MINISTERIO DE INDUSTRIA Y TURISMO

SECRETARIA DE INDUSTRIA, COMERCIO Y DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA

Informe: "El Ascenso en las Exportaciones de Bienes de Capital 2003-2008"

La Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa, por intermedio del Centro de Estudios para la Producción, realizó el informe: "El Ascenso en las Exportaciones de Bienes de Capital: 2003-2008". Los diagnósticos y análisis elaborados por este organismo tienen como objetivo brindar información y desarrollar estudios que promuevan una mejor comprensión de la economía, y de su inserción en el mercado regional e internacional, para poder contribuir en el diseño y la instrumentación de políticas públicas destinadas a promover la actividad industrial en el territorio nacional.

PRESENTACION

El Centro de Estudios para la Producción (CEP) —organismo dependiente de la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa— tiene como responsabilidad primaria la asistencia técnica a los funcionarios y autoridades de la Secretaría y del Ministerio de Producción.

Las principales áreas de trabajo del CEP comprenden el seguimiento del nivel de actividad económica y el intercambio comercial, el análisis de la coyuntura de los diferentes sectores productivos y de las políticas en curso, el monitoreo de la inversión en el sector industrial, con particular atención a los gastos en innovación productiva.

El CEP genera y procesa información estadística actualizada, elabora informes y estudios acerca de los principales temas que hacen al desempeño de la industria y el comercio exterior argentino. Dichos trabajos se difunden, a través de su publicación periódica —Síntesis de la Economía Real— y de su página de Internet, a las demás áreas de la Administración Pública, al ámbito político-legislativo, a la comunidad empresarial y académica, a las ONG´s y al conjunto de la sociedad.

Asimismo, el CEP tiene particular interés en establecer vínculos de cooperación con instituciones análogas e interactuar con los diferentes agentes u organizaciones, cuyas actividades se encuentren relacionadas con las áreas temáticas mencionadas.

En definitiva, el CEP busca con su labor contribuir a la definición de una política económica que promueva un proceso de industrialización dirigido a la construcción de una matriz productiva integrada, con mayor generación de valor agregado e incorporación de tecnología, que permita consolidar un modelo de desarrollo económico con equidad en la Argentina.

INTRODUCCION

Entre 2003 y 2008, las exportaciones de bienes de capital de la Argentina aumentaron de 894 a 3.790 millones u$s, esto es, a una tasa del 324% (cuadro 1). Este ritmo de crecimiento superó el experimentado por las ventas externas totales del país (138%), durante ese período y, también, el de las exportaciones industriales MOI (186%). Como proporción de estas últimas, las colocaciones de bienes de capital ascendieron del 11.6% en 2003 al 17.3% en 2008.

En todo país, el sector de bienes de capital tiene una gran significación en términos de su desarrollo industrial. Se trata, en primer lugar, de la rama manufacturera creadora de capacidad productiva, por excelencia. Por otra parte, constituye el núcleo capaz de transmitir el progreso técnico hacia el resto de las áreas de la economía nacional. Ello implica que la industria de maquinaria y de equipos ejerce una influencia directa sobre los niveles y la evolución de la productividad y, asimismo, constituye la base material para la expansión de las manufacturas fabricadas localmente en el mercado mundial.

Históricamente, el sector de bienes de capital de la Argentina creció y se consolidó bajo el impulso de políticas sustitutivas y de promoción de la actividad industrial. No obstante, se vio afectado por las estrategias de apertura, basadas en reducciones arancelarias drásticas y en la apreciación cambiaria, como la impulsada en los años noventa. Durante la convertibilidad, la aplicación de esas políticas dio lugar a fuertes caídas en ramas tales como maquinaria eléctrica, material ferroviario, industria naval y otras. La recomposición de las condiciones de rentabilidad operadas desde la salida de aquella etapa, posibilitaron el inicio de la actual fase de expansión.

El curso exportador de los bienes de capital en 2003-2008 se desplegó sobre la base de un incremento de la oferta interna de estos equipos. Las ramas manufactureras que los generan ostentaron, en ese período, el mayor crecimiento de la producción física y del empleo asalariado y, asimismo un gran volumen de inversiones. En efecto, la economía nacional registró una gran demanda de bienes de equipo y de material de transporte fabricados localmente, que se dio en forma paralela al aumento de la demanda externa.

El valor FOB de 3.790 millones u$s exportado en 2008 abarca tanto material de transporte —camiones y ómnibus— como bienes de equipo reproductivo. A diferencia de la primera rama, que se encuentra concentrada en terminales de grandes dimensiones, el resto de los bienes de capital es fabricado, en una elevada proporción, por empresas medianas y pequeñas. Los datos del período muestran que un número cada vez mayor de PyMEX del sector se consolidó en los mercados externos. Así, entre 2003 y 2008 se cuadruplicó el número de empresas exportadoras —de 30 a 125 firmas— que efectuaron envíos al exterior por una cifra superior a los 3 millones u$s anuales, cada una de ellas.

Por otra parte, la participación de los diferentes tipos de bienes de capital argentinos en el mercado exterior es heterogénea. Aún cuando todas las ramas hayan aumentado sus exportaciones, esta transnacionalización fue mucho más acentuada en algunas de ellas, como material de transporte y maquinaria para el campo. Cabe destacar que la Argentina es un país de desarrollo intermedio que exhibe una significativa brecha tecnológica con la industria de bienes de equipo de las naciones avanzadas y que esa brecha se agudizó en los años noventa. Además, en los últimos tiempos han surgido poderosos oferentes en el mercado mundial, como China, que ha obtenido sustanciales ganancias en la región, desplazando a los países industrializados, como se verá más adelante.

