MINISTERIO DEL INTERIOR

DIRECCION NACIONAL DE MIGRACIONES

Documento: "Inserción Sociolaboral de los Inmigrantes en la República Argentina"

La Dirección Nacional de Migraciones del Ministerio del Interior participó en la conformación del documento: "Inserción Sociolaboral de los Inmigrantes en la República Argentina". Los contenidos de este informe procuran difundir los resultados de una actividad organizada por la institución, que tuvo como finalidad realizar diversas acciones para promover y proteger la integración sociocultural y laboral de los inmigrantes en el país.

PRESENTACION

El presente documento surge del trabajo realizado durante el Seminario "Inserción Sociolaboral de los Inmigrantes en la República Argentina", que tuvo lugar en noviembre de 2008 en el Museo Hotel de Inmigrantes de la Dirección Nacional de Migraciones.

El Seminario nació de la vocación de la Dirección Nacional de Población por realizar actividades en pos de la integración sociocultural y laboral de los inmigrantes.

Se comprende que el escenario, caracterizado por la sanción de la Ley Nº 25.871, primero, y más recientemente, por la culminación del proyecto de reglamentación de la Ley, ofrece una oportunidad única para abordar un trabajo consensuado con las colectividades de inmigrantes que apunte a garantizar mejores condiciones de integración para los migrantes.

En tal sentido se organizó una jornada completa de reflexión y elaboración de propuestas de políticas junto con asociaciones de colectividades de inmigrantes, centros de estudios, universidades, organismos gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil.

Es importante destacar que se contó con la presencia de un panel de académicos especializados en la cuestión migratoria con énfasis en los procesos de integración e inserción de los extranjeros en las sociedades de destino, y otro panel compuesto por funcionarios públicos e investigadores relacionados con la temática. En este contexto, se desarrolló un trabajo en taller cuyo objetivo principal fue identificar y analizar, a partir de las deliberaciones llevadas a cabo por los distintos participantes, una serie de problemas y situaciones concretas vinculadas a la condición de ser extranjero.

CONTEXTO

La migración internacional es un fenómeno de carácter complejo que encierra un cúmulo de factores económicos, sociales y políticos que alteran la voluntad de las personas.

La historia de las migraciones internacionales está asociada con la búsqueda de mejores empleos, ingresos más altos, mayores oportunidades educativas y, en consecuencia, mayores posibilidades de acceso a servicios que garanticen el bienestar social.

La República Argentina es país de destino de abundantes flujos inmigratorios provenientes de los países de la región. El resultado de ese proceso, de importancia tanto en el pasado como en tiempos recientes, es la formación de un importante volumen de población extranjera residiendo en el territorio nacional.

El Poder Ejecutivo Nacional entiende que la migración internacional conlleva grandes beneficios al desarrollo de las sociedades tales como la transferencia de recursos humanos para el desempeño de tareas productivas en los países receptores, conocimientos científicos y tecnológicos y la diversidad cultural, entre otros.

El proceso de integración regional del MERCOSUR debe ser, para los países que lo integran, uno de los componentes de influencia más decisivos para el diseño de una política migratoria integral que de como resultado el afianzamiento de una identidad sudamericana a través del reconocimiento progresivo de derechos a sus nacionales.

La existencia de una serie de factores compartidos vinculados con el idioma, la historia, las raíces culturales, la religión, la continuidad geográfica, étnica y cultural hacen que se confíe plenamente en que la integración humana en las sociedades de los países del bloque es posible.

En la actualidad, la política migratoria argentina propicia un contexto receptor favorable para los inmigrantes, su inserción social y económica es entendida como fundamental y necesaria para la integración. A partir de esa idea, se debe prestar especial atención y trabajar en pos de cesar con aquellos elementos que obstaculizan dicha integración como son los prejuicios contra el extranjero, el racismo y la xenofobia.

El Seminario "Inserción Sociolaboral de los Inmigrantes en la República Argentina" se propuso abordar aquellos problemas de discriminación en el acceso a puestos de trabajo y vinculados con las condiciones laborales que deben aceptar los inmigrantes en comparación con la población nativa. Como ejes fundamentales para el tratamiento de la discriminación en el mercado de trabajo se consideró el tema de la competencia, la subutilización y la complementariedad de la población migrante como fuerza de trabajo.

Instancias de reflexión como la generada por este seminario son siempre propicias para seguir avanzando en la defensa de los derechos humanos de los migrantes y en la protección de sus derechos laborales como trabajadores.

Se debe reconocer que los recursos humanos son el elemento clave de cualquier estrategia integradora, y que el mejoramiento de las condiciones de vida de la población debe ser su principal objetivo.

Asimismo, se debe destacar la importancia, a comienzos de un nuevo siglo, de construir una sociedad abierta, plural y basada en el reconocimiento de la diversidad como pauta esencial para la convivencia armónica y para el enriquecimiento de las culturas.

Es por ello que la Dirección Nacional de Población desea contribuir, una vez más, en el desarrollo de conocimiento acerca del fenómeno migratorio y sus repercusiones económicas y sociales.

PANELES DE ESPECIALISTAS

Primer panel

Expositor

• Lic. Néstor Cohen.

Institución de pertenencia y función

• Sociólogo y profesor de la UBA. Investigador del Instituto de Investigaciones Gino Germani.

Título de la exposición

• "El prejuicio y la discriminación hacia los inmigrantes latinoamericanos".

Exposición

Voy a tratar de reflexionar en torno a una cuestión acerca de la cual sabemos que le cabe relevancia y quizás por el sentido común muchas veces se hacen comentarios o proposiciones que tienen que ver con lo que da en llamarse la "discriminación" o el "prejuicio", en este caso particular, hablamos de la discriminación y el prejuicio nacional y étnico. Me parece importante tomarnos unos minutos para hacer algunas aclaraciones al respecto.

En ese sentido, yo diría que si uno se preguntara si la Argentina es un país discriminador o prejuicioso respecto de migraciones externas, es probable que, acá mismo podría ocurrir y me ha pasado en otros lugares, nos encontremos con respuestas bastante polarizadas. Desde una Argentina tolerante, desde la Argentina del crisol de razas, desde la Argentina de las fronteras flexibles y abiertas, hasta, en el mismo lugar y momento, poder escuchar opiniones acerca de la Argentina discriminadora y prejuiciosa. Y esto no solamente dicho desde nosotros mismos como sociedad receptora, sino también esta misma amplitud de respuesta me ha tocado escucharla en encuentros y reuniones y en entrevistas con representantes de las colectividades extranjeras.

Esta gran dispersión, en todo caso, creo que no es equivocada, no es un error de conceptualización. No es que un tipo de respuesta es la correcta y otra la incorrecta. Yo creo que, y en esto quería que reflexionaran ahora, ambas respuestas pueden ser aceptadas y consideradas correctas en la medida de tener un poquito más en claro qué entendemos o a qué nos referimos por discriminación. Allí es donde quisiera hacer algunos comentarios breves y ejemplificarlos con situaciones históricas recientes y presentes también.

Creo que si cuando hablamos de discriminación estamos pensando en una Argentina etnocida o estamos pensando en un excesivo penalizar las diferencias, es un modo de pensar la discriminación, uno puede pensarla desde ese lugar y en sí mismo lo es. También uno puede pensar la discriminación y considerarla desde otro lugar: uno puede, por ejemplo, pensar la discriminación desde las dificultades u obstáculos que uno pone al "otro" o a la diversidad respecto de su participación en el ámbito laboral, que es un tema central de este seminario, o con respecto a la participación del "otro" en su ejercicio de ciertos derechos que corresponden a la educación y la salud. También uno puede referirse a la discriminación si hace una mirada del espacio urbano, y uno ve que las ciudades o la misma Ciudad Autónoma de Buenos Aires a veces tiene cierto nivel de "guetificación", donde muchas veces podemos decidir no ocupar esos espacios porque son espacios ocupados por los "otros", esos "otros" pueden ser bolivianos, paraguayos, peruanos, etc.; cómo ciertos espacios van teniendo ciertas identificaciones nacionales, ese es también un modo de pensar la discriminación.

Las menciones que hacía recién el Sr. Secretario de Interior, por ejemplo en torno a las dificultades existentes en cuanto a ciertas tramitaciones en ciertos organismos, es también un modo de pensar la discriminación porque de alguna manera es un trato diferente que recibe un sujeto respecto a un trámite determinado en relación a su nacionalidad.

Bueno, también uno podría pensar que la relación que existe entre un rasgo físico, tantas veces hemos hablado de la "portación de cara", también tiene que ver con la discriminación. Y así podríamos seguir en distintas conceptualizaciones. Todo esto tiene que ver con la discriminación.

