MINISTERIO DEL INTERIOR

SECRETARIA DE INTERIOR

DIRECCION NACIONAL DE POBLACION

Informe: "Diagnóstico de las Poblaciones de Inmigrantes en la República Argentina"

(Primera Parte)

La Dirección Nacional de Población del Ministerio del Interior, en el marco del Programa del Fortalecimiento de las Capacidades Institucionales del organismo, participó en la elaboración del documento "Diagnóstico de las Poblaciones de Inmigrantes en la República Argentina". La investigación procura contribuir al conocimiento de los colectivos inmigratorios provenientes de países limítrofes y del Perú, a partir del análisis exhaustivo de las dimensiones demográficas, sociales, laborales y económicas.

PALABRAS PRELIMINARES

El Ministerio del Interior por intermedio de la Dirección Nacional de Población colaboró en la generación del documento institucional "Diagnóstico de las Poblaciones de Inmigrantes en la República Argentina".

Debido a la importancia de la problemática se considera fundamental difundir la totalidad del informe desarrollado, y teniendo en cuenta su extensión el mismo se publicará en dos ediciones.

En esta primera edición se difundirán los siguientes temas: a) las tendencias recientes de la migración, donde se abordará la evolución de la inmigración en base a los Censos de Población, y además, se trabajará sobre la implementación del programa de regularización migratoria "Patria Grande", y b) la distribución espacial de los inmigrantes limítrofes y del Perú; destacándose la concentración de los colectivos migratorios más dinámicos.

La segunda parte de esta nota se publicará en el Suplemento Actos de Gobierno N° 60 (el 02 de noviembre de 2009) y explicará las características sociodemográficas de los principales colectivos migratorios, analizándose la composición por sexo (la feminización de la inmigración), los perfiles por edad, las diferencias regionales y los perfiles educativos. Al mismo tiempo, se describirá la participación de los inmigrantes en el mercado laboral, vinculando la inserción laboral, las condiciones de trabajo y los ingresos de los inmigrantes limítrofes y del Perú. Asimismo, tratará la incorporación de los inmigrantes en la sociedad argentina (condiciones de vida y acceso a servicios), donde se podrá vislumbrar las condiciones habitacionales (vivienda y hacinamiento), el acceso a los servicios de salud y el acceso a la educación de los niños y adolescentes. Por último, tendrá similar importancia exploratoria el proceso migratorio, comprendiendo los motivos de la migración, la relación con la familia y la maternidad a larga distancia.

Finalmente, se especificará una síntesis de toda la investigación y las referencias bibliográficas enunciadas a lo largo del informe.

PRESENTACION (1)

El propósito del presente informe es cooperar con el conocimiento de la población extranjera en la República Argentina, particularmente de los colectivos inmigratorios más numerosos y dinámicos en la actualidad, es decir, de aquellos provenientes de países limítrofes y del Perú. Para ello se presenta información cuantitativa representativa de la población extranjera sobre una serie de variables demográficas, sociales, laborales y económicas.

En la primera parte del informe se describen los cambios en la inmigración de la Argentina a lo largo de las últimas décadas, en particular desde los años ochenta en adelante. Tomando en consideración las diferentes dinámicas migratorias de los grupos de inmigrantes, identificándose los cambios en la composición de la población extranjera residente en el país. Para finalizar esta primera parte, se ofrece una descripción de algunos rasgos salientes del actual programa de regularización migratoria "Patria Grande", incluyendo el número de regularizaciones de acuerdo a la nacionalidad.

A partir de esta descripción general, las partes subsiguientes se abocan a la descripción de las poblaciones de inmigrantes. En la segunda parte de este diagnóstico se presentan los patrones de asentamiento territorial de los inmigrantes y se discuten los cambios recientes. Asimismo, se examina la distribución espacial de acuerdo al origen nacional de los inmigrantes y su concentración en áreas específicas.

En la tercera parte se vira la atención hacia las características individuales de los inmigrantes, en particular sus perfiles sociodemográficos. Se describen las tendencias en cuanto a la feminización de la inmigración y se detallan las diferencias en los perfiles etareos y educativos de inmigrantes de distintos orígenes. Asimismo, se contrastan dichos perfiles entre inmigrantes provenientes de los mismos países pero localizados en diversas áreas del país.

