SECRETARIA DE PROGRAMACION PARA LA PREVENCION DE LA DROGADICCION Y LA LUCHA CONTRA EL NARCOTRAFICO

Informe Final:

El Consumo Indebido de Medicamentos Psicotrópicos en la Vida Cotidiana. Un Estudio Exploratorio sobre Representaciones Sociales y Patrones de Uso

(Tercera y Ultima Parte)

La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico por intermedio del observatorio Argentino de Drogas elaboró el Informe: "El Consumo Indebido de medicamentos Psicotrópicos en la vida Cotidiana. un Estudio Exploratorio sobre Representaciones Sociales y Patrones de uso". Este organismo desarrolló este documento con la colaboración de investigadores y especialistas en la materia; teniendo como propósito analizar mediante un enfoque científico integral, el proceso del consumo indebido de medicamentos psicotrópicos, las representaciones sociales, los patrones de consumo y la tolerancia social en la República Argentina.

PALABRAS PRELIMINARES

La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, por intermedio del Observatorio Argentino de Drogas, elaboró el informe titulado: "El Consumo Indebido de Medicamentos Psicotrópicos en la Vida Cotidiana. Un Estudio Exploratorio sobre Representaciones Sociales y Patrones de Uso".

La participación institucional de este organismo en el proceso de conformación de este estudio se desarrolló a partir de una exhaustiva división temática para poder abordar de manera complementaria e integral la totalidad del objeto de estudio que se procuró examinar.

El número anterior (Suplemento Actos de Gobierno N° 48) se dedicó a describir las representaciones sociales del consumo de psicotrópicos: la situación del sujeto "insuficiente" y las pastillas para el estilo de vida. En este contexto, se destacaron las concepciones de las representaciones sociales, la circulación de las representaciones de psicotrópicos, la iniciativa, el rendimiento del sujeto competente, la supervivencia del individuo y la dependencia afectiva.

Al mismo tiempo se analizó la problemática de los patrones de consumo y la tolerancia social, la situación del autodidacta, el rol del farmacéutico, la apreciación de la recomendación lega, el contexto familiar, el sustento de las pastillas, la pertenencia social, y las trayectorias de autorregulación en la relación con el médico y el sistema de salud.

Finalmente, en esta tercera y última entrega se desarrollarán las conclusiones, la bibliografía y los anexos.

CONCLUSIONES

"En cierto sentido, el campo de batalla se trasladó al fuero interno del hombre"

Norbert Elias, El proceso de la civilización.

Tolerancia social y modelos de referencia cultural

La tolerancia social hacia la creciente medicalización de la vida se sostiene generalmente en un discurso paradójico en relación con la noción de medicamento. De este modo, si bien al psicotrópico se lo consume como una "pastilla para sentirse mejor", la aceptación social o al menos la tolerancia se fundamenta en su estatus de medicamento.

El psicotrópico participa así de un grupo cada vez más amplio de productos ofrecidos en farmacias que invitan a una automedicación para la performance social, ya sea sedando o estimulando a quien lo consume.

En este callejón sin salida parece encontrarse la discusión acerca de si lo que hay que poner en cuestión es una idea clave en la sociedad contemporánea: la autoconstrucción del sujeto.

Frente a esto, surge la tendencia a percibir como dato menor la diferencia entre la enfermedad y la reacción normal de incomodidad que sucede ante determinada circunstancia, aunque esta circunstancia sea ni más ni menos que la vida misma.

Como se visualizó en los relatos y su análisis, esta idea de autoconstrucción puede tener un correlato que oscila entre un sujeto competente y un sujeto desamparado y "sobreviviente", según en qué eslabón de la estructura social esté ubicado.

En estudios anteriores sobre la población adolescente escolarizada, encarados por el equipo de investigación del Observatorio Argentino de Drogas, se encontró que el consumo de alcohol funda sentido en la idea de producción del yo, poniendo el eje en la desinhibición, a través de un consumo ritualizado y social (1).

En el caso del consumo de psicotrópicos, la idea de autoconstrucción lleva a ideales de autosuperación, competencia, rendimiento, voluntad y emprendimiento en los sectores medios y medios altos; de supervivencia en los sectores menos acomodados.

De uno y otro modo, el consumo sigue siendo una herramienta adaptativa para una socialización eficaz, pero a diferencia del consumo abusivo de alcohol en los adolescentes, que cumple con consignas de socialización y recreación grupal, el consumo de

psicotrópicos se practica de modo individual.

Se compensa el déficit en la intimidad y los ideales de competencia y adaptación se redefinen, según se alojen las demandas en el ámbito público o privado.

El sujeto se encuentra en un dilema de difícil solución: mientras se dan experiencias inéditas de autonomía, se padece la ausencia de marcos reguladores acrecentando los niveles de angustia y vulnerabilidad.

Por otro lado, emergen nuevos modelos culturales que, al tiempo que instalan la idea de libertad y autoconstrucción, exigen entrar en rígidos patrones de "ser en el mundo", a riesgo de ser definidos por el fracaso y la frustración como las grandes amenazas de un clima de época demandante de adaptación e integración social. Pero, ¿qué sucede cuando estas exigencias se sobrepasan? ¿Qué se hace cuando más que disfrutar de la libertad, se padece la autonomía que se le demanda?

Solal sostiene que "lejos de una aspiración adaptativa, la intoxicación de una franja de la juventud en los años setenta se inscribe en un movimiento contracultural de crítica radical del establishment" (Solal, 1994: 198).

A diferencia de esta respuesta contracultural, actualmente se habla de tolerancia social cuando el psicotrópico resulta un insumo para ser parte competente de la cultura dominante.

Eso explica que en los círculos sociales más imbuidos por las ideas de performance social, el consumo de tranquilizantes o estimulantes adquiera la característica de productos aspiracionales en el mercado.

Según el marketing, lo aspiracional es aquello que un grupo social ve como ideal a seguir, a lo cual aspira, lo cual supone la pertenencia a un grupo social de referencia. El psicotrópico actuaría así como signo de inclusión a un mundo de consagrados. Las imágenes que convocan las publicidades que hemos analizado así parecen demostrarlo.

Hablar de tolerancia social en este contexto supone comprender al psicotrópico como insumo efectivo para la integración social, la optimización de la performance y la "anestesia del sufrimiento moral" (Solal, 1994: 200) que atenta contra estos ideales. Parecen ser, "un artificio para fabricar individuos, una química de la promoción de sí mismos", como plantea Ehrenberg (2004: 9).

Y pueden pensarse, siguiendo a Elias, como un medio para manejar ciertos problemas planteados por el hecho de que las personas son civilizadas, es decir, sujetos que se autocontrolan, suavizando sus relaciones y sus costumbres y desplazando las violencias externas al interior de su subjetividad.

Así se asiste a una tolerancia signada por la idea de una dependencia social confortable donde se establece una "automedicación más o menos bien controlada cuyo efecto sería la farmacodependencia", tal como sostiene Solal (1994:202).

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(1) Se refiere al estudio SEDRONAR-OEI, "Imaginarios Sociales y Prácticas de Consumo de Alcohol en Adolescentes de Escuelas de Nivel Medio" (2005).

Tipología por ciclos de vida

Esta dependencia social confortable no se plantea de modo homogéneo. En sus motivaciones, representaciones y formas de consumo varía de acuerdo a múltiples variables.

Entre ellas se identifican las variaciones y continuums que se suceden según el género, los ciclos vitales y las pertenencias socioculturales, de acuerdo a lo que se ha recabado en las entrevistas y lo que a lo largo de las tres ediciones que se han publicado de este informe, se ha expuesto.