Ahora, ¿quiere decir que todo es discriminar? No, si todo fuera discriminar, evidentemente no existiría como tal. Creo que hay diferentes modos de percibirla, de entenderla y de comprenderla.

Más allá de los ejemplos que podemos dar, el problema está en, y éste es el punto al cual quiero llegar, no percibir que hay todo un gradiente respecto de la supuesta gravedad que puede tener un fenómeno discriminatorio. Yo al principio utilicé el concepto de etnocidio, quizás como ejemplo más terrible y trágico que puede tener una sociedad, que tiene que ver con el exterminio, que sería la situación más extrema de todas.

Pero hay otras cuestiones que, muy lejos de la gravedad, impacto y violencia que esta situación tiene, son cuestiones o hechos con los cuales convivimos. Y lo grave que tienen estas otras, no es que son de menor gravedad en un gradiente de tipo matemático donde uno pone en orden y dice éste es el primero, éste está quinto, y quiere decir que está debajo en cuatro lugares, sino que la gravedad que tiene el fenómeno aparentemente menos violento, es que termina naturalizándose. Es lógico que una sociedad no va naturalizar un etnocidio, lo puede padecer o vivir, pero lo que sí puede naturalizar una sociedad son determinados tipos de comportamiento, que no tienen esa expresión violenta, pero sí hacen a justamente las diferencias que se dan en determinado tipo de relaciones entre los sujetos en función de la nacionalidad o de ciertos rasgos históricos, personales, genotípicos, de identidad, etc.

Yo creo que ahí comienza quizás el primer problema, cuando la discriminación o el prejuicio o como queramos llamarlo, se naturaliza, cuando "de eso no se habla". Peor aún, cuando en realidad se construye todo un discurso muy racional acerca de esas diferencias. Son esos ejemplos cotidianos que todos conocemos, y quizás en algún momento hasta lo hemos compartido, en las cosas más simples y elementales que pueden ocurrir, en el sentido de no anoto un chico mío en determinado colegio porque yo sé de alguna manera que es un colegio donde un 30% o 40% de su población son chicos bolivianos, o paraguayos. O no transito por determinadas zonas de la ciudad o del Gran Buenos Aires porque son zonas inseguras porque viven bolivianos, peruanos o paraguayos; o esto mismo se reproduce en la Patagonia respecto a los chilenos; o la asociación que existe en determinadas cuestiones que están ligadas por ejemplo a la actividad comercial de los migrantes de origen asiático; y así podemos seguir con un montón de cuestiones que son cotidianas, que nos atraviesan a todos, pero que van construyendo todo un imaginario.

Una cosa es el extranjero y otra cosa es la "extranjeridad" que uno construye sobre el "otro". La extranjeridad que uno construye tiene que ver con las condiciones nacionales, entre comillas, objetivas, del sujeto que atravesó la frontera, y ésta que se intersecta con todas las representaciones que nosotros colocamos sobre ese "otro".

Ahora bien, creo que hay un punto todavía más grave que este al que me referí recién de la discriminación naturalizada, y que tiene que ver con lo que yo llamo "un tratamiento perverso de la tolerancia". Y creo que en esto sí, si bien es un fenómeno mundial, la sociedad argentina tiene un gran entrenamiento. Tiene las siguientes características: en primer lugar, exaltar las diferencias, es decir, tener un discurso de respeto, diversidad y tolerancia, un discurso oficial –oficial digo no en términos gubernamentales, sino oficial entre nosotros como sujetos-, que viene del mundo académico, político, de la calle, de distintos lugares, y que está oficializado, acerca de la tolerancia, acerca del hecho de decir "somos una sociedad de migrantes".

Pero este discurso manifiestamente tolerante, respetuoso de las diferencias amén de la exaltación de las diferencias, tiene las siguientes características de alguna manera contradictorias, y acá es dónde aparece esta perversidad de la tolerancia, que consiste en lo siguiente: hablamos de las diferencias culturales, pero no hablamos de las diferencias económicas y políticas que están asociadas a las diferencias culturales. Nosotros nos referimos habitualmente a las diferencias culturales respecto de las poblaciones migrantes, particularmente las sudamericanas y en especial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires respecto de los inmigrantes paraguayos, bolivianos y peruanos, pero no así respecto de las diferencias políticas y las desigualdades económicas que existen y que se reproducen en muchos ámbitos. Uno justamente es el ámbito laboral, al cual este seminario está avocado; otro es el ámbito de la educación y la escuela; otro tiene que ver con el ámbito de la salud; otro con el de la justicia; y otro con el de la seguridad. Ni la escuela, ni la salud, ni la justicia, ni las fuerzas de seguridad tienen en ningún momento un discurso intolerante, son instituciones que tienen un discurso tolerante.

Ahora, se dan determinado tipo de prácticas, que uno detecta en los distintos trabajos que realizamos, en las cuales evidentemente hay una contradicción; hay un tratamiento desigual, es decir, la nacionalidad del sujeto hace a un tratamiento diferencial. No es lo mismo que un chico que asiste a una escuela pública sea argentino a que sea boliviano o paraguayo. No es lo mismo ir a un hospital público siendo argentino que siendo migrante sudamericano; no es lo mismo lo que puede ocurrir en el ámbito de la seguridad y tampoco en el tratamiento de la justicia porque hay relación entre la penalización y la nacionalidad. Todo esto es resultado de trabajos de investigación que venimos haciendo hace muchos años en todos estos ámbitos.

Allí uno percibe esto que me gusta llamar, quizás con cierta provocación, tratamiento perverso de la tolerancia, dónde aparece esta cierta ambigüedad. En realidad, en dicho tratamiento también aparece una cuestión más que me quiero referir y es la siguiente: hay un permanente disolver la identidad del otro.

Es muy difícil reconocer y tener un nivel de aceptación acerca de cuáles son las pautas, condiciones o características que hacen a la identidad nacional del otro. Por eso aparecen luego ciertas caracterizaciones nuestras acerca de cada una de estas colectividades y que forman parte del discurso público, del discurso colectivo que reproducimos en distintos ámbitos respecto de cada uno de los miembros de estas colectividades. Ahora bien, ¿qué factores socioeconómicos y políticos generan esto?, ¿dónde surge? Esto no es un proceso que surja solo y se auto-gestione. Desde dónde surge este tipo de caracterización creo que permite pensar y discutir acerca de cuáles deberían o podrían ser los diferentes ámbitos, lugares, instituciones, factores en general en torno a los cuales uno podría estar pensando para resolver esta cuestión.

Creo que hay cuatro factores socioeconómicos y políticos que generan estos procesos. El primero de ellos tiene que ver con la construcción de la identidad nacional de la sociedad receptora, de nosotros, la sociedad argentina. Hay una historia de nuestra identidad que no es para nada ajena a lo que pasa. No es cierto que la sociedad argentina es una sociedad de inmigrantes. Siempre cuento una cosa que es muy pequeña, pero que a veces escuchamos y decimos: solemos decir que nosotros como sociedad venimos de los barcos o bajamos de los barcos. Y tendría que agregar un segundo ejemplo más, que para mí es más fuerte todavía. Quienes han estado en la Patagonia austral sabrán que existe lo que se llaman los Pioneros en Santa Cruz, Tierra del Fuego y parte de Chubut. Uno estos dos ejemplos: no es cierto que sólo venimos de los barcos y no es cierto tampoco que los Pioneros de la Patagonia son, por ejemplo, galeses. Hay un olvido histórico que forma parte la construcción de la propia identidad cultural como nación, tiene que ver con nuestros orígenes, quiénes somos, de dónde venimos. Venimos de los barcos, pero no sólo de ellos. Y creo que sería bueno reflexionar sobre esto, y hace claramente a dónde estamos y de quiénes venimos. Hace pocos días estuve en otro lugar del país y dije una cosa que se me ocurrió y me gustaría repetir acá, y es la siguiente: si un día lográramos sacar el monumento de Roca de Diagonal Sur, los bolivianos, paraguayos y peruanos en la Argentina vivirían más tranquilos.

Segundo, hay otro factor socioeconómico que son los mercados nacionales e internacionales. Gran parte de los movimientos poblacionales, bueno acá hay muchos especialistas en el tema de migraciones, tienen que ver justamente con la dinámica de los mercados nacionales e internacionales. Esto también es un factor socioeconómico y político que hace a esta conceptualización acerca de la tolerancia y la discriminación.

