Después de trabajar con organizaciones no gubernamentales, empresarios, institutos de rehabilitación, investigadores independientes, asociaciones de profesionales, facultades de distintas universidades, hogares de ancianos y discapacitados y otras personas y entidades involucrados y comprometidos con los problemas que afectan a las personas con capacidades diferentes, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) decidió organizar, en el 2004, el Centro de Investigación y Desarrollo en Asistencias Tecnológicas para la Discapacidad.

Además de las autoridades del INTI, esta propuesta fue respaldada por 60 socios promotores fundadores, agrupados en diez categorías, cada una de las cuales está representada en el Comité Ejecutivo del Centro.

A partir de esta estructura, se brinda la cooperación necesaria para articular las acciones con otros organismos en lo que hace a la rehabilitación de los discapacitados y los tratamientos de deficiencias auditivas, visuales, cognitivas, motoras, mentales, neurológicas y de trastornos del aprendizaje.

Desde un primer momento, se trabajó de manera interdisciplinaria en la selección de los problemas en los que resultaba prioritaria la intervención del sector público.

Debido a esta razón se buscó sumar voluntades y apoyar la investigación, innovación y desarrollo, producción, difusión y comercialización, a fin de concentrar todas estas fuerzas en un único programa de acción.

Al mismo tiempo, el INTI puso a disposición los conocimientos y las infraestructuras de todos sus Centros de Investigación y Desarrollo.

En las discapacidades, las tecnologías pueden utilizarse para:

• La detección temprana de cataratas, diabetes y glaucoma, con lo cual hasta pueden evitarse cegueras, y compensar dificultades de la visión.

• Facilitar la comunicación a los no videntes, mediante sistemas como el Braille y los que transforman en voz los textos escritos.

• La detección de problemas para percibir sonidos y efectuar aportes que contribuyan a mejorar la capacidad de escuchar.

• Personas con impedimentos motrices, para que se desplacen, o se puedan levantar y moverse en el lugar y fuera del mismo.

• Utilizar brazos y manos, superando ciertas dificultades y llegar a manipular cubiertos y herramientas, como asimismo trasladar objetos.

• Cuidar de sí mismos, lo que implica asearse, vestirse, comer, beber y mejorar problemas de incontinencia.

• Realizar tareas del hogar (limpieza, mantenimiento y cuidado en general).

• Aprender y realizar tareas vinculadas con la información, entender y relacionarse con otras personas, y favorecer la recreación.

Para concretar acciones eficaces que permitan apoyar la innovación, la inversión y la producción, se consideró preciso focalizar proyectos viables de alcance social.

El INTI-Tecnologías para la Discapacidad indaga e identifica las necesidades y problemas en hospitales, institutos y centros de rehabilitación hogares de ancianos, programas estatales de atención domiciliaria, y casos particulares.

Para eso consulta, también, a profesionales y especialistas de centros de investigación y desarrollo, y efectúa el seguimiento de los usos y utilidades de los dispositivos generados por las tecnologías.

Por iniciativa del mencionado Centro se puso en marcha el "Programa Productivo, Tecnológico y Social de Construcción de Dispositivos de Ayuda para la Discapacidad".

Junto al INTI, este proyecto es impulsado por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y la Comisión Nacional para la Integración de Personas Discapacitadas (CONADIS); teniendo en cuenta que la rehabilitación requiere dispositivos personalizados de calidad y accesibles a todas las personas que necesitan "ayudas técnicas" en cualquier lugar del país, y que muchas veces pertenecen a los sectores más desfavorecidos.

Esa cooperación institucional, permitió crear, además, una red que vincula la salud y la educación y cubrir, a través del Estado, un vacío no satisfecho por empresas privadas, ya que las discapacidades requieren soluciones personalizadas, que a veces no son rentables.

La propuesta del INTI, que es el organismo publico referente nacional de la tecnología, apunta no sólo a atender las demandas del mercado sino también a convertirse en un factor de apoyo irrestricto a la función del Estado de ocuparse por mejorar la vida de la gente, especialmente aquella que no le interesa al mercado, no le conviene o no tiene transparencia.

Como el Centro impulsa acciones sin esperar que se las demanden, adopta iniciativas y decide incorporaciones desde la tecnología a otros programas nacionales, provinciales y municipales.

Una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reveló que en la República Argentina había 2,2 millones de personas con discapacidades: el 39,5%, por las motrices (de las cuales el 61,6% era en miembros inferiores), el 22%, por las visuales, el 18%, por las auditivas, y el 15,1%, por las mentales (el 63,2%, de ellas consistían en retrasos y el 36,8%, psicosis infantil o autismo).

Con una política orientada a lo social y una base de desarrollo tecnológica actualizada, más profesionales idóneos e infraestructuras ya establecidas, el INTI considera que el Estado debía y debe cumplir un rol activo, sin temor a ser criticado, poniendo en el centro de históricos conflictos de intereses la verdadera naturaleza del mismo: los derechos de los ciudadanos a una vida digna y los derechos de los empresarios a obtener mayores ganancias.

El Centro optó por proteger y privilegiar a los primeros, buscando romper la inercia de la sociedad en el área de la discapacidad y fortalecer al Estado como promotor, usuario y regulador.

Para ello procura mejorar la calidad de vida de esas personas, contribuyendo a mantener sus capacidades funcionales, autosuficiencias y convivencias; facilitándoles los accesos a un mercado nacional que ofrezca más y mejores ayudas técnicas a precios accesibles para contrarrestar sus limitaciones.

Esta situación exige, por otra parte, estimular y apoyar las investigaciones, las innovaciones y los desarrollos; la construcción de prototipos; las certificaciones de calidad; la promoción del fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas productoras, y la interacción de los grupos de trabajo propios del Instituto con los de la comunidad y los industriales.

Las situaciones predominantes que atraviesan y caracterizan la problemática son: la incomunicación, la desinformación y la desarticulación.