La cuarta parte se refiere a la integración de los inmigrantes en la Argentina, en particular a su vinculación con el mercado de trabajo argentino. Se presentan los rasgos más salientes de la participación de mujeres y varones y se contrastan las formas de inserción laboral y condiciones de empleo entre los diversos grupos de inmigrantes y la población de la Argentina.

La quinta parte continúa con la descripción de los procesos de integración de los inmigrantes y presenta aspectos vinculados a sus condiciones de vida de acuerdo a su origen. En primer lugar examina las condiciones habitacionales y las diferencias de acuerdo a la localización geográfica de los distintos grupos de inmigrantes. En segundo lugar presenta las diferencias en el acceso a servicios de salud. Finalmente la atención se focaliza en los niños y jóvenes y se describe su acceso a la educación a partir de los patrones de asistencia escolar.

Finalmente, la sexta parte (2) se aboca al proceso migratorio desde un punto de vista comparativo. El énfasis está puesto en la reconstrucción del proceso migratorio para diversos grupos de inmigrantes. En primer lugar se examinan los motivos de la migración de mujeres y varones con distintos orígenes que llegaron a la Argentina en diversos períodos. En segundo lugar se examina la edad a la migración y las características de los hogares que los inmigrantes dejaron al partir, de modo de contribuir al conocimiento de los vínculos entre familia y migración. Esta información pretende aportar a los debates en torno a cambios en los patrones de migración (autónoma o asociativa) y sobre la relevancia de las familias transnacionales. En relación a este último aspecto, se estima la relevancia cualitativa que posee el fenómeno de la "maternidad a larga distancia" para dos grupos migratorios específicos, bolivianos y paraguayos.

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(1) Este trabajo contó con la colaboración de profesionales de la Dirección Nacional de Población, agradeciendo la valiosa asistencia de Guillermo Alonso quien colaboró en el procesamiento de la información.

(2) Es importante aclarar que la tercera, cuarta, quinta y sexta parte del informe se publicarán en el Suplemento Actos de Gobierno N° 60, que se difundirá el 02 de noviembre de 2009.

SOBRE LOS DATOS

La migración internacional, como una de las varias formas de movilidad territorial humana, presenta grandes dificultades para su adecuada captación y estudio. Un individuo puede cambiar de residencia habitual numerosas veces en su vida, así como permanecer mucho o poco tiempo en el lugar de destino. Asimismo, dado que este tipo de migración implica atravesar fronteras nacionales, los diferentes Estados son los que definen el status migratorio de los inmigrantes.

Existen varias fuentes de información para el estudio de la migración internacional, pero sin duda la más utilizada por su cobertura, regularidad y relativa comparabilidad a nivel internacional son los censos nacionales de población (3). A partir de la definición que se utilice del inmigrante, los censos permiten examinar las variaciones en los stocks, es decir en su número en un momento determinado, y caracterizar a dicha población en función de un conjunto de rasgos sociodemográficos.

Si bien resultan de enorme utilidad, los censos presentan también una serie de limitaciones. En primer lugar su periodicidad: en general se relevan cada diez años, lo cual dificulta el examen de tendencias de más corto plazo (4). En segundo lugar, debido a que no se trata de una fuente específica para el estudio de la migración, incluyen información bastante limitada sobre el proceso y la dinámica migratoria. En tercer lugar, presentan problemas de sub-representación de los migrantes internacionales. Asimismo, cuando se persigue realizar estudios comparativos a nivel internacional, se presentan otros problemas vinculados a las diversas formas cómo se enumera la población (población de facto vs. de jure); y cómo se define al migrante internacional (si por la vía del lugar de nacimiento o por la nacionalidad).