Hay un tercer factor que estamos proponiendo que es muy importante y que es el Estado, es un Estado administrador de las diferencias, de la diversidad. ¿Cómo administra el Estado la diversidad? Lo hace, por lo menos, a través de tres ámbitos importantes: el Estado administra la diversidad a través de la escuela, de la justicia y las fuerzas de seguridad. Día a día va administrando la diversidad.

El cuarto factor que está presente son los medios de comunicación, que son los encargados de reproducir, pero a la vez, legitimar el discurso oficial.

Este cruce de la construcción de la identidad nacional con las dinámicas de los mercados nacionales e internacionales que van construyendo modelos poblacionales distintos, con el Estado administrador de la diversidad, con los medios de comunicación reproduciendo y legitimando, son los factores que de alguna manera uno no puede dejar de mirar y repensar y de reconsiderar si quiere en alguna medida rever y no tener esta mirada tan ingenua acerca de qué quiere una sociedad absolutamente tolerante.

Está claro que hay un gobierno nacional preocupado porque nos convocó, estamos acá por eso, y hace minutos escuchamos justamente a representantes de este gobierno nacional que hicieron algunas reflexiones, principalmente el señor Secretario de Interior, quien dio algunos ejemplos paradigmáticos.

Ahora bien, la preocupación y la ocupación del gobierno nacional es condición necesaria pero para nada suficiente, nos quedan varias batallas por librar, y algunas de esas batallas me gustaría señalar y comentar.

Primero, hay una batalla que hay que librar que es esta contradicción entre una argentina blanca, europea versus la argentina de los cabecitas negras. La Argentina de los cabecitas negras está, sigue estando y goza de muy buena salud. Evidentemente, el concepto de "cabecita negra", no es que me quedé en los ´40 o ´50, es un concepto que forma parte de lo que está y forma parte de "lo que no se habla".

Los actuales "cabecitas negras" cambiaron de documentación, ahora son los sudamericanos en la mayoría de los casos, no todos, pero en la mayoría de los casos. Pero esa contradicción sigue estando, ese concepto de Nación sigue estando presente y creo que es una batalla que aún tenemos que librar.

La segunda batalla está en la escuela, la institución educativa argentina. Creo que es importante que se pueda construir lo que podríamos llamar una "comunidad intercultural" en la escuela. La escuela es reproductora de lo que pasa, no estoy diciendo nada nuevo, sólo quiero reforzarlo, la escuela es muy permeable respecto a lo que pasa con la sociedad civil y la sociedad política.

La escuela no es responsable, no estoy culpabilizando a la escuela, en absoluto; lo que estoy diciendo es que la escuela simplemente es reproductora y como tal cumple esa función, acá y en cualquier lugar del mundo. Por lo tanto, tenemos que en todo caso modificar las condiciones en términos de qué es lo que va a ser permeabilizado. En ese sentido, creo que es importante que tengamos una escuela donde ser boliviano, ser paraguayo o ser peruano o chileno en la Patagonia, no sea una carga para los "pibes". Esto me parece fundamental, porque hoy día, en gran medida, es una carga, muy sutil, pero lo es.

La tercera batalla es la Argentina del trabajo y de la producción, donde es importante que se libre esa batalla y podamos decir que ser extranjero no implica tener que hacerse cargo de inflación o desocupación como ocurrió en la década del ´90. En la década del ´90, ser extranjero en el ámbito del trabajo y la producción implicaba tener que hacerse cargo de lo que estaba pasando con los índices de desocupación y los índices de inflación. Lo uso medio metafóricamente pero bastante en serio como relato casi ingenuo de lo que ocurría en esa época.

La cuarta batalla es la que podríamos llamar la Argentina del delito, donde el delito pueda ser tratado independientemente de la nacionalidad, donde se rompa esa relación. Y lo digo en estos términos, y acá no es metáfora, porque hay cierta relación en lo que tiene que ver con el delito y la nacionalidad, no es una relación entre dos variables. Yo creo que deberíamos contribuir a que sean independientes.

La quinta batalla creo que tiene que ver con la Argentina de la salud y la enfermedad, en donde el tratamiento de la salud como de la enfermedad sea un derecho de la misma manera que lo es para los nativos. La nacionalidad no debe instalarse como uno de los factores que haga a un tratamiento diferencial.

Y la última de las batallas tiene que ver con la Argentina cotidiana, la Argentina de los barrios, de las calles, de las canchas, de los colectivos, de los subterráneos, de los pueblos, de las grandes ciudades, en dónde en esa Argentina que somos todos nosotros, también de alguna manera se tenga que librar esta batalla.

Yo creo que ésos son, por lo menos, los seis campos de batalla que tenemos que tratar, y coincido con lo que se decía en esta mesa hace un rato: es cierto, no alcanza con la ley que tenemos. Es excelente, creo que es ejemplar en Latinoamérica y ejemplar en el mundo, no me cabe ninguna duda, es una condición necesaria, ratifico lo que se dijo recién. Esa batalla ya se libró, felizmente se triunfó, pero quedan estas otras que me gustaría que se libraran.

Para ir terminando, quiero señalar un par de cuestiones más y son las siguientes. Que nuestros migrantes latinoamericanos consideren que en la Argentina están mejor que en su país de origen, no nos habilita a los argentinos a convertir nuestras diferencias en relaciones desiguales de derechos y obligaciones. Esto a veces también aparece en la naturalización del discurso, bueno, "están mejor acá que lo que estaban". Y sí, es tan cierto que están mejor acá que lo que estaban como que ello no es algo que habilite a establecer y transformar las diferencias en relaciones desiguales o de dominación.

Creo que la institución educativa, la institución de la salud, los sindicatos, las organizaciones empresarias, la justicia, las fuerzas de seguridad y los medios de comunicación, deben acompañar al gobierno en recorrer este camino tan complejo de la integración cultural y social, con un objetivo final muy importante, que es que lleguemos a construir una nación sin excluidos, sin ningún tipo de exclusión, teniendo en claro una cosa que es un fenómeno interesante y que proviene del campo académico, sobre todo de las ciencias sociales, y que es el siguiente: cuando nosotros nos referimos a los excluidos, cuando hablamos de "exclusión social" en el ámbito académico, cuando se produce conocimiento de esta gran categoría llamada "exclusión social", en general, se tiene a homologar exclusión con pobreza. Yo lo que digo es que esa es también una mirada sesgada. No necesariamente tenemos que encarar la exclusión desde la pobreza. Hay otra problemática de exclusión que incluye a la pobreza pero que también incluye diferencias culturales. No es casual que tengamos este "olvido" en la producción de conocimiento justamente en un ámbito como éste, que tiene que ver con la diversidad cultural, y que aparentemente no es un problema que convoque a las ciencias sociales, por lo menos acá en Argentina.

Me parece importante en ese sentido que también en el ámbito académico podamos empezar a problematizar y considerar que la categoría "exclusión social" incluye a sujetos que padecen de dos cuestiones: la pobreza, pero además arrastran con otra cuestión, que es la diferencia cultural y nacional que tienen con respecto a nosotros.

Expositor

• Dr. Lelio Mármora.

Institución de pertenencia y función

• Director de la Maestría en Políticas de migraciones Internacionales, UBA.

Título de la exposición

• "Los modelos de integración social de los inmigrantes en la Argentina".

Exposición

En este Seminario sobre inserción sociolaboral de los inmigrantes en la Argentina organizado por la Dirección Nacional de Población el tema que voy a tratar es el de cuáles son los modelos o las estrategias que surgen cuando nos referimos a una integración del migrante en nuestro país.

Uno de los problemas que se presentan hoy en día en casi todo el mundo, en la mayor parte de los países receptores de inmigración, es cómo van a vivir juntos con los que llegan. Hay un libro que Alain Touraine escribió hace unos años que es paradigmático que se llama "¿Podremos vivir juntos?" y este es uno de los temas que estamos viendo como problemática en distintas partes del mundo.

Los nuevos fenómenos migratorios se están encontrando con procesos discriminatorios, de xenofobia y nuevos rechazos.

En el caso de la Argentina tenemos una historia que no está exenta de contradicciones, hemos tenido una estrategia clara de la generación del ’80 en la cual se pensó en la integración de la inmigración de ultramar, pero con exclusión de los pueblos originarios. Una exclusión que acompaño a los procesos de integración y donde incluso con respecto a esos mismos migrantes hubo reacciones adversas y xenófobas.