El ámbito de expansión de las firmas locales es América del Sur y, en particular, Brasil, un país que posee un mayor desarrollo en la producción de bienes de capital que el nuestro y con el cual existe un relevante intercambio intraindustrial. Aún cuando el despliegue exportador de las firmas locales haya sido muy considerable durante 2003-2008, tanto las restricciones de la oferta nacional en materia de diversificación y de nivel de tecnología, como la gran competencia por parte de China y de otros proveedores, constituyen factores que condicionan el ritmo de avance en los diferentes destinos.

En gran parte, el espacio ganado en la región ha sido resultado de diversos acuerdos comerciales y de procesos de integración. Los mayores índices de intercambio se registran en el MERCOSUR y el crecimiento más reciente se obtuvo en Venezuela, en virtud de los acuerdos bilaterales. Ello indica que la vigencia de las preferencias regionales ha impulsado los flujos de exportación e importación dentro del área. No obstante, no se trata de un proceso lineal porque algunos países sudamericanos, como Chile, han concretado, últimamente, extensas negociaciones con socios de otros bloques económicos, que pueden mellar el alcance de los beneficios intrarregionales.

Tras esta introducción, el presente trabajo consta de las siguientes secciones. En primer lugar, se presentan diversos indicadores sobre la producción y las exportaciones de bienes de capital, en 2003-2008. En segundo término, se examina la composición y la dinámica exportadora de las principales ramas. En tercer lugar, se analiza la estructura de las firmas exportadoras tomando en cuenta el tamaño de sus ventas externas. A continuación se aborda el cuadro de destinos de los bienes de capital. Por último, se estudia la participación relativa de las empresas locales en los principales países compradores.

LAS EXPORTACIONES DE BIENES DE CAPITAL: PRECIOS Y CANTIDADES

El universo de exportaciones a analizar son los bienes de capital, según la clasificación por uso económico del INDEC (1). Sobre este valor FOB, se realizaron ajustes para excluir operaciones comerciales (en particular, la reexportación de aviones de líneas aéreas) (2). Cabe aclarar, asimismo, que todos estos bienes que se analizan constituyen manufacturas de origen industrial (MOI) (3).

Todo el estudio encarado será llevado adelante en valores FOB, esto es, en dólares corrientes, no siendo posible analizar su evolución en términos físicos, debido a la falta de datos estadísticos. Esta limitación obedece a que se está frente a un conjunto de múltiples bienes y a que la canasta de exportaciones varía año tras año. Ello plantea dificultades para el cálculo de cifras por precios y cantidades, con un suficiente nivel de desagregación (por partidas, por ejemplo).

Pero, si bien no se puede determinar, con un satisfactorio grado de precisión, los movimientos de cotizaciones y de cantidades registradas en el amplio sector de los bienes mecánicos y eléctricos, las variaciones de precios que esos bienes registraron durante este período, han sido relativamente bajas, sobre todo, si se las compara con las exportaciones MOI y con las totales.

Entre 2003 y 2008, el precio medio de máquinas y aparatos y material eléctrico subió un 7% y el de material de transporte aumentó un 5% (cuadro 2). Estas tasas de variación contrastan con las alzas de precios verificadas por el conjunto de las exportaciones MOI (44%) y, sobre todo, por las exportaciones totales (69%), en este período.

Esta relativa estabilidad de los precios, durante esos años, permite afirmar que el gran crecimiento de las exportaciones de bienes de capital, del 324%, se corresponde, casi enteramente, con un dinamismo de las cantidades. Naturalmente, esta consideración sobre la evolución de los precios se refiere al promedio y podría no cumplirse cuando se está frente a segmentos particulares de productos.

La producción interna de bienes de capital

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), entre 2003 y 2008, el sector manufacturero total creció, en volúmenes físicos, en un 58%. Por su parte, el empleo se expandió en un 33% (cuadro 3). Dentro de este conjunto, las dos ramas industriales que tienen una mayor significación en la producción interna y en la exportación de bienes de capital mostraron un desempeño muy positivo, superior al registrado por el nivel general.

Esas ramas son la 29 (CIIU), de fabricación de maquinaria y equipo, y la 34 (CIIU), de vehículos automotores. La fabricación de maquinaria y equipo experimentó, entre aquellos años, una suba del volumen físico del 92% y su empleo aumentó el 66%. Por su parte, la de material de transporte verificó alzas notables, en igual período, del 124% en los volúmenes y del 105% en la ocupación de mano de obra. Por consiguiente, estas dos actividades productivas de bienes de capital, que generan la parte más significativa de las exportaciones sectoriales, tal como se refleja en la última columna del cuadro 3, se han destacado por una notable contribución a los niveles de actividad y del empleo, muy por encima del promedio del conjunto de la industria. Otras ramas de bienes de capital, como aparatos de radio y televisión, instrumentos de precisión y, maquinaria y aparatos eléctricos también exhibieron crecimientos del volumen físico que están por encima del nivel general.

------------

(1) El INDEC publica las importaciones CIF mediante este ordenamiento por uso económico. En este trabajo, se procesaron los datos de exportaciones FOB por esta clasificación.

(2) En 2008, la exportación de aviones fue de 716 millones u$s, esta suma corresponde, en casi su totalidad, a reventas efectuadas por aerolíneas comerciales.

(3) Para ello, se excluyeron también las partidas 0101, 0102 y 0103, correspondientes a reproductores animales.

Cabe señalar, sin embargo, que todas estas ramas industriales comprenden la fabricación, en forma conjunta, tanto de bienes de capital como de bienes de consumo durable (automóviles, electrónica, línea blanca) y de otros tipos de productos. Debido a la falta de datos estadísticos que separen estas distintas clases de bienes, las cifras del cuadro anterior constituyen un indicador que expresa, sólo de manera aproximada, la evolución del producto y del empleo en el sector industrial que estamos analizando.

