenta que definir una estrategia productiva y tecnológica que proteja al país de los efectos indeseables del escenario internacional requerirá un esfuerzo especial tanto en el diseño e implementación de políticas activas como en una asignación de recursos públicos consistente con el esfuerzo exigido. Un elemento del esfuerzo necesario es generar la información y el conocimiento necesario sobre las relaciones de producción en la producción primaria y las estructuras sociales que resultan de ellas incluyendo las relaciones de poder y el comportamiento político de los principales actores sociales.

Por otra parte el escenario del desarrollo de la ciencia y la tecnología aplicada al sector agropecuario sugiere que habrá rápidos cambios y la emergencia de un nuevo paradigma apoyado en la biotecnología, las nanotecnologías y las TIC΄s. Estos cambios y el nuevo paradigma representan extraordinarias oportunidades, y también enormes desafíos para la Argentina. El país ha experimentado, durante la última década, un importante proceso de modernización e innovación tecnológica. Seguir en este camino requerirá de un esfuerzo importante en términos de inversiones, la definición de una estrategia clara con respecto al sector agropecuario y la implementación de la política de ciencia y tecnología.

La política de ciencia y tecnología para el sector podría construirse sobre los tres pilares principales que se desarrollan en las secciones siguientes. El primer pilar es la construcción de una estrategia que privilegia 7 áreas de acción. El segundo pilar es la selección de un número limitado de áreas o líneas prioritarias de investigación. Finalmente, el tercer pilar es la selección de algunos instrumentos específicos de intervención por parte del Estado en general y el ministerio en particular.

12.2. Los elementos centrales de una estrategia

12.2.1. La necesidad de aumentar la inversión en ciencia y tecnología y en especial en la consolidación de la base científica en áreas de importancia estratégica

La Argentina invierte poco, tanto en términos absolutos como relativos, en la investigación y desarrollo tecnológico del sector agropecuario. Esta afirmación es válida aun frente al hecho de que la misma ha aumentado sustantivamente durante el último quinquenio.

La inversión es baja en términos relativos a lo que hacen otros países que son nuestros principales competidores en el comercio internacional. La inversión en investigación y desarrollo, tomada como porcentaje del PBI agrícola, es alrededor de 5 veces más alta en Australia, Nueva Zelanda y Canadá que en la Argentina. Esta situación podría poner en desventaja a la producción local.

Es también insuficiente en términos absolutos porque, tal como lo muestran estudios recientes de la ex SECyT, existen áreas de vacancia muy significativas en las cuales la Argentina no tiene la masa crítica necesaria para participar del desarrollo tecnológico mundial. Dos áreas específicas de vacancia tienen una importancia estratégica central.

La primera esta vinculada a la utilización de la biotecnología. Hasta ahora la Argentina ha podido modernizar su producción agropecuaria manteniendo su competitividad internacional, apoyándose en la transferencia internacional de tecnología. Sin embargo, hay evidencia de que el país comienza tener un retraso en el acceso a tecnologías de punta. Por ejemplo, las aplicaciones de la biotecnología al mejoramiento de la soja y el maíz en atributos como tolerancia a sequía no están siendo desarrolladas por las empresas privadas para las condiciones ecológicas de la Argentina. Por otra parte, en una visión de largo plazo es necesario recordar que a medida que la tecnología es desarrollada por la empresa privada, en su mayor parte internacional, el acceso se hará oneroso para el país y potencialmente, bajo ciertos escenarios de relaciones internacionales, de difícil acceso. Asimismo las aplicaciones de la biotecnología, las TIC΄s y otras tecnologías de alta densidad científica requieren, en muchos casos, una investigación específicamente enfocada en las condiciones particulares del país.

El sector público de algunos países, como India, China y Brasil, está haciendo importantes inversiones en biotecnología (India 500 millones de dólares anuales), en asociación con la empresa privada, para desarrollar aplicaciones de la biotecnología de última generación en los ambientes propios de dichos países. Tener un nivel de actividades similar es un elemento necesario para que la Argentina mantenga su competitividad internacional.

La segunda área de importancia estratégica está relacionada con la base científica disponible en zonas ecológicas para las cuales se requiere generar conocimientos y tecnologías especialmente referidas a procesos productivos, tecnologías de alimentos y conservación de los recursos naturales. Estas tecnologías tienen una fuerte especificidad regional y requieren de un esfuerzo de investigación focalizado que sólo puede ser realizado a través de la investigación local.