Tampoco en la generación del ’80 hubo una voz unánime en cuanto a cuál era el valor de esas migraciones. Autores como Miguel Cané, por ejemplo, o Martel, o Cambaceres, presentan distintas expresiones xenófobas y en algunos casos racistas. En esa línea se inscribe la Ley de Residencia que se estableció para tratar de rechazar o poder expulsar a aquellos inmigrantes anarquistas, españoles e italianos, que estaban organizando los sindicatos de trabajadores.

Esta Ley se promulgó pero no tuvo demasiado éxito, los sindicatos se formaron; la Argentina es un país que tiene el movimiento sindical más estructurado de América Latina.

Nos encontramos siempre con este tipo de contradicción, en la cual los procesos se tornan en posiciones oficiales de apertura e integración y por otro lado ha habido rechazos y formas de expresión de xenofobia, el prejuicio.

Estos modelos de integración no son solamente concentrados en los migrantes, con el yrigoyenismo se integró a la cultura ciudadana, o a la forma de ejercer la ciudadanía a las clases medias de esos europeos o hijos de europeos que ya estaban integrados al país. Y con el peronismo se integró a los "cabecitas negras" que llegaban a los centros urbanos en la etapa de industrialización del país, y que un parlamentario de la oposición en su momento los calificó de aluvión zoológico.

Con lo cual, son distintas las situaciones en las que en nuestro país hemos encontrado tanto voluntad de integración como rechazo a aquel que estaba llegando.

En ningún momento hubo un acuerdo absoluto, pero a pesar de las diferencias y de las manifestaciones de xenofobia y de racismo, podríamos decir que la Argentina es una sociedad que ha ido llevando un camino de integración, manteniendo un prejuicio latente, manteniendo diferencias, integrándose por partes y no por otras. A pesar de ello Touraine señalaba en el libro citado, que la Argentina y Uruguay no podían ser tomadas como ejemplo de procesos de integración, porque eran procesos atípicos, que se habían dado en aquellos años como en ninguna otra parte del mundo.

Como la palabra de integración, así como la de discriminación, tiene muchos significados y muchas formas de interpretar, me voy a permitir hacer algunas reflexiones en cuanto a las diferencias de los distintos modelos o estrategias,- que no solamente en la Argentina-, se han ido ensayando en este encuentro de aquellos que llegan y aquellos que están.

Por un lado, el extremo es la no integración, es decir, la segregación institucionalizada que encontramos en el "apartheid" de Sudáfrica, e incluso lo que fue la colonización británica en los Estados Unidos, o en algunos Estados de ese país, el caso de la población negra hasta los años sesenta, o de una forma más extrema los guetos armados por el régimen nazi. Este es el tipo de no integración, es el de la clara diferenciación en cuanto a quienes están de un lado y del otro, y además institucionalizada y legalizada.

El segundo tipo que podríamos presentar como modelo de integración, es la integración monocultural, es la integración digestiva, es la integración que intenta que el migrante o el que llega sea una tabla rasa en cuanto a lo que trae como valor como cultura, como tradición y se integre inmediatamente.

Este fue el modelo predominante en EE. UU. e incluso en la Argentina, y en la mayor parte de los países de inmigración a principios del siglo XX. Era la forma criticada por la sociología canadiense, como una forma de integración digestiva, donde la sociedad receptora trata de tragar la cultura que se trae, es la que trata de absorber y eliminar todo aquello que hay anterior.

La expresión más clara de este tipo de integración es la del el nacionalismo chauvinista, que es importante diferenciar de los procesos de identidad nacional. Hay una diferencia muy clara de lo que es el nacionalismo y la identidad nacional o la conciencia nacional. El nacionalismo se remite a los orígenes lo mismo que la religión, la raza, la etnia. La conciencia nacional o identidad nacional es concebida siempre como un proceso en formación. En los movimientos de liberación nacional que se dieron en el mundo la conciencia nacional se iba formando como una identidad colectiva frente al colonialismo.

Esta sería la concepción de conciencia nacional presente en obras como "Los condenados de la tierra" de Franz Fanón, o de "La formación de la conciencia nacional" de Hernández Arregui.

El tercer tipo de modelo es el diferencialismo multicultural, y acá comparto con Néstor Cohen su prevención respecto a la cuestión de la tolerancia que a veces se toma como una cuestión políticamente correcta.

El tema del multiculturalismo nace en la década del sesenta, son los sociólogos norteamericanos los que lo inventan en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, para lo cual fue funcional en ese momento.

El problema es cuál es el papel que cumple este multiculturalismo cuando se exporta y es adoptado tanto por las sociedades como por los círculos culturales de los distintos países, o por aquellos que son los responsables de establecer las políticas.

Qué quiere decir el multiculturalismo en países como los sudamericanos, ¿vamos a empezar a dividirnos diferencialmente en términos de las características étnicas, culturales o religiosas de los habitantes que tenemos? ¿Vamos a tener una sociedad fragmentada? Autores como Todd plantean que este multiculturalismo estaría recluyendo al migrante en su cultura de origen en nombre del derecho a la diferencia.

Esto es una forma de reclusión a los orígenes y una barrera con respecto a la integración. Es una especie de: cada cual con su cada cual, nos toleramos, vivimos en el mismo espacio, pero no somos lo mismo.

En la globalización neoliberal lo importante es que no existan intermediarios entre la globalización de las multinacionales y el individuo. El Estado Nación es el intermediario más poderoso frente a la subcultura de la globalización. Por eso los extremistas de la globalización de la década del noventa plantearon que el Estado Nación desaparecía, que la soberanía desaparecía. Pero nos encontramos con que la soberanía desapareció para algunos países pero hay otros países que hacen lo que les da la soberana gana.

Esta es una globalización asimétrica, monopólica y excluyente, que necesita debilitar aquellos poderes intermedios como el Estado, y las conciencias nacionales colectivas que se generan dentro del Estado-Nación. Estado y democracia son las dos caras de una misma moneda, no hay democracia si no hay Estado.

La ideología esta del multiculturalismo evidentemente ha producido una fragmentación en función del origen de raza, de religión, o cultural. Es una disociación cultural, es como dice Todd en "La ilusión económica" una maquinaria desigualitaria donde uno de los principales objetivos es la destrucción de las creencias colectivas y dentro de esas creencias colectivas está el rechazo a todo aquello que implique el Estado, la nación y la conciencia nacional.

Entre 1945 y 1965 la idea de nación combatió eficazmente a la idea de la raza, el racismo fue combatido durante esos veinte años con la idea de las conciencias colectivas nacionales.

Los procesos de antinacionismo globalizador fueron abriendo camino para el reconocimiento de las identidades diferencialistas. El individuo termina por clasificarse por lo más insignificante y lo más superficial que es el color de su piel, más que por otras cuestiones identitarias. Es funcional para las clases superiores porque se desembarazan de las obligaciones que tienen dentro de una comunidad organizada. Por eso lo nacional y lo popular están íntimamente vinculados. Y por esas razones dentro de este esquema de globalización el multiculturalismo ha sido planteado como la política correcta a aplicar en distintas sociedades.

El cuarto tipo de modelo que se ha intentado aplicar en distintos países, muchas veces no con mucho éxito, es un modelo intercultural. Ya no se apela tanto a la tolerancia sino al respeto al otro, el objetivo sociocultural es que el pluralismo de los orígenes vaya, en su interacción, construyendo nuevas formas culturales.

La nación es una nación de procesos donde, como se señalaba, la conciencia nacional es una síntesis de aquellas identidades particulares que se mantienen pero que se van integrando en una más amplia, que puede devenir en una identidad regional, y más allá en una identidad mundial, de toda la humanidad.

Dentro de esta idea del interculturalismo hay algunos elementos que hace a lo que ha sido llamado el "mestizaje cultural" propio de sociedades en transición como la de América del Sur. Como plantea Laplantine en "El mestizaje", es más cultural que étnico. Produce identidades culturales independientes del color de la piel. Amérca del Sur produce, reprime y valoriza este mestizaje, por eso este proceso no es fácil. Es un proceso difícil pero que se ha ido construyendo. La cultura a la que se va remite automáticamente a la cultura de la que se vuelve, esto es un poco lo que Borges se imagina como la causa posterior al efecto, hay una permanente relación dialéctica entre lo que estaba y lo que se abre, lo que se construye.

Por eso es difícil explicar la integración en América del Sur a partir de categorías dicotómicas como las planteadas por el multiculturalismo.

En el caso sudamericano, las identidades nacionales se construyeron a partir de los que estaban, los que llegaron por voluntad y los que fueron traídos a la fuerza, los que llegaron buscando otro mundo, los que simplemente llegaron buscando un trabajo o incluso de los que se van y siguen perteneciendo estando afuera.