Esta tipología pretende explorar las principales características que se pueden reseñar de los grupos analizados de acuerdo al género, el ciclo vital y el nivel socioeconómico, como posiciones estructurales que comprometen habitus (2) y estilos de vida diferenciados que inciden en las representaciones y patrones de consumo de psicotrópicos

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(2) Bourdieu (1979) se refiere al habitus al vincular la acción a la estructura social. El habitus es el conjunto de modos habituales de entender que son constitutivos de un grupo, organizando las prácticas sin determinarlas. Son disposiciones, recursos, que el individuo incorpora como parte de un grupo social y lo predisponen a entender y actuar, en tanto funciona como estructura social incorporada.

Jóvenes

Este ciclo vital aparece signado por la idea de "forjar el camino". Se identifican dos grandes grupos cuyas diferencias se fundamentan en el estilo de vida centrado en el desarrollo personal o en el proyecto familiar. Si bien en los dos grupos emerge la idea de preparar el camino, este proyecto se enfoca en espacios diferentes.

Uno de los grupos se define por ideales de competencia y rendimiento aunque con bajo nivel de compromiso. Los "jóvenes adolescentes" tienen un estilo de vida que se apoya en un espacio intermedio entre la individualidad y la dependencia, propio de la adolescencia.

Se trata de individuos solteros y de una clase media alta, con estudios terciarios o universitarios, seguidos muchas veces por estudios de posgrado o cursos de actualización y formación continua para la calificación y el desarrollo profesional.

Esta demanda de proyección individual se ve también en la realización de cursos para la adquisición de habilidades personales, desde cuestiones técnico profesionales hasta otras enfocadas en el desarrollo de la personalidad o habilidades actitudinales (cursos de inteligencia emocional, deportes, hobbies, etc.).

Aunque el trabajo demanda tiempo y esfuerzo, es vivido como espacio de proyección de la persona y toma así áreas de la vida privada.

Lo que resulta es una combinación entre exigencias de vida adulta y actitudes de adolescencia tardía que se manifiesta tanto en los aspectos objetivos (algunos viven con sus padres y de algún modo siguen siendo dependientes de ellos) como subjetivos (una "sensibilidad adolescente" en cuanto a gustos, valores y uso del tiempo libre).

El proyecto se inscribe dentro de una idea de realización personal, cuyo eje es el trabajo que se extiende al resto de la vida.

La sensibilidad adolescente también se expresa en el modo de pensar (y en ciertos casos, vivir) el trabajo: no como "un deber" o un "lastre" del cual se desliga fuera del horario estricto y rutinario prefijado sino como un espacio de desarrollo de la persona y especialmente de la personalidad.

El trabajo convoca sentimientos de placer que se sostienen en el reemplazo de la idea de "rutina de trabajo" por la de creación, cambio y adaptación constante.

El nivel de exigencia es vivido como desafío y como parte de la exploración de emociones que define a este perfil.

Es un trabajo competitivo, que requiere altas dosis de proactividad e iniciativa individual y que si bien valora la actitud de "trabajo en equipo", lo hace como estrategia de adaptación a un ideal individualista.

En este marco, la pastilla cumple una función compensatoria, ayuda a seguir cuando solo/a no se puede. De este modo se justifica para el rendimiento pero también para bajar el ritmo desde un enfoque instrumental, para recuperar fuerzas y continuar el circuito.

Dado que los estilos de vida no muestran distinciones significativas entre varones y mujeres, en este perfil no se observan grandes diferencias por género.

Sin embargo, resulta llamativo como los distintos modos en que se expresa un mismo conflicto, que es fuente de angustia y ansiedad frente a ideales de rendimiento y competencia, refieren a los más tradicionales patrones de distinción entre los ámbitos públicos y privados adscriptos a cada género.

Así, en las mujeres de este perfil, un aspecto que entra en tensión con el hedonismo despreocupado de la sensibilidad adolescente y por el cual también se recurre a la pastilla compensatoria, es el mandato de "gustar a todos".

Esto que se encuentra especialmente en las mujeres profesionales y jóvenes (y también de mediana edad), trae aparejado niveles de angustia y ansiedad frente al temor de "no gustar", apegado a imaginarios estéticos y personales como lo tradicional femenino, aunque esté centrado especialmente en el ámbito laboral y se extienda al resto de la vida.

Un caso especial lo constituyó el grupo de mujeres jóvenes que asoció el consumo de pastillas con los problemas de anorexia y bulimia que padecían y que relacionaron directamente con la idea de gustar según los exigentes modelos sociales.

En los varones, el ideal de agradar se resignifica desde un principio más objetivo: la eficiencia; que está centrado en el ámbito laboral, como espacio tradicional del varón, "no cumplir".

Por otro lado, en las mujeres jóvenes de este perfil aparece de modo recurrente la figura de la madre como modelo de consumo y como quien recomienda y acerca la primera pastilla. Esta situación en algunos casos genera espacios de intimidad en el vínculo entre madre e hija, actuando como transferencia de saberes y experiencia mientras que en otros casos se percibe de modo negativo, intentando distanciarse de un modelo familiar que condiciona y molesta.

El segundo grupo que apareció en este segmento de edades se define en comparación con el anterior como "los jóvenes adultos". En ellos el proyecto se focaliza en el bienestar de la familia.

El desarrollo individual cede paso al proyecto familiar o se construye a través suyo. Pertenecen al segmento joven de niveles medios bajos y bajos, con un estilo de vida signado por la adultez de sus condiciones objetivas pero también por una actitud de seriedad y compromiso que los distancia de los jóvenes adolescentes.

Más allá de que esta actitud adulta sea la causa o efecto de su ingreso comparativamente temprano al rol de jefe o madre de familia, comparte las características del grupo adulto del mismo sector social, con las diferencias por género que allí se presentan.

En este sentido, parecen vivir una adultez temprana, adelantando los patrones de comportamiento y de consumo del psicotrópico propios de los grupos de mediana edad de estos sectores.

El consumo en este ciclo se muestra caracterizado por lo esporádico, es decir puntual o periódico que suele responder a las demandas de rendimiento, ya sea por alcanzar niveles de proactividad o para bajarlos a fin de "recargar energías". Sin embargo, en los sectores medios bajos y bajos se observa una tendencia hacia un consumo periódico, signado por imaginarios de supervivencia.

Mediana edad

En este ciclo vital se reconoce un imaginario marcado por la sensación de apremio del tiempo presente, una idea de "ahora o nunca", lo cual lleva a situaciones de estrés y angustia frente a la tensión que supone la presión ("romperse el lomo") y la amenaza de caída asociada con una siempre latente insuficiencia (de no llegar a alcanzar lo planteado).

En las mujeres profesionales de clase media y media alta se observa lo que podría denominarse el "normal desarrollo de la joven adolescente competente".

A sus actividades de trabajo y desarrollo personal (cursos, cuidado del cuerpo, espacios de sociabilidad) se suma ahora la exigencia familiar de la cual antes se esforzaba por distanciarse. Intensifica así su nivel de presión al no abandonar ningún rol y buscar el rendimiento en todos los ámbitos.

El psicotrópico, en estos casos, sigue actuando como "pastilla compensatoria", desde la idea de gustar a todos.

Si bien compensa el déficit que la búsqueda permanente de proactividad provoca, también puede ayudar a "tapar" sentimientos de culpa generados por los mismos baches que no logra compensar, fundamentalmente en el plano familiar con los hijos y con la pareja.

