La globalización tiende a provocar la desintegración del tejido social en los países periféricos. Es una cuestión de sentido común. Los países compiten en el mundo con actividades vinculadas a los recursos naturales. Quienes participan de esos sectores se integran y crecen. El resto queda relegado y aislado porque no es necesario ni siquiera como mano de obra para los exitosos. Hay dos líneas de pensamiento dominantes para evitar la centrifugación de países.

La primera es la que hoy se aplica. Se dedican fondos importantes a subsidiar el consumo de los desocupados, que por supuesto deben obtenerse por vía impositiva. Es un salto adelante para marcar un compromiso oficial con los sectores desplazados por la globalización. La debilidad del sistema, sin embargo, tiene dos frentes. Por un lado, la baja productividad media no permite destinar suficientes impuestos a cubrir esta necesidad y es de esperar que el subsidio per cápita sea insuficiente. Desde otro ángulo, directa o indirectamente, también es de esperar que el sistema deteriore la cultura del trabajo.

La segunda concepción postula que inyectando dinero a la economía se aumenta la demanda y ello arrastra a todos los habitantes a una situación mejor. Aumentar el salario mínimo, hacer grandes obras públicas y reactivar con fuerza la construcción de viviendas son los términos más habituales de la propuesta. Esta tesis correcta, es la que encuadra en las recomendaciones básicas para salir de una crisis en la economía capitalista desde hace más de 70 años. Sin embargo, en el escenario actual tiene un flanco débil. En un plazo corto, más, mucha más gente, puede trabajar. Pero no por ello la economía sería más competitiva. Por lo tanto, podrían aparecer rápidamente problemas por un aumento de las importaciones.

Tanto es así, que algunos economistas de pensamiento liberal caen en el contrasentido de recomendar evitar la recuperación del consumo popular para no tener problemas de balanza comercial.

El criterio institucional que se sostiene sobre esta fragmentación tan seria, que pone en riesgo el sentido mismo de la sociedad argentina, es que ante todo no debe haber aproximaciones dogmáticas al tema. Todos los expertos del mundo desarrollado o estudiosos como quienes prepararon el programa "Hambre Cero" de la República Federativa del Brasil, resaltan —con gran sensatez— que la solución a esta cuestión vendrá de una compleja suma de iniciativas, tomadas en paralelo. No hay blanco o negro para resolver el hambre y el desempleo.

Tal vez el aporte más sólido que se pueda realizar es afirmar que la solución debe integrarse en una estrategia de aumento de la competitividad del país. En ese marco, el intento no puede limitarse a subsidiar el consumo con dinero —Plan de Jefes y Jefas de Hogar— o subsidiar el consumo con empleos en la construcción o con una mezcla de ambos métodos. Se considera que además de esto, con una importancia relativa creciente en los próximos años, debe apoyarse al trabajo popular por tres vías:

Diseños eficientes de autoabastecimiento alimenticio. Asegurar el alimento de la familia con su propio trabajo, sin subordinarse al mercado, de manera organizada y con respeto por las condiciones de cada lugar del país.

Estímulo al aumento del número de unidades pequeñas de producción de bienes básicos para el mercado, con tecnologías adecuadas.

Creación de un sistema de capacitación de respuesta rápida para mejorar la empleabilidad popular, respondiendo a demandas laborales reales de los sectores productivos.

Por esta vía se puede facilitar que se cumplan dos objetivos complementarios:

- Ahuyentar el hambre como fantasma colectivo.

- Introducir la discusión de la eficiencia del trabajo popular, en la misma base social, lo cual es una condición necesaria para aspirar a salir de un horizonte al menos gris.

No se postula una política productiva ni una política social. No es la función del organismo.

Simplemente, se define un marco posible para la recuperación nacional, y se trata de ocupar el lugar que corresponde en él, como responsables públicos de promover el mejor uso de la tecnología para la producción de bienes industriales.

Se diseñan acciones de asistencia técnica con los complementos necesarios para verificar, en la práctica, si la propuesta es correcta, y ponerla así a disposición de quienes la quieran implementar.

Se pusieron condiciones: trabajar con protagonistas concretos, intentar poner en el terreno las ideas centrales, conseguir y mostrar resultados.

No se debe ni se quiere hacer teorías. Se quiere ayudar a que todos los argentinos, con los que la fuerza nos permita vincularnos, vivan mejor.