Otro aspecto importante está dado por la demanda interna de bienes de inversión producidos localmente, que se registró en la economía argentina durante 2003-2008, tal como lo muestra el cuadro 4.

Estos datos demuestran que el aumento de la producción de bienes de capital no sólo se dirigió a los mercados externos sino que abasteció un gran crecimiento de la demanda interna de inversión, con bienes producidos localmente. Así, la inversión fija en maquinaria y equipo durable creció, en esos años, un 154%, en tanto que la inversión en material de transporte de origen nacional lo hizo en 251%.

Además de los aumentos verificados en la producción y en la demanda interna de bienes de capital, los datos disponibles indican que los sectores manufactureros fabricantes de esa clase de bienes realizaron, entre 2003 y 2008, sustanciales inversiones, lo cual redundó en incorporación de progreso tecnológico. El cuadro 5 presenta una estimación del CEP de la inversión realizada por esos sectores en importaciones de bienes de capital reproductivo. Cabe destacar que estamos frente a una estimación de importaciones de bienes de capital por rama industrial, que se circunscribe sólo a aquellos equipos que amplían en forma directa la capacidad productiva de la rama considerada.

En 2003, la rama mecánica y de material de transporte habían efectuado importaciones de equipamiento por 182 millones u$s. En 2008, ese monto ascendió a 795 millones u$s, esto es, aumentó un 338%.

El contenido tecnológico de los bienes de capital

Se finaliza esta introducción con un análisis del contenido tecnológico de las exportaciones argentinas de bienes de capital vis-à-vis el de las exportaciones industriales (MOI). Para ello se ha clasificado ambos tipos de exportaciones, de acuerdo al criterio de la OCDE, en cuatro grupos, según su contenido tecnológico sea: 1) alto, 2) medio-alto, 3) medio-bajo y, 4) bajo. Si bien la aplicación de algunos criterios de esta clasificación son discutibles para los países subdesarrollados (por ejemplo, no tomar en cuenta el grado de integración local de la producción), su empleo en esta sección sólo tiene por finalidad comparar la diferencia que existe en el contenido tecnológico de los bienes de capital y de las MOI.

El cuadro 6 brinda este ordenamiento de las exportaciones MOI y de las de bienes de capital, para los años 2003 y 2008 y permite comprobar la diferencia de calidad que existe entre unas y otras. En las MOI (21.970 millones u$s en 2008), predominan los bienes de tecnología medio-alta, que representan el 61% del total, en 2008. A su vez, los de composición alta equivalen al 8%. En conjunto, estos dos estratos suman el 69% de las MOI.

En las exportaciones de bienes de capital (3.790 millones u$s en 2008), la suma de bienes de tecnología alta y medio-alta representó, en cambio, el 94% de las ventas totales. Dentro de ese subtotal, las de tecnología medio-alta ascienden al 87% y las de alta, al 7%.

La clasificación de uno y otro tipo de exportaciones por su contenido tecnológico muestra que los bienes de capital, además de haber registrado un crecimiento superior al de las MOI, poseen una mayor complejidad. Tal circunstancia tiene una relevancia particular, porque el aumento a una tasa más alta de exportaciones pertenecientes a ramas con elevada composición técnica, ejerce un definido efecto inductor sobre las innovaciones en las firmas productivas que las fabrican y, también, en aquéllas que les proveen de insumos.

Exportaciones totales del complejo mecánico

Como se señaló más arriba, la producción de bienes de capital constituye una parte del volumen total generado en los establecimientos del sector, porque estos fabrican, en forma conjunta, bienes de consumo y de otro tipo, con destino al mercado interno y al exterior. El gráfico 1 presenta la composición de las exportaciones totales generadas dentro del sector productor de bienes de capital (que comprende las ramas 28 a 36 de la CIIU). Entre 2003 y 2008, estas exportaciones totales ascendieron de 2.736 a 9.825 millones u$s.

La exportación total de este sector productivo en 2008, de 9.825 millones u$s, comprendió ventas de bienes de capital por 3.790 millones u$s, de autos por 2.829 millones u$s, de piezas y accesorios por 2.455 millones u$s, de bienes intermedios por 499 millones u$s y de bienes de consumo por 251 millones u$s. Además, entre 2003 y 2008, las ventas de bienes de capital aumentaron su participación, al pasar del 33% al 39% de estas exportaciones.

LAS EXPORTACIONES DE BIENES DE CAPITAL ENTRE 2003 Y 2008

El cuadro 7 presenta la evolución de las exportaciones argentinas de bienes de capital durante 2003-2008, de acuerdo a la clasificación CIIU. Cabe hacer referencia a dos cuestiones muy importantes. En primer lugar, debe señalarse el considerable predominio que posee material de transporte en el total, con 2.395 millones u$s, en 2008. A su vez, maquinaria y equipo figura en segundo lugar, con 864 millones de dólares. El resto de las exportaciones exhibe valores FOB apreciablemente por debajo de aquellas cifras. La diferencia que existe entre material de transporte y el resto de los sectores exportadores de bienes de capital no se limita sólo a los valores transados, sino que también se vincula con el tipo de lógicas de producción y comercialización las empresas. La fabricación de camiones, de ómnibus y de tractores para remolques está en manos de un reducido número de firmas de carácter multinacional, que opera de acuerdo a un patrón de intercambio intraindustrial con el Brasil y en el marco de estrategias de producción y exportación decididas a nivel global.

Además, la propia dimensión que tiene este sector determina que, en estos años, haya sido el factor más decisivo en el proceso de internacionalización de la producción industrial argentina. Por otra parte, sus estándares tecnológicos se corresponden, en la mayoría de los casos, con la frontera productiva. En los restantes sectores exportadores de bienes de capital, en cambio, actúan predominantemente firmas de tamaño mediano y pequeño, cuyo crecimiento ha estado impulsado, en forma tradicional, por el mercado interno y cuyos niveles tecnológicos muestran mayores brechas con los países avanzados.