La idea de "tapar" con la pastilla los sentimientos negativos también aparece en las mujeres de sectores medios y bajos que se apartan del rol de profesional exitosa y se acercan a la figura de "ama de casa abnegada", donde los vínculos más íntimos aparecen como la principal motivación de consumo, siendo no sólo causa sino también destinatarios indirectos de sus beneficios en el logro de armonía y tranquilidad en un acto imaginario de transferencia mediante la idea de "estar bien yo para que los míos estén bien". Priman aquí valores de "estabilidad" y "contención" antes que el logro de "equilibrio" (entre las múltiples áreas a cubrir) al que refiere la mujer profesional.

El autoconsumo femenino viene precedido en muchos casos por algún tipo de intervención médica. Aún cuando ésta haya seguido los pasos de un tratamiento regular, la autorregulación aparece como respuesta a estrategias de "personalización del tratamiento" por parte de la paciente a través de un ejercicio de autoconocimiento ("yo sé lo que necesito", "yo me conozco", o simplemente bajo la práctica de ensayo y error) que no necesariamente implica poner la capacidad médica en cuestión.

En los varones de clase media alta, aparece la idea de autoexploración (conocerse uno mismo), lo cual implica la exploración de los malestares (qué siento) y la exploración de la solución (cómo lo manejo) mediante el fármaco, por una combinación entre recomendación y ensayo y error que excluye al médico del proceso.

En este grupo, el malestar está muy concentrado en lo laboral y específicamente en el "trato con la gente" dentro de ese espacio, como fuente de angustia y estrés que determina el consumo.

En los varones de sectores medios bajos y bajos, aparecen de modo muy marcado los mandatos de rol tradicionales (el hombre trabajador y proveedor), pero también una búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la familia, abonando la idea de un jefe de familia presente en un rol que se desdobla entre ambos escenarios. Esta situación, a diferencia de la "doble jornada" de la mujer profesional, que debe "trabajar fuera y dentro de sus casa", se vive como un corte abrupto entre uno y otro ámbito.

Reconocer el quiebre entre casa y trabajo, entre afectos, vínculos y obligaciones, hace que se vuelva necesaria la pastilla para "dejar los problemas fuera de casa", resguardando el nicho de certeza que supone el hogar frente a un exterior agresivo, lo cual puede resultar un acercamiento a la idea fuertemente femenina de estar bien para que el grupo familiar cercano esté bien.

En este ciclo, el consumo suele presentarse de modo caótico: puede ser puntual, periódico, cotidiano o habitual.

Sin embargo, en las mujeres parece encontrarse una mayor periodicidad que tiende hacia lo cotidiano a medida que se avanza en el tiempo, mientras que el varón habla acerca de su consumo en términos más puntuales.

Esto debe leerse con cuidado ya que puede responder a una característica propia del discurso masculino y también por la menor naturalización que supone el consumo por parte de los varones entrevistados.

Mayores

En los adultos mayores tiene lugar la idea de un ciclo vital signado por lo que se hizo, llevando esto a tres enfoques diferenciados: la angustia de "quedar fuera de ruedo", los replanteos negativos y la valoración de sí mismo.

En la idea de "quedar fuera de ruedo" prima la amenaza a alejarse de los roles que lo definieron social y subjetivamente: el varón proveedor, la madre abnegada, la mujer maravilla.

Aparecen así los miedos presentes a un futuro que lo represente desde ideas signadas por "no servir" o "volverse un estorbo". También, tanto en mujeres como en varones que se han desarrollado profesionalmente, supone una amenaza al valor de proactividad y competencia que los define como sujetos en el mundo.

En las mujeres el crecimiento de los hijos y su consecuente independencia aparece como un presente que se les impone, dando lugar a la angustia del "nido vacío", que se agudiza en la que sostuvo su rol desde la figura de "madre abnegada".

En las entrevistas a mujeres se observó un recurrente ejercicio de autoevaluación de lo hecho, lo cual puede llevar a grandes replanteos existenciales, muchos de los cuales comenzaron en la edad mediana y hoy parecen cobrar énfasis.

Estos suelen tomar la forma negativa de "lo que no hice" o "lo que hice mal", lo cual genera angustia y resulta un motivo importante en el consumo de "la pastilla".

Desde la perspectiva del actor, una vuelta positiva al replanteo tiene lugar cuando la mujer siente este ciclo como el "tiempo de cosecha". La cosecha se fundamenta en la idea de que ya dio demasiado a los otros y ahora sobreviene el tiempo propio: "siempre les diste", "aprendés a poner límites", "querés vivir vos".

La idea del "ahora yo" alude de modo positivo a un replanteo más o menos feliz de todo lo brindado a la familia y a un reconocimiento de los propios deseos y actuar al respecto, "darse los gustos" y también aprender a conocerlos, en aquellas mujeres que por la entrega a los hijos y al marido, han visto relegar su disfrute.

De algún modo es la contracara de la que se replantea negativamente lo que hizo o la que llora el despegar de los hijos. Es la vuelta positiva de la mujer de mediana edad que planteaba, con o sin reproches, que su tiempo personal se limitaba a los horarios de madrugada, "cuando todos dormían".

De este modo, en la mujer del "ahora yo", la pastilla toma una función compensatoria: el déficit de la edad debe ser compensado para poder disfrutar, avanzando en valores de proactividad pero desde la idea del disfrute del tiempo, lo cual lo vuelve más relajado.

En la mujer profesional, la cosecha también tiene lugar viendo un momento de reconocimiento profesional, que incluso puede comenzar en el ciclo anterior y los reproches pueden estar del lado de no haber sabido relajarse lo suficiente o no haberse "esforzado" en la búsqueda de un mayor equilibrio entre los tres ámbitos de desarrollo: laboral, familiar y personal.

En el varón este sentimiento también aparece aunque tensionado con ciertas ideas de utilidad y competencia que resultan difíciles de abandonar y en este sentido se muestra unido a sentimientos de nostalgia, frustración y búsqueda de nuevos desafíos para "dar sentido a la vida".

Las mujeres mayores manifestaron casi siempre un consumo de forma cotidiana o habitual y bajo algún tipo de intervención médica. Por lo general, van al médico al "no soportar más" o cuando el síntoma se vuelve evidente al interior de la familia y luego se abandona o se combina con una autorregulación de la dosis y del mismo tratamiento.

Junto a los trastornos del sueño aparece una gran manifestación de malestares asociados a la ansiedad o trastornos físicos que tienen, según lo explican, una "base o efecto nervioso", que en algunos casos relacionan con la edad.

En los grupos de mujeres mayores de sectores bajos se repitió la práctica de ocultar la pastilla en el mate o en algún alimento para que sea consumida por el marido, lo que da muestra de un continuum de apropiaciones de parte de la mujer sobre la "salud" de la familia.

En el caso de los varones, se hace mayor mención a cuestiones puntuales o de cierta periodicidad en el consumo que, a fuerza de acostumbramiento o suma de malestares, se pueden volver habituales o cotidianas, sobre todo si se trata de problemas relacionados con el sueño.

El médico está más presente que en ciclos de vida anteriores, donde el consumo por total cuenta y regulación se impone.

Sin embargo es una relación más distante que en la mujer; suele darse un inicio del consumo por prescripción, aunque luego la autorregulación se impone y el médico pierde prácticamente toda incidencia o actúa mínimamente como "recetador".

Gráfico: Tipología por ciclos vitales

Aspectos a considerar

La mayor frecuencia de visitas al médico por parte de las mujeres genera una intensa apropiación de saberes legítimos, notoriamente mayor que los varones.

Ello abona un clima de democratización del saber médico al tiempo que las posiciona y califica mejor para encarar una autogestión de sus malestares, muchas veces a través de la dinámica de ensayo y error.