El comienzo de este trabajo es lo que se difunde en este material.

PRESIDENCIA DEL INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGIA INDUSTRIAL

El objetivo de alcanzar aumentos sostenidos de competitividad del sector productivo formal, que es fundamental para el país, no sería suficiente para lograr la inserción laboral de multitud de personas particularmente desfavorecidas. Conscientes de esta situación, muchas instituciones tienen el objetivo de apoyar la generación de trabajo popular. Así se impulsó la creación de la Red de Apoyo al Trabajo Popular para potenciar los esfuerzos de las organizaciones sociales con tres líneas de acción:

Diseños eficientes de abastecimiento de bienes de consumo básico (alimentos, ropa, vivienda) con el trabajo personal, familiar y comunitario, de la propia población que necesita estos bienes en mayor cantidad y calidad que los niveles actuales.

Estímulo al aumento de número de unidades pequeñas de producción de bienes básicos con tecnologías adecuadas.

Creación de un sistema de capacitación, con respuesta rápida, para mejorar la empleabilidad popular, respondiendo a demandas laborales reales de sectores productivos.

El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), como un miembro más de la red, es el referente público de la asistencia tecnológica integral, pero además realiza un servicio de coordinación. Este servicio tiene el sentido de organizar el trabajo conjunto y hacer eficiente la articulación de esfuerzos. Sin embargo, se trata de una red sin dueño; por este motivo, la tarea de coordinación podría ser asumida por otro actor social, con las condiciones adecuadas, si los integrantes de la red así lo deciden.

La meta planteada fue lograr la participación de unas 80 organizaciones sociales, impulsar la comunicación y el intercambio a través de una página web y promover acciones concretas para generar trabajo en cada una de las tres líneas (abastecimiento básico comunitario, microemprendimientos y capacitación). Se superó ampliamente la meta propuesta, ya que en la actualidad la red cuenta con más de 400 entidades adheridas en todas las provincias del país. La perspectiva es profundizar el consenso sobre las tres líneas con un denominador común: la producción eficiente de bienes básicos a cargo de la población con mayores problemas de empleo.

En el marco de esta Red se ha brindado asistencia técnica más de 100 proyectos, se capacitó en técnicas productivas a centenares de personas y hay varios proyectos de alto impacto en etapa de implementación.

Cabe destacar que esta Red tiene una relación matricial con los centros y delegaciones del INTI del NEA, NOA, La Rioja, Patagonia, Paraná, Luján de Cuyo, Córdoba, Rosario, Rafaela, Neuquén, 9 de Julio y Mar del Plata. Lo mismo con todos los programas siguientes, nutriendo a los mismos y, a la vez, siendo nutrida por ellos.

Para mayor información consultar y comunicarse a las siguientes direcciones electrónicas: www.trabajopopular.org.ar y/o palmeyro@inti.gov.ar.

Con una distribución del ingreso relativamente diferencial como la actual en la Argentina y una cobertura social para la emergencia, que está en los niveles de la canasta básica, el subconsumo de bienes esenciales es la norma para todo desocupado e incluso para los ocupados de menores ingresos y familia numerosa.

Según cálculos institucionales, si el 30 por ciento más pobre del país consumiera los alimentos del argentino promedio, la demanda global crecería un 60 por ciento en panificados y llegaría a más de un 100 por ciento en lácteos, con todos los demás rubros en cifras intermedias. Esta demanda potencial supera largamente cualquier otra accesible en forma inmediata, sea por exportaciones o por sustitución de importaciones.

Por supuesto, el problema es como convertir esa demanda potencial en demanda efectiva. Uno de los caminos es el Programa que se desarrolla a continuación.

Un camino, estudiado por un equipo del INTI conjuntamente con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), es apoyar a grupos de familias (entre 50 y 70 por módulo) para que produzcan en conjunto buena parte de los componentes de la dieta y que algunos de ellos produzcan algún excedente, que permita obtener el resto, por venta y compra en el mercado. Se estima que utilizando entre el 10 y el 12 por ciento de la fuerza de trabajo disponible en el grupo y con una inversión en activo fijo no superior a $1.500 por familia, se puede contar con la dieta completa, además de iniciar la vinculación con el mercado.