Debido a estas razones el desafío consiste en lograr que las personas conozcan, puedan y quieran adquirir y hacer uso de productos y/o servicios que necesitan, y que los mismos cumplan efectivamente su función.

El Centro INTI-Tecnologías para la Discapacidad propuso una serie de problemas para reflexionar y ordenar las intenciones:

• Las personas y su medio.

• La investigación e innovación.

• La producción y circulación de bienes y servicios.

Si bien se tomaron para cada situación diez cuestiones válidas, podrían ser muchas más. La modalidad sobre la cual se planteó cada experiencia, se enmarcó en una propuesta activa y no directiva, ya que no se buscó coordinar, sino intentar articular.

Para saber qué necesita la gente, se instalaron observatorios con la participación de los potenciales beneficiarios y sus familiares y personal médico y del Centro para identificar necesidades, problemas y los proyectos a ejecutar.

Adicionalmente se consultaron y confirmaron las apreciaciones con consejos asesores formados por profesionales y los actores relacionados con cada temática. Con información y conocimientos, luego se seleccionó y asignó un orden de prioridad a aquellos de mayor interés para la sociedad.

La finalidad no fue ni es únicamente investigar, innovar o desarrollar sino que estas actividades se realicen para que la gente pueda adquirir y usar dispositivos y que estos mejoren su calidad de vida.

Para desarrollar los correspondientes prototipos en un mercado con decenas de miles de dispositivos de diverso tipo y complejidad para la atención de las discapacidades, se buscan industriales, investigadores, emprendedores -principalmente los que poseen pequeños talleres o PyMEs- y universidades.

La metodología utilizada procura:

• Determinar problemas y necesidades.

• Desarrollar capacidades.

• Generar ideas, proyectos y prototipos.

• Producir los dispositivos, llegando hasta las evaluaciones de sus aplicaciones.

El modelo operativo se planteó como el de Investigación y Desarrollo (I+D) más Aplicación (I+D+A).

En los proyectos se involucraron el Centro Córdoba, Construcciones, Mecánica, Física, Electrónica, Procesos Superficiales, Plásticos y el Programa de Certificación.

La cooperación permitió avanzar en los siguientes prototipos:

• En implementación productiva:

- Audiómetro de barrido.

- Lámpara de hendidura para la visión.

- Sistema de postura.

- Implantes dentales.

- Sistemas para plasticidad neuronal.

- Magnificador de textos.

• En pleno desarrollo:

- Levantador de personas.

- Elementos para implantes.

- Sistema postural.

- Silla de ruedas.

- Cama para el tratamiento de escaras.

- Pedalera para ejercicios en diálisis.

- Tensiómetro con brazalete de precisión.

• En estudio:

- Prótesis y ortésis específicas.

- Diagnóstico precoz de insuficiencia cardíaca.

- Sistema de "biofeedback" para incontinencia.

- Laboratorio de biomecánica.

- Silla de ruedas adaptadas a necesidades.

- Sistemas y dispositivos Braille.

- Sistema de software accesible y libre.

• En análisis:

- Sistema de contra pulsación.

- Sistema de contra presión cardíaca interna.

- Alzheimer, Parkinson, incontinencia, estabilidad postural.

El Centro de Tecnologías para la Discapacidad identificó cuatro áreas en las que estimó conveniente intervenir por la cantidad de gente que puede beneficiarse:

• Equipamiento electromédico.

• Productos médicos.

• Medicamentos.

• Investigación de temas de prevención y terapias para la salud.

En la República Argentina existen más de 500.000 personas con alguna disminución auditiva, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), muchas de las cuales no pueden acceder a los diagnósticos ni a los tratamientos de prevención de los otorrinolaringólogos con instrumentos adecuados.

Por eso el INTI Tecnologías para la Discapacidad viene impulsando el uso de audiómetros de barrido portátil en las escuelas.

Esta innovación se trata de un dispositivo de fabricación nacional, confiable, de bajo costo de mantenimiento y portátil, que permite efectuar diagnósticos preventivos simples.

El Centro INTI llegó a un acuerdo de cooperación con una empresa de larga trayectoria en los mercados nacional y extranjeros, lo cual avaló su capacidad, y el prototipo fue verificado por el Centro INTI-Física.

El manejo del equipo es muy simple y permite al otorrinolaringólogo determinar rápidamente una disminución auditiva.

El nivel de estimulación puede variar desde 10dB HL hasta 100dB HL, en pasos de 5dB, con tonos puros en cualquiera de las cinco frecuencias disponibles (500Hz, 1000Hz, 2000Hz, 3000Hz y 4000Hz).

Estos tonos se presentan a quienes consultan a través de auriculares audiométricos, quien debe responder presionando el pulsador correspondiente a la frecuencia que eligió. El audiómetro también posee un pulsador para seleccionar el oído a estudiar.

Ante la importancia de realizar estudios preventivos, se consideró conveniente diagnosticar a los niños que ingresan al ciclo preescolar, las personas que viven en áreas rurales y a los adultos discapacitados.

En tal sentido, se tomó contacto con las áreas gubernamentales de educación y salud, la Unión Obrera de Trabajadores Rurales y la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas (CONADIS).

Con un equipo desarrollado en el país, los especialistas del Consejo de la visión del Centro de INTI-Tecnologías para la Discapacidad, consideraron conveniente realizar estudios en los niños, cuando ingresan al ciclo preescolar; los habitantes de las zonas rurales, y los adultos, incluso aquellos con discapacidades.

Una lámpara de hendidura portátil de buena calidad, bajo mantenimiento, confiable, liviana y resistente permite a los médicos oftalmólogos observar estructuras en las partes frontales de los ojos, párpados, escleróticas, conjuntivas, iris, cristalinos y córneas, con lo cual están en condiciones de detectar diferentes enfermedades.