Esta producción de saber, la práctica misma y el aprendizaje dado a partir de las frecuentes visitas al consultorio, son factores que sostienen una imagen de mujer consumidora, lega y proveedora de pastillas al interior del ámbito familiar o del círculo de amistades.

Se conforma de tal modo un cierto movimiento circular que integra prescripción, consultas, automedicación y recomendaciones de consumo, consolidando en el imaginario a las mujeres como consumidoras por excelencia.

Así, la mujer aparece como la proveedora paradigmática dentro del ámbito familiar, como madre, esposa o hermana, lo cual abona a la naturalización del rol de consumidora.

En el caso de la relación madre e hija, se instala un espacio de intimidad que en muchos casos remite a la transferencia de saberes que se da en torno a las primeras experiencias femeninas (la menstruación, el primer novio, la primera relación sexual, etcétera).

En muchos de los casos, se inscribe como parte de una red familiar de recomendación y/o suministro del psicotrópico, que forma parte de una historia de consumo al interior del hogar. Por fuera del ámbito familiar, la recomendación y/o suministro puede darse por varones y mujeres.

En relación con lo anterior, las mujeres hablan con mayor naturalidad del propio consumo de psicotrópicos, mientras que en los varones este resulta ser más "escondido".

Se comprende que debe ser un factor a tener en cuenta al estudiar motivaciones que explican el mayor número de mujeres en el consumo de psicotrópicos y que, por otra parte, se agrega a los ya mencionados en los trabajos de Burín y Romo acerca de la diferente disposición médica respecto a la paciente mujer.

De este modo, en la mujer aparece más que en los varones la intervención médica en algún momento del proceso de consumo y en las múltiples formas en que la relación con el médico se plantea. Principalmente se vio al inicio del consumo o cuando la situación se vuelve insostenible. Sin embargo, la relación con el médico suele estar mediada por una paciente que desconfía de la dosis y la autorregula.

El estudio puso en evidencia que existe una aproximación diferencial al profesional médico en hombres y mujeres; en edades jóvenes y medianas el médico llega simbólicamente al hogar a través de la mujer.

Mientras en edades avanzadas ambos frecuentan distintos profesionales de la salud y la relación establecida se enmarca cerca de lo habitual o cotidiano, en adultos jóvenes y de mediana edad, la diferencia entre varones y mujeres en la frecuencia de visitas a profesionales médicos es notoria.

El casi inexistente hábito masculino de visitar al médico regularmente en edades menores, lleva a que su vinculación con la prescripción y el consumo de medicamentos (psicofármacos y otros) y por tanto, con el médico, sea a través de la mujer de la casa (esposa o madre), quien sí suele entablar una relación habitual con el profesional, tanto por ella como por consultas de los hijos de edades pequeñas.

Las razones que emergen del abandono del tratamiento con el médico, continuando el consumo por cuenta propia, denotan una naturalización de la automedicación con psicotrópicos, en tanto aparece como un proceso de distanciamiento que "se va dando", casi como destino anunciado.

Sin embargo, cuando se muestra una actitud más crítica respecto de la automedicación, aparecen la falta de tiempo, la indiferencia (la visita al médico ni la tiene en cuenta), los problemas de comunicación entre médico y paciente (no me entiende, no lo entiendo) o la frustración ante el incumplimiento de las expectativas del paciente autodidacta que llega a la consulta con un autodiagnóstico y una idea de medicación preestablecida.

Los imaginarios convocados por la publicidad de los laboratorios se corresponden con las representaciones sociales que surgen en los grupos, lo cual permite observar la circulación de valores e ideas fuerza, consolidando modelos culturales y proyectando conductas.

Desde los mismos laboratorios, se hace una distinción entre aquellas publicidades pensadas para el universo restringido del médico que prescribe el medicamento y aquellas que apelan a lo emocional y a ideales de calidad de vida, dejando de lado o desplazando la cuestión médica a un segundo plano.

En este sentido, si bien existe una Ley que prohíbe la venta libre y la publicidad de medicamentos en medios de divulgación masiva diferenciándolos de las estrategias de mercado de otros productos de venta masiva y/o libre, se asume que no alcanza a contrarrestar las diversas estrategias de discurso y práctica que llevan al proceso de banalización del consumo.

Esto se explica por mecanismos que desde fuera y dentro del campo médico y la industria farmacéutica intervienen en la idea de medicalización de la vida cotidiana.

Como ejemplo cabe destacar la creciente "puesta en escena" del consumo de psicotrópicos en forma banalizada que aparece en los medios de comunicación, donde conductores famosos buscan intimidad con el espectador comentando que toman ansiolíticos para soportar el estrés de un programa diario, o en una ficción el personaje protagónico ofrece a otro una pastilla para dormir con la mayor naturalidad posible.

Las personas entrevistadas suelen usar expresiones como "pastilla" o "me tomé algo", sin mayores especificaciones. En varios casos se aludió al nombre comercial y en menor medida a la droga o grupo farmacológico (en el caso de las benzodiazepinas fundamentalmente). Cuando se piden o surgen espontáneamente mayores detalles, hablan de ansiolíticos y antidepresivos, más que de tranquilizantes y estimulantes.

Esta última denominación prácticamente no apareció en los testimonios recogidos. Hipotéticamente se puede decir que su uso parece estar más asociado a fines recreativos y más específicamente a bebidas energizantes que suelen tomarse mezcladas con alcohol, como se vio en el estudio de adolescentes y consumo de alcohol, ya citado.

De la clasificación que se presentó en la primera edición de este informe (publicado en el Suplemento Actos de Gobierno N° 47), se puede distinguir al grupo de tranquilizantes o ansiolíticos del tipo benzodiazepinas como las drogas más conocidas y usadas por las personas entrevistadas. Su función se amplía como inductores del sueño, en tanto efecto de su poder tranquilizante, por lo que se usan en muchas casos "para descansar mejor" o "conciliar el sueño".

Por otro lado, cada droga tiene una especificidad que permite, en ciertos casos, relacionar su poder ansiolítico y tranquilizante con trastornos de angustia, insomnio, etc.

Este grupo de drogas es el que presenta una mayor naturalización y banalización en su uso, según lo que se manifiesta en las entrevistas.

En los imaginarios, las benzodiazepinas, al ser drogas de uso más extendido y naturalizado, aparecen como drogas "todo terreno" y en muchos casos se habla de ella como "la aspirina", lo cual demuestra el grado de naturalidad en el consumo.

La referencia y el consumo de los Antidepresivos de Segunda Generación, como la fluoxetina, tuvo una presencia considerablemente menor en las entrevistas, concentrándose en los grupos focales de clase media alta pero siempre secundando a las benzodiazepinas.

En algunos casos es recetado, o bien usado, sin mediación profesional, "acompañando" a las benzodiazepinas.

Los imaginarios de esta droga están asociados a la idea de rendimiento, proactividad, performance social, pero desde un mensaje que trasmite la recuperación de las ganas de vivir y el desarrollo de la emoción: "sentir", como experiencia en sí.

La fluoxetina es la droga del prozac, medicamento que en los años noventa se volvió emblemático en Estados Unidos y Europa como la "droga de la felicidad". Se ve una asociación de esta droga con beneficios "adicionales", como ayuda a dejar de fumar o para perder peso, por ejemplo.

Estos "adicionales" le otorgan un plus simbólico a la promesa de felicidad que representa, lo cual no resulta un dato menor en una sociedad donde ser feliz se ha vuelto un imperativo, una exigencia más en la performance social de los sectores más acomodados (3).