Se implementa en tres niveles de ejecución:

I. La transferencia de tecnologías para la producción eficiente de alimentos.

II. El mayor acceso de la población a los alimentos y el trabajo sobre sus hábitos de consumo.

III. El desarrollo de capacidades de gestión en las organizaciones.

Se desarrollan unidades de producción, comercialización y distribución de los productos y beneficios. Estos emprendimientos funcionan como empresa social, un modelo que propone reconstruir ámbitos de la vida comunitaria articulados a la producción de bienes y servicios para mejorar las condiciones de vida de la población en su radio de acción. Se trata de los siguientes emprendimientos:

• Producción de hidratos de carbono: desarrollo de prototipos de producción de panificados y pastas.

• Producción de huevos: desarrollo de prototipo de granja ecológica.

• Distribución de carnes: desarrollo de prototipo de carnicería comunitaria.

• Producción de verduras, hortalizas y frutas: desarrollo de huertas familiares y comunitarias. Prácticas de producción, manejo y conservación de suelos.

• Producción de lácteos: desarrollo de prototipos de distribución de leche pasteurizada a bajo costo. Capacitación para la Producción familiar y/o comunitaria de yogurt y quesos.

Se está trabajando en las siguientes localizaciones Area Metropolitana de Gran Buenos Aires: San Martín, 2º cordón del Conurbano Bonaerense, y Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Areas con mayor concentración de pobreza: Gran Tucumán y Concordia (Entre Ríos). Zona Rural Arida: Catamarca. Zona Rural Fértil: Misiones.

El equipamiento industrial para panificados, pastas, lácteos y granja para algunos de estos proyectos se está adquiriendo con fondos aportados fundamentalmente por el Ministerio de Desarrollo Social.

Más allá de las dificultades de organización o de tecnología u obviamente, de capital disponible, es notorio el desaliento que produce a todo componente de un muy pequeño emprendimiento la dificultad para vender su producto.

En el INTI se ha decidido apelar a un instrumento probado con todo éxito por grupos de productores agropecuarios de Misiones, adaptándolo a un formato reproducible en todo el país.

Se organizarán ferias de venta directa por parte exclusiva de productores, que cubran cualquier bien de consumo. La articulación en cada lugar estará a cargo de una organización social de base y el INTI brindará la asistencia técnica y comercial permanente. Se ha diseñado una rutina que deberá funcionar como reglamento operativo, para evitar distorsiones similares a las que dolorosamente frustraron un hecho social de relevancia como lo fueron los clubes de trueque.

Una de las condiciones de contorno necesarias y que el INTI ha estudiado, y se cree haber resuelto, es el encuadramiento legal impositivo de todos los actores, para no exponer el intento a la fragilidad de actuar en condiciones de excepción.

Se ha comenzado a analizar con varios municipios del país y con una organización social de base, la puesta en marcha de Ferias de Productores.

Se quiso informar y facilitar la búsqueda de capacitación en producción de bienes para referenciar al público en general, que generaba demandas desde todos los puntos del país, una amplia diversidad de temáticas.

Se quiso hacer de forma responsable, conociendo que los tiempos y los recursos son escasos y las expectativas en los resultados de los talleres son altas. Para ello, se decidió salir a buscar las instituciones públicas o privadas con capacitación práctica, gratuita o arancelada, oficial o no oficial, que transmitieran los aspectos críticos de la producción de un bien y su manejo integral y autonomía en la producción.

Se conformó un universo de 57 temáticas productivas y cerca de 600 talleres entre Capital Federal y Gran Buenos Aires. En el interior del país la información está más atomizada y es mucho menor lo que se pudo obtener.

Se armó una red de capacitación en producción de bienes, integrada por aquellas entidades que cuentan con cursos y talleres avalados por el INTI.

Visitando cada taller con un profesional especialista en la actividad productiva para poder avalarlos. Se puso la información a disposición del público en la web del Instituto, que día a día se actualiza con la información que envían las entidades.

Hasta hoy está conformada por 40 cursos avalados sobre las siguientes temáticas productivas:

• ALIMENTOS: chacinados, dulces y conservas, lácteos y panificados.

• ARTESANIAS: adornos, saumerios y velas.

• CUERO: calzado y carteras.

• MADERA: muebles y juguetes.

• PAPEL: papel artesanal.

• QUIMICA: esencias y productos de limpieza.

• TEXTIL: estampado, indumentaria y tejido.