La información referida a los inmigrantes censados en una o varias fechas censales provee una mirada parcial sobre el proceso migratorio, ya que sólo se refiere a las personas que habiendo nacido en otro país no retornaron o emigraron hacia otros países (y obviamente no fallecieron). Otra característica a tener en cuenta cuando se realizan comparaciones puntuales entre inmigrantes de diversos orígenes es que en cada stock de población extranjera coexisten personas que han llegado al país en distintos momentos históricos, algunos recientemente y otros hace varias décadas atrás. Estas diferencias por si mismas alteran las características de los inmigrantes y deben ser tomadas en cuenta en los resultados de los análisis.

A pesar de las restricciones que presentan los censos, como se dijera son la fuente de mayor confiabilidad para estimar el número y las características de los inmigrantes. El presente reporte se basa en gran medida en dicha fuente, particularmente el último Censo Nacional de Población y Vivienda relevado en 2001. Adicionalmente el estudio emplea datos provenientes de la Encuesta Complementaria de Migraciones Internacionales (ECMI) 2002-2003. La ECMI formó parte del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 y tuvo por objetivo enriquecer la información sobre migraciones mediante el conocimiento de características de los desplazamientos de población poco estudiados a nivel estadístico. La encuesta se realizó en hogares con algún miembro proveniente de Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, y Brasil. Cada una de esas colectividades fue abordada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en los Partidos del Gran Buenos Aires. Por otro lado, las tres colectividades más numerosas (bolivianos, chilenos y paraguayos) fueron encuestadas en las jurisdicciones donde alcanzan sus mayores representaciones según los resultados del Censo 2001.

Cabe mencionar que la sección referida a la evolución de las regularizaciones llevadas a cabo mediante el Programa Patria Grande se basó en datos provistos por la Dirección Nacional de Migraciones.

I. TENDENCIAS RECIENTES DE LA MIGRACION

Evolución de la inmigración en base a los Censos de Población

La inmigración constituyó históricamente un componente muy significativo en la dinámica demográfica argentina así como en la vida social, económica y cultural de nuestro país. Junto con Estados Unidos y Brasil la Argentina fue uno de los países receptores más significativos de la inmigración transatlántica de finales del siglo XIX y comienzos del XX.

El impacto relativo de la inmigración transatlántica en la población argentina no tiene correlato a nivel internacional. Como puede apreciarse en el Cuadro 1, en 1914, casi tres de cada diez habitantes de la Argentina habían nacido en el extranjero. La inmigración proveniente de países limítrofes fue históricamente más modesta. Luego del detenimiento de la inmigración masiva transatlántica, particularmente a partir de mediados del siglo pasado, el peso relativo de los inmigrantes limítrofes dentro del total de extranjeros se incrementa, llegando a constituir en el año 2001 el 60 por ciento.

Los cambios en los orígenes de los inmigrantes y en las dinámicas migratorias han tenido un impacto en los perfiles de los extranjeros residiendo en la Argentina. Como lo indica el Gráfico 1, el stock de extranjeros fue disminuyendo a lo largo de las últimas décadas como producto del envejecimiento y de la mortalidad de las antiguas cohortes inmigratorias transatlánticas. Contrariamente —y como efecto de su incremento y sostenida entrada— el stock de inmigrantes de países vecinos ha crecido pasando de 761.989 en 1980 a 1.011.475 en 2001.

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(3) Para un análisis exhaustivo de las distintas fuentes de información, sus ventajas y desventajas ver Bilsborrow et al (1997).

(4) La antigüedad de la información censal es más problemática cuando se utiliza para describir aspectos más sensibles a los ciclos económicos, como por ejemplo tasas de actividad económica o niveles de precariedad general. Aún en estos casos, se considera relevante establecer diferencias existentes entre diversos colectivos migratorios y con la población total del país.

El Cuadro 2 muestra la significativa reducción en el número de extranjeros provenientes de todos los países europeos. Sólo los italianos y españoles, otrora los dos grupos de inmigrantes más numerosos, pasan de constituir 862.255 personas en 1980 a 351.151 en 2001.