El Centro INTI identificó a quien por su experiencia y capacidad estaba más próximo a lograr el objetivo planteado y estableció un acuerdo de cooperación.

Principalmente se tuvo en cuenta que la fabricación nacional es muy conveniente porque en primer lugar es más económica ya que los repuestos son nacionales, de fácil reposición, al igual que el mantenimiento y la asistencia técnica inmediata.

Las lámparas en los equipos importados tienen un alto costo de reposición y fueron reemplazadas por las Leds, de fabricación nacional, que son de bajo consumo y no requieren reposición. También poseen tonómetros adosados para medir la presión ocular, algo que resulta clave para la prevención de glaucoma.

El prototipo fue probado en el Hospital Santa Lucía, de la Ciudad Autónoma de Buenos

Aires, y la intervención del Area Optica del Centro INTI-Física permitió su certificación de

calidad.

El manejo de esta lámpara de hendidura portátil es igual al que habitualmente realizaban los oftalmólogos en sus consultorios y permite determinar si el paciente presenta problemas visuales y eventualmente derivarlos a los establecimientos hospitalarios correspondientes.

Desde el primer momento, se tomó contacto con las áreas oficiales de educación y salud, sindicatos y hospitales públicos que manifestaron gran interés por el producto.

Las lesiones neurológicas alteran el control de la postura y los requisitos para el movimiento normal de las personas. En consecuencia, el papel que desempeñan los equipamientos como parte de los tratamientos de rehabilitación, favorecen las organizaciones sensorial y motriz; ayudan a mantener los avances logrados durante las terapias, y hacen posible la integración a la vida cotidiana.

Los equipamientos adecuados en los niños permiten que ellos sostengan las posturas, algo esencial para prevenir futuras patologías relacionadas con la formación y el crecimiento de los huesos.

Al asistirse a un niño a que se pare y camine respetando el tiempo evolutivo normal, se contribuye a la correcta formación de las articulaciones de la cadera, evitando situaciones que podrían derivar en posteriores intervenciones quirúrgicas.

La falta de dispositivos adecuados para controlar las posturas, tanto en posición erguida como sentada, fue una de las principales necesidades detectadas.

Así surgió "vaivén", una iniciativa que se propuso encontrar soluciones a partir de la investigación y el desarrollo de asistencias personalizadas, mediante un acompañamiento que permitiera adecuar los dispositivos a los requerimientos.

En esta dirección, "vaivén" y el Centro Interdisciplinario de Rehabilitación Neurológica "Manos del Sur" (situado en Luján, Provincia de Buenos Aires) trabajan de manera articulada para detectar las necesidades concretas de cada paciente y de este modo optimizar los resultados, incluso cuidando aspectos del diseño, sobre todo en los equipamientos para niños, para lo cual se emplean materiales, texturas y colores que garantizan resultados más agradables.

"Vaivén" encaró dispositivos para las posturas erguida y sentada con asistencia del Centro de Investigación y Desarrollo de Asistencias Tecnológicas para la Discapacidad del INTI.

Para mejorar la prevención de la falla cardiaca congestiva, que es la principal causa de muerte en el mundo industrializado, el programa desarrollado por los doctores Domingo Liotta y Claudio Cerviño cuenta con la colaboración del INTI.

El Dr. Liotta fue autor de la Ley N° 20.748 del Sistema Nacional de Salud Publica. Además, codirigió el Programa de Corazón Artificial en el Colegio de Medicina de Houston (Estados Unidos), donde con el Dr. Denton A. Cooley desarrollaron la asistencia cardiocirculatoria que luego se usó en pacientes a escala internacional, asimismo conocida como el SAvI (Sistema de Asistencia ventricular Izquierda).

Luego de desplegar una reconocida actividad internacional, actualmente se desempeña como decano, profesor y secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad de Morón y continúa con sus investigaciones orientadas a superar las dificultades de los sistemas en uso.

Los Dres. Liotta y Cerviño se plantearon la posibilidad de desarrollar un dispositivo de asistencia cardiaca que utilice como vía de alimentación sanguínea una abertura en la aurícula izquierda, evitando destruir la disposición del miocardio ventricular y, además, una prótesis cardíaca de tamaño reducido y bajo peso, con adecuado rendimiento funcional para implantarla en posición intratoráxica.

El INTI, por el Convenio de Cooperación firmado, proporcionará asistencias a través de sus Centro de Tecnologías para la Discapacidad, Electrónica, Plástico, y Caucho.

Este marco institucional exigirá diseñar, desarrollar y fabricar:

• Una prótesis cardíaca con elastómeros de grado médico, de tamaño reducido y bajo peso.

• Una cámara sanguínea en poliuretano de grado médico.

• Una prótesis biológica con una válvula que sirva de conector entre el ventrículo artificial y el sistema cardiovascular

También se trabajará en:

• Una unidad electro-neumática de tamaño y peso reducido, que sea portátil.

• Ensayos in vitro en laboratorio y simulaciones en ordenador para lograr con el SAVI un débito (entre 4 y 5 latidos por minuto) y un drenaje adecuado del ventrículo artificial.

• Normas de calidad para la fabricación y trazabilidad de los distintos componentes del SAVI.

El Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas Discapacitadas (CONADIS) y el INTI llevan adelante el acuerdo para las escuelas técnicas.

Todo comenzó con la construcción de bastones y muletas en los establecimientos con experiencia y la reafirmación de vínculos con hospitales y otras instituciones.

En diversas oportunidades, los acuerdos locales se generaron después de solicitarse copias del convenio INET-INTI.

Pudo comprobarse una revitalización del interés por los proyectos de innovación tecnológica y también otras aplicaciones, por lo que se previó firmar cartas de intención para desarrollar conjuntamente los mismos, interactuando con otros sectores y centros del INTI.

A partir de un acuerdo con la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se realizaron experiencias para desarrollar nuevos productos o enriquecer los existentes.