Entre los malestares mencionados como motivadores del consumo, aparece la imposibilidad de conciliar el sueño o un mal descanso, entendiendo que esto arrastra luego otros malestares como ansiedad y falta de rendimiento durante la jornada.

Es decir, no es el dormir lo que más preocupa sino los efectos que ese buen dormir trae en el rendimiento, lo que le imprime una idea de instrumentalidad: "si no se duerme bien, luego la persona no sirve". Cuando el consumo se fundamenta en trastornos de sueño, parece haber una frecuencia de uso habitual o cotidiano mayor que ante otros malestares.

El estrés, la ansiedad, la angustia, también aparecieron de modo recurrente como factores de consumo.

En muchos casos, sobre todo en las mujeres, se los consignó dentro de rótulos de malestares "de moda" como ataque de pánico o depresión. Esta definición en algunos casos fue dada por el médico; en otras el paciente fue con esa inquietud al profesional.

Lo interesante es que cuando el rótulo del malestar aparece tipificado en alguna enfermedad, los entrevistados suelen aludir a algún tipo de intervención médica, aunque sea sólo cumpliendo el rol de prescriptor o "médico recetador" que avala el autodiagnóstico o lo nomina, reduciendo en algún punto la angustia al saber "de qué se trata".

Muchos de los testimonios a profesionales de la industria farmacéutica y médicos, así como estudios realizados en la Argentina recientemente de los cuales ya se ha referido en estas páginas, entienden que la crisis socioeconómica dentro de todo el territorio nacional explica el creciente consumo de psicotrópicos.

De acuerdo a los resultados de este estudio se comprende que para la comprensión del fenómeno y la particularidad de la crisis argentina debe ser cruzada con las características propias de un clima de época que trasciende fronteras y se instala como imaginario de estilo de vida global.

Esto no supone minimizar las especificidades locales sino más bien complejizar la cuestión tomando en cuenta las dimensiones globales y particulares que participan en el proceso.

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(3) Entre los "beneficios adicionales" de diferentes psicotrópicos se encuentran también los que funcionan para tratamientos cardiológicos o de otra especialidad médica, dentro de un programa específico de seguimiento de la enfermedad. No se concentrado este punto dentro del estudio al entender que excede el recorte propuesto.

 

Recomendaciones

En los grupos de sectores medios empobrecidos, medios bajos y bajos resultó un hallazgo encontrar que en la historia de automedicación muchas veces se había recurrido al sistema de salud antes de comenzar el proceso de medicalización por cuenta propia, el cual se iniciaba a partir de una serie de fracasos que el sujeto fue experimentando con el sistema.

A diferencia de los grupos de clases medias y medias altas que frente al debilitamiento de las instituciones tradicionales "toman la posta" y se hacen cargo de una serie de prácticas de modo individual y allí se inserta el procesos de automedicación, en los sectores medios bajos y bajos las instituciones siguen teniendo un peso notorio y se espera de ellas el cumplimiento de sus funciones tradicionales.

Cuando esto no ocurre se generan sensaciones de desamparo que dejan al sujeto "a la deriva" y en este marco se inscribe el inicio del consumo. Es por eso necesario tener en consideración este dato al planificar estrategias de acercamiento al sistema que no sean expulsivas, al tiempo que se vuelve necesario contar con medios adecuados que informen de manera precisa y directa los modos de acceso al sistema.

Los grupos, más allá del valor que muestran como herramienta metodológica, han permitido observar la valoración que los sujetos hacen de ese espacio como una instancia terapéutica, en el sentido de que promueve la comunicación intersubjetiva de las problemáticas, temores y malestares.

En varios de los grupos sucedió que al terminar la entrevista los participantes dijeron haber hablado de cosas personales que nunca antes habían dicho, lo cual les generó la posibilidad de reflexionar, de liberarse al poder hablarlo y al mismo tiempo los tranquilizó saber que otras personas pasan por situaciones similares.

Esto provocó en más de un caso, y específicamente en grupos de mujeres mayores, que frente a la dificultad de acceder a un servicio sanitario, al terminar el grupo focal y por cuenta propia decidieran intercambiar los números de teléfono a fin de organizar ellas un encuentro periódico donde poder charlar sobre sus problemáticas y también organizar salidas.

Se comprende que si bien el recurso del grupo es valioso en todas las edades como medio de comunicación intersubjetiva, en los grupos de edades mayores resulta altamente significativo al cubrir espacios de soledad, aislamiento, sedentarismo y extender su función al ámbito recreativo y social.

La mujer no sólo es consumidora sino que resulta un eje central en la transmisión de saberes e información. Por ello, debería considerarse el significativo rol de la mujer dentro del proceso en cuestión al planificar políticas de prevención, mensajes en medios de comunicación y estrategias sanitarias.

La frecuencia del consumo se acrecienta en los grupos a medida que se eleva la edad.

En los grupos de jóvenes el consumo apareció mayoritariamente focalizado en situaciones específicas mientras que en los grupos de edades mayores el consumo se volvía mayoritariamente cotidiano o en períodos más extensos y recurrentes.

Teniendo en cuenta este dato, se recomienda tomar acciones destinadas a cortar este espiral de naturalización y banalización del consumo en edades tempranas.

Esta naturalización suele comenzar en las prácticas que hemos identificado como de "recomendación lega" y "botiquín familiar" aunque en muchos casos medie de modo directo o indirecto el médico.

Se sugiere considerar el consumo de psicotrópicos dentro de la lógica que podríamos definir como de "beneficios cruzados" al abordar políticas de prevención así como de la regulación de la publicidad, accesibilidad y prescripción.

En este sentido, el consumo dentro de tratamientos de adelgazamiento resultó un aspecto significativo en mujeres jóvenes, incluso aquellas que manifestaron trastornos alimenticios como anorexia y bulimia.

En todos estos casos, los psicotrópicos habían formado parte del espiral de estrategias utilizadas para lograr la imagen ideal al disminuir la ansiedad que el trastorno provocaba, en el caso de los ansiolíticos o en los estimulantes al provocar estados de euforia y excitación que reducían las ganas de comer.

En concordancia con esto, el informe anual 2007 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), ente encargado de vigilar la aplicación de los tratados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la fiscalización de drogas, alerta sobre el consumo de anorexígenos, estimulantes que suprimen el apetito los cuales suelen mezclarse con ansiolíticos a fin de reducir la ansiedad.

Se considera que sería importante tener en cuenta la familiaridad del vínculo que los consumidores relatan hacia la farmacia como lugar de acceso para establecer acciones que impulsen un cambio donde la accesibilidad de paso a estrategias que la promuevan como un canal privilegiado en la concientización de un consumo prescripto y regulado por el médico.

La banalización de la prescripción resultó una preocupación de parte de la mayoría de los médicos consultados.

Al mismo tiempo, en muchos de los testimonios se aludió al consumo indebido de psicotrópicos por parte de los diversos actores del sistema de salud (médicos, enfermeros, etc.) mediados por la accesibilidad a estos medicamentos.

Se sugiere prestar atención a otros fenómenos que los profesionales han relacionado con la banalización del consumo de psicotrópicos y la medicalización de la vida cotidiana.

Especialmente se han referido a la creciente tendencia a medicar a menores con diagnósticos de déficit atencional e hiperactividad.

En los casos de los grupos de edades mayores, la naturalización del consumo por parte del médico apareció como un fenómeno a tener en cuenta, ya que por otro lado, más que en otros grupos son los grupos mayores los que suelen relatar una historia cercana con el médico en su proceso de autorregulación.