Esta argumentación sugiere la importancia de aumentar la inversión total en la innovación agropecuaria y la necesidad de construir una estrategia de largo plazo para el desarrollo de las áreas de importancia estratégica en las cuales el país necesita una capacidad científica propia, (ver Capitulo IX).

12.2.2. El desarrollo de los recursos humanos especializados

El capital humano de científicos con alta capacitación en cada una de las cinco familias de tecnologías es distinto en cantidad y calidad pero la constante en todas las áreas es que la tasa de formación es insuficiente para las necesidades futuras, particularmente en las áreas de formación vinculadas a las biotecnologías y nanotecnologías. En este sentido la Argentina está en un momento crítico. Por un lado las universidades en general y la Universidad de Buenos Aires (UBA) en particular no han fortalecido la capacidad de formación en postgrados en forma consistente con las necesidades del país. Por otro lado, los programas de formación en el exterior se han debilitado, especialmente después de la crisis de principios de siglo.

Una comparación con lo que se está haciendo en otros países de la región como Brasil, Chile o Costa Rica muestran la enorme debilidad de la Argentina. Mirando al futuro esta es un área de la política de ciencia y tecnología que requiere una especial atención que no está reducida a cuestiones presupuestarias sino que, por el contrario, está vinculada a complejos problemas sociales y políticos que deben ser resueltos. En este sentido la política de ciencia y tecnología en el área agroalimentaria debería enfatizar la promoción y fortalecimiento de: a) el desarrollo de programas nacionales de postgrado en las áreas científicas de mayor necesidad y b) un programa de formación en el exterior que permita un salto cuantitativo y cualitativo en la cantidad de científicos jóvenes en las áreas seleccionadas.

Este programa tendría que estar acompañado de un programa especial para facilitar la radicación de los graduados en las instituciones y empresas del país, (ver Capitulo IX).

12.2.3. Los ejes estratégicos principales en las familias de tecnologías

Las cinco familias que agrupan al universo de tecnologías de aplicación más directa en la producción agropecuaria son y serán importantes en el futuro. Sin embargo sus características particulares parecerían indicar que es necesario construir una visión estratégica distinta para cada una de ellas.

En el caso de las biotecnologías, a las que se podría agregar las nanotecnologías, el eje estratégico principal debería ser construir una capacidad de nivel internacional que permita: a) desarrollar conocimientos y tecnologías de primer nivel, b) interactuar a nivel internacional con los centros públicos de investigación y la empresas privadas productoras de tecnologías, y c) sustituir, auque sea parcialmente, el conocimiento externo si esto fuera necesario en un escenario futuro desfavorable desde el punto de vista de las posibilidades de acceder al conocimiento y las tecnologías disponibles a nivel internacional.

En el caso de las tecnologías de alimentos, las tecnologías para la producción de bio-energías y la utilización de las TIC΄s en la producción agropecuaria, el eje estratégico principal debería ser desarrollar capacidades para adaptar y utilizar tecnologías disponibles en el mundo y construir una base científica necesaria para apoyar a las empresas del sector privado que producen los productos finales para el mercado (alimentos procesados, bio-combustibles, aplicaciones de las TIC΄s a la producción agropecuaria).

Finalmente en el caso de las tecnologías vinculadas a los procesos productivos de la producción primaria y las tecnologías vinculadas a la utilización sustentable de los recursos naturales el eje estratégico principal es el desarrollo de conocimientos y capacidades que permitan la utilización sustentable de los recursos naturales agrícolas. Para ello el esfuerzo podría concentrarse en: a) información y tecnologías sobre la situación y los inventarios de los recursos naturales, b) la caracterización de los ámbitos productivos importantes del país y c) el desarrollo de tecnologías de procesos que se adapten y mejoren la eficiencia de la producción en las condiciones propias del país (ver Capitulo IX).

12.2.4. La construcción de alianzas internacionales, especialmente con nuestros socios comerciales

El desarrollo científico y tecnológico es, cada vez más, un fenómeno globalizado. La complejidad de la ciencia y el alto costo de hacerla hace necesaria la cooperación internacional, y en el caso de un país como la Argentina, es necesario desarrollar una estrategia explicita y agresiva de articulación internacional y de aprovechamiento del conocimiento y las tecnologías disponibles en el mundo.