En la medida en que este mestizaje cultural es asumido y valorado, y al ver sus riquezas quizás podamos ir sintiendo que podemos vivir juntos. Y creo que nuestros países, no solamente la Argentina, sino América del Sur tiene muy buenas posibilidades en este momento de ir desarrollándose dentro de esta perspectiva, dentro de esta estrategia que por supuesto tiene que ser asumida por la sociedad en su conjunto.

¿Cuál es el modelo?, ¿cuál es la estrategia?, es muy difícil dado que no hay recetas. En principio, algunas de las áreas estratégicas son la educación, la salud, el mundo del trabajo, la convivencia cotidiana.

Lo que está claro es que el camino no es el diferencialista. En Estados Unidos en los últimos treinta años aumentó la endogamia gracias al multiculturalismo, y lo que buscamos es la exogamia no la endogamia, la mezcla, la posibilidad de estar juntos, de respetar nuestros orígenes pero, por otra parte, poder compartir identidades más amplias, como la de identidad nacional.

Por otra parte no es posible la integración cuando existe la discriminación, la integración cultural debe partir de un esfuerzo fundamentalmente de la sociedad receptora. En general los esquemas de integración –como el planteado por Sartori en "La sociedad multiétnica"– atribuyen a las características del migrante su posibilidad de integración. Pero la experiencia demuestra que si bien las distancias culturales juegan un papel importante, es la sociedad receptora la que tiene que darle al migrante las posibilidades para su integración.

Esto es exactamente lo contrario a lo que está pasando en muchos países europeos donde antes de entrar le exigen que sepa la historia del país y el idioma. Este no parecería ser el camino adecuado, es la sociedad receptora la que tiene que hacer un gran esfuerzo para evitar la discriminación, para abrir las posibilidades de participación activa del migrante en las distintas áreas, salud, trabajo, etc. Y ese esfuerzo es el que puede dar resultados positivos en términos de esta forma de inserción.

El otro tema, el otro principio, es que no hay una sola identidad, a veces se toman las identidades como algo exclusivista. Se puede tener distintas identidades: una identidad que responda a los criterios de nación, una identidad con respecto al lugar en donde vive; además ese proceso de conformación de identidad puede tener una identidad regional latinoamericana, sudamericana. Solamente podemos ser ciudadanos del mundo si estamos seguros de nuestro origen.

Desde el punto de vista psicológico, la identidad se forma en tanto uno sabe quién es, cuál es su origen, hacia donde va y por qué se está integrando, con qué elementos y con qué valores lo está haciendo.

La identidad también es fundamental en este sentido para la formación de una cultura en la nueva sociedad que se va construyendo entre los que llegan y los que estaban.

Por último, quiero reiterar que la integración del migrante interno, de aquel que no era aceptado a pesar de estar originariamente, tiene que ser visto como un aporte para el enriquecimiento del proceso identitario nacional, donde no pueden existir ciudadanos de segunda clase.

Segundo panel

Expositora

• Dra. Andrea Pochak.

Institución de pertenencia y función

• Directora Adjunta del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

Título de la exposición

• "Derechos humanos de los migrantes".

Exposición

Muchas gracias a los organizadores por la invitación. El CELS viene trabajando por los Derechos Humanos de las distintas comunidades desde hace quince años cuando todavía regía en el país la Ley Videla que consagraba la Doctrina de la Seguridad Nacional hacia el grupo de personas migrantes. Afortunadamente en el 2004 empezó a regir la nueva Ley que significó un salto fundamental para la vigencia de los Derechos Humanos de las personas migrantes en nuestro país.

La nueva Ley, la Ley N° 25.871 reconoce formalmente los Derechos Humanos básicos para todas las personas migrantes en nuestro país, sobre todo la salud, la educación, la justicia, la seguridad nacional, y eliminó cláusulas totalmente discriminatorias y de persecución que tenía la Ley Videla, Ley Videla porque se dictó durante la época de la dictadura, que entre otras cosas consagraba la obligación a todo funcionario público de denunciar a los migrantes en situación irregular.

Por lo tanto, desde el punto de vista de Derechos Humanos el reconocimiento formal que significó la Ley del 2003/2004 es un avance fundamental que nos pone a los argentinos, y de esto no hay duda, y hay que decirlo, en una situación de avanzada en relación con otros países de la región, e incluso como se acaba de decir en el otro panel, en otros países del primer mundo como Europa; y desde el CELS hemos celebrado esta Ley. Hemos trabajado mucho en estos quince años para la sanción de esta Ley, hemos incidido bastante para que esta Ley saliera a la luz, era una ley necesaria para el respeto de los Derechos Humanos, para la adecuación de la legislación a los estándares internacionales.

Pero lamentablemente, y esto hay que decirlo también, no es suficiente el reconocimiento formal que significó la Ley, no es suficiente para la vigencia de los Derechos Humanos de los migrantes en nuestro país. Nosotros en este momento estamos embarcados en un trabajo fuerte para lograr la reglamentación de esta Ley, porque lamentablemente en nuestro país hasta que las leyes no están reglamentadas, prácticamente no se cumplen, incluso en este momento existe, en el mejor de los casos, incertidumbre por parte de los funcionarios públicos respecto de cuál es la legislación vigente. Que no haya una reglamentación de esta Ley permite que se sigan cometiendo violaciones de los Derechos Humanos, por prácticas basadas en la Ley anterior, por dinámicas burocráticas inspiradas en la Ley anterior. Por lo tanto, hacemos fuerza por una nueva reglamentación. Sabemos que la Dirección Nacional de Migraciones ha trabajado en este último tiempo muy fuerte para lograr una reglamentación acorde a la nueva Ley. Desde el CELS hemos colaborado en la elaboración de ese Decreto reglamentario, y esperamos que a casi cinco años de la sanción de esa ley este reglamento pueda salir a la luz.

Dicho esto les quiero contar la historia de Daniela para conocer la situación de los Derechos Humanos de los migrantes en nuestro país. Les voy a contar una historia, Daniela tenía 12 años cuando solicitaron sus padres una pensión por discapacidad. Daniela padece cuadriplejia espástica, ausencia de lenguaje verbal, así como una deficiencia motora e intelectual. A raíz de esa enfermedad Daniela carece de movilidad en sus miembros, sus brazos, sus piernas, manos y pies se encuentran totalmente atrofiados, Daniela no puede comunicarse verbalmente ni alimentarse por cuenta propia y requiere atención permanente las 24 horas. Sus padres obviamente solicitaron pensión por discapacidad, para poder darle a su hija condiciones mínimas de subsistencia en el país. Sin embargo, la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales decidió negarle ese beneficio básico a Daniela. El detalle es que Daniela nació en Bolivia, y cuando los padres solicitaron esa pensión por discapacidad Daniela llevaba viviendo en el país, con una residencia permanente, dos años.

El Reglamento vigente 432 del año 97 decía que para poder obtener ese beneficio, para poder obtener ese derecho básico a vivir dignamente, las personas deben tener 20 años de residencia en el país, o sea Daniela tenía que tener 32 años para poder solicitar esta pensión por discapacidad. Este es uno de los casos que el CELS decidió patrocinar en el marco de su clínica jurídica producto de un convenio con la Universidad de Buenos Aires y el CAREF.

Hace casi ya 6 años que tenemos una clínica en donde formamos estudiantes de derecho especializados en la defensa de los Derechos Humanos de los migrantes y los refugiados; e intentamos llevar a la justicia casos que de otra manera no conseguirían abogados, porque no existe un interés económico en estos casos. Y este caso afortunadamente lo ganamos y Daniela tiene en estos momentos su pensión por discapacidad, pero claro, hubo que pasar por todas las instancias judiciales, porque otras de las cuestiones que tenemos que remarcar es que a pesar de la Ley, del reconocimiento formal de los Derechos Humanos, a pesar de los tratados de Derechos Humanos vigentes que tienen garantías constitucionales en nuestro país, a pesar de todo eso la justicia parece también mirar para otro lado.

La Corte Suprema que es quien finalmente nos dio la razón, le dio la razón a Daniela, dice concretamente: "el objetivo de esta prestación es básicamente garantizar la subsistencia de personas en situaciones extremas, que de manera palpable se compruebe la falta de recursos para la subsistencia, pero exigir 20 años significa poner en crisis el derecho reconocido en los pactos. La norma prevé un trato diferenciado entre nacionales y extranjeros y poniéndole a estos últimos mayores exigencias para acceder a algún beneficio otorgado por el Estado". Claramente lo que la Corte está diciendo es que en todo caso las dificultades presupuestarias, que era la defensa que argumentaba el Estado, para decir bueno, tengo derecho a elegir a quien le doy y a quien no el doy el beneficio, dice la Corte: "las dificultades presupuestarias aún si existieran no pueden discriminar entre nacionales y extranjeros y afectar sólo a estos últimos".