• VARIOS: adhesivos.

Los integrantes de la red participan voluntariamente y como único requisito, sus talleres deben estar avalados por el INTI. Asimismo, deben comprometerse a participar en la capacitación que desde el Instituto se dicte para mejorar la formación que imparten, entre ellos: buenas prácticas de manufactura, envases, etiquetado, registro y habilitaciones de productos.

Muchos de los cursos son brindados por los Centros de Investigación y Desarrollo del INTI siendo gratuitos para los emprendedores avalados por entidades de la Red de Apoyo al Trabajo Popular.

Se quiere transmitir cómo se producen algunos bienes, contando desde cuáles son los procesos productivos, contemplando los costos, hasta evaluar asociarse para generar un emprendimiento productivo. Se introdujo la evaluación de la sustentabilidad, a partir de considerar esa producción con un enfoque de negocio, es decir que el producto tenga mercado.

Se quiso que llegara a todo el que lo requiriera, en cualquier parte del país, y se decidió hacer un cuadernillo productivo con impresión gráfica. Se seleccionaron las temáticas más consultadas sobre bienes básicos.

Se editó la primera serie temática: mermelada de durazno, detergente, pan francés, pantalón-buzo-remera y autoconstrucción de vivienda. Se distribuyó 4.500 ejemplares a entidades que trabajan con microemprendimientos, a emprendedores individuales, a entidades de educación, bibliotecas, municipalidades, entre otros, llegando a localidades de 11 provincias.

Ya se ha editado la segunda serie de mermelada de durazno, detergente y pan francés (3.000 ejemplares de cada uno) y están publicados en la web del INTI. También, cinturones de cuero (4.000 ejemplares) y recomendaciones para producir alimentos, que incluyen buenas prácticas de manufactura, calidad, ETA, envasado, etiquetado, registros y habilitaciones (6.000 ejemplares). Este último acompañará a todos los cuadernillos cuyas temáticas sean alimentarias.

Una de las consecuencias de la concentración económica ha sido el aumento del tamaño promedio de plantas industriales destinadas al procesamiento de bienes básicos. Además de los tradicionales ingenios azucareros, hemos visto ampliarse, alejándose de la posibilidad de los pequeños inversores, a las plantas pasterizadoras de leche, a las queserías, a las aceiteras, a las bodegas, a las envasadoras de conservas y así siguiendo.

Sólo en casos muy puntuales esto tiene que ver con razones de eficiencia tecnológica. En la mayoría de los casos, casi todos, hay relación con la decisión de las empresas líderes de un sector, que aumentan el tamaño de planta para facilitar su administración.

Pero un pequeño industrial podría tener el mismo costo y en muchas situaciones podría tener ahorros significativos de flete, por el actual movimiento innecesario de las materias primas y de los productos finales, para atender una demanda, muy diseminada en el territorio nacional.

El INTI ha estudiado el tema, ha definido tamaños económicos de plantas en varias ramas alimenticias y está completándolo en otras. También ha identificado fabricantes de bienes de capital y se ha comprometido a acompañarlos en la mejora continua de su calidad. Achicar el tamaño de una planta, sin perder competitividad, acerca la inversión a más actores posibles y mejora la distribución espacial de la industria.

El reto de intervenir en ámbitos de la economía social requirió pensar que tanto las actividades productivas cuanto las de apoyo debían transformarse en actividades de valor y planificarse como una cadena de aportes de valor, que generara una movilización productiva y además valorizadora de los sujetos involucrados. En consecuencia, fue necesario desarrollar un método de intervención que permitiera actuar al mismo tiempo sobre distintos factores: incorporación local de valor, intensificación de la identidad, trazabilidad en lo producido y desarrollo de mercados.

En este sentido, cadenas de valor micro, puede entenderse como un método de intervención en cadenas productivas domésticas (del entorno local), que articulan principalmente unidades productivas propias de la economía social en uno o varios de sus eslabones.

Los rasgos característicos de estas cadenas son los siguientes: son cortas, inmediatas a la producción primaria del bien tomado como elemento a transformar, están organizadas alrededor de una materia prima o una actividad, cuentan con operaciones de transformación de baja complejidad, tienen una alta proporción de mano de obra en cada proceso de transformación y utilizan técnicas residentes en el saber popular y la cultura productiva del lugar.