Sin embargo, en un mundo en el cual progresivamente el comercio internacional de alimentos aumente sustantivamente, la demanda se polarice en unos pocos países con grandes poblaciones, la producción se concentre en unos pocos países que tienen una buena dotación de recursos naturales agrícolas y el desarrollo tecnológico tenga una participación central y creciente de las empresas privadas, la tecnología será un instrumento central de la competencia internacional. En estas condiciones es posible imaginar escenarios en los cuales el flujo internacional de tecnología y la cooperación internacional que se ha realizado tradicionalmente entre la comunidad científica internacional comience a tener mayores limitaciones y restricciones.

En este escenario no todos los países con potencial científico y tecnológico serán fuentes naturales y automáticas de tecnologías para la Argentina.

Los países que sí tendrán un interés genuino en que la Argentina acreciente su producción y productividad serán sus socios comerciales. Es decir aquellos en los cuales su seguridad alimentaría está atada a la capacidad exportadora de Argentina. Con estos países (China, India, la UE y potencialmente otros) la Argentina debería hacer un esfuerzo especial de cooperación y alianzas en la investigación y desarrollo tecnológico.

La posibilidad de un escenario internacional en el cual existen restricciones al flujo internacional de tecnología, ya sea por políticas explicitas de protección de mercados por parte de las empresas trasnacionales y/o de países agro exportadores, ilustra la importancia de que la Argentina recupere una presencia protagónica en los organismos multilaterales que participan en el desarrollo tecnológico agropecuario. El ejemplo mas importante es el CGIAR, institución que tiene una considerable capacidad instalada y es fuente importante de conocimientos y tecnologías especialmente para las regiones subtropicales y sistemas productivos de agricultura familiar (ver Capitulo IX).

12.2.5. La construcción de alianzas de cooperación con las Empresas Trasnacionales (ET) productoras de tecnologías

La investigación científica y el desarrollo de tecnologías estarán crecientemente determinados por el mercado. En este contexto las Empresas Trasnacionales (ET) ubicadas en áreas estratégicas se convertirán en creadoras y coordinadoras de redes internacionales de desarrollo tecnológico. En este proceso las ET utilizarán esquemas descentralizados de investigación y desarrollo ubicando actividades y estableciendo alianzas de cooperación en los países que presenten condiciones adecuadas desde el punto de vista de la infraestructura disponible en relación a los recursos humanos y de laboratorios, ventajas regulatorias y de protección de la PI y ventajas fiscales.

Un tema de particular importancia se refiere al desarrollo de un marco institucional y una cultura institucional en la cual el trabajo de investigación en temas aplicados y de interés para el sistema productivo y las empresas tiene un reconocimiento social y académico adecuado. Esto requiere una política de ciencia y tecnología que: a) adecue las normativas que regulan la gestión de las instituciones publicas de investigación, b) provea incentivos económicos consistentes y, c) establezca normativas adecuadas vinculadas a la propiedad intelectual y otras formas de protección del conocimiento y la invención.

Crear estas condiciones es uno de los desafíos principales de la política de ciencia y tecnología en el largo plazo (ver Capitulo IX).

12.2.6. El establecimiento de alianzas con instituciones públicas y privadas y empresas a nivel regional del país

Tanta importancia como las vinculaciones internacionales y las alianzas con las Empresas Transnacionales productoras de tecnología, la reviste la constitución de sistemas regionales de innovación en el ámbito nacional. Para ello, se debe privilegiar el apoyo a la constitución y consolidación, en las diferentes regiones del país, de consorcios públicosprivados- académicos, dirigidos al desarrollo y adaptación de tecnologías en las cadenas productivas propias de cada región, como ya se ha comenzado a hacer en la Agencia con los Proyectos en Areas Estratégicas (PAE) y con los Proyectos Integrados de Aglomerados Productivos (PI-TEC).

12.2.7. La innovación como objetivo final: la importancia de las industrias tecnológicas

La ciencia es un fenómeno cultural con legitimidad y presencia propia. Sin embargo, es también un fenómeno productivo con extraordinarios impactos económicos y sociales. Desde esta perspectiva, más limitada, el objetivo final de la política de ciencia y tecnología es acelerar y profundizar la innovación tecnológica en el sistema productivo.