Esta fue la primera experiencia con una alta casa de estudios y se consideró que la misma podría replicarse en distintos lugares del país. Alrededor de 200 estudiantes trabajaron en el desarrollo de sillas de ruedas y bipedestadores con resultados sorprendentes.

Junto al INET, el INTI estudia apoyos a las escuelas mediante una articulación con sus diversos Centros.

Asimismo, busca fortalecer las actividades de emprendedores o pequeñas y medianas empresas -donde se desempeñan los egresados- y trabajar intensamente con los municipios y organismos provinciales.

El Programa Productivo Tecnológico y Social de construcción de dispositivos en escuelas técnicas no es una campaña sino que apunta a constituirse en un sistema institucionalizado permanente.

Esta articulación propuesta por el INTI entre áreas de salud, educación y desarrollo social, se considera un factor catalizador de acciones de complementación institucional permanente, encaradas a partir de las necesidades personales y locales para promover el mejoramiento de la calidad de vida de todos los habitantes.

El Programa se vincula con los siguientes organismos:

• Consejo Federal de Discapacidad.

• Consejo Federal de Educación.

• Consejo Federal de Educación Técnica.

• Consejo Federal de Salud.

• Ministerios de Educación y de Salud provinciales.

• Comisión de Discapacidad de la Cámara de Diputados de la Nación.

• Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia.

• Servicio Nacional de Rehabilitación.

El INTI se propuso interactuar por medio de una articulación orgánica de instituciones y acciones con:

• 200 escuelas de educación técnica.

• 200 centros de salud.

• 200 municipios.

• 200 organizaciones no gubernamentales (ONG’s).

Para ello, el Instituto avanzó en las siguientes cuestiones:

• Acordó con los citados consejos federales diversas acciones de difusión, prevención y capacitación.

• Desarrolló actividades para la construcción de ciudadanía con la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia.

• Extendió los acuerdos a las áreas de educación, salud, desarrollo social y discapacidad en cada provincia.

• Generó catálogos para la difusión de los dispositivos propuestos a escuelas, hospitales, municipios y ONG’s.

• Utilizó los medios electrónicos como un lugar de difusión, intercambio y socialización de la información y de datos útiles para las instituciones y las personas.

Todo eso se encaró para comprender y compartir conocimientos, tecnologías adecuadas y accesibles y prácticas sociales responsables.

El Programa Productivo Tecnológico y Social de Construcción de Dispositivos de Ayuda para las Personas con Discapacidad fue lanzado en la Provincia del Chubut a mediados de 2007.

Las escuelas técnicas recibieron manuales preparados por el INTI con la documentación de planos y armado, listas de materiales, y estimaciones de costos para realizar sillas de ruedas y posturales y muletas, andadores y bastones (incluidos los de tres patas y para no videntes), tablas de transferencia para sillas de ruedas y bañeras, y barrales para baño (incluso los rebatibles).

También se incorporó al Programa la realización de componentes de prótesis y ortesis que, como todos los dispositivos antes mencionados, deben responder a las prescripciones médicas de hospitales públicos.

En la provincia funcionan cinco unidades operativas conformadas por la Dirección General de Promoción Científica y Técnica del Ministerio de Educación y la Dirección de Discapacidad de la Secretaría de Salud. Son las del Colegio Politécnico 748, de Trelew, que trabaja con el Hospital de dicha ciudad; el Colegio Técnico 707 y el Centro de Formación Profesional 652, de Comodoro Rivadavia, con el Hospital Zonal de Comodoro Rivadavia; el Colegio Politécnico 703, de Puerto Madryn, con el Hospital Zonal de la misma ciudad, y el Colegio Politécnico 701, de Esquel, con el Hospital Zonal de Esquel.

Por medio de esta iniciativa los estudiantes construyen, adaptan y reparan dispositivos en un marco de contenido social que articula las necesidades de la comunidad con sus formaciones técnica, humana y ciudadana.

Por otra parte, se rediseñaron dispositivos para hacerlos con materiales alternativos, ya que los originales no se consiguen en la zona.

El caso concreto es el la Politécnica 701 de Esquel, que trabajó en una muleta con los tradicionales caños para electricidad o madera de Lenga.

En el marco de las actividades interdisciplinarias, se atienden otras demandas concretas. Representantes del Politécnico 703 de Puerto Madryn acudieron al CERELADI (una organización no gubernamental que capacita a jóvenes con capacidades diferentes para la integración laboral) para adaptar o rediseñar una mesa de trabajo para fabricar bolsas de residuos, con la supervisión de profesionales del área Terapia Ocupacional del Hospital Subzonal "Dr. Isola", de Puerto Madryn.

Expuestas al mercado, las personas más débiles son ignoradas, es decir, los niños, los ancianos, las personas con discapacidades, los enfermos, los pobres y también los pequeños productores relacionados con estas temáticas.

Sin ninguna duda, son las más postergadas de la sociedad argentina.

Cuando se habla de salud y discapacidad se habla de las personas, sus familias y cada ámbito y situación.

A nivel nacional, se estimó que 11,5 millones de habitantes tienen sus necesidades básicas insatisfechas, o sea que viven por debajo de la línea de pobreza.

Por otra parte, el crecimiento demográfico nacional, regional y mundial plantea una demanda futura que tampoco se encuentra establecida con certeza.

También existe una curva ascendente respecto de la cantidad de niños y adultos con alguna discapacidad, que han podido superar instancias críticas que años atrás no tenían tratamiento.

Otro hecho concreto resulta ser el cada vez más extendido envejecimiento de la población y por ello la necesidad de productos y servicios adecuados. En síntesis, se requiere de innovación y tecnologías que permitan el desarrollo y la vida plena.

Todas y cada una de estas cuestiones permiten reflexionar en torno a las tecnologías relacionadas directamente con las necesidades, como sociedad y actores de un sistema económico-productivo.

En la actualidad, existen cada vez más emprendedores, profesionales, empresas e instituciones que trabajan el tema.