Por último y siguiendo las propuestas que los mismos médicos entrevistados han realizado, se comprende que los resultados de este trabajo debieran debatirse en espacios claves como hospitales, centros de salud e institutos de formación de los profesionales implicados en el tema a fin de instalar y profundizar la problemática, ya que muchas veces se señaló en las entrevistas que es un fenómeno que les preocupa a muchos médicos en su práctica profesional cotidiana pero no suele estar en mesas de discusión.

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Otras fuentes consultadas

Investigaciones SEDRONAR

Revistas médicas

Revistas de divulgación masiva

Folletos de laboratorios de medicamentos psicotrópicos

Artículos varios en prensa gráfica e Internet

ANEXO 1

INSTRUMENTOS

Guía de pautas de entrevistas individuales

Introducción, vida cotidiana

Percepciones sobre calidad de vida y vida cotidiana

- "Estar bien yo para estar bien con los demás".

- "Estar bien yo para que los míos estén bien".

- "Haciendo equilibrio".

- "Claridad en la tormenta".

- "Recuperar la tranquilidad".

- "Mostrar que puedo, que sirvo".

- "Renace la actividad".

- "Estar en el ruedo, en movimiento, mantener el ritmo".

- "Adaptarme".

- "Tengo que estar bien siempre".

- "Sentirme joven".

- "Sentirme a la deriva".

- "Me siento vulnerable frente al stress".

- "Saber sentir placer, saber disfrutar".

- "Vivir en positivo".

- "Tener ganas de vivir".

- "Ser sociable".

- "Estar bien yo para estar bien con los demás".

- "Estar bien yo para que los míos estén bien".

- "Estar conectados".

- "Compromiso con relaciones, afectos".

- Seguridad.

- Estabilidad.

- Cambio.

- Oportunidad.

- Arriesgarse/jugarse.

- Placer/vida placentera.

- Afectos.

- Distinción social.

- Consumo.

- Autonomía.

- Libertad.

- Tranquilidad.

- Protección.

- "Hoy cada uno/a debe ser el forjador de su propia vida".

- "Hoy uno se siente a la deriva".

- "Hoy es difícil proyectar a largo plazo".

- "Hoy las relaciones (afectivas en general, pareja, amigos, familia, etc.) se definen más por la idea de contacto que de compromiso".

- Entrevista de trabajo.

- Reunión de trabajo.

- Relación con mi jefe.

- Asumir nuevas responsabilidades.

- Posibles despidos/incertidumbre de la posición laboral.

- Necesidad de seguir el ritmo, no parar, "cargar pilas".

- No poder dormir.

- Cuestiones de salud, trastornos del ciclo biológico.

- Tareas domésticas.

- Problemas con los chicos.

- Problemas con mi pareja.

- Problemas de dinero.

- Necesidad de estar con "buena cara", de buen ánimo.

- No tener nada que hacer.

- No tener con quién hablar.

- No tener con quién compartir mis problemas.

- Fechas festivas (cumpleaños, reuniones familiares, navidad, etc.).

- Situaciones puntuales (tomar un avión, viaje, manejar, examen).

- Cuando estoy indispuesta (para mujeres).

- Otra/s, ¿Cuál/es?

- Familia.

- Trabajo.

- Amigos.

- Religión.

- Naturaleza.

- Placeres (darse los gustos).

- Otras ¿Cuáles?

Proyectos, movilidad social

- Por prescripción médica: especialidad, un médico clínico, psiquiatra, neurólogo, otro (¿cuál?) En esa consulta, ¿Quién habló por primera vez de tomar algún psicotrópico, ¿se lo pidió usted?

- Por su cuenta: por decisión estrictamente individual, sin que nadie me lo sugiriera o aconsejara; por consejo de un amigo, familiar o conocido; por consejo del farmacéutico; por lo que vi en publicidades, notas periodísticas y demás medios de comunicación; por la oferta que veo en las góndolas de las farmacias; otra

Vida cotidiana y consumo, motivaciones

- Entrevista de trabajo.

- Reunión de trabajo.

- Relación con mi jefe.

- Asumir nuevas responsabilidades.

- Posibles despidos/incertidumbre de la posición laboral.

- Necesidad de seguir el ritmo, no parar, "cargar pilas".

- No poder dormir.

- Cuestiones de salud, trastornos de ciclos biológicos.

- Tareas domésticas.

- Problemas con los chicos.

- Problemas con mi pareja.

- Problemas de dinero.

- Necesidad de estar con "buena cara", de buen ánimo.

- No tener nada que hacer.

- No tener con quién hablar.

- No tener con quién compartir mis problemas.

- Fechas festivas (cumpleaños, reuniones familiares, navidad, etc.).

- Situaciones puntuales (tomar un avión, viaje, manejar, examen).

- Cuando estoy indispuesta (para mujer).

- Otra/s ¿Cuál? ¿Cuáles?

- Vitalidad.

- Superación.

- Equilibrio.

- Desempeño social.

- Buenas relaciones afectivas.

- Apertura al mundo.

- Bienestar.

- Tranquilidad.

- Autoestima.

- Disfrute.

- Animo.

- Otras (¿Cuáles?)

- Medicamentos que ayudan a curar enfermedades.

- Pastillas para estar/sentirse mejor.

- Otra ¿Cuál?

Pastillas Sentimientos Situación Efecto buscado grado de logro

Modalidades de consumo, patrones de uso

- Para sobrellevar una situación puntual, ¿Cuál?

- Para sobrellevar la vida de todos los días lo mejor posible. (Explayarse).

Relación médico-paciente

- "Yo puedo graduar el consumo de mis pastillas".

- "De última voy a ser yo quien elija cuándo dejar de tomarlas".

A. General

- "No es necesario ir al médico porque ya sé lo que necesito".

- "Mi médico ya me conoce y sabe lo que necesito".

- "Lo que me dice el médico es palabra santa, es el que sabe".

- "A veces me voy del consultorio sin tener en claro qué tengo".

- "Los médicos se preocupan porque uno entienda qué le pasa".

- "Lo primero que hacen los médicos es medicarte".

- "Si voy al médico y no me receta nada, siento que no sé para qué voy".

B. Psicotrópicos

- "Sólo tomo psicofármacos cuando estoy seguro/a que los necesito, más allá de ir o no al médico".

- "El médico es el que me dice qué tomar, cuándo y cuánto".

- "Cuando se me acaban las pastillas, consigo otra receta".

- "No necesito ir al psiquiatra, el médico clínico me conoce bastante y sabe lo que necesito".

- "Yo graduó lo que tomo".

Conocimiento sobre el medicamento, percepción de riesgo

Guía de pautas para grupos focales (4)

Vida cotidiana y calidad de vida, estilos de vida: imaginarios y subjetividad contemporánea

Introducción, vida cotidiana

________

(4) En la segunda etapa del campo, focalizada en sectores bajos, la guía de pautas se ajustó a las particularidades del perfil así como a los emergentes surgidos en la primera etapa.

Percepciones sobre calidad de vida y vida cotidiana

Trabajo-ocupación/tiempo libre/familia/otras…

- "Si me tuviera que definir diría que soy una persona…"

- Muy a gusto conmigo mismo.

- Algo a gusto.

- Algo a disgusto.

- A disgusto conmigo mismo.

Imaginarios de calidad de vida y publicidades

- "Estar bien yo para estar bien con los demás".

- "Estar bien yo para que los míos estén bien".

- "Haciendo equilibrio".

- "Claridad en la tormenta".

- "Recuperar la tranquilidad".

- "Mostrar que puedo, que sirvo".

- "Renace la actividad".

- "Estar en el ruedo, en movimiento, mantener el ritmo".

- "Adaptarme".

- "Tengo que estar bien siempre".

- "Sentirme joven".