En cuanto a la inmigración regional, lo que se observa es un dinamismo diferencial de acuerdo al país de origen. Factores económicos y sociales en los países emisores, como cambios en el poder de atracción ejercido por la Argentina, modificaron tanto la propensión emigratoria de ciudadanos sudamericanos como el destino preferido a donde ellos se dirigen. Así, por ejemplo, en Chile la propensión a emigrar disminuye, seguramente como producto del mejoramiento de las condiciones sociales y económicas de dicho país. En la Argentina se aprecia claramente, ya que si bien el stock de inmigrantes chilenos aumenta levemente entre 1980 y 1991 (13.4%), una década más tarde no sólo no se incrementa sino que disminuye en términos absolutos (ver Cuadro 2 y Gráfico 2) (5). En otras palabras, alrededor de un 13% de los inmigrantes chilenos residentes en la Argentina en 1991, había retornado a su país o había fallecido diez años más tarde.

Otro caso singular es el de los vecinos uruguayos, quienes si bien continuaron emigrando de su país a lo largo de las últimas décadas, ya no lo hicieron en la misma magnitud hacia la Argentina, sino que se dirigieron preferentemente hacia países desarrollados, como Estados Unidos y España (Pellegrino y Vigorito, 2005; Cabella y Pellegrino, 2005). Este cambio en el patrón emigratorio de los uruguayos se manifiesta claramente cuando se compara el tamaño del stock residiendo en la Argentina al momento del último censo con el de dos décadas atrás: pasaron de constituir 114.108 personas a 117.564 (Cuadro 2).

Sin duda los tres únicos grupos de inmigrantes que muestran dinamismo en épocas recientes, es decir, que han aumentado su número en forma significativa, son los bolivianos, paraguayos y peruanos (6). En el período que se está considerando (1980-2001), la inmigración proveniente de Bolivia creció en forma sostenida. Si bien el incremento en su stock fue relativamente moderado en la década de los ochenta (subió un 21.5%), las desventajosas condiciones económicas de Bolivia sumado a las posibilidades de inserción laboral en la Argentina y a un tipo de cambio favorable, impactaron en una intensificación de inmigración en los noventa. Dicho flujo fue también promovido a su vez por la existencia de extensas redes sociales migratorias (Benencia 1997, 2005). En estos años el stock se incrementa en un 62.3%, por lo que considerando ambas décadas el número de bolivianos residiendo en la Argentina prácticamente se duplica.

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(5) De hecho, durante los noventa, Chile comienza a recibir inmigrantes regionales (Villa y Martínez, 2001), particularmente del Perú (Martínez, 2002).

(6) Existen otros grupos de inmigrantes que experimentaron crecimientos relativos de gran magnitud, pero que dado su reducido tamaño no son incluidos en el presente informe.

La inmigración paraguaya, si bien de larga data, se desacelera durante los años ochenta. Entre 1980 y 1991, el número de paraguayos residiendo en la Argentina se reduce en un 4.7%, indicando no sólo un cese del flujo sino posiblemente un moderado proceso de retorno. Esto en parte puede haberse debido a los efectos de la llamada "década perdida": mientras la economía argentina se contrajo en forma significativa, Paraguay logró mantener su producto bruto interno por habitante. Sin embargo, en los años subsiguientes, la economía de Paraguay se estanca, mientras que por el contrario, el producto bruto interno per cápita de la Argentina crece. Paralelamente, la Argentina adopta el Plan de Convertibilidad cambiario, política que sin duda hace más atractiva la generación de ingresos en la Argentina. En consecuencia, a lo largo de los años noventa la inmigración paraguaya se intensifica y el stock de inmigrantes crece casi un 30 por ciento (ver gráfico 2).

La migración de Paraguay a la Argentina ha mostrado ser sensible a los cambios macroeconómicos relativos entre ambos países. Parrado y Cerrutti (2003) encontraron que la probabilidad de emigrar a la Argentina por parte de varones paraguayos no sólo se asocia a una serie de rasgos individuales, sino que también se ve afectada por la relación entre la situación económica relativa de Paraguay y la Argentina. Más concretamente se detectó por ejemplo que a mayor diferencia entre el producto bruto interno per cápita argentino (relativo al paraguayo), mayor la probabilidad de emigrar hacia la Argentina.

