El Pecan es una especie de origen norteamericano localizada en el valle inferior del río Missisipi y en el norte de México. Su fruto fue ampliamente utilizado por los habitantes precoloniales de esas zonas.

A la República Argentina el Pecan llegó en el siglo pasado a través de semillas traídas por Domingo Faustino Sarmiento. En la década del 50 el Ing. Agr. Martín Leber distribuyó nueces Pecan entre los habitantes de las islas para que lo sembraran. Esta iniciativa tuvo mucha acogida ya que el Delta Inferior, desde el Tigre hasta el arroyo Ñancay, se encuentra poblado de esta especie.

La presencia de este árbol en el Delta despierta una cultura diferente a los isleños ya que no sólo produce nueces como árbol frutal sino que también puede utilizarse con fines forestales, ornamentales o industriales.

Este cultivo puede desarrollarse a partir del paralelo de 36º de latitud sur hacia el norte del territorio de la República Argentina, debido a que esta región presenta condiciones agroclimáticas aptas para el desarrollo de plantaciones de Nogal Pecan, representando aproximadamente la mitad de la superficie del país.

Actualmente existen unas 2500 hectáreas implantadas —con edades que oscilan entre 1 y 50 años— en las regiones Mesopotámica, Pampa Húmeda, NOA y Cuyo.

Mediante el aporte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria —INTA— y el Fondo Tecnológico Argentino —FONTAR— en el año 1999 comenzó la ejecución del Proyecto ProPecan con la finalidad de promover el desarrollo de plantaciones de Nogal Pecan en la República Argentina.

• La República Argentina será uno de los principales productores y el principal exportador de nuez Pecan con productos elaborados de alto valor agregado.

• El consumo de nuez Pecan se incorpore a la dieta habitual de los argentinos y de otros países de Sudamérica.

• Ser reconocidos como el equipo técnico referente más importante para la República Argentina y Latinoamérica tanto en producción de plantas como de producción, comercialización e industrialización de nuez Pecan.

• Que la República Argentina disponga de al menos 100.000 hectáreas implantadas con Pecan injertado.

• Que la República Argentina produzca al menos 150.000 toneladas anuales de nuez de Pecan con cáscara.

• Que de la producción anual de Pecan en la República Argentina al menos el 50% se exporte con alto valor agregado.

• Que el valor agregado de los procesos agroindustriales al menos duplique el valor bruto de la producción.

• Que la calidad del producto cumpla con los requerimientos del mercado externo más exigente.

Dado lo ambicioso de los objetivos fue necesario realizar un planteo estratégico abarcador donde se atiendan todas las líneas de trabajo de la cadena, no sólo en lo referente al cultivo en sí sino también en la provisión de insumos de calidad y en cantidad suficiente y los aspectos de cosecha, poscosecha y posterior agroindustrialización para poder llegar a los distintos mercados (local y externo) en condiciones de competir ventajosamente con los otros países productores.

El Proyecto ProPecan está desarrollando las siguientes líneas de acción:

• Generar e introducir nuevos cultivares que se adapten a las distintas condiciones agroclimáticas de nuestro país.

• Generar tecnología para la producción comercial de plantas injertadas.

• Generar tecnología para el cultivo desde la implantación hasta la cosecha.

• Difundir la actividad y transferir tecnología.

• Agrupar pequeños productores mediante el Programa Cambio Rural.

• Generar Proyectos de investigación y desarrollo.

• Participar en el desarrollo de capacidades agroindustriales para la cosecha, procesamiento, conservación y envasado.

• Generar sistemas de calidad para productos y procesos.

• Realizar estudios económicos, de mercado y participar en la elaboración de la cadena de valor de la actividad.

El equipo de trabajo del Proyecto ProPecan está integrado por profesionales y personal de apoyo perteneciente al INTA, la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires —UBA— y otras instituciones.

Ing. Agr. MsCs Ernesto Madero-EEA Delta del Paraná.

Ing. Agr. Enrique Frusso-EEA Delta del Paraná.

Sr. Juan Lovera.

Srta. Cecilia Maldonado.

Srta. Andrea Carello.

Ing. Agr. MsCs Nestor Bruno-AER Delta.

Ing. Agr. Marcos Dabul-AER Delta/Cambio Rural.

Ing. Agr. Carlos Cassafús-AER Concordia.

Dra. Adriana Descalzo.

Dra. Gabriela Grigioni -Instituto de Tecnología de Alimentos-INTA-Castelar.

Dra. Ing. Susana Marcucci Poltry -Instituto de Botánica-INTA-Castelar.

Ing. Luis Gomez -Instituto de Suelos-INTA-Cautelar.

Ing. Dr. Ricardo Comerio -IMYZA-INTA-Castelar.

Ing. Alejandra Larre -SAGPyA-.

Ing. Gabriel Valentini -EEA San Pedro-INTA.

Ing. Catalina Anderson -EEA Concordia-INTA.

Ing. Raul Lavado.

Ing. Silvana Torri.

Ing. María Julia Cabello -Cátedra de Fertilidad y Fertilizantes-Facultad de Agronomía- UBA.

Ing. Eduardo Sierra.

Ing. Elsa R. López.

Ing. Silvia P. Pérez -Cátedra de Climatología Agrícola-Facultad de Agronomía-UBA.