En estas cadenas productivas es normal identificar problemas relacionados con la calidad de las materias primas utilizadas y obstáculos para acceder a materias primas superiores, bajas referencias de calidad, informalidad, fijación de precios que condicionan la rentabilidad, asimetría en las relaciones de poder entre eslabones, bienes de uso aplicados a la producción, obsoletos o sin revisión crítica que los adecue, carencia de pautas de productividad, falta de información para la administración del negocio, ausencia de mercadotecnia, poca profesionalización de los eslabones, débiles articulaciones horizontales y verticales, inexistencia de mecanismos adecuados de financiación de la producción.

Estos problemas actúan como sistema, es decir, todos están vinculados y el intento de remoción de uno o varios aisladamente no cambia el resultado final.

El método de intervención que se aplicó fue desarrollado para aportar un sistema de alternativas y soluciones. El mismo tiene como punto de partida la cadena productiva vigente, como punto de llegada la cadena de valor objetivo y se basa en la introducción de una dinámica de valor. Para ello, se moviliza el salto cualitativo mediante tres agentes: un Banco de Insumos Estratégicos (BIE), un Banco de Tecnologías Aplicadas y Diseño (BTD), y un Comercializador (C); los dos últimos bajo el control del primero.

Se ha decidido apoyar a la economía social en sus diversas expresiones. La recuperación de empresas y el cooperativismo es una de las más representativas por su envergadura y trascendencia en los planos social y económico.

Desde comienzos de este año se ha tomado contacto con distintas cooperativas y empresas recuperadas por sus trabajadores y de la suma de experiencias se decidió encarar la participación del INTI de un modo más sistemático y organizado.

Para ello, se firmó un convenio de colaboración con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) destinado a abordar de forma institucional la problemática cooperativa y trabajar en conjunto, potenciando las fortalezas de cada institución.

Como consecuencia de ello se ha atendido las necesidades de un grupo importante de cooperativas, en general empresas recuperadas por sus trabajadores, pertenecientes a diversos rubros industriales: gráfica, materiales de construcción, productos de cosmética y limpieza, metalurgia, frigoríficos bovinos y porcinos, y alimentos.

En la mayoría, la participación se enmarcó en el diagnóstico de las necesidades de la cooperativa, planteo de un plan de acción correctivo, provisión de contactos con proveedores y/o clientes e inicio de desarrollo de productos.

El objetivo es desarrollar una metodología integral que ofrezca a las cooperativas el diseño de un plan de negocio que incluya el financiamiento y la participación del INTI en la tutoría de la cooperativa durante el período de financiación del préstamo.

De este modo, la cooperativa cuenta con un servicio integral para analizar todos los aspectos de la empresa desde lo productivo (cómo comprar, cómo vender, cómo organizar eficientemente a la empresa de manera cooperativa), conoce sus puntos débiles y sus ventajas como organización social, establece un análisis F.O.D.A., que le clarifica su situación actual y lo ayuda a proyectar su futuro y a anticiparse a sus problemas.

Se detecta que en la mayoría de los casos se presentan oportunidades en las cuales, con un reducido capital de trabajo inicial, se puede arrancar la producción y el círculo de compras y ventas con alto porcentaje de éxito en los resultados. Para ello, se está intentando tender líneas con entidades públicas nacionales e internacionales, para desarrollar un plan piloto destinado a interactuar con un grupo seleccionado de cooperativas de empresas recuperadas y establecer la viabilidad de esta operatoria.

Teniendo estos factores como elementos concretos de una realidad que frena y limita el normal desarrollo de recuperación deseado, desde el INTI se ha propuesto lanzar a discusión las bases para un Programa Nacional de Recuperación de Empresas al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y al Poder Legislativo.

La tarea tiene por objetivo iniciar un programa en una localidad que tenga el efecto demostrativo necesario para ser apropiado y expandido por las autoridades y las organizaciones locales, asentado en la capacitación y asistencia en producción y tecnología básica, formación en organización y gestión, y el microcrédito.

En ese sentido, la finalidad es transferir modelos de gestión y apoyo a emprendimientos, asumiendo en una primera etapa su gestión integral pero buscando, en una segunda, reservarse el rol de contraparte tecnológica del sistema. En esta segunda etapa el INTI está en condiciones de brindar su experiencia a estos actores en temas de capacitación y apoyo financiero a emprendimientos.