El segundo aspecto a considerar es que todos los sectores exportadores exhibieron tasas de crecimiento altos y estos incrementos son reflejo de un gran dinamismo en algunas ramas. Así, la rama con una mayor expansión fue material de transporte, con una variación del 430% en el período 2003-2008. El cuadro 7 destaca, también, una subrama de maquinaria y equipo, la de maquinaria agrícola (clase 2912 de la CIIU), cuyo crecimiento exportador en el período fue del 1.174%, entre esos años (4). Por otra parte, en el período más reciente, también se han manifestado avances importantes. Así, entre 2007 y 2008, las exportaciones de maquinaria y aparatos eléctricos (rama 31 de la CIIU) aumentaron un 55%, con fuertes incrementos en los envíos a Brasil, Venezuela y Estados Unidos.

Tras esta visión general, en las secciones siguientes, se efectuará un análisis más desagregado de las diversas exportaciones de bienes de capital.

-------------

(4) Síntesis de la Economía Real. El salto exportador y la recuperación productiva de maquinaria agrícola en 2003-2008. Tercera Epoca. N° 58. Diciembre de 2008, páginas 75-91. Este trabajo citado incluye las exportaciones de los bienes de capital y de todos los implementos agrarios.

Las exportaciones de maquinaria y equipos

Las exportaciones de maquinaria (rama 29 de la CIIU) ascendieron, entre 2003 y 2008, de 274 a 862 millones u$s (5). En la Argentina, la composición de las exportaciones de maquinaria general y especial se caracteriza por una apreciable heterogeneidad a nivel de productos. El cuadro 8 brinda el valor FOB y las tasas de aumento de las partidas (cuatro dígitos del nomenclador común del MERCOSUR) que son superiores a los 10 millones u$s. En primer lugar, con una suba del 432%, entre 2003 y 2008, figura aparatos de destilación y prensa (8419), que incluye bienes de equipo para la industria alimenticia y petrolera, como así también, aparatos de torrefacción y prensas especiales. Las bombas para líquidos (8413) se aplican a distintos usos, tales como construcción (obra pública y residencias), bombeo de agua y de gasolina y servicios de canalización hidráulica. Por su lado, las bombas y los surtidores de gas (8414), se han desarrollado al ritmo de la industria local del gas natural comprimido (GNC).

La partida 8479 engloba diferentes aparatos de composición muy variada, tales como máquinas para amasar, para extracción de aceites y, también equipos para trabajar metales. En quinto lugar, aparecen elevadores y montacargas (8428), con ventas externas de plataformas aéreas, montavehículos y elevadores para discapacitados. Los filtros de aceites y de gases (8421) son demandados por diversas industrias y exhiben la tasa de crecimiento más moderada (56%) dentro de las partidas que estamos examinando. Las envasadoras de alimentos (8422) consisten en empaquetadoras y enlatadoras diversas.

A continuación de estas partidas que en 2003 ya exhibían valores considerables de facturación externa, en este cuadro 8, aparece también un conjunto de bienes de capital agrícola, con tasas de incremento muy altas. Se trata de sembradoras (8432), cosechadoras (8433), tractores agrícolas (8701) y máquinas diversas para la agricultura (8436). En conjunto, esta rama de maquinaria agrícola ha experimentado una notable inserción en diversos mercados mundiales y constituye un factor nuevo y muy dinámico en el perfil exportador industrial de nuestro país.

Fuera de estos elementos, también es posible destacar otros aspectos importantes. En primer lugar, la relativa heterogeneidad del sector de maquinaria; por un lado, cada partida exportada incluye diversos tipos de equipos y, por el otro, se observa que las exportaciones de un buen número de maquinarias registran valores FOB muy significativos. Un segundo hecho a considerar es que estas producciones revelan una cierta especialización. Además de la maquinaria orientada a la actividad agrícola, las exportaciones de mayor valor FOB están dirigidas, asimismo, a la industria alimenticia, a la gasífiera y petrolera, a la automotriz y a la construcción. En tercer lugar, en varios casos, las colocaciones en el exterior no están hechas por el propio fabricante sino que forman parte de proyectos de inversión o de ingeniería, en los cuales la venta de la máquina es parte de un negocio más amplio. Por último, en una considerable proporción, se trata de exportaciones de contenido tecnológico medio-alto, de acuerdo a la clasificación de la OCDE.

-------------

(5) Por razones de una mejor presentación, las exportaciones de reactores nucleares (8401), que corresponden a la rama 23 de la CIIU, de fabricación de coque, productos de la refinación del petróleo y combustible nuclear, han sido incluidos en este sector.

Las exportaciones de maquinaria de menor valor relativo

Más allá de las colocaciones recién analizadas, el cuadro 9 muestra otro conjunto de partidas de maquinaria y equipo (de entre 1 y 10 millones u$s) que, por su dinámica, entre 2003 y 2008, tiende a acerc arse a las primeras. El cuadro está encabezado por las exportaciones de reactores (8401) fabricados por la empresa estatal INVAP (Neuquén). También figuran en este cuadro envíos de balanzas, clasificadores de materiales diversos, quemadores para estufas, máquinas de ordeñe y para la industria lechera, explanadoras y niveladoras, tornos, topadoras frontales y hornos industriales.

El subtotal seleccionado de exportaciones de menor valor FOB, del cuadro 9, promedia una tasa de aumento del 518%, que está por encima del incremento promedio del total de maquinaria (214%), lo que expresa el potencial de estas partidas de menor valor relativo. Debe señalarse, asimismo que estos porcentajes de variación muy elevados, se encuentran influidos, en parte, por el bajo nivel de los valores iniciales (2003).