- "Sentirme a la deriva".

- "Me siento vulnerable frente al stress".

- "Saber sentir placer, saber disfrutar".

- "Vivir en positivo".

- "Tener ganas de vivir".

- "Ser sociable".

- "Estar bien yo para estar bien con los demás".

- "Estar bien yo para que los míos estén bien".

- "Estar conectados".

- "Compromiso con relaciones, afectos".

- Seguridad.

- Estabilidad.

- Cambio.

- Oportunidad.

- Arriesgarse/jugarse.

- Placer/vida placentera.

- Afectos.

- Distinción social.

- Consumo.

- Autonomía.

- Libertad.

- Tranquilidad.

- Protección.

- "Hoy cada uno/a debe ser el forjador de su propia vida".

- "Hoy uno se siente a la deriva".

- "Hoy es difícil proyectar a largo plazo".

- "Hoy las relaciones (afectivas en general, pareja, amigos, familia, etc.) se definen más por la idea de contacto que de compromiso".

- Entrevista de trabajo.

- Reunión de trabajo.

- Relación con mi jefe.

- Asumir nuevas responsabilidades.

- Posibles despidos/incertidumbre de la posición laboral.

- Necesidad de seguir el ritmo, no parar, "cargar pilas".

- No poder dormir.

- Cuestiones de salud, trastornos del ciclo biológico.

- Tareas domésticas.

- Problemas con los chicos.

- Problemas con mi pareja.

- Problemas de dinero.

- Necesidad de estar con "buena cara", de buen ánimo.

- No tener nada que hacer.

- No tener con quién hablar.

- No tener con quién compartir mis problemas.

- Fechas festivas (cumpleaños, reuniones familiares, navidad, etc.).

- Situaciones puntuales (tomar un avión, viaje, manejar, examen).

- Cuando estoy indispuesta (para mujer).

- Otra/s ¿Cuál/es?

- Familia.

- Trabajo.

- Amigos.

- Religión.

- Naturaleza.

- Placeres (darse los gustos).

- Otras ¿Cuáles?

Proyectos, movilidad social (indagar estrés que genera)

Percepción de rol y calidad de vida

Mujeres

Grupo 1: Percepción de rol y "locura" (Enfasis en lenguaje)

Con relación a su rol social: ¿Con cuál de estas frases se sienten más identificadas?

A. Impersonal

- "Las mujeres nos volvemos locas entre la casa y el trabajo".

- "Las mujeres nos sentimos exigidas entre la casa y el trabajo".

- "Las mujeres nos volvemos locas si estamos todo el día en casa".

- "Las mujeres necesitamos trabajar para sentirnos bien".

B. Personal

- "La exigencia en mi trabajo me vuelve loca".

- "Me siento muy exigida en mi trabajo".

- "Las cosas de la casa me ponen loca".

- "Me siento muy exigida por las cosas de la casa".

- "La incertidumbre en mi trabajo me vuelve loca".

- "Me angustia mucho la incertidumbre en mi trabajo".

- "La incertidumbre en mi vida afectiva/familiar me vuelve loca".

- "Me angustia mucho la incertidumbre en mi vida afectiva/familiar".

C. Con relación a su rol "biológico"

- "Las mujeres nos volvemos locas antes de indisponernos".

- "Probablemente podemos estar más nerviosas antes de indisponernos, es normal" (En el grupo adulto mayor indagar menopausia).

Grupo 2: Percepción de lo esperable al rol

- "Se espera mucho de nosotras".

- "Las mujeres estamos hechas para ocuparnos de los otros (hijos, marido, padres, jefes, gente necesitada)".

- "Podemos estar más tranquilas que los varones, ellos sí o sí deben salir a trabajar".

- "Las mujeres debemos ocuparnos de nuestro aspecto físico para tener éxito".

- "Se espera que hagamos todo y bien".

- "Las mujeres somos más fuertes que los varones" (Indagar por qué, a qué se refieren, por ejemplo si es por más capacidad de sufrimiento, más fuerza física, emocional, etc.).

- "Las mujeres somos más vulnerables que los varones".

- "Las mujeres tenemos que estar en todo".

Percepción del otro rol

¿Qué piensan sobre estas frases? (Elegir una opción). Y a los hombres, ¿qué creen que les sucede? (Retomar respuesta que surgió en mujer y ver qué pasa en varones. Ver qué aparece y si lo refieren a la locura).

- "Los varones se vuelven locos...".

- "Probablemente puedan estar más nerviosos (indagar) es normal." (En el grupo adulto mayor indagar andropausia).

Varones

Grupo 1: Percepción de rol y "locura"

A. Impersonal

- "Los varones nos volvemos locos entre la casa y el trabajo".

- "Los varones nos sentimos exigidos entre la casa y el trabajo".

- "Los varones nos volvemos locos si estamos todo el día en casa".

- "Los varones necesitamos trabajar para sentirnos bien.

B. Personal

- "La exigencia en mi trabajo me vuelve loco".

- "Me siento muy exigido en mi trabajo".

- "Las cosas de la casa me ponen loco".

- "Me siente muy exigido por las cosas de la casa".

- "La incertidumbre en mi trabajo me vuelve loco".

- "Me angustia mucho la incertidumbre en mi trabajo".

- "La incertidumbre en mi vida afectiva/familiar me vuelve loco".

- "Me angustia mucho la incertidumbre en mi vida afectiva/familiar".

C. Con relación a su rol "biológico"

- "A los hombres nos vuelve loco...".

Grupo 2: Percepción de lo esperable al rol

- "Se espera mucho de nosotros".

- "Los hombres estamos hechos para ocuparnos de los otros (hijos, marido, padres, jefes, gente necesitada)".

- "Podemos estar más tranquilos que las mujeres, ellas sí o sí deben ocuparse de la casa y de los chicos".

- "Los hombres debemos ocuparnos de nuestro aspecto físico para tener éxito".

- "Se espera que hagamos todo y bien".

- "Los hombres somos más fuertes que las mujeres" (Indagar por qué, a qué se refieren, por ejemplo si es por más capacidad de sufrimiento, más fuerza física, emocional, etc.).

- "Los hombres somos más vulnerables que las mujeres".

- "Los hombres tenemos que estar en todo".

Percepción del otro rol

- "Las mujeres se vuelven locas antes de indisponerse".

- "Probablemente puedan estar más nerviosas antes de indisponerse, es normal".

Vida cotidiana y consumo, motivaciones

- Entrevista de trabajo.

- Reunión de trabajo.

- Relación con mi jefe.

- Asumir nuevas responsabilidades.

- Posibles despidos/incertidumbre de la posición laboral.

- Necesidad de seguir el ritmo, no parar, "cargar pilas".

- No poder dormir.

- Cuestiones de salud, trastornos de ciclos biológicos.

- Tareas domésticas.

- Problemas con los chicos.

- Problemas con mi pareja.

- Problemas de dinero.

- Necesidad de estar con "buena cara", de buen ánimo.

- No tener nada que hacer.

- No tener con quién hablar.

- No tener con quién compartir mis problemas.

- Fechas festivas (cumpleaños, reuniones familiares, navidad, etc.).

- Situaciones puntuales (tomar un avión, viaje, manejar, examen).

- Cuando estoy indispuesta (para mujer).

- Otra/s ¿Cuál? ¿Cuáles?

- Vitalidad.

- Superación.

- Equilibrio.

- Desempeño social.

- Buenas relaciones afectivas.

- Apertura al mundo.

- Bienestar.

- Tranquilidad.

- Autoestima.

- Disfrute.

- Animo.

- Otras (¿Cuáles?) .