Esto depende de la existencia de conocimientos y tecnologías que lo hagan posible y que estén disponibles para las empresas adoptantes, es decir los productores agropecuarios. Una proporción importante del conjunto de tecnologías que se usan en la producción agropecuaria son producidas y comercializadas por el sector privado, sin el cual las tecnologías no estarían efectivamente disponibles al productor. En el caso de la producción agroalimentaria tres sectores industriales son de especial importancia: a) la industria de semillas, b) la industria de la maquinaria agrícola y, c) la industria de agroquímicos.

El desarrollo de estas industrias, incluyendo una estrategia explícita y políticas específicas para contribuir a su capacidad de desarrollo tecnológico, debe ser parte de la política de Ciencia y Técnica. Cada una de estas industrias tiene características y requerimientos específicos que es necesario dilucidar y acompañar (ver Capitulo X).

De los tres sectores industriales mencionados la industria de semillas es particularmente importante tanto por su impacto sobre la productividad como por la necesidad de que el país desarrolle sus propias capacidades de desarrollo tecnológico. En esta industria las principales áreas de la política de ciencia y tecnología serían: a) la implementación de un buen sistema de protección intelectual, b) el desarrollo de un sistema institucional de bioseguridad y aprobación de eventos biotecnológicos rápido y eficaz, c) el desarrollo de una buena base científica que dé sustento a la investigación pública y a las actividades de cooperación con la empresa privada y, d) un sistema institucional eficaz para establecer líneas de cooperación y complementación con la empresa privada incluyendo las trasnacionales.

La industria de la maquinaria agrícola ha tenido un desarrollo bastante importante en la última década. El país se abastece de la mayor parte de la maquinaria agrícola con excepción de tractores y cosechadoras y ha comenzado a exportar en forma significativa. Las principales necesidades de la industria en términos de la política tecnológica son: a) el desarrollo de recursos humanos capacitados en ingeniería, metalmecánica, etc., b) el desarrollo de laboratorios, en instituciones públicas, en hidráulica, electrónica y neumática y c) incentivos fiscales y crediticios para facilitar y promover el crecimiento de las empresas incluyendo el logro de una mayor escala a través de la asociación yo concentración empresaria (ver Capitulo X).

12.3. Areas temáticas y líneas de investigación prioritarias para la Argentina

Un elemento central de la política de ciencia y tecnología es definir, seleccionar e impulsar las áreas del conocimiento y el desarrollo de tecnologías que son especialmente importantes para el país. Este es uno de los objetivos centrales de la política tecnológica en general pero tiene especial relevancia para la asignación de recursos públicos a la investigación. Los criterios de selección pueden ser diversos según las circunstancias, los objetivos y el periodo de tiempo para el cual se realiza el análisis. Sin embargo hay tres criterios que parecerían ser ineludibles en cualquier selección que se haga.

Primero, el carácter de bien público del producto de la investigación. Segundo, la relevancia del producto de la investigación en el contexto de los problemas estratégicos y de largo plazo del país y, tercero, que el problema a resolver sea particular al país o que las soluciones deban adecuarse a ciertas condiciones particulares del contexto del país. Es decir, que las probabilidades de que el problema sea resuelto a través de investigaciones realizadas en otros países del mundo sea relativamente baja.

El objetivo principal de seleccionar áreas prioritarias de investigación no debe ser limitativo. Es decir intentar restringir o limitar las áreas, temas o problemas de investigación que las instituciones o los investigadores individualmente seleccionan para su trabajo. El objetivo es seleccionar e impulsar, a través de financiamiento público y de otros instrumentos de promoción, las áreas de investigación que aparecen como de mayor prioridad nacional. En este proceso de reflexión la definición de escenarios futuros y su interpretación, en términos de la implementación de una política de ciencia y tecnología, es un instrumento central de análisis.

Las reuniones focales con expertos identificaron los elementos centrales de los escenarios tecnológicos posibles. Es decir las áreas del conocimiento y las tecnologías que es necesario desarrollar y/o aprovechar de manera prioritaria durante el próximo decenio y en que sería necesario concentrar el esfuerzo, las inversiones y el desarrollo de la infraestructura institucional (ver Capitulo IX).