No obstante, hay mucho por hacer. Además del fortalecimiento técnico del sector público y del mercado interno, debe tenerse muy presente el potencial que significaría desarrollar ideas, tecnologías y diseños de exportación, que revisten interesantes oportunidades en un campo como el de la salud y la discapacidad.

Considerando la innovación como uno de los factores clave, el INTI se propone y plantea pensar en estrategias generadoras de calidad de vida.

La República Argentina posee investigadores, profesionales, técnicos, empresarios y diseñadores capaces de llevarlas adelante.

El Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad del INTI aborda esos temas a partir de las necesidades de las personas, procurando generar y transferir tecnologías adecuadas y accesibles, promoviendo y fortaleciendo las labores conjuntas y articuladas de estamentos nacionales, provinciales, municipales y de la sociedad civil, con el objetivo de mejorar las condiciones de atención y calidad de vida de todos.

Numerosos medicamentos, productos, dispositivos y aparatos para la prevención, curación y rehabilitación son importados y caros, con repuestos difíciles de obtener y mantenimientos costosos, muchas veces dependientes de una sola empresa. En ocasiones, no cumplen con las funciones requeridas.

Por eso, el Centro impulsa producirlos en la Argentina, con la mejor calidad y de manera económica, asegurando el mantenimiento y el transporte para llegar a las personas que viven en lugares alejados o aislados.

El INTI trabaja en función de los siguientes objetivos:

• Analizar las necesidades en las áreas de salud y de las discapacidades visuales, auditivas, motrices, cognitivas y otras, determinando los medicamentos, tratamientos, aparatos y/o servicios imprescindibles y que conviene desarrollar como innovaciones para la promoción, prevención, curación y rehabilitación.

• Promover y fortalecer aquello que, realizado en la República Argentina de acuerdo con las necesidades estudiadas, tenga gran impacto positivo en la población.

• Cooperar y fortalecer las posibilidades de investigadores, empresas y emprendedores innovadores.

• Identificar y articular acciones con actores públicos y/o privados que faciliten o realicen las aplicaciones prácticas para beneficio de la población.

El Centro INTI aborda, entre otros, los temas que se detallan a continuación.

A través de un convenio firmado con el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y con el financiamiento de la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas con Discapacidades (CONADIS), el INTI proporciona manuales y planos para que los establecimientos puedan construir ayudas y dispositivos, como sillas de ruedas, muletas, andadores, bastones, sillas posturales, bipedestadores, tablas de transferencia para sillas de ruedas y para bañeras, bastones trípodes, antebraquiales y para no videntes, y barrales para baño, fijos y móviles.

Se busca, también, asistir a los talleres de prótesis y órtesis de hospitales y suministrar manuales para la fabricación de los componentes.

Forman parte del programa 100 escuelas y otras tantas se contactaron para integrarse.

Teniendo presente que gran parte de la población no efectúa consultas oftalmológicas, se colaboró con el desarrollo y la producción de una lámpara de hendidura portátil con tonómetro para observar la estructura del ojo y medir la presión ocular (emprendimiento que se describió profundamente en párrafos anteriores).

La iniciativa apunta a articular acciones con otros estamentos públicos para llegar a toda la población escolar y a habitantes de zonas rurales aisladas.

Con la misma intención, se crearon carteles de lectura de agudeza visual que permiten comprobar la necesidad de consultar a los oftalmólogos y se distribuyen en el sistema educativo, previéndose que lleguen a todos los ámbitos necesarios, ya que se pueden enviar por medios electrónicos para ser impresos por medio de computadoras.

Sistema de rehabilitación por medio de equipos para la marcha dinámica y la estimulación de la plasticidad neuronal, instalados en un hospital público, que constituye una experiencia única en la Argentina.

Un CD interactivo aporta información sobre todos los trámites necesarios para obtener el certificado de discapacidad, ayudas técnicas, y dispositivos en todo el país y para todos los sistemas de cobertura existentes.

Mantenimiento preventivo de equipamiento electromédico

Sistema online de capacitación y asistencia a distancia para generar y fortalecer el mantenimiento y la calibración del equipamiento, con el objetivo de asistir a los 1.500 hospitales públicos de la Argentina.

Apoyo a los organismos estatales sobre la trazabilidad de medicamentos y la seguridad de que sean auténticos.

Calibración de instrumental, envases y capacitación en técnicas de control y calidad en los laboratorios públicos.

Prótesis dental con sistema de fijación simple y económica de mini implantes. Desarrollo del sistema de pernos para implantes de bajo costo. Minicámara portátil magnificadora para revisaciones.

Se capacita fortaleciendo en tecnologías para la gestión y la producción, mejorando el alcance de los trabajos que allí realizan las personas con discapacidad mental y quienes las asisten.

Ayudas para la vida cotidiana:

• Magnificador de textos para personas con escasa visión para utilizar con los aparatos de televisión, actualmente en producción.

• Software para lectura y uso de personas no videntes, en estudio.

• Juegos integrados para instalar en plazas, en estudio.

• Timbres y señales adaptables para viviendas que pueden ser transferidos, en desarrollo.

• Sistema de aro magnético y transmisor de radio frecuencia para usuarios de audífonos, en desarrollo.

• Estudio para disminuir el costo del papel utilizado para impresiones por el método Braille, en estudio.

• Productos para facilitar la alimentación. Ya se produce el cuchillo-tenedor.

• Ayudas para la rehabilitación.

• Desarrollo de dispositivos simples para que quienes los necesiten puedan realizar ejercicios de rehabilitación en sus hogares.

• Equipos posturales para niños, producidos por escuelas técnicas.

• Equipos para hacer ejercicios durante el proceso de diálisis.

• Equipos portátiles para la rehabilitación kinesiológica. Se encuentran en producción y disponibles los de magnetoterapia, electroterapia, infrarrojo y de ultrasonido.