Cabe hacer dos observaciones finales. En primer lugar, muchos casos de exportaciones de maquinarias (y, también, de otros tipos de bienes de capital) suponen la fabricación de bienes a pedido y esta producción puede exigir un tiempo relativamente largo, como es el caso de embarcaciones, turbinas y otros. Esto explica que, aún en el caso de exportadores medianos, su flujo de ventas externas pueda no registrar movimientos en determinados años. En otros casos, esta intermitencia se explica porque el fabricante produce para el mercado interno y sólo exporta en forma ocasional. En segundo lugar, el análisis de la información por empresa permite constatar un amplio predominio, en cuanto a valores FOB, de operaciones de exportación a cargo del propio fabricante. No obstante, existe un gran número de exportaciones a cargo de firmas que no son productores de bienes de capital, generalmente, por menores montos en dólares, y ello obedece a dos razones. En un caso, se está frente a empresas comerciales especializadas en intermediar con el exterior. En otros, son firmas industriales o de servicios que exportan, en forma directa, un bien de capital que tenían en uso, porque decidieron reemplazarlo por otro distinto.

Las exportaciones de instrumental de precisión

Entre 2003 y 2008, las exportaciones de instrumental de precisión (rama 33 de la CIIU) subieron el 209%, al ascender de 68 a 212 millones u$s. Esta rama comprende diversos tipos de bienes. En primer lugar, instrumentos de regulación automática (9032) que son empleados por la industria automotriz, con una tasa de incremento del 170%, en el período. En segundo término, los contadores de gas (9028), destinados a la infraestructura y distribución de ese servicio, aumentaron 85%.

En tercer lugar, se destacan diversas partidas de medicina y de instrumental hospitalario, con una tasa de aumento superior al promedio. Entre estos bienes para medicina, se cuentan equipos para diagnóstico, neonatología, neumología, anestesiología y para diversas clases de implantes. Se caracterizan por una continua innovación de productos y de procesos. Por último, también se registran exportaciones de radares, que han pasado de 200.000 a 4 millones u$s, entre 2003 y 2008.

Las exportaciones de material de transporte

Entre 2003 y 2008, las exportaciones de material de transporte (bienes de capital de las ramas 34 y 35 de la CIIU), ascendieron de 452 a 2.395 millones u$s (cuadro 11). En este último año, representaron el 63% de las ventas totales del sector que analizamos. En su mayor parte, consistieron en exportaciones de camiones (1.875 millones u$s), que son fabricados por siete terminales. Las colocaciones de ómnibus para pasajeros (187 millones u$s) están a cargo de un solo fabricante. Asimismo, se exportan tractores para remolques y para la construcción (212 millones u$s). Estas exportaciones son parte de una intensa corriente de comercio intraindustrial con Brasil. En este país, las exportaciones de camiones y ómnibus también constituyen una rama muy dinámica.

Los años noventa representaron un fuerte retroceso para otros sectores de material de transporte, como la industria de material ferroviario y la naval. La primera no ha podido recobrarse y no registra colocaciones en el mercado mundial. En cambio, la actividad de astilleros y de reparación de buques ha recuperado terreno. Si bien parte de las cifras consignadas puede corresponder a reexportaciones (que son hechas habitualmente por las compañías petroleras), en 2008 se registraron dos ventas externas muy significativas, una a Paraguay por parte de un armador privado (16 millones u$s) y otra a los Estados Unidos, a cargo de Astilleros Río Santiago (22 millones u$s).

En material de transporte terrestre, ha despegado también la exportación de vehículos especiales, tales como vehículos con grúas hidráulicas e hidroelevadores, tolvas para el campo y otros, con una tasa de crecimiento del 593%. También se expandió la exportación de remolques y semirremolques, con una tasa de aumento del 596% y con exportaciones a cargo de una treintena de fábricas y de talleres.

Las exportaciones de productos elaborados de metal

Esta clase de exportaciones, pertenecientes a la rama 28 de la CIIU, subió de 31 a 114 millones u$s. En su mayor proporción, consisten en depósitos de diverso tipo, tales como garrafas para gas, que totalizaron 52 millones u$s en 2008 y tambores de aluminio, con 24 millones u$s. Se trata de productos que consiguieron una considerable inserción en todos los países vecinos.

Las herramientas muestran una baja presencia en el mercado internacional y representan sólo alrededor del 10% de este conjunto de exportaciones. Por otra parte, su crecimiento es más bajo, del 88% en llaves de mano y del 69% en herramientas. Este comportamiento exportador relativamente moderado es reflejo, en gran parte, del gran avance de la industria china de herramientas, a nivel mundial.

Las exportaciones del resto de los sectores de bienes de capital

El cuadro 13 muestra la evolución de las exportaciones de las ramas 30, 31, 32 y 36 de la CIIU, consideradas en su conjunto. Varias partidas muestran avances en los mercados externos. En particular, se destacan las exportaciones de la rama eléctrica (CIIU 31), que en los últimos años exhiben un gran crecimiento exportador y una fuerte recuperación productiva con respecto a los años noventa. Un indicador de su dinamismo lo expresa la tasa de crecimiento de sus ventas al exterior que, entre 2007 y 2008, fue la más elevada de todas las ramas CIIU que se analizaron (cuadro 7). Así, las colocaciones de la partida 8504 —que comprende transformadores y autotransformadores eléctricos, muchos de ellos de mediana potencia, así como medidores, probadores y equipos de electrificación rural— registraron, en el período 2003-2008, una variación del 302%, al pasar de 16 a 65 millones u$s. Sus principales destinos son Venezuela, Brasil y Estados Unidos. A su vez, los motores y generadores subieron a un ritmo similar (299%), de 5 a 19 millones u$s y son enviados, principalmente, al Brasil. Los grupos electrógenos verificaron un alza del 474%, habiendo ascendido de 2 a 14 millones u$s, entre 2003 y 2008.