En el marco de las líneas de investigación desarrolladas en el Proyecto ProPecan del INTA se llevó a cabo una zonificación agroclimática para el cultivo de Pecan (Carya illinoinensis) en la República Argentina. Dado que el origen de la especie se encuentra en los EE.UU. donde además se ubica su principal área de cultivo, se efectuó una evaluación comparativa del clima argentino con respecto a las zonas de producción en ese país. Se emplearon datos climáticos provenientes del sistema de reanálisis de NOAA/CIRES y del Servicio Meteorológico Nacional Argentino.

Los parámetros biometeorológicos correspondientes a la especie fueron tomados de los trabajos de Sparks (1996, 1997 y 2005) y de Wolstenholme (1979). Por medio de dichos parámetros se delimitaron las regiones termohídricas para el cultivo de la especie en la República Argentina. Pudo comprobarse que el área con condiciones óptimas para su cultivo abarca el sur de Santiago del Estero, el norte de Córdoba, el centro y norte de Santa Fe, el extremo sur de Corrientes y el norte de Entre Ríos.

Alrededor del área óptima se extiende una extensa área apta que abarca Misiones, Corrientes, Formosa, el Chaco, el norte de Santiago del Estero, el este de Jujuy, el centro y este de Salta, Tucumán, el este de Catamarca, el este de La Rioja, el norte de San Luis, el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el sur de Entre Ríos y el norte de Buenos Aires.

En el este de las áreas óptima y apta, el agua aportada por las precipitaciones permite el cultivo de la especie sin riesgo, si bien el uso de este recurso es recomendable para estabilizar la producción, mientras que en el centro y oeste de ambas el mismo es mandatorio. Alrededor del área apta se dispone un área marginal donde los elementos bioclimáticos empiezan a resultar limitantes, aunque sin llegar a impedir el cultivo de la especie. Asimismo, se delimitó un área submarginal, en la que los elementos bioclimáticos son lo suficientemente limitantes para requerir un desarrollo tecnológico que haga posible vencer los actuales impedimentos.

El Proyecto ProPecan participa en la cartera de Proyectos del INTA en 3 de orden nacional en el Programa de Frutales y 1 de orden regional en el Centro Regional Buenos Aires Norte.

Proyectos Nacionales

Proyecto Específico PNFRU2181: • influencia de los factores abióticos y de manejo

sobre la calidad, el rendimiento y la sostenibilidad de la fruticultura bajo sistemas

de producción integrada.

Proyecto Específico PNFRU1171: • mejoramiento de material base en frutales.

Proyecto Específico PNFRU3192: • manejo integrado de desórdenes fisiológicos y enfermedades de fruta.

Proyectos Regionales

Proyecto Regional BANOR02: • desarrollo de alternativas de diversificación para la región pampeana.

Proyecto Integrado PNFRU2: • pertenece al Proyecto Integrado PNFRU2. Desarrollo de un sistema de producción integrada que asegure calidad, competitividad y sostenibilidad de la fruticultura argentina.

A escala mundial existe una sobreoferta de frutas que incide negativamente en los precios de mercado. Esta situación afecta a los productores argentinos que deben adaptarse a nuevas condiciones cada vez más exigentes en cuanto a calidad e inocuidad. En esta línea ha cobrado importancia la Producción Orgánica (PO) y la Producción Integrada (PI). La PO en la República Argentina crece a un nivel del 25% anual conformándose en el segundo país mundial en superficie dedicada a este tipo de producción. Entre la fruta orgánica el valle de Río Negro aporta la mayor parte de la superficie con 1500 hectáreas.

En el resto de las regiones la PO de frutas no está desarrollada, existiendo una enorme oportunidad para incrementar la superficie en el corto plazo, de existir tecnologías que sustenten dichos emprendimientos.

En un contexto menos rígido la PI tiene un espacio para mejorar sustancialmente la calidad de la producción, la preservación del medioambiente y a mantener los mercados exportadores, al disminuir la aplicación de pesticidas no deseados. La PI debe todavía desarrollarse en aquellas regiones donde existe una brecha tecnológica entre el manejo convencional (con una gran carga de agroquímicos) y las exigencias actuales que enfatizan la inocuidad del producto y la no-detección de pesticidas. Se puede afirmar que la PI representa hoy un piso o línea base de exigencia para poder cumplir con normas específicas impartidas por compradores.

En este proyecto se busca desarrollar técnicas que sean de aplicabilidad tanto en la PI como en la PO, investigando aspectos fisiológicos de los cultivos que permitan interpretar el comportamiento de las plantas frente a las variables de radiación, temperatura, agua y nutrientes.

Asimismo, tiene como finalidad contribuir al concepto de calidad total, tomando como ejes temáticos la influencia de los factores abióticos y de manejo sobre la calidad, el rendimiento y la sostenibilidad de la fruticultura bajo sistemas de la PI y la PO, tomando 4 cadenas de producción: a) pera y manzana, b) vid, c) cerezo, y d) nogal Pecan.

Como objetivo general se plantea:

Desarrollar tecnología de manejo de factores abióticos en frutales de pepita, cerezo, nogal Pecan y vid con un enfoque ecofisiológico en un marco de la PI y la PO que garantice mayor productividad, calidad de producto y sostenibilidad de los agro ecosistemas.

Entre los objetivos específicos se cuentan:

Mejorar la calidad de fruto de pera y manzana mediante prácticas eco-compatibles de raleo y fertilización nitrogenada y estudio de la influencia de la radiación y temperatura en el calibre de pera.