• Prevención y curación de escaras (úlceras en el tejido y la piel).

• Cama antiescaras automatizada, de uso hospitalario y domiciliario, con prototipo y pruebas de uso efectuadas, por lo que se fabricará en serie.

• Intercambios con universidades e investigadores. El objetivo es tratar enfermedades tales como Alzheimer y Parkinson, como asimismo problemas cognitivos y de incontinencia. Se realizan actividades conjuntas con el área de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Algunas experiencias realizadas se expusieron en INNOvAR 2008.

Emprendimientos en variado estado de ejecución:

La Red Tecnológica de Dispositivos para Personas con Discapacidades resulta una experiencia muy interesante por sí misma, y también para demostrar las posibilidades que brinda Internet en materia educativa y de gestión de conocimientos.

El trabajo conjunto del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), la Comisión Nacional Asesora para la Integración de Personas con Discapacidad (CONADIS) y el Centro Tecnologías para la Salud y la Discapacidad del INTI se encaró para cubrir las necesidades de personas con capacidades diferentes, con el propósito de que accedan a dispositivos asistivos (por ejemplo, un bastón o una silla de ruedas).

Para desarrollar esta tarea se convocó, además, a las escuelas técnicas y otros actores públicos y privados, principalmente municipios, hospitales y organizaciones no gubernamentales.

Las escuelas técnicas tienen la capacidad de "realizar" este tipo de trabajo como parte de los procesos de aprendizaje de sus alumnos y el INET es el facilitador natural para establecer contactos con ellas.

Los hospitales son los responsables de evaluar las necesidades de las personas y formular recomendaciones. Los demás colaboran para que así ocurra, efectivamente.

La CONADIS participa facilitando los fondos para los suministros o la producción de los dispositivos. El INTI está capacitado para evaluar diseños, rediseñar y aportar soluciones constructivas, entre otras.

Apoyados en las posibilidades informáticas y en el uso de Internet, el área INTI Trabajo y Educación a Distancia se asoció a estos actores para promover una comunicación efectiva entre ellos, impulsando la génesis y el sostenimiento de una comunidad de práctica como lugar vital de aprendizaje de lo que ya otros saben en la red.

A su vez, y como desafío mayor, se procura que surjan nuevos conocimientos, sólo posibles a partir de estos intercambios, y que seguramente constituirán un nuevo capital para los participantes. La experiencia se replicó en diversos casos.

En la que constituye una experiencia positiva de articulación tecnológica e institucional, los equipos y los dispositivos de realidad virtual fueron realizados íntegramente en la República Argenitna con la colaboración del INTI.

El INTI-Tecnologías para la Salud y la Discapacidad impulsó y apoyó la iniciativa de una investigación aplicada de un grupo de investigadores.

Asimismo, la empresa Investigación y Desarrollo Argentino (IDEAR) colaboró en la fabricación de los prototipos de una nueva generación de equipos dinámicos.

Desde el Centro INTI, se estableció la articulación para implementar el proyecto en un Centro de Rehabilitación Neurológica del Hospital Zonal de La Plata (Provincia de Buenos Aires) y se obtuvo el apoyo de la entonces Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación (SECYT) —actualmente Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva— y la colaboración de investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

El diseño y el desarrollo estuvieron precedidos por una exhaustiva investigación, en diferentes centros internacionales, sobre los equipamientos utilizados en las áreas de la neurorehabilitación y su influencia sobre los mecanismos de la plasticidad neuronal.

A partir de eso, se creó una nueva generación de equipos dinámicos, en este caso compuesta por cuatro unidades. Cada una de ellas cumple una etapa específica en el tratamiento de acuerdo con la evolución del paciente en su proceso de recuperación:

Este equipo ayuda a los pacientes a cumplir con la primera etapa del tratamiento.

Les brinda la posibilidad del entrenamiento de marcha a quienes tienen más limitaciones motrices y/o intelectuales, siendo el kinesiólogo quien acciona y reproduce, precisamente, la marcha.

Existe un prototipo que puede ser manejado por el mismo paciente, sin la ayuda del citado profesional.

Se utiliza en la segunda etapa, cuando los pacientes realizan el entrenamiento de marcha con mayor libertad y de manera independiente, trasladándose en sus sillas de ruedas.

Previamente, la paralela móvil es regulada, ajustándose en cada ocasión a las medidas de quien la empleará.

Cuando lo necesite, el paciente puede descansar en la silla de ruedas, sin necesitar del terapeuta.

Apropiado para la tercera etapa, es decir, cuando el paciente puede trasladarse sobre este andador, con mayor libertad, asegurado por una guía direccional y apoyándose con sus axilas.

De esta forma está en condiciones de movilizarse e incorporarse al trabajo en el equipo, sin recurrir al kinesiólogo.

En la cuarta etapa, el paciente cumple el entrenamiento de marcha en un espacio abierto, con autonomía y seguridad.

Los pacientes utilizan estos equipos complementándolos con visores virtuales que mejoran sus capacidades cognitivas.

Por otra parte, corresponde señalar que se trata de tecnologías simples, pensadas para mejorar la vida de las personas, por lo que también pueden estar al servicio de sectores carenciados.

Para autocontrolar la correcta visión y ayudar a otros a hacerlo, ahora se puede imprimir y usar en los hogares un cartel diseñado por el INTI, y detectar a tiempo la necesidad de consultar al profesional oculista.

Además, se puede ser solidario enviándolo en cadena para que procedan a prevenir dificultades visuales del mismo modo.

A partir de una iniciativa del INTI, y con la aprobación del Ministerio de Salud, se diseñó un Cartel de Lectura Oftalmológico, que puede ser enviado por mail para su impresión en cualquier tipo de hoja con el objetivo de promover la realización del examen visual familiar y poder detectar eventuales dificultades, para realizar la inmediata visita al médico oftalmólogo.