Lo que quiero decir es que la Corte también resaltó el trato discriminatorio que había obtenido Daniela por parte de la misma justicia, la justicia que debe garantizar los Derechos Humanos cuando las distintas instancias gubernamentales, públicas, privadas, violan estos derechos. El último resorte para la vigencia para estos derechos que es la justicia, y en el caso argentino, está marcada por una fuerte impronta de discriminación hacia los migrantes.

Todo esto es la situación actual, tenemos un avance fundamental, como dije, basado en el reconocimiento formal de los Derechos Humanos en la Ley N° 25.871, pero todavía tenemos muchos desafíos pendientes. Sabemos obviamente que los cambios no pueden ser inmediatos, que requieren cambios profundos, por ejemplo, los funcionarios de las fuerzas de seguridad, que controlan el ingreso de inmigrantes en las fronteras, como les decía, están confundidos sobre que norma deben aplicar.

Reconocemos también como un fuerte avance, un importante avance el Programa Nacional de Normalización Documentaria Migratoria, que se puso en marcha en 2006, conocido como Patria Grande, sin duda ese programa está orientado a garantizar el derecho a la población migrante. A través de él las personas que provenían de los países del Mercosur, o países socios, pueden obtener con requisitos simples una radicación por el plazo de 2 años. El Programa Patria Grande fue una de las principales políticas públicas destinadas a eliminar las consecuencias de la aplicación de la Ley Videla. Sin embargo, no es suficiente, existe todavía falta de capacitación de muchos de los funcionarios públicos que deben hacer cumplir la ley, que no existe incluso órganos especializados en la protección de los derechos de los inmigrantes.

Uno de los principales problemas para el acceso a los Derechos Humanos de los migrantes y refugiados en la Argentina es la falta de documentación que puede ser consecuencia de la aplicación de criterios de residencia restrictivos, el costo de la documentación, u otros motivos. En el acceso a los derechos básicos la presentación de una residencia legal es otro requisito ineludible, que sitúa a los migrantes regulares en una situación de posibilidad de acceso a estos derechos. Por eso, es fundamental avanzar sin más demora en este tipo de prácticas administrativas y como les dije también es un desafío pendiente en nuestro país cambiar la cultura y la percepción de nuestro Poder Judicial para que finalmente se constituya en los últimos garantes, en los últimos resortes de la vigencia de los Derechos Humanos en nuestro país.

Desde el CELS seguiremos trabajando, monitoreando que finalmente ese reglamento salga a la luz y se sancione cuanto antes, seguiremos trabajando juntos por los y las migrantes de nuestro país, para que en el caso de que los derechos no sean respetados, se presenten los reclamos administrativos y judiciales correspondientes, así que estamos dispuestos a escuchar sugerencias, a recibir denuncias y seguiremos trabajando en esa línea.

Expositor

• Dr. Juan Mondelli.

Institución de pertenencia y función

• Asesor legal del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR).

Título de la exposición

• "Situación de la integración de los refugiados en la Argentina".

Exposición

Quiero agradecer la convocatoria de la Dirección Nacional de Población, por supuesto también al Ministerio del Interior y la Dirección Nacional de Migraciones por la invitación. Voy a ser sintético y me voy a referir muy rápidamente a la cuestión de la inserción social de los refugiados que residen en la Argentina, y en realidad a los derechos de los refugiados en nuestro país.

Coincido con Andrea en el sentido de que el principal desafío está a veces en el estado normativo, pero también en cómo es ejercido ese derecho en el ámbito interno. En un primer sentido, muchas veces lo importante es asegurar que las leyes estén vigentes, que sean reglamentarias de leyes constitucionales, y que respeten también los estándares internacionales. También pueden estar desarrolladas en otro tipo de reglamentación, y en este sentido el ACNUR también ha estado desarrollando este proceso de reglamentación de la Ley de Migraciones, que es importante para los refugiados en términos de la integración local.

Los estándares de derecho de los refugiados tienen sustento en la legislación del 51 y obviamente en la legislación interna, en la Constitución Nacional, en la Ley de Migraciones y en la Ley de Reconocimiento y Protección al Refugiado. Básicamente los refugiados tienen los mismos derechos que los extranjeros o migrantes, que de acuerdo a la Ley de Migraciones están igualados en trato, o deberían estar igualados en el trato a los nacionales. Por lo tanto, en términos de derechos civiles, económicos, sociales y culturales debería haber igual tratamiento para todos sin ningún tipo de discriminación. Entonces, este es el piso mínimo desde el cual habría que hacer cualquier tipo de consideración.

Al igual que en el ámbito de los inmigrantes, la Argentina ha dado pasos importantes en lo que es la protección de los refugiados, especialmente se puede destacar en los últimos años la incorporación de la Argentina al Programa Regional de Refugiados del ACNUR, la adopción de la legislación de protección a los refugiados de 2006, y también el trabajo que viene realizando la Comisión Nacional de Refugiados, la nueva CONARE, que esperemos esté en funcionamiento antes de fin de año. Digamos que ese sería un paso muy importante para seguir avanzando en este proceso de integración de los refugiados en el país.

En este sentido, en términos de retos también está pendiente la reglamentación de la Ley de Refugiados de 2006, que servirá, en principio, para que los procesos administrativos no sean un obstáculo para que los derechos sean realmente efectivos. Para ello ya ha sido designada una comisión que trabaje en su reglamentación.

En términos de desafíos, además, y al margen de la implementación de la ley y la instalación de la Comisión como tal, hay situaciones muy concretas que se presentan en el día a día de asilados y refugiados para el proceso de integración de los que residen en nuestro país. Por un lado está la cuestión del tipo de documentación que tienen, que es un certificado de residencia precaria. Si bien consta que con dicha documentación tienen derecho a trabajar legalmente, normalmente en la práctica se dificulta conseguir un trabajo legal. Primero porque tarda mucho la documentación requerida por los empleadores, luego, el hecho a veces de mencionar ser un inmigrante de asilo o de refugio puede crear algún tipo de obstaculización.

Este es el primer desafío que está pendiente. Por otro lado, como decía, si bien la residencia precaria habilita a trabajar, la demora del procedimiento como tal que puede durar un año y medio y dos años en promedio, puede ser un obstáculo para que se acceda a algún tipo de documentación. También estamos trabajando junto al CEPARE y lo está haciendo con la CONARE, para acortar los plazos de excepción y mejorar en la práctica otro tipo de documentación, pero por el momento y más allá de los grandes avances seguimos registrando que éste es un desafío. Muchas veces otra dificultad práctica que se presenta es la demora de la obtención del Documento Nacional de Identidad. Por supuesto, también el hecho de portar un DNI crea la posibilidad de obtener empleo. Otro aspecto importante es, y eventualmente a partir de la implementación de la Ley y la participación de la CONARE, la comisión espera poder empezar a trabajar en el diseño de un programa con una política pública en relación a la asistencia social.

En la actualidad, el programa del ACNUR Argentina contribuye también con la Comisión Católica, con muchas limitaciones, a ayudar a cubrir algunas necesidades básicas de refugiados y asilados que llegan al país. No obstante, se espera que las nuevas competencias que va a tener la Comisión Nacional de Refugiados a diferencia del CEPARE, pueda estar en condiciones de poder articular con instancias nacionales, y también provinciales y locales, para favorecer en principio los nuevos programas o la inclusión de los refugiados en programas ya existentes de asistencia social.

Otra dificultad que a veces se presenta en la práctica a los refugiados es el poder conseguir revalidar los certificados y diplomas de estudio, muchas veces las exigencias de legalización que no pueden obtener o la obtención del documento obstaculiza el proceso para revalidar el título, y eso puede dificultar el ejercicio de la profesión que tenía en su país de origen. Y el hecho también que en las legislaciones locales de muchas provincias del país ciertos tipos de beneficios sociales o de programas están sujetos a tener la residencia permanente en el país. En el caso de los refugiados, de acuerdo a la Ley de Migraciones, la no residencia temporaria renovable puede dificultar el acceso a créditos, vivienda, así por ejemplo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se exige como requisito que tenga residencia permanente en la ciudad.