Tal vez el caso más saliente de los últimos años en cuanto a la inmigración regional a la Argentina es el de la migración peruana. El flujo de migrantes de origen peruano a la Argentina durante la década de los noventa ha sido muy significativo. Su crecimiento en términos relativos durante la última década fue notable: entre 1991 y 2001, la población peruana en la Argentina más que se cuadruplicó, pasando de 15.939 a 88.260 personas (7). De todos modos cabe destacar que al comenzar el nuevo milenio el número de personas de origen peruano es inferior al de cualquier otro grupo de inmigrantes de países limítrofes (8).

El mayor dinamismo de los colectivos inmigratorios de Perú, Bolivia y Paraguay se pone también de manifiesto en el peso relativo de los inmigrantes recientes en cada grupo. El Gráfico 3 presenta para cada colectivo inmigratorio los porcentajes de inmigrantes recientes, es decir de personas que llegaron a la Argentina durante los cinco años previos al censo. Cuatro de cada diez inmigrantes peruanos arribaron en dicho período denotando claramente su carácter de nueva corriente inmigratoria. Le sigue la inmigración boliviana y paraguaya, para las que el porcentaje de migrantes recientes supera levemente el 10%. En cambio, entre uruguayos y chilenos los porcentajes de inmigrantes recientes son significativamente más bajos.

Si bien no se cuenta con datos actualizados es muy posible que la inmigración a la Argentina, que había descendido con el inicio del nuevo siglo y la dramática crisis de diciembre de 2001, haya aumentado con posterioridad, particularmente desde el Paraguay y Bolivia. Como se verá más adelante, una indicación de ello lo constituye el número de personas que comenzaron el trámite de regularización migratoria iniciado en el 2006 conocido como "Patria Grande".

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(7) La Argentina constituyó uno de los varios destinos migratorios del llamado éxodo peruano que tuvo lugar en la década de los noventa. La situación económica social, y particularmente la violencia política experimentada en los años ochenta fueron aspectos claves de la masiva emigración del Perú (Cerrutti, 2005).

(8) En el 2001, el número de peruanos residentes en la Argentina constituye algo más de una cuarta parte del proveniente de Paraguay, cerca de un 40% del de Bolivia o de Chile y un 75% del de Uruguay. Para el total de la población extranjera de países del continente americano los peruanos representan sólo el 8.5%.

El programa de regularización migratoria Patria Grande

La Argentina en el 2003 modifica sustancialmente su legislación migratoria promulgando la nueva Ley de Migraciones (9). En ella se establece que los ciudadanos de países miembros del MERCOSUR o de Estados allegados pueden obtener residencia legal en la Argentina sólo mediante la acreditación de su nacionalidad y la carencia de antecedentes penales. A partir de esta Ley, en el 2006 se comienza a llevar a cabo el operativo "Patria Grande" cuyo objetivo central es regularizar la situación migratoria de los inmigrantes de Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador que ya estaban residiendo en la Argentina.

Patria Grande no fue concebido como una amnistía sino como una política de estado que pretende proyectarse a futuro. Bajo el Patria Grande llevan regularizados en la República Argentina, al 31 de diciembre de 2007, 565.831 individuos de los cuales 441.710 se encontraban en territorio argentino al 17 de abril de 2006 (fecha de inicio del Patria Grande). Prácticamente seis de cada diez personas que iniciaron el trámite son de origen paraguayo, que junto con los de origen boliviano y peruano concentran al 94.7% del total. La proporción de mujeres que iniciaron el trámite supera a la de los varones en todos los grupos de edad, a partir de los 30 años en adelante. Entre niños y adolescentes hasta 19 años, la proporción de ambos sexos es muy similar. Es sólo entre los jóvenes de 20 a 29 años que iniciaron el trámite donde la proporción de varones supera a la de las mujeres (10).

II. LA DISTRIBUCION ESPACIAL DE LOS INMIGRANTES LIMITROFES Y DEL PERU

Los inmigrantes provenientes de países limítrofes y del Perú presentan dos rasgos relativamente diferenciados en sus patrones de asentamiento, uno caracterizado por una significativa concentración en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Provincia de Buenos Aires, y el otro, por una mayor dispersión geográfica. Entre los primeros se encuentran los inmigrantes de origen uruguayo, peruano y paraguayo, mientras que entre los segundos los chilenos y bolivianos (Gráfico 5).