Asimismo, los aparatos de telefonía (8517) exhibieron un notable alza, entre estos años, del 991%, con exportaciones de centrales telefónicas y de máquinas para tarifar, en su mayoría, a Uruguay y a Paraguay. Los muebles de carácter industrial (9403) subieron de 9 a 26 millones u$s, con una estructura diversificada de destinos.

LAS EXPORTACIONES DE BIENES DE CAPITAL SEGUN EL TAMAÑO DEL EXPORTADOR

La evolución registrada por los bienes de capital determinó, entre 2003 y 2008, el aumento del número de empresas exportadoras y, al mismo tiempo, la consolidación de las mismas en el mercado mundial, en términos de sus valores facturados. No obstante, dentro del universo de estas empresas, se constata una escala muy amplia en términos de los valores FOB exportados anualmente. Para analizar el tamaño de estas firmas es necesario considerar, en primer lugar, que la producción y ventas de material de transporte se encuentra dominado por grandes establecimientos. Debido a esta circunstancia, se presentarán dos cuadros de tamaño del exportador por separado. El primero corresponde a las exportaciones de todos los bienes de capital (3.790 millones u$s en 2008). El segundo, hace referencia a esas exportaciones, sin material de transporte (1.395 millones u$s en 2008).

Para este estudio, se sigue el criterio del CEP, que clasifica las firmas en los siguientes grupos según su valor FOB anual en: 1) más de 3 millones u$s, 2) entre 400.000 y 3 millones u$s, 3) entre 100.000 y 400.000 u$s y, 4) entre 3.000 y 100.000 u$s (6).

--------------

(6) No se toman en cuenta los exportadores con ventas inferiores a 3.000 u$s, que en conjunto sumaron un valor FOB total de un millón u$s, en cada uno de los tres años considerados.

El cuadro 14 muestra el comportamiento de las exportaciones totales de bienes de capital de estos cuatro estratos de firmas, entre 2003 y 2008. Si bien todos ellos registraron un crecimiento, el rasgo notable está dado por el gran aumento de las colocaciones del grupo 1 (valor FOB superior a 3 millones u$s), que obtuvo una tasa de incremento del 474%.

Para indagar en qué medida este aumento del grupo superior podría estar causado por la gravitación que tienen las terminales automotrices, el cuadro 15 ofrece esa misma clasificación, pero excluyendo las empresas exportadoras de material de transporte. De esta forma, se busca eliminar el sesgo que pueden introducir las grandes plantas de camiones y ómnibus, en el análisis de las exportaciones por tamaño de firma. Sin embargo, este cuadro 15 contiene resultados similares a los recién vistos.

Entre 2003 y 2008, los cuatro grupos del cuadro 15 contabilizan aumentos en el valor exportado. Además, las exportaciones del grupo de mayores ventas, verifican un incremento del 431%, que es similar al registrado en el cuadro 17, de exportaciones totales de bienes de capital.

Esta notable evolución de las firmas pertenecientes al grupo superior obedece a dos factores principales. Primero, a las mayores ventas obtenidas por las empresas que en 2003 ya operaban en esta franja. En segundo término, como se verá a continuación, ello se explica también por la incorporación de nuevas firmas a este grupo, debido a que muchas empresas que registraban valores FOB relativamente bajos en 2003 lograron aumentos en su facturación externa anual.

El número de empresas exportadoras por tamaño

El cuadro 16 presenta la evolución del número de exportadores del conjunto de los bienes de capital. Entre 2003 y 2008, la cantidad de firmas con envíos al exterior creció de 2.718 a 3.723. Resulta sugestivo el hecho de que las empresas del grupo 1, que realizan ventas por más de 3 millones u$s, se cuadruplicaron en ese período, al pasar de 30 a 125 firmas.

Este crecimiento significa que no sólo se ha operado, entre 2003 y 2008, un gran aumento de las exportaciones de bienes de capital, sino que además ello ha ido acompañado por la consolidación y el crecimiento de una franja de empresas transnacionalizadas, que opera en este ámbito.

Ello ocurre en el grupo 1, con más de 3 millones u$s y, también, en el grupo 2, en el cual las firmas poseen una facturación anual que va de 400.000 a 3 millones u$s y cuyo número ascendió de 224 a 432 empresas. Esto implica el avance de un segmento de firmas industriales que, por el monto de exportaciones anuales, se encuentra en mejores condiciones para introducir mejoras en la calidad y reducciones en los costos, de invertir en bienes de equipo, de adaptar técnicas más acordes con la mejor práctica y de montar departamentos internos de comercio exterior, que permitan sostener esta actividad.

La concentración por provincia de las exportaciones de bienes de capital

A nivel geográfico, la exportación de los bienes totales de capital se caracteriza por una marcada concentración. Las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba totalizan el 90% de las ventas externas sectoriales en 2008 y ello es reflejo de la concentración que se verifica en la esfera de la producción y asimismo del hecho de que las terminales automotrices están radicadas en estas jurisdicciones (cuadro 17). En contraste, la participación de estos tres distritos en las exportaciones MOI es apreciablemente menor (75%).

A su vez, dentro de las tres grandes provincias existe una diferencia pronunciada entre el valor FOB de bienes de capital de Buenos Aires, de 2.614 millones u$s en 2008 y el de Córdoba y de Santa Fe, de 473 y de 306 millones u$s, respectivamente. Otros distritos con exportaciones de este tipo son la ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Tierra del Fuego, San Luis y Entre Ríos.