Algunas de estas tecnologías están ya disponibles a nivel mundial y necesitan ser adaptadas y utilizadas en el país. Otras están en proceso de desarrollo en base al conocimiento científico ya disponible y otras requieren todavía el desarrollo y profundización de los conocimientos básicos que permitan su desarrollo. Sin embargo todas ellas sugieren las oportunidades tecnológicas que estarán potencialmente disponibles y consecuentemente las áreas en las cuales se debería concentrar el esfuerzo. Un análisis interrelacionado de los resultados que surgen de las reuniones focales con expertos en las cinco familias de tecnologías utilizadas con las limitantes o necesidades tecnológicas prioritarias que surgen de la caracterización de los principales sectores o cadenas productivas, sugiere que las grandes líneas o áreas en las cuales es necesario crear conocimiento y desarrollar tecnología son las siguientes:

• El desarrollo de la biotecnología y la nanotecnología y sus aplicaciones a la producción agroalimentaria como, por ejemplo, en: 1) genómica en general, 2) marcadores moleculares, 3) recombinación de genes in Vitro, 4) diseño e ingeniería de proteínas, 5) diagnóstico molecular de enfermedades, 6) aplicaciones a los programas de trazabilidad y certificación, 7) aplicaciones al desarrollo de vacunas, 8) aplicaciones a la nutrición y a la eficiencia reproductiva pecuaria, 9) aplicaciones a la producción pecuaria de farmacéuticos y otros productos especiales, etc. (ver Capitulo IX).

• Tecnologías que mejoran la calidad, inocuidad y funcionalidad de los alimentos como: 1) caracterización de interrelaciones fisiológicas y relaciones de micro estructuras y sus efectos sobre diferentes productos y la salud humana, 2) indicadores objetivos de la calidad de los productos, 3) aplicaciones de tecnologías emergentes como alta presión hidrostática, ultrasonido y microondas para el procesamiento y la conservación de productos perecederos, 4) el desarrollo de sensores y biosensores para medir la calidad, 5) aplicaciones de la nanotecnología en el desarrollo de envases, y potencialmente en otros usos y, 6) desarrollo de tecnologías para el manejo de residuos agroindustriales (ver Capitulo IX).

• Tecnologías que mejoren la eficiencia en la producción de biocombustibles como, por ejemplo: 1) tecnologías para la separación, 2) la utilización de sensores remotos, 3) el desarrollo de aditivos específicos para las materias primas que se utilicen en el país, 4) utilización de bacterias y levaduras para el tratamiento de la bio-masa y, 5) tecnologías informáticas y de ingeniería para el desarrollo de sistemas logísticos (ver Capitulo IX).

• Tecnologías de procesos de la producción agropecuaria que mejoren la productividad sustentable en ambientes nuevos. Ejemplos de estas tecnologías son: 1) tecnologías que mejoran la sintonía o correspondencia entre las características de los procesos productivos con los atributos del ambiente. Estas tecnologías requieren conocimientos específicos en diversas áreas como, por ejemplo: a) descripción y caracterización de los ambientes, b) confección de mapas georeferenciados, c) desarrollo del software necesario, etc., 2) robotización, automatización y uso de sensores en la agricultura y la lechería, 3) uso de las TIC’s para la información técnica y la gestión, 4) caracterización entre procesos productivos y atributos de calidad del producto, 5) tecnologías de aprovechamiento de subproductos y de manejo de efluentes en la producción pecuaria (ver Capitulo IX).

• Tecnologías que permitan una mejor utilización y conservación de los recursos naturales tales como: 1) elaboración de inventarios de los recursos naturales y su utilización en los principales ambientes productivos, 2) generación y uso de información satelital, 3) desarrollo de modelos matemáticos que permitan analizar las relaciones causales entre la utilización de los recursos y su conservación, 4) desarrollo y sistematización de conocimientos que articulen la interfase entre las disciplinas ambientales y las económicas y sociales, 5) desarrollo de escenarios y modelos alternativos de uso de los recursos naturales 6) la utilización del ADN para trabajos taxonómicos y, 7) sistematización y desarrollo de principios exitosos para el desarrollo institucional necesario para la aplicación de la política de recursos naturales (ver Capitulo IX).

12.4. Los elementos centrales de la política de ciencia y tecnología para el sector

12.4.1. Introducción

Las dos secciones anteriores presentan los dos primeros pilares de una posible política de ciencia y tecnología; a) los elementos centrales de una estrategia y, b) Las líneas prioritarias de investigación. El tercer pilar que se desarrolla en la sección siguiente está integrado por los instrumentos de política o las acciones concretas que se proponen para ser desarrolladas durante el próximo periodo de programación. Las acciones que se proponen enfatizan las áreas y ámbitos específicos de responsabilidad y mandato del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Sin embargo en la mayoría de ellas el ministerio no puede actuar en forma individual y requiere del concurso y colaboración de otras áreas del gobierno.