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(9) Cabe mencionar que la Argentina es el primer país del MERCOSUR que pone en práctica el Acuerdo de Residencia firmado por los países miembros en el 2002.

(10) Extraído de Dirección Nacional de Migraciones, 2007, Características de la Población Regularizada bajo el amparo de "Patria Grande".

Sin duda estas diferencias se vinculan con los rasgos específicos e idiosincrásicos de cada colectivo migratorio. Históricamente, la proximidad geográfica y las oportunidades laborales en las provincias fronterizas fueron centrales para explicar los patrones de residencia de los inmigrantes. Así, por ejemplo, Ceva (2006), en su análisis histórico de la inmigración limítrofe a la Argentina, señala que la migración paraguaya se concentraba a principios del siglo XX principalmente en las provincias de Misiones, Corrientes y Formosa y sólo una minoría en Buenos Aires. Sin embargo, con el correr del tiempo la inmigración paraguaya fue optando por otros destinos y comienza a concentrarse crecientemente en Buenos Aires (11). Hoy en día ocho de cada diez inmigrantes de origen paraguayo se concentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o la Provincia de Buenos Aires, mientras que sólo el 6% se encuentra en Formosa y el 8% en Misiones (Gráfico 6).

Entre los inmigrantes de origen boliviano ocurre algo similar, es decir recientemente se consolida el patr&oae atr&oantte;n de e concentración en Buenos Aires (12). Al igual que los inmigrantes de origen paraguayo, los bolivianos comenzaron diversificando los destinos y luego a concentrarse en el Area Metropolitana de Buenos Aires. De hecho en el año 2001, sólo el 22% de los inmigrantes bolivianos reside en las provincias fronterizas de Salta y Jujuy. Estos cambios en los patrones de asentamiento se vinculan fuertemente a la crisis de las economías regionales, a los procesos de mecanización de la agricultura y al poder de atracción ejercido por la metrópoli bonaerense.

Los inmigrantes provenientes de Chile, quienes llegaron en su mayoría varias décadas atrás, residen mayormente en provincias fronterizas con dicho país (Chubut, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz), como lo muestran los gráficos que se presentan a continuación. En efecto, alrededor de la mitad de estos inmigrantes se concentra en estas cuatro provincias.

En cuanto al grupo inmigratorio con menor antigüedad promedio en la Argentina, los peruanos, es clara su preferencia por residir en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en menor medida en la Provincia de Buenos Aires, particularmente en el conurbano bonaerense. El 44.3% de los inmigrantes peruanos se localiza en la ciudad capital y un 37.7% adicional lo hace en la Provincia de Buenos Aires.

Finalmente, los inmigrantes uruguayos, son quienes presentan la mayor concentración en Buenos Aires, particularmente en la provincia. Nueve de cada diez inmigrantes uruguayos reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en la Provincia de Buenos Aires.

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(11) Cerrutti y Parrado (2002) también encuentran el mismo patrón a partir de datos de encuesta en comunidades de origen en Paraguay. Nueve de cada diez jefes y jefas de hogar que emigraron a la Argentina con posterioridad a 1980 lo hicieron directamente a Buenos Aires.

(12) De acuerdo al Censo Nacional de Población de 1895, casi la totalidad de los inmigrantes bolivianos se concentraba en las provincias argentinas limítrofes es decir en Jujuy (55%) y en Salta (40%) (Ceva, 2006).

Sin duda en la actualidad la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se ha erigido como el destino preferido de los inmigrantes. Esto seguramente se debe a la mejor accesibilidad a puestos de trabajo y a una amplia oferta de bienes y servicios públicos que tienen los inmigrantes. Esta preferencia se pone claramente de manifiesto en el Cuadro 3, el cual clasifica a los inmigrantes recientes, es decir quienes llegaron en algún momento dentro de los cinco años anteriores al último censo (es decir entre 1996 y 2001) de acuerdo al lugar de residencia al momento del relevamiento.