En términos de financiación, el aporte del INTI se da a partir de un "capital semilla" que habrá de incrementarse con los aportes y el trabajo de base del sector público y de las ONG´s locales.

Con relación con la financiación, el INTI impulsó un sistema de microcrédito que está dando buenos resultados para la concreción de los emprendimientos. Para organizar este sistema el INTI formalizó acuerdos con el Polo Tecnológico Constituyentes y con el Fondo de Capital Social (FONCAP S.A.).

El sistema está conformado por pequeños créditos que se analizan con visitas a los emprendedores. Cuenta con montos pequeños y escalonados con plazos cortos. En el proceso, se busca adecuar el crédito a la escala de la economía familiar y las frecuencias de pago se establecen según las ventas. Se priorizan los proyectos por sobre las garantías de los emprendedores, quienes desean comenzar y quienes desean ampliarse son tratados de distinta manera, ya que afrontan desafíos diferentes para el desarrollo del emprendimiento.

Se recibieron más de 300 proyectos que implicaban financiación, muchos de los cuales se encuentran ya en funcionamiento, el 50 por ciento de ellos se concentran en los rubros textil y alimentario.

El Programa Manos a la Obra, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) financia los equipamientos e insumos hasta un límite de $15.000 por proyecto a beneficiarios del Programa de Jefes/as de Hogar y población en situación de vulnerabilidad social.

Por requerimiento del Secretario de Políticas Sociales el INTI elaboró una propuesta tendiente a la asistencia tecnológica integral de los proyectos apoyando la formulación de proyectos en:

• Tutorías en aspectos de gestión, organización y comercialización.

• Tutorías en aspectos tecnológicos específicos.

Inicialmente el MDS ha encomendado al INTI la aplicación de este esquema en 1000 proyectos de 6 municipios del GBA.

Conjuntamente con los municipios y ONG´s relacionadas con la población objetivo se trabajará en la generación de redes entre los emprendedores de temáticas similares que les permitan crecer en conjunto resolviendo problemas comunes, agregando valor a sus productos, aplicando entre otras herramientas el análisis de las cadenas de valor.

Se presentan algunos criterios sobre la participación de las ONG´s en la Red de Apoyo al Trabajo Popular; teniendo en cuenta que la Presidencia del organismo sostiene que "se trata de una Red sin dueño" y se ha procurado que sean pocos y claros.

El INTI participa como miembro de la Red como referente público de la asistencia tecnológica integral, pero además realiza un servicio de coordinación. Este servicio tiene el sentido de organizar el trabajo conjunto y hacer eficiente la articulación de esfuerzos. Sin embargo el ya mencionado concepto de "Red sin dueño" lleva a que esta tarea podría ser asumida por otro actor social, con las condiciones adecuadas, si los integrantes de la Red así lo deciden.

En primer lugar se mencionan los derechos que adquirirían las entidades por pertenecer a la Red y luego las características que deberían tener y los deberes a cumplir:

• Recibir asistencia tecnológica del INTI para los proyectos productivos generados por la entidad.

• Recibir asistencia en gestión para los proyectos productivos generados por la entidad.

• Participar de las capacitaciones de la Red de Capacitación Productiva dentro de los cupos disponibles.

• Recibir cuadernillos productivos (según disponibilidad de stock).

• Recibir asesoramiento general sobre aspectos legales, procurando mecanismos de cobertura para los beneficiarios que participen en los emprendimientos gestionados directamente por las entidades.

Es muy importante aclarar que las organizaciones y emprendedores asistidos tecnológicamente por el INTI se comprometen, durante el proceso de la asistencia y luego de finalizada ésta, a replicar y compartir, tanto los resultados como la experiencia en su conjunto, con la comunidad y con aquellos que lo requieran.

Las restricciones económicas de los emprendedores no constituirán un obstáculo para comenzar a brindar la asistencia.

• Adherir en general a la propuesta de Apoyo al Trabajo Popular realizada por la Presidencia del organismo y que figuran en el Documento Fundacional.

• Tener el Apoyo al Trabajo Popular como una de las actividades importantes de la entidad.

• Asumir el compromiso de atender consultas de cualquier integrante de la Red relacionadas con cualquier aspecto del apoyo al trabajo popular.