Esta iniciativa surge como respuesta a una realidad bastante llamativa que imposibilita la prevención: para cumplir la primera función que consiste en informarse, por medio del uso de este cartel si hay que ir al oculista, ocurre que el mecanismo sea ir al oculista puesto que es el único lugar donde se encuentra este modelo de cartel de lectura oftalmológico.

En la República Argentina viven 50.000 personas ciegas y todos los expertos coinciden en señalar que aproximadamente el 80% de ellas, es decir 40.000, podrían no haber llegado a tener esta discapacidad si se hubieran tomado las medidas de diagnóstico preventivas y la terapia correspondiente.

Con la intención de generar una actitud preventiva y solidaria, todas las personas podrán imprimir, usar y reenviar el Cartel de Lectura Oftalmológico poniendo en marcha una verdadera "cadena solidaria de la prevención de la ceguera".

El INTI, a través de su Centro de Tecnologías para la Salud y la Discapacidad, junto al Ministerio de Salud, la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera, el Ministerio de Educación, el Consejo Argentino de Oftalmología y la Sociedad Argentina de Oftalmología, relanzan el clásico cartel del oculista, ahora a través de nuevas tecnologías.

Desde hace mucho tiempo se utiliza el cartel oftalmológico para obtener información sobre dificultades visuales que indican la conveniencia de recurrir a un oftalmólogo para que realice el diagnóstico y prescriba el tratamiento.

Este cartel está impreso en papel, cartulina o plástico y habitualmente se encuentra en el consultorio del oculista, quien lo utiliza para realizar un examen de agudeza visual.

Si bien los carteles son utilizados en el ámbito de la salud y la escuela, esta novedosa tarea de promoción y utilización extiende el criterio preventivo a toda la sociedad, de un modo económico, práctico y eficiente.

El diseño original del cartel está establecido en un formato desarrollado por el INTI que garantiza su forma, color y tamaño, permitiendo su envío y reenvío como archivo adjunto por e-mails, y/o su descarga desde páginas Web. Puede ser impreso mediante el uso de cualquier computadora e impresora. Al pié del cartel se adjuntan las siguientes instrucciones para su correcto uso:

• El Cartel impreso, debe colocarse en una pared blanca o de color claro, en un lugar con buena iluminación a la altura de los ojos.

• La persona autoevaluada o a evaluar debe de estar sentada sobre una silla a una distancia de tres metros del cartel.

• Se deben observar las figuras presentes con los dos ojos a la vez, es decir no tapando ninguno.

• Una buena visión debe distinguir cual es la orientación de las líneas paralelas de las figuras de la fila 5. De no cumplirse esta identificación y para prevenir cualquier posible problema visual es recomendable la visita al médico oftalmológico.

Todos pueden participar para hacer realidad el derecho a ver: estudiantes, profesores, padres, escuelas, hospitales, universidades, ONG´s, trabajadores, organismos públicos, autoridades, profesionales, empresarios, comercios y todas las personas que deseen sumarse.

La evaluación sensorial de productos lácteos es una de las áreas que el Centro INTILácteos desarrolla en forma permanente, fortaleciendo así la asistencia técnica a las empresas del sector.

Por este motivo se comenzó a asistir técnicamente a las firmas que deseen exportar leche en polvo, afianzando y ayudando al posicionamiento de la República Argentina como productor de alimentos de calidad.

En este marco, el INTI-Lácteos impulsa el control sensorial de productos lácteos por personas con diferentes discapacidades visuales, iniciativa que lleva adelante con el Programa de Extensión, que a su vez tiene a su cargo la vinculación con la Unidad de Discapacidad y grupos vulnerables del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y la Federación Argentina de Ciegos y Ambliopes.

Para la evaluación sensorial de leche en polvo es necesario contar con un panel de evaluadores entrenados.

Debido a estas razones el INTI-Lácteos comenzó a mediados de septiembre de 2007 a convocar y seleccionar personas de acuerdo con las normas vigentes.

Al mismo tiempo, se detectó la posibilidad de contribuir al empleo de personas con discapacidades visuales, brindándoles una formación que aportaba y aporta una salida laboral a través de los contactos y servicios habituales que el Centro INTI proporciona a la industria del sector.

Precisamente, entre el Programa de Extensión y el Centro INTI se organizó el proyecto correspondiente y gestionaron los instrumentos necesarios para encarar acciones que facilitan y fortalecen dicha inserción.

El Centro INTI-Lácteos capacitó a ocho personas seleccionadas, quienes se encuentran en condiciones de analizar muestras de leche en polvo para exportar. Con el objetivo de llevar adelante esta línea de trabajo se adaptaron las metodologías, la secuencia de pruebas y las formas de registro de datos.

Además, se está ampliando la capacitación de modo tal de incorporar a la mismas personas a las evaluaciones de quesos y dulce de leche.

El mismo panel participó durante febrero, marzo y abril de 2008 en el segundo trabajo del Proyecto de Pruebas de Desempeño de Productos para el papel higiénico en rollos, encarado por la Gerencia del Programa de Ensayos y Asistencia Técnica del INTI.

Por otra parte, el Laboratorio de Evaluación Sensorial de INTI-Lácteos y el Programa de Extensión se encuentran entrenando a 15 personas con diferentes discapacidades visuales para que realicen el análisis sensorial de quesos de cabra.

En el marco del convenio que celebraron los ministerios de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y el de Producción y Desarrollo de la Provincia de Catamarca, y dentro del Plan Integral para la Promoción del Empleo "Más y Mejor Trabajo", se realizó el Curso de Especialización en Cata de Aceite de Oliva.

Dicha capacitación contó con el auspicio de ambas carteras, el INTI, la Asociación Olivícola de Catamarca (ASOLCAT), la Federación Argentina de Instituciones de Ciegos y Ambliopes (FAICA), y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).