De modo que éstas son algunas de las dificultades prácticas que se presentan día a día a los solicitantes de asilo. Por lo tanto, creo que uno de los desafíos que tenemos por delante es la creación de la Comisión Nacional de Refugiados y todo el trabajo que pueda realizar la Comisión para Refugiados en lo que respecta a programas de asistencia social u otros que faciliten la integración de los solicitantes de asilo y refugiados, tanto locales como nacionales.

Yo rápidamente quería hacer estas referencias con sentido más práctico de lo que podían ser las dificultades, acá de la gente que ingresa muchos son inmigrantes pero también refugiados, y vuelvo a hacer referencia a lo que significa día a día.

Expositora

• Mg. Gladys Baer.

Institución de pertenencia y función

• Docente de la Maestría en Políticas de Migraciones Internacionales, UBA. Dirección de Estudios y Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo.

Título de la exposición

• "Inserción laboral de los inmigrantes latinoamericanos en nuestro país".

Exposición

El trabajo es el núcleo articulador entre la esfera económica y social

• "A finales del Siglo XX, en todas las sociedades del mundo la forma predominante para obtener los recursos y los medios para la reproducción material de los seres humanos es el trabajo asalariado …-es la relación social- que forja la dinámica de las actividades económicas de la abrumadora mayoría de la poblaciones del planeta" (Pries 2003).

• Actúa como mecanismo de distribución de los bienes y recursos en una sociedad.

• Es fuente de progreso social y es la base de procesos de cohesión social.

Migración y trabajo

• Las características de la estructura del empleo en una sociedad, en cuanto a cantidad de puestos de trabajo que genera como su calidad, define e influye en los procesos migratorios.

• Sea para entender la emigración de nativos como la recepción de inmigrantes debe analizarse qué particularidades del mercado de trabajo actúa sobre la movilidad espacial de las personas.

• Entre nuestros países del Cono Sur, hay una historia social y cultural compartida, sin embargo, la dinámica económica en cada una de ellos ha generado disparidades relativas en los niveles de desarrollo. La Argentina a partir de mediados de los años 50’ comenzó a atraer mano de obra de los países vecinos.

Inmigración e integración laboral

• Según los datos analizados, los inmigrantes logran en un porcentaje mayoritario insertarse en el mercado de trabajo.

• Se observa que se ubican principalmente en algunas ramas de actividad en particular: servicio doméstico, construcción, y comercio.

• Estos sectores económicos tienen un alto grado de informalidad laboral, por las características de temporalidad, o su ejercicio en domicilios particulares, o tratarse de actividades con alta evasión al control, los empleos que generan son de baja calidad, sin protección social.

• Estos datos muestran un momento puntual, se refieren al 2006, habría que analizar una serie en el tiempo para observar cómo ha evolucionado el empleo de los migrantes. Si bien la inserción laboral es diferenciada a la de los nativos, la recuperación notable que ha tenido el mercado de trabajo argentino, habrá repercutido favorablemente en el trabajo de los inmigrantes.

RESULTADOS DEL TRABAJO EN TALLER

Metodología

Para el trabajo en taller se utilizó un método sencillo que permitiera alcanzar dos objetivos básicos: crear un ámbito de confianza donde los participantes pudieran expresar sus ideas y obtener un documento que reflejara, en la medida de lo posible, las ideas del grupo.

Los participantes formaron tres grupos. Se buscó que los mismos fueran heterogéneos con el fin de contar con mayor diversidad de opiniones.

El trabajo se desarrolló en dos momentos diferenciados

Trabajo grupal

Para este primer momento se propusieron consignas que orientaran y facilitaran el intercambio de ideas. En cada grupo un coordinador facilitó el dialogo y registró las conclusiones. Este trabajo se extendió alrededor de dos horas.

Exposición en plenario

Cada grupo expuso las conclusiones elaboradas en el trabajo grupal.

Trabajo de la primera mesa

Situaciones asociadas a la condición de extranjero en la argentina

Documentación

Si bien con el CUIL los inmigrantes están formalmente en condiciones de trabajar, en muchas ocasiones los empleadores les exigen contar con el DNI. De hecho, hay padres que llegan a las asociaciones de inmigrantes por haber sido echados del trabajo por no tener DNI.

Muchas veces la residencia precaria no es aceptada para trabajar por parte de los empleadores.

El RENAPER demora un año para dar turno, y 8 meses más para presentar las partidas y demás documentación ("Hoy –noviembre- tengo un turno para septiembre de 2009").

Al no contar con el DNI, a muchos chicos inmigrantes no se les entrega el diploma una vez finalizados sus estudios escolares.

Los efectos de la crisis sobre la migración

Se estima que la crisis económica traerá como consecuencia un aumento de la migración boliviana hacia la Argentina. Asimismo, habrá también un retorno de bolivianos desde España y países de Europa, siendo posible que parte de esa inmigración de retorno recale en Argentina.

Es posible que haya una mayor afluencia de migración boliviana y limítrofe en general hacia la Argentina.

Discriminación y estigmatización

Existen problemas en el acceso al trabajo por parte de los inmigrantes, no sólo por la documentación que poseen, sino también por su fenotipo. Cabe destacar, no obstante, que ello también ocurre con la migración interna (es hacia los "cabecitas negras" en general).

Existe mucha discriminación hacia los inmigrantes en los hospitales. Por ejemplo, en la entrega de turnos se les da prioridad a los nativos por sobre los inmigrantes.

A pesar de no existir ninguna reglamentación que lo disponga, numerosas veces se les pide el DNI a los inmigrantes para poder ser atendidos en los hospitales.

Las nuevas corrientes migratorias en la argentina

Las nuevas migraciones suelen llegar muchas veces bajo la figura de Refugiado. El Comité de Elegibilidad para los Refugiados (CEPARE) funciona bien, pero el rechazo de migrantes es alto porque resulta difícil probar cada caso.

Existen estereotipos hacia los inmigrantes que resultan muy difíciles de romper. Existe una permanente actitud de disolver la particularidad del "otro".

Propuestas

• Deben pensarse distintas alternativas para que se reduzca el tiempo que demora la entrega del DNI.

• Dar a conocer que la residencia precaria es válida para trabajar, del mismo modo que lo es el DNI.

• Informar masivamente, así como fue la difusión televisiva realizada durante la primera etapa del programa Patria Grande, que la residencia precaria permite al inmigrante trabajar legalmente.

• La Dirección Nacional de Migraciones debería realizar acuerdos con la AFIP y con el Ministerio de Trabajo para asesorar a las grandes empresas en lo que respecta a la documentación que necesita el trabajador inmigrante para su contratación.

Otros temas debatidos

En necesario poner en la agenda el tema del Africa, un continente saqueado donde hay 40.000.000 de personas que padecen SIDA. En ese sentido, uno de los participantes consideró que dicho continente es como "una especie de campo de experimentación de grandes empresas multinacionales de medicamentos".

Por otro lado, los inmigrantes afirman ser respetuosos de la Ley y estar agradecidos de la Argentina. En el grupo de trabajo también se recalcó que es importante analizar otro tipo de corrientes migratorias, cada vez más importantes, como las asiáticas y africanas.

Por último, se afirmó en la conversación grupal que, "teniendo en cuenta el proceso de interculturalismo, no debe olvidarse la constitución de la concepción de la nacionalidad, ya que ambas nociones no son contrapuestas. Somos ciudadanos del mundo en cuanto formamos parte de una nacionalidad que nos da identidad, y tenemos identidad en cuanto sabemos quiénes somos".

Trabajo de la segunda mesa

Situaciones asociadas a la condición de extranjero en la argentina

Documentación

La falta de documentación o la carencia de la residencia definitiva dificultan el acceso a un trabajo digno. Aunque formalmente la residencia precaria da derecho al trabajo, los empleadores en general no contratan personas en esa condición migratoria.

Los jóvenes inmigrantes encuentran dificultades para inscribirse y acceder al ámbito educativo porque los países de origen demoran la documentación requerida.

Muchos jóvenes migrantes, y los jóvenes en general, no pueden acomodar los horarios de forma tal de poder estudiar y trabajar simultaneamente, por lo cual se les dificulta la continuidad educativa (fundamental para su inserción e integración plena en la sociedad argentina).

Condiciones de trabajo

La situación laboral de los migrantes es muy difícil porque la mayoría trabaja en negro, por lo cual carecen de obra social y cualquier tipo de beneficios laborales (tal es el caso, por ejemplo, de los vendedores ambulantes). Asimismo, en muchos casos los inmigrantes trabajan en condiciones de explotación.