• Informar sobre los cambios de datos que componen la ficha de la organización, vía mail a través de la siguiente dirección: ong@inti.gov.ar. Al realizarse el Censo Anual de organizaciones participantes se darán de baja aquellas que no han podido ser contactadas.

El Programa ABC está dirigido a organizaciones que reúnan condiciones básicas indispensables para llevar adelante este proyecto que propone la producción y distribución de sus propios recursos alimentarios. La propuesta consiste en fomentar un cambio en los hábitos de consumo de alimentos en sectores marginados de nuestra sociedad y, a la vez, en una mejora de su contenido nutricional. Con la participación del Ministerio de Desarrollo Social, y el cofinanciamiento de organismos de Cooperación Internacional, el INTI aporta un desarrollo basado en tres ejes: el Eje Tecnológico, que consiste en la transferencia de maquinaria, capacitación, y asistencia técnica para la producción; el Eje Alimentario-Nutricional, con el objeto de que la población objetivo genere alimentos saludables para mejorar su calidad de vida; y el Eje de Gestión, para que la Organización que se haga cargo del proyecto cuente con las herramientas de gestión administrativa, económico-financiera, de recursos humanos, de estudio de mercado y de producción.

Una de las acciones de transferencia de tecnología que lleva adelante el INTI a través de la Red de Apoyo al Trabajo Popular es la Asistencia Técnica a emprendimientos productivos en marcha.

Aquellos emprendimientos que necesiten mejorar o ampliar su proceso productivo pueden solicitar asesoramiento utilizando la Guía de Asistencia Técnica.

Este instrumento es imprescindible para sistematizar su consulta y permitirá evaluar cuál de los Programas y/o Centros de Investigación y Desarrollo del INTI está en condiciones de dar respuesta a la asistencia tecnológica puntual que se solicita.

Los Nodos Regionales ATP constituyen espacios de trabajo y reflexión desde los cuales se conoce, diagnostica y reflexiona, junto con las organizaciones sociales, sobre la realidad productiva de la región donde se lleva a cabo el encuentro.

Del trabajo conjunto, y partiendo del conocimiento y experiencia de los actores locales y de los referentes territoriales del INTI (Centros, Coordinaciones y Unidades de Extensión), se irán gestionando acciones integrales de transferencia de tecnología concretas.

A través de asistencias técnicas, capacitaciones, herramientas de gestión, canales de comercialización se atenderán determinadas problemáticas productivas para mejorar la calidad de vida del grupo y su comunidad en pro del desarrollo local.

Recientemente se llevó a cabo la reunión de Nodo ATP Neuquén en el Auditorio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional del Comahue.

El NODO ATP Neuquén ha sido pensado para generar y fortalecer vínculos entre las organizaciones locales que de él participen. Se entiende al NODO ATP Neuquén como un espacio de trabajo y reflexión desde el cual diagnosticar, conjuntamente, la realidad socio-productiva local se vincula con la finalidad de identificar demandas puntuales para la planificación y ejecución de acciones de transferencia de tecnología de apropiación colectiva. En este sentido, uno de los objetivos principales es que el NODO sea un referente regional en aspectos socio-productivos, que facilite la articulación Estado-sociedad civil.

En la reunión los participantes plantearon las inquietudes y experiencias de las organizaciones y contaron las tareas que éstas realizan. Pusieron en común la necesidad de realizar asistencias técnicas y capacitaciones en diversas temáticas. En aquellos casos en que podían brindarlas se ofrecieron a llevarlas a cabo, en otros, mencionaron las instituciones y organizaciones que podían realizarlas. Los representantes de las organizaciones demostraron interés e iniciativa en la resolución de los problemas que encuentran los productores para el desarrollo de sus emprendimientos.

Asistieron los miembros de las siguientes organizaciones locales:

• Fundación Atreuco (Las Lajas).

• Secretaría de Desarrollo Local y Turismo del Municipio de Neuquén.

• Ente Autárquico Intermunicipal El Mangrullo (ENIM).

• Cámara Mujeres Pymes del Sur (Neuquén).

• DIMAPRO (Plaza Huincul).

• Fundación Quillahue (Allen, Río Negro).

• Asociación Un Techo Para Mi Hermano (Gral. Roca, Río Negro).

• Fundación Otras Voces (Neuquén).

• Unidad de Desarrollo Económico del Municipio de Cipolletti.

• Ente Autárquico Desarrollo Productivo de Zapala (Neuquén).