Otro dato muy importante es que el coeficiente exportaciones bienes de capital/exportaciones MOI ha subido en las distintas provincias. Ese porcentaje, en 2008, es del 21% en Buenos Aires, del 23% en Córdoba y del 16% en Santa Fe. La mayor proporción corresponde a Tierra del Fuego, con el 31% que, al mismo tiempo, registra el mayor crecimiento relativo, entre 2003 y 2008.

EL DESTINO DE LAS EXPORTACIONES DE BIENES DE CAPITAL

América del Sur es el mercado más importante para los bienes de capital fabricados en el país (cuadro 18). En 2008, el 73% de los 3.790 millones u$s se colocaron en esta región y este porcentaje llega al 80% cuando se toma en cuenta México y América Central. Estados Unidos es el mayor adquirente no latinoamericano, con una proporción del 2% en nuestras ventas de estos bienes.

Alemania, Francia, Rusia y Reino Unido son los principales clientes europeos. A su vez, la República Sudafricana y Vietnam lideran las compras en Africa y en Asia.

Esta estructura de destinos de exportación se explica por una serie de razones. En primer lugar, la brecha tecnológica existente con los países avanzados, limita nuestra acceso a esos mercados en una franja considerable de productos; esta restricción no rige para material de transporte. Por el contrario, en América del Sur, todos nuestros compradores, con la excepción del Brasil, tienen un menor desarrollo industrial y, por consiguiente, nuestra oferta se adecua a los estándares tecnológicos de sus requerimientos. En segundo término, el mercado regional surgió históricamente bajo el impulso de acuerdos comerciales y del otorgamiento de preferencias recíprocas y ello ha continuado hasta el presente y constituye, además, un ámbito incipiente de integración productiva. Asimismo, la venta de un bien de capital, por lo general, está relacionada con una serie de servicios tales como ingeniería, instalación, reparación, mantenimiento y con la provisión de repuestos. Por su cercanía geográfica y por la capacitación de su mano de obra, la Argentina tiene una ventaja en estos rubros.

En este análisis de los países de destino de los bienes de capital, la preponderancia de material de transporte en el valor FOB anual determina un sesgo a favor del principal comprador, Brasil. Para examinar más de cerca esta cuestión, se ha desagregado el cuadro 18 en dos distintos. El primero comprende sólo las exportaciones de material de transporte y el segundo, las del resto de los bienes de capital.

El cuadro 19 exhibe los cinco principales destinos de material de transporte, que dan cuenta de tres cuartos (74%) de estas exportaciones en 2008. Brasil ostenta un coeficiente del 48%, apreciablemente superior a su participación en nuestras ventas totales de bienes de capital, del 37%. En segundo término, aparece México, con una proporción del 15%. Se trata de los dos países con los cuales la Argentina mantiene un mayor intercambio intraindustrial en la rama automotriz.

La República de Chile, Venezuela y Paraguay son los tres destinos restantes que presentan una menor participación en el valor FOB total de estas exportaciones. Fuera de estas naciones, se destacan varios destinos en expansión, entre ellos varios europeos y centroamericanos. Por otra parte, las mayores ventas argentinas a Sudáfrica y a Vietnam se explican por las colocaciones automotrices.

El panorama presenta cambios cuando se consideran los restantes bienes de capital (cuadro 20). En el grupo de los cinco principales compradores (55% del conjunto en 2008) figuran sólo naciones sudamericanas y cuatro de ellas, son miembros plenos o asociados del MERCOSUR. Brasil es el principal comprador de estos bienes de capital, aunque su participación en nuestras exportaciones de este tipo es del 20%.

Otro elemento significativo a destacar es el crecimiento de las ventas de bienes de capital a Venezuela, cuya participación subió del 2% al 12%, entre 2003 y 2008. Esta evolución se vincula a un acuerdo integral de cooperación bilateral a nivel gubernamental que contempla, además, la asistencia técnica argentina para el desarrollo de las empresas industriales y un cronograma de provisión de maquinaria agrícola y de bienes de equipo a cambio de importaciones de energía.

LA INSERCION EN LOS PRINCIPALES PAISES

El hecho de que las exportaciones de bienes de capital argentinas hayan crecido a una tasa tan elevada a sus principales destinos, nos lleva a preguntarnos cuánto representa nuestra producción en el total importado de bienes de capital en cada una de esas economías.

Este análisis será llevado a cabo para los siete países sudamericanos en los cuales nuestros bienes de capital cuentan con una mayor presencia relativa. Ellos son, en orden de importancia, Uruguay, Bolivia, Brasil, Paraguay, Perú, Chile y Venezuela. En conjunto, dan cuenta del 64% de las ventas argentinas de bienes de capital efectuadas en 2008.

Aún cuando estos siete países compartan elementos comunes, tal como su pertenencia a la ALADI, también exhiben diferencias entre sí. En primer lugar, la vinculación entre Argentina y Brasil está fuertemente marcada por una lógica de comercio intraindustrial. Segundo, el tamaño relativo de esas siete economías es distinto entre sí; Brasil es el mayor productor industrial del subcontinente en tanto que algunas de ellas tienen un limitado desarrollo manufacturero. En tercer término, las políticas de asociación comercial con otros bloques también guardan diferencias, como se señaló en referencia a Chile y ello incide sobre las condiciones de competencia que se deben afrontar en ellos.