Por ejemplo, se comentó que a los inmigrantes que trabajan en los "supermercados chinos" no se les da tiempo ni permite hacer sus necesidades. Otro ejemplo puede encontrarse en mujeres migrantes que se insertan en el trabajo doméstico. Ellas, para no alquilar una habitación, continúan los fines de semana en la casa de sus empleadores y éstos las hacen trabajar. El miedo a ser despedidas hace que las empleadas inmigrantes no denuncien esta situación.

Trabajo e integración cultural

La exclusión económica de los migrantes tiene importantes implicancias en una deficitaria integración cultural en la sociedad argentina. Una adecuada inserción laboral (para lo cual, resulta imprescindible contar con la documentación necesaria) facilita considerablemente la integración social y cultural.

Discriminación y estigmatización (abuso de autoridad y pobreza)

La policía y la autoridad en general gozan de impunidad frente a los inmigrantes en diversas situaciones.

Por ejemplo, numerosas veces no toman las denuncias de los migrantes. En otras ocasiones, los migrantes, quienes no conocen sus derechos, quedan detenidos sin ningún tipo de respeto de sus derechos por parte de las autoridades policiales o fuerzas de seguridad. Otro caso de abuso de autoridad se da con respecto a los vendedores ambulantes inmigrantes, a quienes se les quita su herramienta de trabajo (la mercadería) sin justificación.

A la problemática de la migración se le suma la de la pobreza. Las dificultades y discriminación que sufren las personas por ser migrantes se conjugan con la pobreza. En ese sentido, por ejemplo, no es lo mismo ser migrante chileno en la Provincia de Buenos Aires, donde en su mayoría son de clase media, que en la Provincia del Neuquén, dónde tienden a pertenecer a niveles socioeconómicos más bajos. Así, las situaciones de discriminación de los migrantes se agudizan en los casos de migrantes pobres. De este modo, la pobreza implica vulnerabilidad.

Los migrantes limítrofes sufren una discriminación caracterizada por una inferiorización, mientras que los coreanos son estigmatizados por rasgos culturales ya que pertenecen clases sociales medias.

Pensiones por discapacidad

Para obtener pensiones no retributivas o pensiones por discapacidad se les pide a los migrantes un mínimo 20 años de residencia en el país, lo cual prácticamente excluye la posibilidad de que obtengan dichas pensiones que les resultan altamente necesarias.

Propuestas

• Trabajar conjuntamente el país de origen y el país de destino de los inmigrantes de modo que existan convenios para facilitar la documentación necesaria para la inserción del migrante en la sociedad receptora.

• Fomentar un concepto de ciudadanía basado en el lugar de residencia y no en la nacionalidad, para de ese modo incentivar la igualdad entre nativos y no nativos.

• Difundir extensamente los derechos y obligaciones de los inmigrantes.

• Capacitar a funcionarios y migrantes sobre derechos y obligaciones de los inmigrantes.

• Se recomienda el trabajo conjunto y la participación de organismos internacionales, funcionarios y sociedad civil en todas las acciones por desarrollar.

• Defender a los trabajadores migrantes, ya que la defensa de ellos es también la defensa de los trabajadores argentinos. En condiciones de explotación, los inmigrantes se ven obligados a salarios paupérrimos, lo cual también afecta a los trabajadores argentinos, quienes no pueden competir con aquéllos. Así, al evitar la explotación de los inmigrantes se evita la competencia desigual entre nativos y extranjeros.

Otros temas debatidos

El inicio de la fragmentación de la problemática de los migrantes sucede cuando se hacen distinciones por nacionalidad. Por ello, representantes de las colectividades consideran que resulta conveniente hablar de "migrantes" en general. No resulta oportuno que los migrantes se diferencien entre sí según su nacionalidad porque la fragmentación puede ser perjudicial para ellos mismos.

Resulta conveniente entonces para los migrantes unificar la lucha y sus demandas en pos de la construcción de una ciudadanía universal. Así, la representante de una asociación de migrantes postula que la Ley de migraciones fue sancionada gracias a la unidad y lucha de los propios inmigrantes.

No obstante, se reconoce que en determinados aspectos o situaciones sí cobran importancia las nacionalidades específicas, ya que hay comunidades más toleradas que otras por la sociedad, por lo que también hay que atender a las especificidades (nacionalidad, migrantes, sexo). De este modo, se constituye un discurso basado en la igualdad que debería servir de base pero incluyendo las especificidades.

Una de las participantes consideró necesario reflexionar acerca de lo que siente el discriminado el día después al hecho de discriminación, ya que los efectos de un hecho de discriminación persisten en la subjetividad de la persona discriminada por largo tiempo.

Se conversó acerca de que la distribución de poder en las sociedades surge y tiene que ver con las clases sociales, lo cual también afecta a los migrantes.

Se hizo referencia al hecho de que las madres migrantes tienen que trabajar todo el día, quedando sus hijos "abandonados" y con más probabilidades de caer en el consumo de drogas.

Se mencionó durante la discusión del grupo que no existe información y estadísticas actualizadas sobre migrantes en la Argentina.

Se acordó en el grupo que cuando hay inserción económica, aunque haya diferencias culturales, hay integración social.

Trabajo de la tercera mesa

Situaciones asociadas a la condición de extranjero en la argentina

Documentación

Los inmigrantes consiguen un turno para acceder al DNI al año siguiente de la obtención de la radicación. Esto genera múltiples inconvenientes dado que al no tener DNI, no pueden obtener el número de CUIL, acarreando éstos problemas en la inserción laboral, el acceso a la educación y a una vivienda digna.

El RENAPER exige la partida de nacimiento de los inmigrantes que solicitarán el DNI para dar un turno y para obtener dicho documento.

Algunos inmigrantes, por no tener el DNI, tuvieron dificultades para inscribirse en el CBC.

En relación con la salud, el INCUCAI excluye a los inmigrantes que no poseen DNI de la lista de espera. Niños extranjeros con alguna discapacidad tuvieron inconvenientes para que se les extendiera el certificado correspondiente para trasladarse, en forma gratuita, en medios de transporte públicos.

Acceso a la salud e información

Los inmigrantes deben demostrar dos años de residencia en la Provincia de Buenos Aires para poder acceder al servicio de salud público.

Las autoridades policiales les niegan información a los inmigrantes.

Discriminación a refugiados

Los refugiados son discriminados en el campo laboral. Incluso, en el CEPARE y la CCAM la atención hacia los refugiados regionales es de baja calidad. No se los asiste mediante la provisión de información.

Propuestas

• Reglamentación de las leyes de migraciones y del refugiado.

• Difusión de información relacionada con los derechos de los inmigrantes en la Argentina en todos los organismos públicos y, especialmente, en los lugares de atención a inmigrantes, mediante carteles, folletos y páginas Web.

• Implementación de la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE).

• Control por parte de la Dirección Nacional de Migraciones de los organismosdescentralizados que ponen en práctica la Segunda Etapa del Programa Patria Grande.

• Crear una bolsa de trabajo para los refugiados.

Otros temas debatidos

Una de las personas asistentes al taller señaló que tenía 31 años cuando ingresó a la Argentina (nueve años atrás). En ese momento, el migrante no tenía la posibilidad de estudiar ya que las condiciones de vida eran peores. Por problemas políticos existentes en su país de origen (Perú), afirmó que vienen muchos de sus connacionales a la Argentina, buscando una mejor situación económica. Comentó que siendo refugiada se encontró en una condición problemática, teniendo dificultades para acceder a un empleo, al sistema educativo, a la salud y a una vivienda digna. A su vez, no encontró un sitio donde escucharan sus reclamos. En ese marco, ingresó a Mujeres Unidas Refugiadas para colaborar con las personas que se encuentran en la misma situación.

Por otro lado, planteó que una de las ventajas que tuvo como refugiada en Ecuador fue que en ese país funcionaban oficinas en donde se brindaba información y oportunidades de trabajo a los extranjeros; dejando como propuesta la conveniencia de que exista un convenio con ACNUR y CEPARE para crear una bolsa laboral.

Otro de los participantes, representante de la colectividad boliviana, remarcó que el migrante que ha obtenido la radicación se enfrenta al problema de acceder al DNI, el que demora un año en efectivizarse. Esto acarrea otros inconvenientes dado que al no tener ese documento no pueden obtener el número de CUIL, quedando entonces imposibilitados para trabajar de manera regular.

Otro de los inmigrantes que participó del taller, perteneciente a la colectividad boliviana, comentó que vive en la Argentina desde hace 35 años. Forma parte de una organización comunitaria y señaló la necesidad que tiene la colectividad de que se resuelvan los problemas vinculados con la identidad.