Durante quince días se formó a un grupo de veinte personas, en su mayoría ciegas o con baja visión, en la evaluación sensorial del aceite de oliva, de acuerdo con las normas establecidas por el Consejo Oleícola Internacional (COI).

El curso estuvo a cargo del jefe del primer panel de cata de la Argentina que aprobó dicho organismo y para su desarrollo adecuado contó con la colaboración de diferentes organizaciones y empresas.

A través de su Programa de Extensión, el INTI actuó como principal articulador para convocar y organizar a las entidades que intervinieron en el acuerdo, representando a diferentes sectores, y coordinó las acciones posteriores al curso para lograr la continuidad y la sustentabilidad del panel.

El esfuerzo conjunto realizado para esta capacitación representa sólo una etapa de un proceso más amplio que apunta a alcanzar la inserción laboral de personas que presentan disminución visual.

El INTI continúa coordinando acciones y previendo actividades con las demás entidades participantes, que comparten la voluntad de implementar los conocimientos adquiridos para asegurar la sustentabilidad del panel.

Algunas de las líneas de acción que comenzaron a ejecutarse en conjunto son la presentación del panel ante el COI, con el objetivo de obtener su acreditación ante dicho organismo y la realización de evaluaciones sensoriales para las empresas e instituciones de investigación con entrega de los correspondientes protocolos de resultados.

Finalmente, se logró consolidar la organización del "Primer Concurso Nacional de Calidad del Aceite de Oliva Argentina", en la Exposición Rural 2008, con dicho panel como principal evaluador de los aceites concursantes.

Como parte de la Red de Nodos para la Mejora de la Productividad del INTI y bajo la premisa de que todo proceso puede ser mejorado, el Centro INTI Concepción del Uruguay asiste a los actores tradicionales de las empresas industriales y de servicios, los productores de la economía social y últimamente también a las organizaciones sociales o sin fines de lucro con el objetivo de colaborar en la mejora de la calidad de vida de sus usuarios.

El Programa de Mejora Integral de la Gestión de PyMEs (PMIGP) se puso en marcha por un convenio firmado entre el INTI -con la coordinación de su Programa de Extensión- y la Comisión Administradora de los Fondos Especiales de Salto Grande para el Desarrollo Regional (CAFESG).

El convenio está destinado a asistir a organizaciones de los más diversos rubros en aspectos ligados a las llamadas tecnologías blandas o de gestión. Mediante la capacitación y asistencia en gestión de costos, mejora productiva, marketing y atención al cliente, el centro INTI-Concepción del Uruguay colabora con numerosas empresas y organizaciones de la Provincia de Entre Ríos.

Una de las entidades es la Asociación Entrerriana de Actividades Ecuestres, la cual trabaja con la equinoterapia desde hace años en la citada ciudad entrerriana.

Este método terapéutico utiliza el caballo para la rehabilitación, integración y desarrollos físico, psíquico, emocional y social de personas con capacidades especiales, con el fin de brindarles una mejor calidad de vida.

A través de la asistencia del INTI, la Asociación avanzó en su organización interna y la profesionalización de sus integrantes, como también en el desarrollo de su comunicación e imagen institucional.

Con la aplicación de herramientas básicas del marketing buscó diferenciarse en el mercado, repensando su accionar cotidiano en función de las necesidades de los benefi- ciarios. Otro aspecto esencial fue el trabajo en equipo sobre el sentido del valor, referido a su identidad, misión, reorganización política y vinculación con otras instituciones para desarrollar la rehabilitación e integración de personas con necesidades especiales.

La Asociación Entrerriana de Actividades Ecuestres redefinió con el INTI sus servicios, procedimientos y registros, la asignación de turnos para las sesiones, la campaña de inscripción de socios, las cuotas, el precio de cada sesión, y las reuniones internas de mejora continua.

Esta institución contribuyó, asimismo, a la imagen institucional con un isologotipo, una carpeta informativa y una intensa campaña de prensa en los medios locales y provinciales.

Por otra parte, se promovió la vinculación institucional, para lo cual se hicieron gestiones con empresas locales para conseguir apoyo financiero para nuevos proyectos, establecieron contactos con obras sociales para la cobertura de las sesiones, y buscaron padrinos para cubrir las sesiones de usuarios sin ese respaldo.

Actualmente, la Asociación Entrerriana de Actividades Ecuestres recibe asistencia del INTI en gestión de costos, bajo el mismo programa de mejora, a fin de optimizar las gestiones administrativas, económicas y financieras.

Paralelamente, esta entidad se vinculó con otras instituciones dedicadas a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidades y convocó a especialistas internacionales en estimulación para dictar un seminario de actualización profesional.

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Nota: Para comunicarse con los diversos emprendimientos detallados en esta nota se sugiere comunicarse con las siguientes áreas: Cooperación: rkoha@inti.gob.ar, discapacidad@inti.gob.ar. Uso de audiómetros de barrido portátil: discapacidad@inti.gob.ar. Lámpara de hendidura portátil: discapacidad@ inti.gob.ar. "Vaivén": Equipamientos para rehabilitación: discapacidad@inti.gob.ar. Apoyo a organismos e investigadores: discapacidad@inti.gob.ar. Programa Productivo, Tecnológico y Social: discapacidad@inti. gob.ar. Experiencias en la Provincia del Chubut: puertomadryn@inti.gob.ar. Innovaciones para mejorar las condiciones de vida y calidad de todos: discapacidad@inti.gob.ar. Producir en la República Argentina: rkoha@inti.gob.ar. Red Tecnológica: ted@inti.gob.ar. Primer laboratorio de plasticidad neuronal en el Hospital Zonal de La Plata: discapacidad@inti.gob.ar. Cadena de la buena vista: discapacidad@inti.gob. ar. Evaluación sensorial de lácteos: hmontero@inti.gob.ar. Especialización en cata de aceite: jhfa@inti. gob.ar. Beneficios de la equinoterapia: gburquet@inti.gob.ar.