• Gerencia Capacitación Laboral del Ministerio de Trabajo.

• Pastoral Social de la Diócesis del Alto Valle de Río Negro.

El NODO ATP Córdoba ha sido pensado para generar y fortalecer vínculos entre las organizaciones locales que de él participen. Se comprende al NODO ATP Córdoba como un espacio de trabajo y reflexión desde el cual diagnosticar, conjuntamente, la realidad socio productiva local se vincula con la finalidad de identificar demandas puntuales para la planificación y ejecución de acciones de transferencia de tecnología de apropiación colectiva. En este sentido, uno de los objetivos principales es que el NODO sea un referente regional en aspectos socio productivos, que facilite la articulación Estado-sociedad civil.

En la reunión, los participantes plantearon las inquietudes y experiencias de las organizaciones y contaron las tareas que éstas realizan. Pusieron en común la necesidad de realizar asistencias técnicas y capacitaciones en diversas temáticas. En aquellos casos en que podían brindarlas se ofrecieron a llevarlas a cabo, en otros, mencionaron las instituciones y organizaciones que podían realizarlas. Los representantes de las organizaciones demostraron interés e iniciativa en la resolución de los problemas que encuentran los productores para el desarrollo de sus emprendimientos. Fue general la conclusión de fortalecer este espacio como herramienta para la construcción conjunta entre las organizaciones pertenecientes al Nodo.

Asistieron los miembros de las siguientes organizaciones locales:

• Fundación para el Desarrollo del Este Cordobés (FUNDECO).

• Centro de Formación para la Inserción (CEFIS).

• Asociación Civil Ivana, Anunitay.

• Manitos Habilidosas.

• Fundación Río Cuarto para el Desarrollo Local y Regional.

• Cooperativa de Productores Aloe de Alta Gracia.

• Fundación Effetá.

• Servicio Habitacional y de Acción Social (SEHAS).

• APADIM.

• Cooperativa de Trabajo El Abasto.

• Consorcio de Gestión Local y Promoción de Microcréditos de la Dirección de Economía Social de la Municipalidad de Córdoba.

• Cámara de Mujeres PyMES y Microempresarios del Valle de Punilla.

• Fundación Avina.

• Subdirección de Formación Profesional de la Municipalidad de Córdoba.

En octubre de 2008 se realizó en la ciudad de Resistencia (Chaco) la reunión de presentación del NODO ATP Litoral, con la participación de organizaciones del Chaco y Corrientes.

Las organizaciones participantes fueron:

• Carítas Diócesis de Resistencia.

• Cooperativa de Trabajo y Consumo INIMBO Ltda.

• Asociación Civil Lapacho. •

• Instituto de Cultura Popular (INCUPO).

• Mujeres Solidarias en Lucha.

• Asociación Mutual Taragüí Porá.

• Asociación Provincial de Pequeños Productores Correntinos.

• Asociación Correntina de Desarrollo Humano.

• Agropecuario e Industrial Juan XXIII.

• Incubadora de Empresas de Base Tecnológica (INTECNOR).

• La Asociación para el Desarrollo Productivo (ADEPRO).

• Unidades de Extensión INTI-Resistencia y Corrientes.

El encuentro se desarrolló en la sede del INTI-Noreste, y se organizó en los siguientes bloques:

- Presentación del NODO ATP Litoral.

- Presentación de cada organización y su campo de acción.

- Breve diagnóstico de la realidad socio-productiva de la región.

- Identificación de las demandas actuales (asistencias técnicas, capacitaciones, etc.) para la mejora productiva de los emprendimientos o proyectos.

- Identificación de los posibles responsables para asumir la asistencia a las demandas planteadas.

Los asistentes participaron con mucho compromiso y seriedad, conformando un espacio que podrá ser un referente en aspectos socio-productivos de la región.

Los Cuadernillos Productivos son guías prácticas de negocio asociadas a temáticas como panificados, lácteos, productos de limpieza y producción de prendas.

La finalidad de este conjunto de recomendaciones es que quienes deseen iniciar un emprendimiento conozcan los aspectos, tanto productivos como de gestión, que deben tenerse en cuenta para evaluar la viabilidad del proyecto.

Para solicitar ejemplares u opinar sobre los mismos se sugiere comunicarse a la siguiente dirección de correo electrónico: ong@inti.gov.ar.