Para este análisis, se emplearán las estadísticas de la base de datos COMTRADE, reprocesadas para obtener cifras de bienes de capital. En esta sección, en vez de tomar, para cada año, el valor FOB de nuestras exportaciones de bienes de capital hacia un país de destino, como se ha hecho hasta ahora, se considerará el valor CIF de las importaciones argentinas de capital registradas en cada uno de estos destinos. Esta serie se origina en criterios y en fuentes nacionales distintas (cómputo del costo y flete en el valor CIF, diferencias entre la fecha de embarque y de llegada de las mercaderías y, también, errores y omisiones estadísticos) y ello explica que existan discrepancias entre estos datos y los del INDEC. La información disponible se encuentra actualizada hasta 2007, con excepción de Brasil, para el cual se cuenta con cifras de 2008.

La inserción de los principales países de destino

El cuadro 21 muestra que el coeficiente de inserción de nuestras exportaciones de bienes de capital en esos siete países aumentó, entre 2003 y 2007, del 3.8% al 4.3%.

Los datos de la columna cuatro registran porcentajes de participación de nuestros bienes de capital en esas naciones que van del 2.3% en Venezuela al 9.4% en Uruguay, en 2007. Se observa también que, durante el período analizado, la Argentina ganó terreno en cuatro de los siete destinos y retrocedió en tres de ellos.

Los mayores ascensos fueron logrados en Venezuela, donde el porcentaje subió del 0.5% al 2.3% y en Paraguay, con un aumento del 2.6% al 4.2%. En Perú, la expansión fue del 2.4% al 3.2% y en Brasil, nuestro principal comprador en valores absolutos, esa cuota se incrementó del 4.7% al 5.3% (2008).

En Chile se operó una disminución leve, del 2.8% al 2.5%. En los restantes dos países, que son las dos economías más pequeñas del grupo y, a la vez, aquellas en las que la Argentina posee una mayor inserción relativa, se verificaron retrocesos. En Bolivia, se descendió del 10.7% al 7.0% y en Uruguay, del 10.4% al 9.4%. En virtud de estos cambios, Uruguay ha desplazado a Bolivia como el país donde nuestros bienes de capital tienen una mayor gravitación.

Los principales países de bienes de capital proveedores en este subconjunto

Cabe destacar que entre 2003 y 2008, el comercio mundial registró una fuerte expansión. Al mismo tiempo, tuvo lugar una aguda competencia entre las principales naciones exportadoras de bienes de capital. Como resultado de esto último, Estados Unidos, Japón y Alemania sufrieron retrocesos en el grupo de siete destinos que estamos analizando (cuadro 22). La contracción más seria afectó a Estados Unidos, que experimentó una pérdida relativa de siete puntos porcentuales en el conjunto. Este país fue además, el proveedor que sufrió la mayor caída de participación en cinco de los siete países considerados.

La República Popular China representa la contracara de este proceso, porque su proporción en las importaciones de bienes de capital en los siete países en su conjunto avanzó en más de doce puntos porcentuales. Además, resultó el principal ganador en cada uno de esos mercados, considerados individualmente (cuadro 23). En Perú, China comparte este liderazgo en el crecimiento, seguido a corta distancia por Brasil y en Bolivia, por Suecia.

El retroceso de los principales proveedores industrializados también contrasta con el avance de los países latinoamericanos en este área. Así, el coeficiente de la Argentina subió del 3.8% al 4.3%. Los otros dos grandes exportadores regionales también subieron.

El mayor aumento le correspondió a México, con un aumentó de participación del 2.2% al 3.7%, que permite amortiguar las pérdidas del Nafta originadas en la caída estadounidense.

Finalmente, cuando se toma a Brasil como proveedor de bienes de capital en los seis países restantes (Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia y Venezuela), se observa un incremento del 13.0% al 14.3%, que lo afirma como el mayor exportador latinoamericano de bienes de capital en este conjunto de naciones, algo detrás de Estados Unidos y de China.

CONCLUSIONES

La industria de bienes de capital argentina ha registrado un considerable avance en el mercado mundial durante 2003-2008, con tasas de aumento superiores a las de sus exportaciones totales y a las industriales. Ese incremento se basó, a su vez, en el crecimiento de la producción interna, del empleo y de las inversiones en la rama de bienes de capital, en su conjunto.

El aumento exportador abarcó a los distintos sectores, aunque registró tasas dispares. Fue muy alto en maquinaria agrícola y también en material de transporte. Por sus dimensiones, este último sector es el que jugó un papel decisivo en el proceso de mayor inserción en los países latinoamericanos. Por otra parte, ese peso relativo hace que se encuentre en una posición determinante para continuar siendo el sector que en los próximos años posibilite consolidar los progresos argentinos en el mercado externo, más allá de que se registren aumentos exportadores en el resto de los bienes de capital. Un ejemplo de ello está dado por el sector de maquinaria agrícola, en el cual se han conjugado esfuerzos del sector público y privado para plasmar una salida exportadora tan exitosa.

Cabe destacar que el proceso de exportaciones de bienes de capital se realizó en un contexto de gran crecimiento del comercio internacional y, también, de modificaciones en las condiciones de la actividad industrial en la Argentina, dadas por la restitución de la rentabilidad para la producción y las inversiones. Si bien durante estos años se han revertido retrocesos sufridos en la década del noventa, el mantenimiento de esta tendencia requiere renovadas inversiones industriales y una continua incorporación de tecnología. Tales requisitos son necesarios para acortar la brecha tecnológica con nuestros competidores, para avanzar en la diversificación exportadora y para resolver también otros problemas, tales como la excesiva concentración regional en la producción de bienes de equipo.

Asimismo, la crisis mundial abre perspectivas y desafíos para los países en vías de industrialización, por cuanto la actual drástica reducción de los mercados replantea las propias condiciones de producción, las posibilidades de sustitución de importaciones y de intervención pública para el estímulo de las exportaciones industriales. Sin dudas, el desarrollo que siga este proceso incidirá significativamente sobre las posibilidades de relanzar las exportaciones industriales argentinas en una nueva fase de expansión futura del comercio mundial.