12.4.2. Promover una mayor inversión en la innovación agroalimentaria

En secciones anteriores se ha argumentado que la Argentina invierte en forma insuficiente en la innovación en el sector agroalimentario. La experiencia internacional sugiere que una buena estructura de financiamiento no necesariamente debe descansar en forma única en los recursos del Tesoro Nacional. La Argentina ya usa este principio en el caso del sector agroalimentario ya que los recursos para el INTA, que es el principal organismo de investigación pública, es financiado con un impuesto a las importaciones no agropecuarias que provienen de fuera del MERCOSUR.

Este financiamiento podría ser fortalecido en forma sustantiva recurriendo a otras fuentes de financiamiento. Existen varias alternativas, como por ejemplo: a) utilizar una parte de los recursos provenientes de las retenciones a las exportaciones agrícolas, b) acordar con el sector productor la imposición de una tasa a la primera venta de productos agropecuarios. Estos recursos serian administrados por el sector productor con supervisión del estado. El destino de los fondos estaría restringido a actividades en apoyo a la innovación. Este mecanismo es utilizado en otros países como Colombia y Australia.

La implementación de mecanismos de financiamiento del tipo descrito requeriría una Ley especial.

12.4.3. Crear un mecanismo institucional de coordinación del subsistema de ciencia y tecnología en el sector agroalimentario

En las últimas décadas el proceso innovativo se ha hecho más complejo y el número de actores institucionales se ha multiplicado. Las universidades, los organismos públicos como el INTA, las empresas privadas que hacen investigación y desarrollan insumos tecnológicos, algunas entidades de productores como AACREA y APRESID, etc., son actores importantes.

La aplicación de una política de ciencia y tecnología requiere de mecanismos institucionales suficientemente poderosos para definir y articular la política y coordinar las acciones de todos los actores y en particular a las entidades públicas de investigación.

Asimismo, para ser efectiva y sustentable en el tiempo, debe asegurar la participación de los organismos involucrados y los principales actores de la sociedad civil.

Algunos países como Gran Bretaña, México y Colombia han recurrido a la creación de Consejos de Ciencia y Tecnología integrados por el sector público y representantes de distintos sectores de la sociedad para cumplir esta función.

El instrumento principal es la capacidad de los Consejos para decidir la asignación de los recursos públicos asignados a la investigación.

En la Argentina el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva tiene la responsabilidad formal de cumplir con esta función pero no cuenta ni con los mecanismos institucionales ni con los recursos para cumplirla eficazmente. El desarrollo de mecanismos que fortalezcan esta capacidad de articulación y coordinación podría ser una prioridad principal.

12.4.4. Fortalecer dentro de la Agencia, un programa de financiamiento claramente orientado a promocionar y financiar la investigación en las áreas o líneas prioritarias de investigación

La Agencia es el principal instrumento institucional del ministerio para la promoción de la innovación en las áreas, líneas y sectores que se consideran prioritarios. Esta acción sin embargo es insuficiente frente a la considerable autonomía presupuestaria y financiera que tienen los principales organismos de investigación incluyendo las universidades públicas.

En este sentido el fortalecimiento de esta capacidad en la Agencia y la clara definición de una estrategia y de programas específicos debería ser un instrumento central de la política de ciencia y tecnología.

Dentro de estas acciones tres prioridades aparecen como de particular urgencia e importancia:

• Crear un programa especial para la promoción de la investigación y la capacitación en la biotecnología aplicada a la producción agropecuaria.

• Crear un programa especial para el fortalecimiento de los equipos de investigación en tecnologías de procesos de la producción y en la utilización de recursos naturales en las zonas del NOA y NEA.

• Crear un programa especial para estudiar los impactos sociales y ambientales de la expansión de la agricultura y diseñar una estrategia, productiva, de ocupación territorial y de utilización de los recursos naturales que sea social y ambientalmente sustentable.

12.4.5. Crear un programa de apoyo a la capacitación en las 5 familias de tecnología según las prioridades y necesidades identificadas

Si bien las políticas de capacitación son el mandato especifico del Ministerio de Educación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en coordinación con el Ministerio de Educación, debe asumir la responsabilidad, de promover el desarrollo de la oferta de capacitación en las áreas, temáticas y sectores que han sido identificados como de vacancia o en los cuales las demandas futuras exceden tanto la demanda instalada como la futura en función de la posible evolución natural de la oferta en ausencia de una enérgica acción por parte del Estado. En el caso del sector agroalimentario se han identificado áreas en las cuales el desarrollo de recursos humanos es especialmente importante y necesario. El nivel y la orientación de dichas necesidades de capacitación son distintos según sea el área o la familia de tecnologías que se consideren. El programa debería orientar sus acciones en función de estas especificidades.