- Medicamentos que ayudan a curar enfermedades.

- Pastillas para estar/sentirse mejor.

- Otra ¿Cuál?

Pastillas

Sentimientos

Situación

Efecto buscado

Grado de logro

 

 

 

 

 

 

Modalidades de consumo, patrones de uso (tomando la mini survey como disparador)

- Para sobrellevar una situación puntual ¿Cuál?

- Para sobrellevar la vida de todos los días lo mejor posible (explayarse).

Modalidades y patrones de consumo, relación médico-paciente

- Por prescripción médica: especialidad, un médico clínico, psiquiatra, neurólogo, otro (¿cuál?) En esa consulta, ¿quién habló por primera vez de tomar algún psicotrópico, ¿se lo pidió usted? - Por su cuenta: por decisión estrictamente individual, sin que nadie me lo sugiriera o aconsejara; por consejo de un amigo, familiar o conocido; por consejo del farmacéutico; por lo que vi en publicidades, notas periodísticas y demás medios de comunicación; por la oferta que veo en las góndolas de las farmacias; otras.

- Otro ¿Cuál?

- "Yo puedo graduar el consumo de mis pastillas".

- "De última voy a ser yo quien elija cuándo dejar de tomarlas".

A. General

- "No es necesario ir al médico porque ya sé lo que necesito".

- "Mi médico ya me conoce y sabe lo que necesito".

- "Lo que me dice el médico es palabra santa, es el que sabe".

- "A veces me voy del consultorio sin tener en claro qué tengo".

- "Los médicos se preocupan porque uno entienda qué le pasa".

- "Lo primero que hacen los médicos es medicarte".

- "Si voy al médico y no me receta nada, siento que no sé para qué voy".

B. Psicotrópicos

- "Sólo tomo psicofármacos cuando estoy seguro/a que los necesito, más allá de ir o no al médico".

- "El médico es el que me dice qué tomar, cuándo y cuánto".

- "Cuando se me acaban las pastillas, consigo otra receta".

- "No necesito ir al psiquiatra, el médico clínico me conoce bastante y sabe lo que necesito".

- "Yo graduó lo que tomo".

Conocimiento sobre el medicamento, percepción de riesgo

Guía de pautas de entrevista para informantes de la industria farmacéutica

Marketing de psicotrópicos

Psicotrópicos

Relación médico-industria farmacéutica

Nuevos malestares

Género

Indagación sobre tipología de publicidades

Acción terapéutica e imaginarios de calidad de vida, ideas fuerza en tipología de publicidades

Cuestiones de género

Ansiolíticos: Recuperar lo perdido. Pragmático. Recuperar la paz interior para actuar en el mundo. (Interior y exterior). Relaciones afectivas y paz interior.

Vulnerabilidad y exigencia: Estar en el ruedo. En hombres: asociada a mundo del trabajo, exigencia del trabajo actual.

Antidepresivos: Ganas de vivir como calidad de vida. Sujeto proactivo. elaciones afectivas y felicidad. Mujeres: mundo interior, repercusión en la vida afectiva.

Hipnóticos: Desempeño en la vida cotidiana. Performance, estado de alerta por buen descanso. Mujer en el mundo del trabajo (ver similitudes y diferencias con ansiolíticos en varones).

Normalizador metabólico cerebral/problemas cognitivos: juvenilización: Estar en el ruedo.

¿Cuál es la diferencia entre Síndrome premenstrual y la Disforia Premenstrual con relación al consumo de psicotrópicos?

¿Existe algo similar para los varones? Es decir, algo que sea usado para que regularice el ánimo en la andropausia, ¿algún ejemplo?

Idea de lifestyle medicines

¿Los psicotrópicos se comercializan pensando en personas con un diagnóstico preciso, con una patología o para regular el ánimo en la vida cotidiana?

¿Cree que su uso está más asociado a la idea de medicamento o de mejorar la calidad de vida?

¿Oyó hablar de las lifestyle medicines (medicinas para el estilo de vida)? ¿En qué contexto? ¿A qué se refiere este concepto? ¿Qué opinión tienen sobre esto?

Calidad de vida

Imaginarios de publicidades

Acción terapéutica e imaginarios de CV: ideas fuerza en tipología de publicidades

Guía de pautas de entrevista para médicos psiquiatras/psicólogos

Psicotrópicos

- Aparición de nuevas drogas como las IRSS.

- Nuevos malestares.

- Nuevos enfoques en la psiquiatría o medicina en general.

- Cambios en la manera de pensar desde el paciente y desde el médico: enfermedad y curación, desvío hacia regular ánimos, malestar, calidad de vida.

- ¿Se puede hacer una distinción entre medicamentos antipsicóticos y otros para regular estados de ánimo, para mejorar la calidad de vida?

Experiencia clínica

Relación médico-paciente

A. General

- "No es necesario ir al médico porque ya sé lo que necesito".

- "Mi médico ya me conoce y sabe lo que necesito".

- "Lo que me dice el médico es palabra santa, es el que sabe".

- "A veces me voy del consultorio sin tener en claro qué tengo".

- "Los médicos se preocupan porque uno entienda qué le pasa".

- "Lo primero que hacen los médicos es medicarte".

- "Si voy al médico y no me receta nada, siento que no sé para qué voy".

B. Psicotrópicos

- "Sólo tomo psicofármacos cuando estoy seguro /a que los necesito, más allá de ir o no al médico".

- "El médico es el que me dice qué tomar, cuándo y cuánto".

- "Cuando se me acaban las pastillas, consigo otra receta".

- "No necesito ir al psiquiatra, el médico clínico me conoce bastante y sabe lo que necesito".

- "Yo graduó lo que tomo".

Género

Acción terapéutica e imaginarios de calidad de vida (Indagar el género y lo que apareció en la tipología de publicidades)

Imaginarios psicotrópicos

Calidad de vida

Idea de lifestyle medicines

Publicidades

Acción terapéutica e imaginarios de calidad de vida: ideas fuerza

Relación con industria farmacéutica

Nuevas perspectivas en la psiquiatría

- "En el frente del déficit, la tendencia a la cronicidad conduce a los psiquiatras a sustituir la noción de curación a cargo de los pacientes por el tema de la calidad de vida del paciente".

- "Una automedicación bien conducida es un buen testimonio de madurez psicológica en el paciente".

- "El antidepresivo abandona la categoría de medicamento al mismo tiempo que la depresión abandona la de enfermedad".

- "La distinción entre lo normal y lo patológico se ha convertido en un problema moral".

- "Se tiende a medicalizar más un carácter, una personalidad o el desempeño de esta frente a una determinada circunstancia que una patología".

- "La depresión hoy agrupa a toda una serie de dificultades personales".

- "Los nuevos psicotrópicos prometen un confort psicológico a sujetos normales".

ANEXO 2

PROCESAMIENTO

Pauta de procesamiento para entrevistas individuales y grupales a consumidores

A. El sentido común de la idea de calidad de vida

A.1. Vida cotidiana, estilos de vida y calidad de vida

A.2. La construcción del imaginario de calidad de vida

Publicidades y consumidores

(Relación con las publicidades de psicotrópicos y medios en general. Cruce con discursos de revistas de divulgación)

A.3. Percepción de rol y calidad de vida

B. Vida cotidiana y consumo de psicotrópicos, prácticas y motivaciones

B.1. Motivaciones y representaciones

B.2. Patrones de uso

Pauta de procesamiento para entrevistas a profesionales médicos y de industria farmacéutica

Psicotrópicos

Relación médico-paciente

Género

Relación con industria farmacéutica

Nuevas perspectivas en la psiquiatría

ANEXO 3