Entre los migrantes recientes el porcentaje de quienes optaron como destino residencial la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es superior al del conjunto de los inmigrantes, particularmente en los tres grupos que más crecieron (peruanos, bolivianos y paraguayos). La mitad de los migrantes recientes peruanos, un tercio de los bolivianos y un quinto de los paraguayos se localizan en la ciudad capital. En suma, tanto los inmigrantes paraguayos como los bolivianos continuaron con la tendencia a radicarse en Buenos Aires (ciudad y provincia), en detrimento de las áreas fronterizas.

La concentración espacial de los colectivos migratorios más dinámicos

La preferencia a concentrarse en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por parte de los inmigrantes que más han crecido en la última década se manifiesta claramente en el tamaño relativo de su población respecto al total de población. Así, mientras el conjunto de los inmigrantes de Bolivia, Perú y Paraguay constituyen el 4.9% de la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sólo representan el 1.8% en el total del país. Algo similar ocurre en relación a la concentración en el conurbano bonaerense, ya que en los partidos que lo conforman, los inmigrantes de estas tres nacionalidades representan el 3.2%, casi el doble de su peso a nivel nacional.

Al igual que ocurre en muchas metrópolis del mundo que reciben migración internacional, los inmigrantes que residen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienden a concentrarse en algunas áreas específicas. En general se trata de barrios en los que el acceso a la vivienda es más barato y que generalmente las condiciones habitacionales son comparativamente desventajosas.

La concentración en la ciudad se pone claramente de manifiesto en el hecho de que sólo cuatro barrios nuclean el 35% de los inmigrantes de origen boliviano, paraguayo y peruano. Estos son: Villa Lugano, Flores, Nueva Pompeya y Balvanera (13). La Imagen 1 presenta gráficamente este fenómeno mediante la identificación de la magnitud de la población —total e inmigrante de estas tres nacionalidades— en cada uno de los barrios de la Ciudad de Buenos Aires.

Como puede observarse, estos inmigrantes tienden a aglutinarse en las áreas sur, sur-oeste y en menor medida centro-sur de la ciudad. Estos ámbitos se caracterizan por ser los más pobres e integran dentro de sus áreas "villas de emergencia" o "villas miseria". Así, por ejemplo, en el barrio de Retiro, una zona residencial mayormente de clase media y media alta, se ubica también una de las más amplias villas de emergencia de la ciudad, la Villa 31. Una importante proporción de población de dicha villa está conformada por inmigrantes de estas tres nacionalidades a tal punto que el 11.3% de la población total del barrio de Retiro son inmigrantes bolivianos, paraguayos y peruanos.

Sin embargo existen también otras zonas en las que el peso relativo de los inmigrantes es aún mayor, tales como Nueva Pompeya (16%), Villa Soldati (16%) o Villa Lugano (14%). En casi todas ellas existen asentamientos de tipo precario en los que los inmigrantes se encuentran sobre-representados. Uno de los casos extremos lo constituye la zona de la reserva ecológica en donde el 41% de los pobladores de la precaria área son inmigrantes de estas nacionalidades.

En el Gran Buenos Aires los inmigrantes de estas tres nacionalidades también tienden a concentrarse, aunque dada la magnitud geográfica y la gran cantidad de barrios el nivel de concentración es inferior (Imagen 2). Los partidos que nuclean a la mayor cantidad de inmigrantes son La Matanza (20%) y Lomas de Zamora (9%). Dentro de estos partidos en algunos de sus barrios la proporción de inmigrantes es significativa. Así, por ejemplo en Villa Eduardo Madero de La Matanza, cerca del 10% de sus pobladores son inmigrantes. En Lomas de Zamora, en Banfield, el 9.1% de sus residentes son inmigrantes. Además de estos dos partidos, en Quilmes, Florencio Varela, Almirante Brown y Merlo, la proporción de inmigrantes supera el 5% de sus respectivas poblaciones.

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(13) Los mismos barrios concentran a un porcentaje bastante inferior de la población de la ciudad que no pertenece a estos colectivos migratorios (15%).