12.4.6. Crear un mecanismo institucional (observatorio) de seguimiento y análisis de la evolución y necesidades en las 5 familias de tecnologías

El trabajo de prospectiva realizado es solamente una fotografía estática de la situación vigente y de los posibles escenarios futuros. Para ser un instrumento útil para la aplicación de una política de ciencia y tecnología debe convertirse en una visión dinámica y movilizar la reflexión permanente sobre las necesidades del país y del proceso innovativo en el sector agroalimentario.

Para lograr este objetivo es necesario que la misma sea actualizada en forma permanente.

12.4.7. Crear un programa de cooperación con nuestros principales socios comerciales (China, India y Brasil)

Estos programas deberían vincularse con los programas de cooperación que el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva tiene con la UE. El Programa de cooperación debería contar con recursos suficientes para financiar actividades conjuntas de investigación en áreas de interés común y para un efectivo intercambio de información científica e investigadores.

12.4.8. Desarrollar una estrategia para promover la investigación conjunta de las instituciones públicas de investigación con empresas privadas que participan en la creación de conocimientos y tecnologías y en particular para atraer la investigación de las Empresas Trasnacionales

Lograr una mayor actividad de investigación y desarrollo de innovaciones por parte del sector privado es un objetivo central de la política tecnológica. La experiencia internacional sugiere que un instrumento importante para lograr este objetivo es lograr una mayor cooperación entre las instituciones de investigación pública y el sector privado. Para avanzar en esta dirección es necesario contar con mecanismos de financiamiento como FONTAR y también desarrollar marcos normativos apropiados en: a) la gestión de los organismos públicos de investigación para fomentar la cooperación, retribuir a los investigadores que participan y reconocer su labor en los sistemas de promoción y, b) un marco jurídico adecuado para la protección de la propiedad intelectual.

Un caso de especial importancia es la necesidad de crear condiciones institucionales adecuadas para atraer, al país, la investigación desarrollada por las Empresas Trasnacionales. Esto es particularmente importante en las empresas productoras de insumos tecnológicos especialmente las semillas pero también en los sectores de procesamiento de alimentos. Es necesario documentar la experiencia internacional, seleccionar casos exitosos y definir una estrategia apropiada a las condiciones particulares del país.

12.4.9. El establecimiento de alianzas con institucionete;blines púy privadas, y empresas a nivel regional del país

Se debería apoyar la constitución y consolidación, en las diferentes regiones del país, de consorcios públicos-privados-académicos, dirigidos al desarrollo y adaptación de tecnologías en las cadenas productivas propias de cada región, como ya se ha comenzado a hacer en la Agencia con los Proyectos en Areas Estratégicas (PAE) y con los Proyectos Integrados de Aglomerados Productivos (PI-TEC).

12.4.10. Desarrollar una estrategia de apoyo al desarrollo de las industrias de Semillas y de Maquinaria Agrícola

La industria de semillas y de maquinaria agrícola son dos eslabones prioritarios del proceso innovativo en la producción agropecuaria. El desarrollo de una industria nacional eficaz y dinámica que introduzca innovaciones disponibles en el mundo, que desarrolle investigación propia, que sea capaz de articular sus actividades con empresas de dimensión internacional y que pongan a disposición del productor las tecnologías necesarias para la competitividad internacional son elementos imprescindibles.

La experiencia internacional muestra que las industrias tecnológicas tienen grandes dificultades para desarrollarse si no cuentan con el marco normativo adecuado y si no cuentan con un adecuado apoyo del Estado. El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva debería definir una estrategia para la promoción de estos dos sectores que incluya: a) el seguimiento permanente del desarrollo del sector, de sus necesidades y de las oportunidades existentes, b) la evaluación del marco normativo existente y el desarrollo de las actividades necesarias para fortalecerlas y, c) el financiamiento de investigaciones necesarias en el ámbito de las instituciones públicas.

XIII. EXPERTOS CONSULTADOS EN EL TRABAJO DE PROSPECTIVA AGRO 2020